11 julio 2006
EL MUNDO acusa de manipulación a Sánchez Manzano
Debate sobre explosivos del 11-M: La instrucción oficial señala Goma 2 Eco, mientras medios señalan componentes de Titadyne ¿Teoría de la Conspiración?
Hechos
Desde el 11 de julio de 2006 el diario EL MUNDO cuestiona que el explosivo que estalló el 11 de marzo de 2004 en cuatro trenes de Atocha de Madrid fuera dinamita Goma 2 ECO proveniente de mina Conchita.
Lecturas
EL MUNDO acusa de manipulación a Sánchez Manzano
12 Agosto 2005
Las mentiras de la metenamina
Una petición a Juan del Olmo por parte de la Guardia Civil, en marzo de 2005, puso en marcha una providencia del juez por la que se han descubierto graves errores de la Policía en la identificación de los explosivos del 11-M. El propio responsable de los Tedax, el comisario Juan Jesús Sánchez Manzano, ha reconocido, en un documento enviado al magistrado, que se equivocaron al informarle de que los componentes químicos de los restos de explosivos encontrados en la furgoneta de Alcalá y los de la mochila de la comisaría de Vallecas eran los mismos. Erraron también al asegurarle que entre los componentes habituales de la dinamita Goma 2 Eco se encontraba la metenamina.Dicen que todo fue debido a un error de «transcripción» y que la Goma 2 que analizaron estaba -inexplicablemente- contaminada con metenamina, un producto que se utiliza para fabricar bombas de alta potencia.
Informes que constan en el sumario del 11-M señalan que la Policía engañó al juez Juan del Olmo en datos esenciales sobre la composición de los explosivos que se utilizaron en los atentados.
El hecho más relevante -publicado ayer por Libertad Digital- es que las Fuerzas de Seguridad ocultaron al magistrado que los componentes químicos de los restos de explosivos encontrados en la furgoneta Renault Kangoo -aparcada en las inmediaciones de la estación de Alcalá de Henares- no coincidían en un componente con los encontrados en la mochila hallada en la comisaría de Vallecas.
El tema es de una gravedad extrema. En los documentos enviados al juez por el entonces responsable de los Tedax, Juan Jesús Sánchez Manzano, se aseguraba que se trataba del mismo tipo de explosivo basado en la coincidencia de sus componentes. El día 12 de marzo los peritos del departamento de Manzano firman un primer informe, que califican de preliminar, en el que se detalla la composición química del material explosivo hallado en la furgoneta.Lo cotejan con una muestra de Goma 2 Eco y afirman que el resultado en ambos casos contiene: nitrocelulosa, nitroglicol, nitrato amónico, ftalato de dibutilo, metenamina y carbonato cálcico.
El mismo día 12 de marzo de 2004, hacen un análisis de la masa explosiva encontrada en la mochila de la comisaría de Vallecas y concluyen que coincide con los ya enumerados excepto en la presencia de metenamina. No hay rastro de este producto y, por tanto, la composición química es diferente.
A pesar de eso, a la opinión pública le llegó la versión de que en ambos casos se trataba del mismo tipo de explosivo, precisamente dada la coincidencia de sus componentes químicos. Era falso y esa mentira se corroboró ante el juez en el informe policial del 20 de abril, en el que se afirmaba que en el explosivo de la mochila de Vallecas estaba presente la metenamina.
La mentira se prolongó en el tiempo sin que nadie la desmintiera hasta que en marzo de 2005, es decir un año después, la Guardia Civil solicita al juez la ampliación de datos sobre la composición química de los explosivos de los atentados para cotejarlos con los que ellos han analizado de la mochila encontrada en las vías del AVE.
El 5 de abril de 2005 el juez Juan del Olmo envía una providencia a la Comisaría General de Información para averiguar de la Unidad Central de Desactivación de Explosivos «si en todas o algunas de las muestras obtenidas en las distintas actuaciones derivadas de los atentados del 11 de Marzo de 2004 y 3 de abril de 2004 (sustancias explosivas intervenidas o muestras de las mismas) se ha localizado la presencia de la sustancia conocida como metenamina».También quiere saber si esa sustancia «aparece en la muestra patrón explosiva Goma 2 fabricada por Unión Española de Explosivos, UEE» y «si la metenamina es una sustancia contaminante ajena y extraña a la composición originaria de la sustancia explosiva Goma 2».
.
LA TRAMPA DE LA GUARDIA CIVIL
.
Es evidente que la Guardia Civil quiere los datos de la Policía porque tiene los análisis de los explosivos de la mochila que se encontró en las vías del AVE en Mocejón (Toledo) y sabe que en la composición de la Goma 2 Eco no interviene la metenamina.En la petición al juez, firmada por el teniente Angel Dorado Sánchez, no consta si la Guardia Civil encontró metenamina en los restos de la mochila del AVE. No descubre sus cartas hasta ver si la Policía se reafirma en sus informes anteriores.
La Guardia Civil pone así en un aprieto a la Policía ante el juez. La contestación de Sánchez Manzano y su intento de explicar lo inexplicable desbaratan toda la actuación de su departamento.
Con su tergiversación inicial, no corregida a lo largo de todo un año, se potenció un hecho falso que, sin embargo, ha quedado impreso a fuego en los ciudadanos: los explosivos de la furgoneta y de la mochila de Vallecas eran idénticos. Así, ha intentado explicar Manzano esa falsedad en su contestación al juez, fechada el 20 de abril de 2005: «En el informe policial de la Unidad Central de Desactivación de Explosivos de 26 de abril de 2004 en su página ocho, por error de transcripción, se nombra metenamina como sustancia presente en el explosivo recuperado tras la desactivación de la bolsa bomba de la comisaría de Vallecas». A continuación se explica que la metenamina no es una sustancia explosiva en sí misma y que se emplea en cosas como desinfectantes de urinarios.Manzano justifica que no se hayan hecho otras menciones a la metenamina en sus informes por considerarlo un producto irrelevante para la identificación de un explosivo.
Pero, lo más chocante, es que el comisario acepta ahora con naturalidad que la Goma 2 Eco no lleva metenamina en su composición. Justo lo contrario de lo que aseveró en su primer informe sobre los explosivos del 11-M.
Cabría pensar en un error de transcripción si consideramos que los primeros análisis se hicieron con precipitación. Pero hay que remarcar que Manzano envía al juez el informe pericial en el que se comete el error más garrafal un mes y medio después de los hechos, el 26 de abril.
La explicación que da al magistrado para intentar justificar por qué le dijeron que en la composición de la Goma 2 Eco se incluye la metenamina es de lo más chocante. Así, mantiene que la presencia de metenamina en la muestra del cartucho de Goma 2 Eco que analizaron para compararlo con el explosivo de la furgoneta es fruto de que ese producto estaba «contaminado». La misma contaminación que había sufrido la dinamita de la furgoneta. Por eso los componentes coincidían.
.
COMO FABRICAR BOMBAS TERRIBLES
.
La metenamina -conocida científicamente como hexametilentetramina- no es un producto de uso cotidiano que se encuentre esparcido por doquier. A pesar de que Manzano lo menciona como «antiséptico urinario», la realidad es que se trata de un producto altamente tóxico que se emplea en la fabricación de cyclonita -como también reconoce más tarde el propio Manzano- un explosivo 150 veces más potente que el TNT.
La cyclonita, también denominada Hexógeno o RDX, se ha hecho desgraciadamente famosa por ser el explosivo utilizado por los chechenos en atentados como el derribo de dos aviones Tupolev en pleno vuelo en agosto de 2004. Cuatro años antes lo utilizaron para volar dos edificios de viviendas en pleno Moscú, con un saldo de 300 muertos.
En Internet existe una página, la del manual del perfecto terrorista, en la que se explica con todo lujo de detalles cómo añadir pastillas de metenamina a un concentrado de ácido nítrico, agua destilada y tabletas de sal para conseguir una bomba letal.
La metenamina se utiliza también para la fabricación del HMX, High Melting Explosive, uno de los explosivos militares más potentes.
Después de leer estas últimas líneas, ¿no se les ponen los pelos de punta al comprobar que la dinamita del 11-M estaba «contaminada» según el informe de los Tedax con este producto?
¿Por qué lo incluyeron como uno de los componentes «habituales» de la Goma 2? Resulta grotesco e inimaginable que el juez, un año más tarde del 11-M, no supiera aún la composición exacta de los explosivos utilizados en los atentados. Hay quien se empeña en que todo está aclarado hace tiempo en este tema. Las mentiras oficiales, que convencieron a tantos millones de españoles, se van descubriendo inexorablemente. El sumario aporta datos, hechos, informes que demuestran, cuando menos, profundas contradicciones.
11 Julio 2006
El explosivo que estalló el 11-M fue distinto del que tenían los islamistas
El explosivo que estalló en los trenes el 11 de marzo de 2004 no era Goma 2 ECO, ni tampoco era el mismo que se encontró en la bolsa de Vallecas, en la furgoneta Renault Kangoo, en el piso de Leganés o en las vías del AVE a su paso por Mocejón.
Eso es lo que se deduce de los análisis que hicieron los Tedax en los focos de las explosiones, en los que se encontró un componente inexistente en la Goma 2 ECO. Así lo hizo constar el comisario jefe de dicha Unidad, Juan Jesús Sánchez Manzano, en su comparecencia ante la Comisión de Investigación del 11-M que tuvo lugar el 7 de julio de 2004.
A una pregunta del diputado del PP Jaime Ignacio del Burgo sobre la composición del explosivo usado por los terroristas, Sánchez Manzano respondió: «He dicho que los restos de los focos de las explosiones llegan a la Unidad a las 12.30; se inicia su análisis y se obtienen los primeros resultados en torno a las 14 horas [del 11 de marzo]…».
En algunos casos (en concreto, ocho de los 10 focos), no en todos, cuando se hace el análisis de los restos del foco de la explosión logramos encontrar restos de nitroglicerina, y la nitroglicerina es el componente de todas las dinamitas», prosiguió Sánchez Manzano en respuesta al PP.
Posteriormente, durante el mismo interrogatorio, pero esta vez a preguntas del diputado del Grupo Mixto José Antonio Labordeta, Sánchez Manzano vuelve a recalcar: «A las 14 horas, como son muestras obtenidas en los restos que ha dejado la explosión, lo único que se puede averiguar es que es dinamita, porque lo único que se puede encontrar es nitroglicerina, que es componente común en todas las dinamitas».
El dato de la existencia de nitroglicerina es recurrente y, por tanto, hay que darlo como cierto, ya que el propio ex ministro del Interior Ángel Acebes, en su comparecencia ante la Comisión de Investigación del 11-M, que tuvo lugar el 28 de julio de 2004, insiste en que el componente encontrado en los restos de las explosiones es nitroglicerina, «el componente de la dinamita», afirmó, siguiendo la línea argumental de Sánchez Manzano.
Por tanto, hay que dar por hecho que el explosivo que se empleó para hacer estallar los trenes contenía nitroglicerina. Ahora bien, ¿es la nitroglicerina un componente de la Goma 2 ECO? Rotundamente, no.
Tanto en los informes de la Policía Científica como en los de Guardia Civil, así como en los propios análisis de los Tedax (aunque luego haremos mención al incidente de la metenamina), existe una coincidencia absoluta en cuanto a las sustancias que componen la Goma 2 ECO: nitrocelulosa, nitrogricol, nitrato amónico, ftalato de dibutilo y carbonato cálcico.
En el sumario 20/2004 aparecen diversos informes de los Cuerpos de Seguridad que analizan las sustancias encontradas en Vallecas, el trozo de papel parafinado hallado en la furgoneta Renault Kangoo, en la vía del AVE y en el piso de Leganés, y en ninguno de ellos aparece mencionada la nitroglicerina.
La determinación del tipo de explosivo utilizado en el atentado de Madrid es muy relevante de cara a la investigación, ya que puede ser determinante a la hora de dilucidar aspectos clave de su realización, incluida la autoría del mismo.
Hasta tal punto esto es así que uno de los elementos esenciales que llevó al Gobierno del PP a mantener la autoría de ETA en los atentados del 11 de marzo fue precisamente el tipo de explosivo utilizado.
Recordemos por un momento la situación que se vivió en aquel fatídico 11-M. El entonces ministro del Interior, Ángel Acebes, convocó en el Ministerio una reunión de toda la cúpula policial antiterrorista que dio comienzo a las 12.00 horas. Dicha reunión, que se celebró en una sala blindada, estuvo presidida por el entonces secretario de Estado de Interior, Ignacio Astarloa (Acebes se encontraba a esa hora en el Palacio de la Moncloa), y en ella estuvieron presentes Agustín Díaz de Mera (director general de la Policía); Santiago López Valdivielso (director general de la Guardia Civil); Vicente Faustino (subdirector de Operaciones de la Guardia Civil); José Manuel García Varela (jefe de Información de la Guardia Civil); Jesús de la Morena (comisario general de Información de la Policía); Miguel Ángel Fernández Rancaño (jefe superior de Policía de Madrid), y Pedro Díaz Pintado (subdirector general Operativo de la Policía).
Poco antes de que concluyera dicha reunión, cerca de las 14 horas, Díaz Pintado recibió una llamada del comisario de Seguridad Ciudadana, Santiago Cuadro Jaén, en la que éste le informó del tipo de explosivo utilizado por los terroristas: «Se trata de Titadyn con cordón detonante, eso es lo que dicen los Tedax». Eso fue lo que les comunicó Díaz Pintado a los allí reunidos nada más colgar el teléfono, y ésa fue su versión (no corroborada por Cuadro Jaén) ante la Comisión de Investigación del 11-M.
El consenso general entre la cúpula policial era que, si el explosivo utilizado en el atentado era Titadyn, la hipótesis de la autoría apuntaba claramente a ETA; si no era así, las hipótesis se abrían a otro tipo de grupos terroristas, incluidos los islamistas.
Esto era así porque ETA había llevado a cabo dos importantes robos en Francia, uno en el polvorín de Plévin (septiembre de 1999) y otro en el polvorín de Grenoble (marzo de 2001), en los que se apropió de miles de kilos de Titadyn. Por cierto, el robo de Plévin fue llevado a cabo por una especie de joint venture entre ETA y el denominado Ejército Revolucionario Bretón (ARB), lo que demuestra que la organización terrorista española ha colaborado con otras bandas siempre que ha encontrado un beneficio en la asociación.
Desde esas fechas, ETA ha utilizado dicho explosivo en todos sus atentados con coche bomba.
ETA robó dos tipos de dinamita: Titadyn-30 y Titadyn-50. La primera era de procedencia austriaca, mientras que la segunda era de fabricación francesa. Sin embargo, la diferencia fundamental entre ambas, más que su procedencia, es que la primera contiene nitrogricol, mientras que la segunda contiene nitroglicerina.
Es decir, que tenía toda la lógica pensar que, si en los análisis de los focos de las explosiones los Tedax habían detectado la existencia de nitroglicerina, dedujeran inmediatamente que se trataba de Titadyn-50. Es decir, en la tesis de ETA como autora de los atentados.
Sin embargo, una vez localizada la Renault Kangoo y el papel parafinado de cartucho de dinamita con restos de explosivo y, sobre todo, tras el hallazgo de la bolsa de Vallecas, los Tedax apuntaron de forma contundente hacia otro tipo de explosivo: la Goma 2 ECO.
Efectivamente, la bolsa de Vallecas contenía una masa gelatinosa cuyo análisis dio como resultado que se trataba de Goma 2 ECO (metenamina aparte). Y lo mismo sucedía con los restos de la Kangoo (o, al menos eso parecía). La dinamita de Leganés y de las vías del AVE no se analizó hasta entrado el mes de abril (el día 2 de dicho mes los terroristas trataron de atentar contra el tren de alta velocidad con destino a Sevilla, y el día 3, siete de ellos volaron por los aires en el piso de la calle de Martín Gaite en Leganés).
La convicción de Sánchez Manzano de que el explosivo localizado en la Renault Kangoo y en la bolsa de Vallecas no podía ser otra cosa que Goma 2 ECO le llevó a realizar un informe el 12 de marzo (un día después de los atentados) en el que se refleja el resultado de una analítica errónea o manipulada.
Según dicho informe, tanto en el caso de los restos del papel parafinado como en el explosivo que había en la bolsa de Vallecas se detectaron nitrocelulosa, nitrogricol, nitrato amónico, ftalato de dibutilo y ¡metenamina!
Curiosamente, cuando en dicho informe Sánchez Manzano se refiere a los restos encontrados en los focos de las explosiones localizados en los trenes, la concreción desaparece, no se habla de nitroglicerina, sino de «componentes habituales de la dinamita».
Como demuestran los informes de los distintos cuerpos policiales recogidos en el sumario, una cosa sí puede afirmarse sin duda: la nitroglicerina no es un componente habitual de todas las dinamitas, ya que no existe en la Goma 2 ECO, que es un tipo de dinamita.
Sin embargo, sí que existe, además de en el Titadyn-50, en la dinamita conocida como Goma 2 EC. Así lo refleja un informe emitido el 18 de junio de 2004 por el Grupo Especial de Desactivación de Explosivos (Gedex) de la Guardia Civil, realizado con motivo de una inspección llevada a cabo en Mina Conchita. En dicho informe se detalla cuál es la composición de la Goma 2 EC: nitrogricol, dinitrotolueno, nitrocelulosa y nitroglicerina.
Sin embargo, en un informe pericial remitido por Sánchez Manzano el 20 de abril de 2005 al juez Del Olmo, el comisario jefe de los Tedax desestima con rotundidad la posibilidad de que los terroristas que provocaron el 11-M utilizaran Goma 2 EC. «En relación con el oficio objeto de este informe y que es Goma 2 EC, es preciso aclarar en este punto que tal explosivo no ha sido ocupado, ni detectado en ningún momento, que el explosivo identificado ha sido el denominado Goma 2 ECO».
La seguridad con la que los Tedax señalaron a la Goma 2 ECO como el único explosivo utilizado en el atentado del 11-M, descartando otro tipo de dinamitas, como el Titadyn, fue un elemento esencial no sólo para descartar a ETA de la investigación, sino para apuntar hacia la hipótesis del terrorismo islamista y, lo que era más importante en ese momento, para avalar la tesis mantenida por el PSOE de que el Gobierno quería engañar a la opinión pública.
¿Qué ha sucedido desde entonces con la nitroglicerina encontrada en los focos de las explosiones producidas en los trenes? ¿Por qué en el sumario el comisario jefe de los Tedax no ha incluido ningún informe en el que se refleje el hallazgo de esa sustancia, y siempre que se ha referido a lo hallado en los focos de las explosiones se ha limitado a hablar de los «componentes habituales de la dinamita»?
¿Pudo equivocarse Sánchez Manzano a la hora de mencionar el nombre de dicho componente en la Comisión de Investigación? Esa hipótesis parece absolutamente descartable por cuanto no sólo él mismo lo usó en dos ocasiones, sino porque, en una comparecencia posterior, el ex ministro del Interior lo volvió a utilizar, se supone que pertrechado de información oficial facilitada por los propios Tedax.
Un error tan flagrante sería razón suficiente como para destituir a un responsable policial que definió, en su comparecencia ante los diputados, las funciones de su Unidad de la siguiente forma: «La Unidad Central de Desactivación de Explosivos es una unidad especializada, eminentemente técnica, con una normativa específica que regula cada uno de sus procedimientos y de los pasos que se tienen que dar, incluso en cuanto a la gestión de la información que se genera desde el punto de vista técnico, y siempre procedemos de la misma manera. Aquí, por supuesto, acentuamos el rigor para que las cosas se produzcan exactamente como se tienen que producir, por dos razones fundamentales: una, porque nos lo dice la normativa específica que lo regula y, otra, porque, como ustedes saben, si es eminentemente técnica y no seguimos los procedimientos rigurosamente, perdemos credibilidad, con lo cual la calificación técnica se nos derrumbaría».
.
APOYO
El extraño caso de la metenamina
El responsable de los Tedax incluyó este componente «por error» en tres muestras distintas de Goma 2 ECO
.
El 18 de junio de 2004, el juez Juan del Olmo hizo público su primer auto en el que hacía un relato de los hechos acaecidos el 11 de marzo en Madrid en función de los datos que la investigación policial había puesto ya sobre su mesa.
En la página 4 de dicho auto puede leerse: «Las analíticas efectuadas a los restos de explosivos encontrados en la furgoneta de Alcalá -Renault Kangoo- apuntan a la presencia en su composición de nitrocelulosa, nitrogricol, nitrato amónico, ftalato de dibutilo, metenamina y carbonato cálcico; las realizadas a la sustancia explosiva del artefacto desactivado en la Comisaría de Puente de Vallecas ofreció el mismo resultado anterior, y las realizadas con muestra patrón de dinamita Goma 2 ECO dan el mismo resultado analítico; todo lo cual viene a determinar que en ambos casos se utilizó el mismo explosivo».
El juez había transcrito lo que los informes remitidos por el comisario jefe de los Tedax, J. J. Sánchez Manzano, le habían transmitido; pero, al mismo tiempo, estaba cometiendo un error garrafal que no pasó desapercibido para los expertos. De hecho, los peritos de la Policía Científica ya detectaron ese grave error en un informe elaborado el mismo día 12 de marzo de 2004, en el que señalan que tanto en la muestra encontrada en la Renault Kangoo como en la supuesta muestra patrón se hallan los mismos elementos. Sin embargo, en la muestra de la bolsa de Vallecas no han logrado encontrar la metenamina (que es un componente que incluyen algunos explosivos militares como el C3 o el C4).
Pese a todo, Sánchez Manzano no modificó sus informes y convenció al juez para que éste asumiera con naturalidad que tanto en Vallecas como en el papel parafinado localizado en la Renault Kangoo había lo mismo: Goma 2 ECO, y que ese explosivo incluye entre sus componentes la metenamina.
El entuerto no se enderezó hasta el mes de abril del año siguiente. El día 5 de abril de 2005, el Juzgado Central número 3 de la Audiencia Nacional, a cuyo frente se encuentra Teresa Palacios, y que instruye lo relativo al intento de descarrilamiento del AVE, remitió al juez Del Olmo un escrito en el que, a petición de la Guardia Civil, le solicitaba lo siguiente: «Si en todas las muestras obtenidas en las distintas actuaciones derivadas de los atentados del 11 de marzo de 2004 y 3 de abril de 2004 (sustancias explosivas intervenidas o muestras de las mismas) se ha localizado la sustancia conocida como metenamina».
Esa pregunta, realizada por los expertos de la Guardia Civil, era un aldabonazo a la credibilidad del comisario jefe de los Tedax, que seguía manteniendo la existencia de la metenamina como componente de la Goma 2 ECO. Es decir, algo materialmente imposible. Tanto como decir que en la Goma 2 ECO hay nitroglicerina.
El informe que remitió J. J. Sánchez Manzano al juez Del Olmo en contestación al oficio remitido por el Juzgado número 3 de la Audiencia Nacional, que lleva fecha de 20 de abril de 2005, provoca sonrojo. Sobre todo, teniendo en cuenta la alta estima, en cuanto a su «cualificación técnica», en la que el citado comisario tiene considerada a su Unidad.
Afirma Sánchez Manzano que en cuanto al explosivo recuperado en la Comisaría de Puente de Vallecas, la mención de la metenamina se debe a un «error de transcripción».
Respecto a la presencia de la metenamina en los restos del papel parafinado de la Kangoo y en la muestra patrón, la justificación que da Sánchez Manzano es que se debe a que se ha producido «contaminación».
¿Una muestra patrón contaminada? ¿Una sustancia localizada en un lugar completamente distinto que se contamina, no de otra, sino de la misma sustancia? ¿Un error mecanográfico que justamente coincide con la sustancia contaminada que aparece en las dos muestras examinadas con anterioridad?
Resultaría cómico si no fuera tan grave.
La tesis más extendida entre los expertos en desactivación de explosivos es que Sánchez Manzano quiso, de forma apresurada, desmontar la tesis de que el explosivo utilizado por los terroristas en los trenes fuera justamente Titadyn.
11 Julio 2006
SI HABÍA NITROGLICERINA, EL SUMARIO SE VIENE ABAJO
El juez del Olmo reconoce en su auto de conclusión del sumario que no es capaz de precisar quién, cómo y cuándo colocó los explosivos que provocaron la masacre del 11-M. La información que hoy publica EL MUNDO añade otro interrogante importantísimo al sumario al poner en evidencia que el explosivo utilizado -según la información que proporcionó el jefe de los Tedax a la comisión parlamentaria- fue distinto al que tenían los islamistas.
Una de las piezas fundamentales sobre las que se ha construido el sumario es que el explosivo utilizado por los terroristas era Goma 2 ECO. Y ello por la sencilla razón de que la mochila de Vallecas, la muestra hallada en la Kangoo de Alcalá, los restos encontrados en las vías del AVE en Mocejón, los análisis de la casa de Morata de Tajuña y los cartuchos del piso de los suicidas en Leganés contenían ese explosivo. El juez del Olmo ha trabajado, pues, con esta hipótesis hasta convertirla en uno de los ejes vertebrales de su instrucción.
EL MUNDO aporta hoy una prueba que desmonta la tesis de que los terroristas utilizaran Goma 2 ECO: el testimonio del comisario Sánchez Manzano el 7 de julio de 2004 ante la comisión parlamentaria. Sánchez Manzano aseguró por dos veces que las muestras sacadas de los trenes en la misma mañana de la masacre, según los análisis químicos de la Policía, contenían «restos de nitroglicerina».
Pues bien, la Goma 2 ECO no contiene nitroglicerina sino nitroglicol, un compuesto cuya fórmula química es muy distinta. Así lo acreditan los informes periciales de la Policía y la Guardia Civil, que indican que las sustancias halladas en la mochila, en Leganés, en la Kangoo y en Morata no contenían nitroglicerina sino nitroglicol.
La nitroglicerina sí es un componente del Titadyn-50, otra dinamita distinta de la Goma 2 ECO y que se fabrica en Francia. ETA robó importantes cantidades de Titadyn-50 de los arsenales franceses de Plevin (1999) y Grenoble (2001). Por tanto, si el explosivo hallado en los trenes contenía nitroglicerina, vuelve a ser muy verosímil que el explosivo utilizado en los atentados fuera el Titadyn-50, del cual la banda terrorista poseía miles de kilos, y no la Goma 2 ECO.
Recuérdese que, en la mañana del atentado, el jefe operativo de la Policía, Díaz Pintado, informó al Gobierno de que las muestras de explosivo eran Titadyn. Ello reforzó la hipótesis de la autoría de ETA hasta que fue hallada la mochila de Vallecas con Goma 2 ECO, lo que sirvió para orientar la investigación en la dirección islamista.
¿Fue la mochila un señuelo? La única manera de saberlo es verificar el contenido de los análisis de las muestras de los trenes, practicados el 11-M, que no obran en el sumario. El juez Del Olmo, que ha denegado nuevos análisis a las defensas, tiene la obligación de solicitarlo. También el PP en la medida en que sus preguntas sirvieron de base a la declaración de Sánchez Manzano.
Si esos análisis corroboran que la sustancia hallada era nitroglicerina y que el jefe de los Tedax dijo la verdad, el sumario queda tocado al ponerse en evidencia que los explosivos que tenían los islamistas, robados en Asturias, no fueron los utilizados en el atentado. En el caso francamente improbable de que los análisis dijeran otra cosa y quedara en evidencia que Sánchez Manzano no dijo la verdad, el comisario debería ser destituido. Sea como fuere, la oposición debe exigir al Gobierno una aclaración inmediata.
18 Julio 2006
El jefe de los Tedax declara al juez del 11-M que se equivocó al hablar de nitroglicerina
El comisario jefe de la Unidad de Desactivación de Explosivos, Juan Jesús Sánchez Manzano, reconoció ayer ante el juez Juan del Olmo que se equivocó en la Comisión de Investigación del Congreso sobre el 11-M cuando habló de nitroglicerina en relación con los explosivos utilizados en los atentados contra los trenes de la muerte. La declaración de Sánchez Manzano no se produjo en el sumario por el 11-M, que ya está concluido, sino en el marco de las diligencias previas 147/06, que Del Olmo ha abierto para esclarecer aspectos marginales de la investigación.
Sánchez Manzano, que permaneció durante aproximadamente una hora ante el juez, precisó que no es experto en explosivos sino en su desactivación, como ya dijo en la citada comisión parlamentaria.
Señaló que sobre las dos de la tarde del 11 de marzo de 2004 fue informado por la inspectora jefe del Grupo de Investigación de Explosivos de que los primeros análisis del explosivo utilizado en los trenes era dinamita. En ese momento, Sánchez Manzano se encontraba en el laboratorio de los Tedax con el comisario general de Seguridad Ciudadana, esperando el resultado de los análisis.
Precisamente el error que deslizó en la comisión de investigación del Congreso al hablar de nitroglicerina, declaró ayer Sánchez Manzano ante el juez, se debió a una asociación natural, ya que de forma histórica y universal la nitroglicerina se asocia a la composición de las dinamitas.
Sin embargo, la Goma 2 Eco, marca comercial de dinamita fabricada por Unión Española de Explosivos, no tiene nitroglicerina en su composición, sino nitroglicol, nitrocelulosa, nitrato amónico, ftalato de dibutilo y carbonato cálcico.
Varios escenarios
La Goma 2 Eco es un explosivo de uso civil que tiene una potencia del 90 % respecto a la goma pura y una velocidad de detonación de 5.300 metros por segundo.
La Goma 2 Eco ha sido detectada en varios de los escenarios relacionados con los atentados del 11-M. Según el auto de procesamiento dictado por el juez Del Olmo con base en diversos informes periciales, este tipo de explosivo fue encontrado en la furgoneta Renault Kangoo, matrícula 0576 BRX, que los terroristas utilizaron para trasladar las bombas desde la chabola de Chinchón hasta la estación de ferrocarril de Alcalá de Henares, de donde partieron los trenes. También fue detectado en la bomba desactivada en el Parque Azorín, de Madrid, que supuso la primera pista importante para llegar hasta la célula terrorista autora de los atentados.
La Goma 2 Eco fue hallada también en las vías del AVE Madrid-Sevilla, en Mocejón (Toledo), el 2 de abril de 2004, como parte del artefacto confeccionado por los terroristas para intentar volar el tren de alta velocidad.
También en el piso de la calle Carmen Martín Gaite de Leganés (Madrid), donde siete de los terroristas se suicidaron el 3 de abril de 2004 al verse cercados por la policía, fueron encontradas importantes cantidades del explosivo mencionado.
Los informes periciales sobre los explosivos utilizados en los atentados destacan que del análisis de los restos de las explosiones de los trenes, así como los residuos detectados en la finca de Chinchón sólo puede hablarse de forma genérica de que se trataba de un tipo de dinamita, pero sin poder precisar marca comercial ni ningún otro aspecto. En el resto de los casos, el tipo de dinamita detectada fue Goma 2 Eco, que coincide con las partidas sustraídas de mina Conchita, en Asturias.
Críticas al juez
La declaración del comisario Sánchez Manzano sobre los explosivos del 11-M se ha producido por iniciativa del juez Del Olmo en las diligencias previas 147/06, que es una pieza desgajada del sumario sobre el 11-M que ya está concluido.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha sido ajena a la declaración del comisario, aunque tampoco se ha opuesto a su celebración para evitar interpretaciones sesgadas.
La comparecencia de Sánchez Manzano fue acordada por Del Olmo tras la publicación en El Mundo de una interpretación sobre el error de la nitroglicerina. No es la primera vez que esto ocurre, puesto que ya con la mochila bomba desactivada en el Parque de Azorín ocurrió lo mismo y Del Olmo llamó a declarar a todos los policías que habían participado en la cadena de custodia.
Fuentes de la Audiencia Nacional criticaron ayer que Del Olmo se dedique a reaccionar a las portadas de algunos medios de comunicación y precisaron que sí es lícito que investigue a los autores de los atentados que no fueron detenidos, como Daoud Ouhnane, Amer Azizi o Said Berraj, no lo es que se dedique a remover aspectos de un sumario que ya está concluido.
27 Septiembre 2006
NO ESTÁ DEMOSTRADO QUE FUERA GOMA 2 LO QUE ESTALLÓ EL 11-M
El desmesurado despliegue con el que los dos diarios gubernamentales destacaban ayer las insustanciales conclusiones sobre los explosivos del auto de la Sección Cuarta de la Audiencia Nacional demuestra hasta qué punto son frágiles los argumentos que sustentan la versión oficial del 11-M. Apenas les ha importado a uno y a otro que el documento critique con dureza al juez y deje su instrucción a los pies de los caballos con tal de subrayar el fragmento más llamativo del documento: aquél donde se considera «perfectamente acreditado» que fue Goma 2 Eco lo que estalló en los trenes.
La realidad, sin embargo, es que no hay ninguna prueba definitiva que sustente esta afirmación. El auto no aporta ni un solo dato, ni un solo informe nuevo que avale la rotundidad de esta tesis. Los magistrados se limitan a remitirse al auto de procesamiento del juez Del Olmo pese a que ellos mismos lo consideran «desmesurado», «extralimitado» y que «no se corresponde con un resumen fundado de los hechos».
Es un sarcasmo que quienes critican la excesiva prolijidad del auto del juez Del Olmo pequen en el suyo de todo lo contrario, sacándose de la chistera una conclusión para la que no tienen una sola premisa. Conviene recordar que nada acredita que fuera Goma 2 Eco lo que explotó en los trenes. Había en la mochila de Vallecas, en el atentado fallido contra el AVE, en las casas de Morata y Leganés y en la furgoneta Kangoo -ésta sospechosamente contaminada con metenamina-, pero ningún informe policial sustenta lo que proclama con rotundidad el auto del lunes pasado. Tampoco el Gobierno ha aclarado por qué el comisario Sánchez Manzano declaró en el Congreso que se había detectado en los trenes nitroglicerina, que no es un componente de la Goma 2 Eco sino del Titadyn.
Además, Sánchez Manzano y la química de los Tedax declararon este mes de julio ante el juez Del Olmo que es imposible determinar qué estalló en los trenes porque no quedaron restos suficientes para analizar. Esta tesis resulta completamente inverosímil -los expertos dicen que basta una millonésima de gramo para determinar la composición de una sustancia-, pero lo es más el hecho de que no aparezca por ningún lado el informe realizado durante la mañana del 11-M a partir de los restos recogidos por los Tedax.
A la luz de este cúmulo de contradicciones, aceptar que fue Goma 2 Eco y no ningún otro explosivo lo que estalló en los vagones del 11-M es poco menos que un acto de fe. La fragilidad de la afirmación de la Sección Cuarta es especialmente grave si tenemos en cuenta que es una instancia de apelación y que su función dentro del proceso penal es revisar con rigor las bases sobre las que se asienta la instrucción.
De todas formas, es comprensible que la Sección Cuarta haya extraído una certeza de donde no la hay, porque de lo contrario probablemente no podría celebrarse la vista oral y todo el sumario se hubiera derrumbado como un castillo de naipes. En los próximos días, la misma sala tendrá que decidir sobre el recurso que ha presentado el abogado de una decena de víctimas pidiendo nuevas diligencias sobre los explosivos. Veremos entonces si puede aportar un argumento que sustente su certeza.
20 Septiembre 2006
La fiscal del 11-M a un defensor: «En los trenes estalló Goma 2. ¡Ya vale!»
La fiscal del 11-M reaccionó ayer airadamente a las dudas planteadas ante un tribunal de la Audiencia Nacional respecto a los explosivos del 11-M: «El explosivo es Goma 2 ECO; es lo que estalló en los trenes y en Leganés. Es un tipo de explosivo que no tiene nada que ver con Titadyn, cloratita, amosal… que no tiene nada que ver con ETA. ¡Ya vale!», espetó al abogado del confidente Rafá Zouhier.
Minutos antes, cuando defendía su recurso contra el auto de procesamiento, el letrado había considerado insuficientes los indicios contra el marroquí y, sobre todo, había puesto en duda que se supiera con certeza lo que estalló en los trenes. «El tema de los explosivos está perfectamente identificado en el informe común elaborado por la Policía y la Guardia Civil», respondió la fiscal.
El abogado hizo referencia a dos episodios concretos que llevaron al juez Juan del Olmo a pedir aclaraciones: la aparición a lo largo de la investigación de la metenamina y de la nitroglicerina, dos sustancias ajenas a la dinamita Goma 2 ECO, supuestamente empleada en la masacre.
En el primer caso, el jefe de los Tedax, Juan Jesús Sánchez Manzano, envió al magistrado Juan del Olmo un análisis sobre el explosivo hallado en la furgoneta Renault Kangoo empleada por los terroristas. Ayer, la fiscal consideró «aclarado» el episodio. Según explicó a la Sala, se produjo «una contaminación de la muestra patrón que tenía la Policía».
En realidad, la contaminación apareció tanto en esa muestra que teóricamente era Goma 2 ECO pura como en el resto hallado en el vehículo, en el extremo de un cartucho hallado en una bolsa de plástico bajo un asiento, junto a varios detonadores. En referencia a este resto de la furgoneta, Sánchez afirmó: «No tiene ninguna importancia, es absolutamente baladí que aparezca metenamina en algo más pequeño que la base de un moneda».
La fiscal respondió con rotundidad al abogado Antonio Alberca que lo que estalló en los trenes era «Goma 2 ECO», una afirmación que contrasta con lo mantenido por los Tedax. Los expertos en explosivos concluyeron que «sólo cabe concluir que se trata de explosivos de tipo dinamita» y que resulta «imposible» determinar si es del tipo Goma 2 o de otro. Lo que sí se ha determinado como Goma 2 ECO es el explosivo encontrado en las vías del AVE, en Leganés y en la mochila de Vallecas.
El segundo episodio relacionado con los explosivos fue la intervención de Manzano ante la Comisión de Investigación del 11-M, donde dijo que en los focos había aparecido «nitroglicerina». La Goma 2 ECO no contiene nitroglicerina. Tras las informaciones de este diario, el juez llamó a declarar tanto a Manzano como a una química de los Tedax. Allí, el jefe de los expertos en explosivos dijo que se había equivocado y que no se refería al 11-M cuando habló de la nitroglicerina.
Según la interpretación expresada ayer por la fiscal, la comparecencia de ambos fue «una aclaración de las maledicencias que constantemente vienen de un medio de comunicación».
El letrado también protestó por el hecho de que las defensas no hubiesen sido informadas de que iban a declarar los dos policías, puesto que se celebraron dentro de unas diligencias previas separadas del 11-M que se abrieron tras dictar el procesamiento.
Al respecto, la fiscal recordó que ya había pedido a Del Olmo que esas dos declaraciones fueran incorporadas al sumario del 11-M, pero que el juez se había negado. Añadió que repetirá su solicitud a la Sección Segunda -a la que corresponde celebrar el juicio- «porque no puede haber dos procedimientos por la misma cosa».
Tras el «¡ya vale!» con el que cerró el asunto de los explosivos, la fiscal volvió a los elementos que incriminan a Zouhier. Su letrado mantuvo que el marroquí había colaborado intensamente con la Guardia Civil, a la que había llegado a entregar una muestra de explosivo proporcionada por Emilio Suárez Trashorras y Antonio Toro.
«No corresponde al Ministerio Fiscal decir si colaboró o no con la UCO [Unidad Central Operativa], porque no ha estado en las reuniones de la UCO», dijo. Y añadió que, en todo caso, desde septiembre de 2003 Zouhier «no avisa de nada» a la Guardia Civil. Por ejemplo, de las reuniones que supuestamente mantuvo con El Chino en octubre y noviembre de 2003, en las que, según la acusación, se negoció un intercambio de drogas por explosivos.
Se trata, dijo la fiscal, de «personas sin escrúpulos, sin querer saber lo que iba a suceder con esa gran cantidad de explosivos». Sánchez cerró su intervención en la vista por el recurso de Zouhier con una amenaza: «Ya veremos si existe un dolo eventual», dijo.
.
Otro perfil
.
Esta afirmación supone que la Fiscalía estudia agravar varias de las imputaciones formuladas por Del Olmo. Algunas personas relacionadas con los explosivos tenían elementos suficientes para imaginarse que podían emplearse para un atentado y, pese a ello, siguieron adelante en sus actos de colaboración.
Otro elemento empleado por la defensa de Zouhier fue su nulo perfil islamista. «No encaja con el islamismo. Se parece más al decadente estilo de vida occidental que a la vida del profeta», dijo. «En algún país islamista», añadió, «sería ajusticiado». Sobre este punto, la fiscal reconoció que Zouhier «no es un islamista radical, pero sí ha colaborado puntualmente» con la célula terrorista.
Las referencias a los explosivos volvieron a aparecer en la vista por el recurso presentado por Basel Ghalyoun, procesado por pertenecer a la célula. El letrado José Luis Abascal comenzó diciendo que, según reconoce el propio Del Olmo en su auto de procesamiento, «se ignora cuántas personas colocaron las bombas y quiénes fueron, e ignora la mecánica».
«Y yo diría», añadió, «que también ignora el explosivo que estalló. Lo dice la Guardia Civil y la Policía, puesto que sólo en algunos focos había componentes de dinamita. Y dinamitas hay muchas. Unas tienen nitroglicerina y otras no. ¿Por qué dicen que allí había Goma 2 ECO? Porque apareció la mochila de Vallecas…». En ese momento, el presidente de la Sala, Fernando Bermúdez de la Fuente, le interrumpió para que se atuviera a los indicios concretos contra Ghalyoun.
En su respuesta, la fiscal volvió a mencionar el informe final conjunto de las Fuerzas de Seguridad y aclaró que ella sí tiene respuesta a cuántos terroristas subieron a los trenes: «Al Ministerio Fiscal le salen 12», dijo.
El presidente del tribunal comunicó a los letrados de la defensa y a la fiscal que el lunes a las 13:00 horas tendrán la resolución de la Sala. El magistrado indicó que el tribunal -que completan Juan Francisco Martell y Carmen Paloma González- tendrán un fin de semana «de trabajo titánico». Varias defensas mostraron su sorpresa por la celeridad con la que la Sala resolverá todos los recursos, que seguirán viéndose durante toda la semana.
17 Octubre 2006
El 11-M y demás
La encuesta que publicaba ayer este periódico acerca del 11-M prueba muchas cosas, y ninguna buena para el PP. Naturalmente, no me refiero a Zaplana, Del Burgo, Alicia Castro o Ángel Acebes, que han salvado el honor de 700.000 militantes y 10 millones de votantes. Hablo de esa cohorte de melifluos arrioleros (no confundir con los arrieros, aunque anden con burros) que se ha cansado de repetir para halagar las orejas de Polanco y sus satélites que «el PP no puede hacer del 11-M el centro de su labor de oposición». Qué gansada. Que me digan en qué ha consistido la labor de oposición política por parte de Gallardón, además de poner ridículas querellas contra mí y atacar a la Cope, siempre para satisfacer al nuevo Sánchez Junco y al ametrallador del Dragon Rapide; bueno, y atacar a Esperanza Aguirre; bueno, y respaldar a Piqué, o lo que es lo mismo, atacar a Acebes y Zaplana; bueno, y preparar el puñal contra Rajoy, que sigue haciendo como si no se enterase de la historia de Vellido Dolfos, hijo de Dolfos Vellido; bueno, y cargarse el belén de la Puerta de Alcalá para jorobar a su predecesor Álvarez del Manzano, tres mayorías absolutas, y a los que van a misa. Que alguien me diga, por caridad, algo que haya hecho Gallardón que no vaya contra el PP. El amigo sardo de Fefé sí que ha hecho del ataque a la investigación del 11-M el centro de su tarea de oposición a la dirección del PP. Insisto: para halagar a Polanco y ZZPaff.
Pero el 67% de los ciudadanos, según la encuesta de Sigma Dos publicada ayer, dice que no se sabe qué pasó el 11-M, nada menos que dos años después de que ZP lo supiera todo. Y la mayoría no sabe qué explosivos hicieron volar cuatro trenes, pese a que la fiscal Olga Sánchez dice que Goma 2 Eco y vale ya, tal vez porque tiene acceso al informe que según la Policía no ha podido hacerse porque en cuatro trenes volados no han conseguido encontrar el menor vestigio de explosivos, dinamitas y demás. Y nada menos que un tercio piensa que ha sido ETA. Y, sobre todo, atención, el 75% defiende que la prensa siga investigando, porque entiende que ni jueces, ni policías ni Parlamento quieren hacerlo. Imaginemos que en vez del 11-M fuera cualquier asunto grave el que así se impusiera en la opinión pública. ¿Qué debería hacer la oposición? Lo normal sería insistir en lo que al pueblo relativamente soberano se le oculta, pese a interesarle: quién fue el autor de la masacre del 11-M. Teniendo en cuenta que además esa masacre se perpetró para echar del poder al PP y cambiar radicalmente la historia de España, hasta aniquilarla, ¿alguien puede repetir esa sandez de que «los que digan los jueces que han sido los del 11-M, esos habrán sido, y el PP lo respaldará»? Pues menos mal que Rajoy ha dejado hacer a Zaplana y compañía. Si no, estaría 14 puntos por debajo de ZP.
14 Febrero 2007
La polémica sobre la dinamita de mina Conchita resulta estéri
El Servicio de Análisis Científicos de la Comisaría General de Policía Científica emitió un informe pericial, el día 12 de marzo de 2004 sobre la sustancia explosiva encontrada en la furgoneta Renault Kangoo que estaba aparcada junto a la estación de tren de Alcalá de Henares en la mañana de los atentados.
El resultado que se expresó con rotundidad en ese informe fue, aparentemente, definitivo: «No existe ninguna duda de que la sustancia localizada en la furgoneta Renault Kangoo se trata de dinamita Goma 2 ECO».
Para reafirmar la conclusión se destacaba que se había hecho un análisis de un trozo de dinamita Goma 2 ECO enviado como muestra patrón por la propia fábrica del explosivo. Los componentes coincidían.
Estos datos fueron corroborados un año más tarde por un informe de la Unidad Central de Desactivación de Explosivos fechado el 20 de abril de 2005. Se explicaba también que el trozo de papel del encartuchado en el que se encontraban los restos de explosivos hallados en la Kangoo correspondía a un cartucho de la denominada Dinamita Goma 2 ECO, de calibre 26×200.
En el mismo informe se añadía que los análisis efectuados sobre el explosivo encontrado en una mochila junto a las vías del AVE, en Mocejón, Toledo, demostraban que era también Goma 2 ECO.
En el Informe Técnico Policial 116-IT-04 relativo a lo encontrado entre los restos del piso de Leganés, en el que murieron siete de los implicados el día 3 de abril de 2004, se dice textualmente: «Por ser de especial relevancia en la investigación, en orden a las muestras y vestigios recuperados en el desescombro de la calle de Martín Gaite nº 40, de Leganés, procede a especificar que en el inmueble, tras la deflagración, se encontraron 594 envoltorios de cartuchos de dinamita Goma 2 ECO, embalaje 26 x 200 de 152 gramos aproximado».
.
Siempre, Goma 2 ECO
.
Además se encontraron «14 bolsas vacías de 5 kilogramos de explosivo Goma 2 ECO y 17,431 kilogramos de Dinamita Goma 2 ECO recuperados y repartidos en distintos puntos».
Durante dos años y medio nos han repetido que la Goma 2 ECO fue la utilizada para provocar las explosiones en la masacre del 11-M. De ahí las numerosas especulaciones sobre la procedencia de ese material explosivo. La conclusión del sumario y del auto no dejan lugar a dudas: la Goma 2 Eco de los atentados provenía de mina Conchita.
La sorpresa no ha podido ser mayor el conocerse el borrador redactado por la comisión de peritos sobre los nuevos análisis efectuados con los restos del material explosivo que se conserva relacionado con el 11-M. Se aprecia un componente, el dinitrotolueno que no forma parte de la Goma 2 ECO. Precisamente su ausencia, como ya precisaba un informe técnico de la Guardia Civil en el Sumario, es lo que diferencia esa dinamita de otras. Al elaborar la fórmula de la Goma 2 ECO se consideró un gran avance que pudiera haberse eliminado en esa dinamita el dinitrotolueno, un material altamente contaminante.
Si la conclusión definitiva de los peritos, que se expresará en el juicio del 11-M que comienza mañana, mantuviera lo apuntado en el borrador nos encontraríamos con la afirmación rotunda de que no fue Goma 2 ECO lo que explotó en los trenes ni lo que se encontró en la furgontea Kangoo de Alcalá, la bolsa de la comisaría de Vallecas, la mochila del AVE o los restos del piso de Leganés. ¿Por qué los análisis efectuados ahora dan un componente diferente del que dieron en su momento? ¿Cómo podrá tenerse ninguna seguridad sobre lo que explotó o lo que se encontró de cara al juicio?
Por otra parte, si lo que explosionó en los trenes no fue Goma 2 ECO sólo importará saber de dónde procedía el material encontrado a la hora de poder investigar las andanzas de los autores de la patraña. Los expertos tienen la palabra.
.
El ex minero confidente
.
Dejada clara esta cuestión, merece la pena detenerse en los informes oficiales que llevaron a la conclusión de que la Goma 2 ECO de la que siempre nos hablaron procedía de mina Conchita. Todo comenzó con la declaración voluntaria de un ex minero asturiano, Emilio Suárez Trashorras.
Recordemos que era un joven con una minusvalía por esquizofrenia, que recibía un trato de favor en el mundo del trapicheo de drogas asturiano dada su condición de confidente del inspector Manuel García, el responsable de estupefacientes de la comisaría de Avilés. Fue Emilio quien, creyéndose un héroe salvador, se dirigió a su controlador para decirle que tal vez habían tenido algo que ver con los atentados los marroquíes con los que traficaba con hachís.
La Policía compró esa mercancía desde el primer momento. En declaraciones posteriores, Trashorras afirmó al juez y a este periódico, que llegó a un trato con la Policía para decir que había visto explosivos en el coche de uno de los marroquíes, en la noche del 28 de febrero de 2004, a cambio de ser considerado como testigo protegido y de otros favores económicos y procesales por un asunto que tenía pendiente con la Justicia. Cuando se dio cuenta de que no iban a respetar el trato ya era demasiado tarde. Cambió su declaración ante el juez Juan del Olmo y desveló los pactos con las Fuerzas de Seguridad. Nadie le creyó.
.
Alerta en la Guardia Civil
.
La Guardia Civil fue la primera que alertó sobre la falta de consistencia de las primeras declaraciones auto inculpatorias de Trashorras. No creyó que hubiera visto explosivos en el coche de nadie porque la descripción que hacía de los mismos no correspondía con el material real. En un informe fechado el 1 de junio de 2004 reseñaron las palabras de la declaración de Emilio y su inconsistencia.
…«Por la tarde abrió el maletero y vio que estaba vacío, y por la noche el maletero estaba lleno, con la bolsa verde, y el maletero iba lleno y tapado, cada bolsa verde pesa 2,5 kilos y es de forma cilíndrica…».
La Guardia Civil consideró falsas estas declaraciones -las únicas en las que Emilio dice haber visto algo relacionado con los explosivos y Jamal Ahmidan- y así se lo explicó en su informe al juez:
«Las bolsas que describe Emilio Suárez, las que contienen 2,5 kilos de explosivo, se dejaron de fabricar en noviembre de 2002, un mes después de que Emilio Suárez abandonara definitivamente su trabajo en mina Conchita». No eran por tanto las que podía haber visto en la noche del 28 de febrero en el coche de Jamal.
El responsable hasta hace poco tiempo de los Tedax, el comisario Juan Jesús Sánchez Manzano, fue desde el principio el más entusiasta de la teoría de que la Goma 2 ECO procedía de mina Conchita. Y, sin embargo, él mismo especificó en un informe que de ese tipo de dinamita, Goma 2 ECO, con las mismas características que la encontrada en la furgoneta Kangoo, se habían distribuído 945 toneladas entre agosto de 2003 y febrero de 2004. Y que se habían vendido en explotaciones de Granada, Santander, Vizcaya, Castilla León, Cataluña, Navarra, Madrid, Castilla-La Mancha y Asturias. Además especificaba este informe que dinamita de esas características se había vendido también al extranjero, en Francia -el 15 de enero de 2004- en Portugal -el 28 de enero de 2004- y en Italia -el 9 de marzo de 2004-.
.
Muchos compradores
.
En el mismo informe se detalla que dinamita de calibre 26 con papel parafinado Goma 2 ECO no llegó a Caolines de Merillés -la empresa de mina Conchita- «hasta el 1 de marzo de 2004».
A pesar de todo el informe de Manzano concluye: «Teniendo en cuenta las cantidades y las fechas, esta Unidad sigue considerando a mina Conchita y mina Arbodas como los lugares de donde salieron los explosivos de los atentados».
La Guardia Civil en su «informe final» al juez -así lo llaman exactamente- del 1 de junio de 2004 afirma que «si bien es cierto que las cuatro numeraciones de los envoltorios encontrados entre los restos del piso de Leganés se vendieron a mina Conchita, no es menos cierto que en esas mismas fechas y de esas mismas numeraciones también se vendieron lotes a otras explotaciones».
Y especifican: «Con el número 033N212 se empaquetaron 32.000 cartuchos el 21 de noviembre de 2003 y se distribuyeron esos cartuchos en Pozo Carrió, Insersa, Minersa, Pozo San Nicolás y Canela Seguridad -la que surtía a mina Conchita-.
Con el número 044E071, se empaquetaron 25.000 cartuchos el 7 de enero de 2004. Fueron remitidos a Francia, Asturias, León y Zaragoza. La Guardia Civil sigue en su informe concretando todos los lugares en los que se vendieron la numeración de los envoltorios encontrados en Leganés.
La propia Benemérita dice: «No se puede afirmar con absoluta certeza que los cartuchos hallados en el piso de Leganés, con las numeraciones citadas, procedan de mina Conchita ya que otras muchas explotaciones, tanto en España como fuera del territorio nacional, han consumido cartuchos con las numeraciones investigadas».
En definitiva, no es posible afirmar -según los propios informes de Manzano y de la Guardia Civil- que el explosivo que se encontró en la Kangoo, en la mochila del Ave, en la bolsa de la comisaría de Vallecas y en los restos del piso de Leganés, sea o no Goma 2 ECO, proviniera de mina Conchita.
14 Febrero 2007
¡Vale ya!... de tomarnos el pelo
Quienes seguimos los avatares de la investigación del 11-M casi nos hemos convertido en expertos en explosivos, sobre todo desde que se nos dijo que en el atentado se había utilizado una dinamita de fabricación nacional denominada Goma 2 ECO y no Titadyne, explosivo de fabricación francesa utilizada por ETA desde el año 2000. Ahora acabamos de saber que había otra modalidad de dinamita española: la Goma 2 EC. Las dos son dinamita, pero tienen distinta composición.
Cuando se hizo público el sumario instruido por el juez del Olmo, se detectó una extraordinaria incongruencia. Resulta que la Goma 2 ECO no lleva nitroglicerina, a diferencia de la Titadyne (utilizada por ETA) que sí la lleva. En consecuencia, la deducción sumarial de que el explosivo utilizado había sido Goma 2 ECO no se tenía en pie.
Para intentar salvar los muebles, Juan Jesús Sánchez Manzano, antiguo jefe de los Tedax, se vio obligado a hacer un gran papelón primero ante la opinión pública y luego ante el juez. Reconoció haber cometido un error en su comparecencia ante la Comisión del 11-M. Donde dijo nitroglicerina quiso decir dinamita. Ante la magnitud del escándalo, el juez del Olmo tomó cartas en el asunto y requirió la presencia de la inspectora jefe del laboratorio de los Tedax. La funcionaria en cuestión dijo al juez que no podía aportar ningún informe porque el que se hizo a las 14.00 horas el día 11 de marzo fue verbal, sin quedar constancia escrita del resultado de los análisis de las distintas muestras. Así que sólo quedaba el testimonio de Sánchez Manzano, expresado en un informe del 27 de abril de 2004, en el que se decía que en la mayoría de los focos de explosión se habían detectado los componentes habituales de las dinamitas, pero sin especificar cuáles eran.
En vista de ello, la defensa de alguna de las partes solicitó al juez Del Olmo que se realizara un nuevo informe sobre los restos recogidos en en lugar de las explosiones. El instructor lo denegó. Sin embargo, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional rectificó a Del Olmo y acordó su realización por los peritos policiales, en presencia de otros expertos nombrados por las partes.
El informe se recibió ayer en la Audiencia Nacional y contiene una información explosiva: en los restos de los focos de explosión se detecta la presencia de nitroglicol y dinitrotolueno. En consecuencia, los terroristas no utilizaron Goma 2 ECO, sino Goma 2 EC o Titadyne. Pero Goma 2 ECO rotundamente no.
El pasado 22 de septiembre de 2006, la fiscal del caso, Olga Sánchez, indignada por el interrogatorio realizado por el abogado de Zouhier a Sánchez Manzano, rechazó que se hiciera un nuevo análisis de los restos, y sentenció: «El explosivo es Goma 2 ECO; es lo que estalló en los trenes y en Leganés. Es un tipo de explosivo que no tiene nada que ver con Titadyne, cloratita, amosal… nada que ver con ETA. ¡Ya vale!».
Pues no, no vale. El nuevo informe pericial demuestra que cuando reclamábamos -ya que no lo hacía el juez Del Olmo- una auditoría de la investigación policial teníamos razón. Si el informe que ahora han realizado los peritos hubiera figurado desde el primer día en el sumario no se hubiera podido establecer por deducción que el explosivo utilizado por los terroristas era Goma 2 ECO.
Otra vez la ceremonia de la confusión. Los partidarios de la versión oficial dirán que un informe hecho tres años más tarde carece de fiabilidad o que el explosivo vino de Mina Conchita porque en marzo de 2004 se encontraron en ella cartuchos de Goma 2 EC. Negarán la hipótesis de la Titadyne y alegarán que la presencia del dinitrotolueno es consecuencia de una contaminación de los restos al practicar los análisis, del mismo modo que se contaminó el culote de la furgoneta Kangoo donde apareció una sustancia extraña a la Goma 2 ECO como la metenamina. Alegarán que los asturianos Toro y Suárez Trashorras han sido condenados recientemente por estar en posesión de 16 kilogramos de Goma 2 EC y que por tanto podrían tener más. Claro es que tendrán que achacar a la casualidad -otra más- el hecho de que en los trenes estallara Goma 2 EC, reservándose la Goma 2 ECO para la mochila de Vallecas y otros menesteres. Podrán una vez más acusarnos de sustentar teorías conspirativas. Pero lo único que no podrán sostener los defensores de la versión sumarial es que en los trenes estalló Goma 2 ECO.
Termino parafraseando a la fiscal Sánchez. «¡Vale ya!», pero de tanta tomadura de pelo. Creo que haríamos bien en esperar a que la Audiencia haga su trabajo. Quede claro que nosotros no hemos sustentado en ningún momento ninguna teoría sobre la autoría del atentado. Sólo hemos pedido una investigación rigurosa, profesional e independiente del poder político. Es posible que para las defensas este lío de los explosivos y de la autenticidad o no de la mochila de Vallecas sea vital. Si el sumario hace aguas, la perspectiva de una condena ejemplar está en el aire. Confiemos en el tribunal. Pero, además de desentrañar esa madeja para depurar las responsabilidades penales que procedan, nosotros exigimos que se dé respuesta a la gran pregunta: ¿cómo es posible que se pudiera cometer el atentado si los implicados o eran confidentes de la Guardia Civil, de la Policía o del CNI, o estaban vigilados por los referidos cuerpos policiales, en algunos casos bajo la dirección del juez Garzón?
.
Jaime Ignacio del Burgo es diputado del Grupo Popular.
14 Febrero 2007
El fin de las verdades absolutas del 11-M
Di-ni-tro-to-lue-no. Palabra casi tan difícil de pronunciar como relevante es para la investigación del 11-M.
A punto de cumplirse tres años de los atentados, y gracias a un nuevo informe pericial -todavía preliminar- ordenado por la Audiencia, nos hemos enterado de que en los focos de las explosiones de los trenes había un componente nuevo: dinitrotolueno.
¿Forma parte esta sustancia de la Goma 2 ECO, que, según el juez Del Olmo, la fiscal Sánchez y el coro mediático oficial, fue el explosivo que utilizaron los terroristas? Rotundamente NO.
¿Y quién lo afirma con tal rotundidad? Nada más y nada menos que el Servicio de Criminalística de la Guardia Civil.
En un informe -incorporado al sumario- fechado el 25 de enero de 2005 y elaborado por dos expertos del Departamento de Química del Servicio de Criminalísitca de la Guardia Civil se explica: «La diferencia entre ambos tipos de dinamitas es que la Goma 2 EC contiene dinitrotoluenos en su composición, usados como anticongelante y aglutinante, cosa que no ocurre con la Goma 2 ECO, que añade ftalato de dibutilo como combustible y carbonato de calcio como masa inerte». Luego podemos afirmar, sin lugar a dudas, que en los trenes no estalló Goma 2 ECO.
Pero el dinitrotolueno, para desasosiego de los que opinan que el 11-M está clarísimo, es también un componente del Titadyn, explosivo habitualmente utilizado por ETA.
¿Y a quién podemos atribuir una afirmación tan reveladora? Nada menos que a la inspectora de los Tedax y licenciada en Químicas que, el día 18 de julio de 2006, declaró ante el juez Del Olmo que, según los informes de la Ertzaintza que aportó a la causa, tanto el Titadyn 30, como el Titadyn 30A, contenían dinitrotolueno. Es decir, que en los trenes pudo haber explotado Goma 2 EC o Titadyn, pero en ningún caso Goma 2 ECO.
¿Se utilizaba Goma 2 EC en Mina Conchita, de donde se supone que los terroristas obtuvieron su materia prima en 2004? No. La Goma 2 EC fue sustituida por la Goma 2 ECO en el año 2002. Es verdad que la dinamita con la que traficaba Toro en 2001 y que fue encontrada en el trastero de Avilés, en la conocida como operación Pípol, era Goma 2 EC, que obviamente contenía dinitrotolueno.
Sin embargo, los asturianos no vendieron a El Chino y su banda Goma 2 EC, entre otras cosas, porque hacía cuatro años que ya no se utilizaba en las minas.
De haberlo hecho, les hubieran vendido una dinamita muy deteriorada, con grave riesgo en su manipulación y con un alto grado de exudación.
¿Recuerdan el zulo de la casa de Morata donde presuntamente los terroristas guardaron los cartuchos de dinamita traída de Asturias? Aquel agujero excavado en el suelo estaba cubierto con paneles de porespán, muy absorbentes. De hecho, la Policía Científica localizó allí un componente específico de la Goma 2 ECO: el nitroglicol. Si en aquel escondrijo los terroristas hubieran guardado cartuchos de Goma 2 EC, que, necesariamente tendrían que ser muy antiguos, las paredes de porespán hubieran estado empapadas de dinitrotolueno.
Sin embargo, hay algo aún más claro, más evidente, más rotundo, para descartar la posibilidad de que el explosivo utilizado en los trenes fuera Goma 2 EC, y es un informe firmado por el ex jefe de los Tedax, Juan Jesús Sánchez Manzano, y remitido al juez del Olmo el 20 de abril de 2005 en contestación a un informe de la Guardia Civil, en el que se relata que en una inspección en Mina Conchita, llevada a cabo el 18 de julio de 2004, se encontraron 27 cartuchos de Goma 2 EC, «bastante deteriorados y con una pérdida de las 3/4 partes de su peso».
Para eliminar todo tipo de sospecha de que los terroristas hubieran podido utilizar un explosivo que no fuera la Goma 2 ECO, Sánchez Manzano remacha en su escrito a Del Olmo: «En relación al tipo de explosivo que se menciona en el oficio de este informe y que es Goma 2 EC, es preciso aclarar en este punto que tal explosivo no ha sido ocupado, ni detectado en ningún momento, que el explosivo identificado (en relación al atentado del 11-M) ha sido el denominado Goma 2 ECO, como se referenció en su día en todos los informes que se emitieron por esta Unidad, por ello, todo lo descrito en este informe se entenderá relativo al explosivo denominado Dinamita Goma 2 ECO». Palabra de Sánchez Manzano.
14 Febrero 2007
LO QUE VA DEL «VALE YA» DE LA FISCAL AL DINITROTOLUENO
A la espera de que a finales de mes se conozcan los resultados definitivos de los análisis de los restos de explosivo recogidos en los trenes del 11-M, el informe preliminar revela un dato tan novedoso como trascendental. Las pruebas han detectado dinitrotolueno (DNT), un componente que no forma parte de la composición de la Goma 2 ECO. La elocuencia de lo ocurrido es abrumadora: en los primeros análisis con rigor científico realizados tres años después de la masacre gracias al empecinamiento de EL MUNDO ha aparecido una sustancia que no está entre los componentes del explosivo del que presuntamente disponían los islamistas a los que la versión oficial imputa la masacre.
Por más que lo repitan al unísono las dos cabeceras gubernamentales, la Goma 2 ECO no contiene DNT. Así lo atestigua el prospecto de la empresa española que la fabrica y así lo atestigua el informe de la Guardia Civil de enero de 2005, que dice elocuentemente que «la diferencia entre ambos tipos de dinamita es que la Goma 2 EC contiene dinitrotoluenos (…), cosa que no ocurre con la Goma 2 ECO».
Es cierto que se han encontrado restos de DNT en la mochila de Vallecas, en la Kangoo, en Leganés y en la dinamita abandonada en el grotesco intento de volar el AVE con un cable en Mocejón, pero éstos siempre se han hallado en una proporción muy minoritaria que los expertos consideran irrelevante y que podría deberse a una contaminación en la prueba.
Si el informe final corrobora la presencia significativa de DNT en las bombas de los trenes del 11-M, el hallazgo echaría por tierra la tesis oficial de que los terroristas se abastecieron de explosivo en Mina Conchita. Alegar que en esa explotación asturiana de la que Trashorras sacaba sus cartuchos, además de Goma 2 ECO también había Goma 2 EC -una variedad distinta de dinamita que sí incluye el DNT entre sus componentes- no puede ser sino un engaño intencionado. Al margen de que como siempre hemos subrayado dista de estar probado que la dinamita de los islamistas procediera de Mina Conchita, la Goma 2 EC no se distribuye a las minas desde enero de 2002 y en el sumario existen dos informes policiales que descartan que la partida supuestamente robada incluyera algún cartucho de este tipo de dinamita.
Hasta aquí lo que ya se ha probado. De confirmarse además que la proporción de DNT hallada en los focos de los trenes es efectivamente muy superior a la del resto de los análisis, podríamos afirmar que, fuera lo que fuera lo que explotó el 11-M, no era lo que entonces manejaban los islamistas. En ese caso, las bombas se habrían fabricado con un explosivo necesariamente distinto de aquél. El dato abriría dos grandes hipótesis: que fuera Goma 2 EC o Titadyn. Ya hemos explicado por qué la primera es casi imposible. En cuanto a la segunda, abriría la puerta a algún tipo de intervención de ETA, ya que el Titadyn es el explosivo más usado por la banda.
De todas formas, seguimos aferrados a nuestra crónica cautela. Este informe es la prueba de que los hechos no sucedieron como relatan el instructor y la fiscal, cuyo «vale ya» la deja ahora en evidencia, porque lo que está claro es que lo que estalló no fue «su» Goma 2 ECO. Ahora bien, si estos análisis se hubieran realizado hace tres años, su resultado habría sido más completo y habría hecho inevitable la apertura de nuevas vías de investigación. De ahí que insistamos en la responsabilidad tal vez criminal y desde luego administrativa de Sánchez Manzano al incumplir los protocolos, hurtar los restos de los trenes a la Policía Científica y lavarlos -como se supo ayer- con agua y acetona para hacer unos supuestos análisis que nadie ha visto jamás. En cualquier caso, la decisiva aparición en escena del dinitrotolueno potencia aún más el interés de la vista oral que empieza mañana, pero mucho nos tememos que, por grande que sea la voluntad y competencia de los miembros del Tribunal, no van a tener medio humano de compensar a estas alturas las omisiones y negligencias que se han cometido hasta ahora.
15 Febrero 2007
11M-entirosos
Uno puede equivocarse por muchas causas: una argumentación errada, una base informativa incompleta, una experiencia insuficiente, una valoración equivocada de los hechos o un prejuicio ideológico invencible. Pero equivocarse no es mentir. Como bien definía el Catecismo, «mentir es decir lo contrario de lo que se piensa con intención de engañar». Y exactamente eso, mentir a sabiendas, mentir con alevosía, mentir con total ensañamiento contra la verdad de los hechos y la lógica más elemental, es lo que están haciendo los medios de obediencia prisoica, y muy señaladamente el antaño faro de la derecha española, llamado ABC, convertido en simple satélite del polanquismo, al servicio del candidato del todopoderoso Don Jesús para dirigir la derecha, que es, desde hace muchos años, el alcalde de Madrid y zanjas anejas, Don Alberto Ruiz Gallardón.
Pero ni siquiera el Diario totalmente independiente de la Mañana (y aún más de la Verdad) fue ayer tan lejos como el medio de Vocento, que tuvo el valor de titular a toda página que lo que estalló en los trenes, el arma del inmenso crimen, de la espantosa masacre para cambiar el rumbo político de España, fue Goma 2 ECO, cuando les consta que es imposible porque, pese a los lavados de los Tedax manzaniles con agua y acetona, se ha detectado dinitrotolueno en los trenes, que es un componente que no existe en la Goma 2 ECO. Más aún, que es el ingrediente que por su toxicidad llevó a la Unión Española de Explosivos a suprimirlo en la Goma 2 EC creando así la ECO, también conocida como Goma 2 EC sin DNT, o sea, sin dinitrotolueno.
Es, por tanto, imposible que el explosivo que mató a 192 personas fuera el de la trama asturiana, como dice el diario de Vocento, puesto que se nos ha asegurado por activa y por pasiva que esta banda controlada por la policía asturiana y por la UCO del coronel Hernando cuando salía del Principado traficaba con Goma 2 ECO, que vendió a unos moritos traficantes de hachís -no menos conocidos de la Policía y el CNI que los asturianos-, y que entre los dos hatos de delincuentes y confidentes menores, con algún adorno islamista, perpetraron la mayor masacre de la Historia de Europa. Cuatro pelanas y cuatro confidentes. Vamos, increíble.
Mentirán cuanto quieran, pero el primer análisis científico ha demostrado que no pudo ser Goma 2 ECO lo que estalló en los trenes, y toda la versión oficial se viene abajo estrepitosamente. Mientras, como dijo ayer la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, se debería volver a otras pistas de investigación. Especialmente, una: la pista del Tytadine, es decir, de la ETA, que es lo que le dijo la Policía a Aznar y él transmitió a los medios de comunicación.
Al final, resultará que el único que no mintió fue el PP.
26 Febrero 2007
SÓLIDAS RAZONES PARA CREER QUE EN LOS TRENES NO ESTALLÓ GOMA 2 ECO
A expensas de los matices que puedan incorporarse al informe definitivo que entregarán dentro de unos días al Tribunal del 11-M, EL MUNDO revela hoy que los peritos independientes -designados por las partes que requirieron el nuevo análisis de los explosivos- se inclinan por dar por sentado que el dinitrotolueno (DNT) hallado en los restos de los focos era un componente básico del explosivo que estalló en los trenes y no el resultado de ningún extraño proceso de «contaminación». Eso implica, naturalmente, que de su diagnóstico se deducirá que el explosivo empleado para causar la masacre no pudo ser Goma 2 ECO y, por lo tanto, no pudo ser el presuntamente robado por la trama asturiana en Mina Conchita.
No faltará quien diga que ésta es una opinión de parte, pero -al margen de su indiscutida capacitación técnica- si se pueden poner reparos a la objetividad de estos peritos, más aún podría cuestionarse la de los representantes de la Guardia Civil y la Policía, por estar sometidos a la cadena de mando y, sobre todo, por estar subordinados en el segundo caso al mismo comisario Santano cuyo enjuiciamiento por falsedad en la investigación del 11-M acaba de ser ratificado por la Audiencia de Madrid.
Lo esencial no es, pues, la personalidad de quien emita una opinión científica sino su fundamento argumental. Y lo que alegan estos peritos parece extraordinariamente sólido. Ante todo, está el hecho de que tres años después, pese al escaso tamaño de las muestras y a su lavado con agua y acetona en 2004, el DNT haya aparecido de forma nítida en todos los focos de los trenes en los que se han hallado restos de explosivos. Eso no puede ser fruto de la contaminación.
Los peritos independientes tienen, al parecer, pocas esperanzas de que con estos restos las pruebas cuantitativas logren determinar la proporción exacta de DNT que tenía el explosivo y, por eso, van a pedir al Tribunal nuevas muestras. A este respecto, resulta esencial averiguar dónde están los resultados concretos de los análisis realizados por los Tedax que Manzano resumió bajo el engañoso cajón de sastre de «componentes genéricos de las dinamitas». Y dónde está, o por qué no fue conservado, el líquido fruto de aquel lavado en el que se disolvieron buena parte de las sustancias que formaban el explosivo. ¿Alguien duda de que si hubieran avalado la tesis de la Goma 2 ECO formarían parte del sumario y estarían a disposición del Tribunal?
Frente a la teoría de la contaminación se alza el carácter «sobrevenido» de las huellas muy «minoritarias» de DNT encontradas ahora en los restos de explosivo entero ya analizados meticulosamente por la Policía Científica en 2004. Si entonces no estaban y ahora sí… sólo cabe preguntarse quién los ha custodiado durante el intervalo. Sobre todo si resulta que en el caso de Mocejón aparece DNT en la muestra de tres gramos que han manejado Manzano y Santano y no en la de más de 80 que permanecía en un sobre cerrado o en la que la Guardia Civil remitió directamente a la Audiencia.
Pero, además, hoy aportamos otro dato esencial: en ninguno de los periódicos controles de calidad de alta precisión realizados en la fábrica de Unión Española de Explosivos ha aparecido jamás DNT en la Goma 2 ECO. ¿Cómo logrará en estas condiciones el Ministerio Público convencer al Tribunal de que lo que estalló en los trenes fue Goma 2 ECO un poquito contaminada, teniendo en cuenta, sobre todo, que el principal motivo de que el resultado del análisis no vaya a ser inapelable es su propia complicidad -o al menos complacencia- con la negligencia -o la manipulación- policial? Seguro que a los tres magistrados no les bastará ningún «¡vale ya!».
28 Febrero 2007
GRAVES SOSPECHAS UNA VEZ DESCARTADA LA CONTAMINACIÓN EN FÁBRICA
La noticia que hoy abre nuestra portada vuelve a poner el foco sobre los explosivos del 11-M -la gran incógnita que nadie ha despejado aún- y sobre la manipulación policial de pruebas que sobrevuela desde el inicio la investigación de la masacre.
Hasta ahora conocíamos el hallazgo inexplicablemente tardío del Skoda Fabia, las supuestas idas y venidas de la mochila de Vallecas y la aparición del testamento del suicida Kounjaa y de decenas de objetos en la Kangoo dentro del complejo policial de Canillas. Pero, aun siendo todos indicios de que se han falsificado pruebas, ninguno es tan sólido como los resultados del informe pericial que hoy aportamos.
Sabedores de lo que el documento deja en evidencia, quienes mueven los hilos de los dos diarios gubernamentales intentaron ayer anticiparse a su impacto con el falso enunciado de que «el análisis final» de los explosivos «ratificaba» que en los trenes había estallado Goma 2 ECO. Triple falacia. Ni es el informe final -deben llevarse a cabo nuevas pruebas- ni analiza los restos de los trenes -sólo los explosivos intactos de Leganés, Mocejón, la Kangoo y la mochila de Vallecas- ni ratifica que el explosivo de la masacre fuera Goma 2 ECO. Más bien al contrario.
Lo que demuestra el análisis cuantitativo de estas 28 muestras es que el dinitrotolueno (DNT) sólo aparece en las 25 que estaban custodiadas por los Tedax. En las tres que guardaba la Guardia Civil, el análisis arroja tres elocuentes ceros. Los resultados del informe hacen materialmente imposible que el DNT detectado en los restos de los trenes sea fruto de una contaminación de la fábrica: una misma partida de explosivo no puede estar a la vez contaminada y no contaminada. Menos aún un mismo lote o incluso un mismo cartucho, pues cuando la Guardia Civil analiza lo hallado en Leganés o en Mocejón no aparece ni rastro de lo ahora sobrevenido en las muestras de idéntica procedencia custodiadas por los Tedax.
El DNT sólo pudo entrar en contacto con la Goma 2 ECO en las dependencias de los Tedax y esto sólo pudo ocurrir después de los análisis que la Policía Científica realizó en 2004, en los que, según los expertos, si estaba allí tenían que haberlo detectado.
Sólo caben, pues, estas dos opciones: que la contaminación haya sido accidental o deliberada. En el primer caso, a la retahíla de extrañas casualidades que jalonan el sumario habría que añadir el hecho de que la sustancia que aparece en las muestras de explosivo intacto sea justo la misma que se ha hallado inesperadamente en los análisis de los focos de los trenes. En el caso de que la contaminación haya sido deliberada, no es difícil encontrar un posible móvil. Sabedor de la presencia de DNT en los trenes por los análisis que llevó a cabo su unidad y cuyos resultados permanecen inéditos, el jefe de los Tedax, Sánchez Manzano, o alguien de sus dependencias pudo ordenar que se añadieran pequeñas cantidades de esta sustancia para que todo cuadrara.
En cualquier caso, esto son sólo hipótesis. Lo que es ya irrebatible es que la Goma 2 ECO no venía contaminada de fábrica y que sólo pudo mezclarse con el DNT en el laboratorio de los Tedax.
01 Abril 2007
Los peritos detectan los componentes del Titadyn en uno de los focos del 11-M
La versión oficial que apunta a la Goma 2 ECO como el explosivo utilizado por los terroristas en la masacre del 11-M -y que aparece recogida tanto en el auto de procesamiento del juez Del Olmo como en el escrito de acusación de la fiscal Olga Sánchez- está a punto de sufrir un revés definitivo gracias a los análisis de los peritos nombrados a instancias del Tribunal.
Según fuentes solventes, en la muestra catalogada como «M-1», recogida de uno de los focos de las explosiones que se produjeron en el tren que saltó por los aires en la estación de El Pozo, se ha detectado nitroglicerina, nitrogricol, nitrato amónico y dinitrotolueno (DNT).
Todos ellos son componentes de algunos tipos de Titadyn, explosivo habitualmente utilizado por ETA. Sin embargo, contrariamente a lo que afirma la versión recogida en el sumario, ni el DNT ni la nitroglicerina forman parte de la Goma 2 ECO. Por tanto, lo que sí puede afirmarse es que éste no pudo ser el explosivo que utilizaron los terroristas.
Los cuatro peritos nombrados por las partes remitieron el pasado viernes en un sobre cerrado al presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, las conclusiones de los análisis realizados sobre dicha muestra. Los citados expertos consideran que el hallazgo es de la suficiente relevancia como para que el presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia esté al tanto de ello.
Asímismo, han realizado una copia de seguridad del mismo. También se ha tomado la precaución de guardar un gramo de dicha muestra para que, si se estima oportuno, se lleven a cabo contranálisis. Las discrepancias que han mostrado los peritos de la Policía Científica han aconsejado el envío de dicho informe como medida de prudencia.
El escrito remitido a Gómez Bermúdez incluye un total de cinco ensayos (fundamentalmente cromatografías de gases y en fase líquida). Para mayor seguridad, un nuevo ensayo realizado a posteriori ha dado el mismo resultado, por cuanto se puede afirmar que han sido un total de seis pruebas las realizadas y que todas ellas han dado los mismos resultados. Básicamente, los componentes de la muestra «M-1» coinciden con los hallados en el resto de Titadyn procedente del explosivo incautado a los dos miembros de ETA en la furgoneta de Cañaveras, y que también ha sido analizado por los peritos en el laboratorio de la Policía Científica.
Sin embargo, en el escrito los peritos no apuntan a un tipo de explosivo concreto, sino que sólo se limitan a exponer los componentes que han aparecido tras realizar los análisis antes referidos.
Como ya informó EL MUNDO, las muestra «M-1» recogida en la estación de El Pozo se corresponde con un resto de polvo de extintor que, a diferencia de los otros restos hallados en los focos, no fue lavado con acetona y con agua en el laboratorio de los Tedax.
Hasta ahora, en la totalidad de las muestras correspondientes a los focos (es decir las lavadas con acetona y agua) habían aparecido dos componentes: el DNT y el nitroglicol.
Como puede verse, existe una coherencia absolutamente significativa entre los componentes hallados en las muestras de todos los focos. Como también informó EL MUNDO, la posibilidad de contaminación en fábrica ha sido desechada por parte de todos los peritos tras realizar análisis sobre muestras indubitadas de Goma 2 ECO remitidas al laboratorio de la Policía Científica por parte de su fabricante, Unión Española de Explosivos.
El Informe Pericial Definitivo estará listo para su entrega al tribunal el próximo día 10 de abril. Los técnicos esperan que sus conclusiones sean asumidas por la mayoría de los ocho miembros que componen el equipo.
Según la investigación policial, el comando liderado por Jamal Ahmidan, El Chino, se hizo con una gran cantidad (unos 200 kilos) de Goma 2 ECO robada presuntamente en Mina Conchita.
Tas la masacre del 11-M se localizó una furgoneta Kangoo estacionada en una calle cercana a la estación de Alcalá de Henares. En ella había (además de detonadores) un resto de papel parafinado correspondiente a un cartucho de Goma 2 ECO. En la madrugada del día 12 de marzo se desactivó la bomba que había en la mochila de Vallecas y, también allí, se encontró Goma 2 ECO. Tanto en el piso de Leganés, como en el artefacto que no llegó a estallar en el AVE a su paso por Mocejón la Guardia Civil también encontró Goma 2 ECO.
Sin embargo, la inexplicable actitud de Sánchez Manzano, ex comisario jefe de los Tedax, impidió que se supiera en su momento qué fue lo que estalló en los trenes. El análisis que se hizo en la mañana del mismo día 11 de marzo de 2004 en el laboratorio de la Unidad Central de Desactivación de Explosivos tan sólo detectó «componentes de las dinamitas». Tres años después del atentado, y gracias a las relevaciones periodísticas, los análisis periciales sobre las muestras halladas en los focos de las explosiones están llevando a una conclusión que trastoca la esencia de la versión oficial: en los trenes no estalló Goma 2 ECO.
12 Abril 2007
Cursillo acelerado de lógica
Razonamientos lógicos. Gracias a los análisis ordenados por Gómez Bermúdez, sabemos que en los focos de explosión aparecieron nitroglicol, nitrato amónico, nitroglicerina y dinitrotolueno. Tomemos el primero de los componentes, el nitroglicol. Ese componente forma parte de la Goma 2 ECO. ¿Entonces, el que aparezca nitroglicol significa que en los trenes estalló Goma 2 ECO? No, porque el nitroglicol forma también parte de otras dinamitas, como el Titadyn. Lo único que podemos deducir de la aparición de nitroglicol es que se usó algún explosivo que contiene nitroglicol. Tomemos ahora el cuarto de los componentes: el dinitrotolueno. El dinitrotolueno no forma parte de la Goma 2 ECO. Por tanto, en los trenes no pudo estallar Goma 2 ECO. Sin embargo, sí que pudo estallar cualquier otro explosivo que contenga dinitrotolueno. Por ejemplo, Titadyn.
Razonamientos ilógicos. Hoy, el que fuera subdirector general operativo de la Policía el 11-M, Díaz-Pintado, ha tratado de justificar qué fue lo que se encontró en los análisis realizados el propio 11-M. Ha dicho, y aquí se ha apartado de sus declaraciones anteriores, que en la tarde del 11-M le dijeron que no podía haber estallado Titadyn en los trenes porque no se había encontrado nitroglicerina. Vamos a ver, señor Díaz-Pintado, los análisis que ahora se han realizado nos dicen que eso es mentira, porque nitroglicerina sí que había. Además, con esa declaración está usted dejando con el trasero al aire al jefe de los Tedax, que declaró que no se pudieron encontrar componentes concretos. Por último, permítame que le diga que si no aparece un componente concreto, no se puede deducir que no se ha utilizado un cierto tipo de explosivo. Eso es una aberración lógica. Aplicando su razonamiento, habría que concluir que tampoco se usó Goma 2 ECO porque, por ejemplo, no se ha encontrado ftalato de dibutilo, que es uno de los componentes de la Goma 2 ECO. Con lo cual, la versión oficial seguiría siendo falsa.
16 Mayo 2007
Interior vuelve a manipular a los siameses del 11-M
¿Filtración preventiva? ¿Control de daños? Si no hubieramos visto ya la misma maniobra de ayer el pasado 27 de febrero, nos llenaría de indignación. Pero cuando la farsa se repite, sólo merece un comentario desdeñoso. Dos diarios aparentemente distintos -y en la práctica hermanos siameses en la defensa de la versión oficial del 11-M- volvieron a anticipar lo que al Ministerio de Interior le gustaría que apareciera en el informe oficial de los peritos sobre los explosivos. Es decir, que el informe final excluyera expresa y taxativamente al Titadyn como la dinamita que estalló en los trenes. Sin embargo, como ya ocurrió hace tres meses, los deseos de Interior no se se corresponden con la realidad. Hoy mismo quedará en evidencia esta falsedad, pero lo que, en todo caso, podemos adelantar es que, en el documento común suscrito por los ocho peritos, no se excluye ni ése ni ningún otro explosivo. Simplemente porque la falta de muestras suficientes impide determinarlo con exactitud. Pero lo más grave para el Gobierno no es que esta duda vaya a quedar abierta sino que la presencia de dinitrotolueno y nitroglicerina en los restos de los focos de los trenes viene a descartar -y en este caso de forma científica- que lo que estalló fuera la Goma 2 ECO, única dinamita que, según el relato de la fiscal Olga Sánchez en el sumario, estaba disponible en mina Conchita y pudo ser suministrada por la trama de los asturianos. Mañana, todos los detalles.
02 Junio 2009
Yo acuso (España 2009)
El 10 de enero de 1898, el prestigioso biólogo Émile Duclaux, director del Instituto Pasteur, publicó una carta en el diario parisino Le Siècle con la que abría lo que podríamos llamar el frente científico del caso Dreyfus. Sostenía que se había condenado a un inocente, denunciando la falta de rigor de la instrucción sumarial, la ligereza de la sentencia y la actitud de las autoridades, a las que presentaba encerradas en una cueva para no recibir la luz que podían aportar las pruebas caligráficas, el análisis químico de los documentos o el cálculo matemático de probabilidades.
Aunque sea imposible determinar cuál fue el impulso decisivo, es evidente que este gesto estuvo entre los detonantes de la mucho más extensa y célebre misiva que tres días después Émile Zola publicó en L’ Aurore con el título de J’Accuse. Si la ciencia entraba en liza en pos de la verdad, ¿cómo no iban a hacerlo la literatura y el pensamiento crítico?
Ni Antonio Iglesias está al frente de una gran institución pública -aunque méritos no le faltarían para ello- ni yo soy el Pedro Zola que para bien o para mal pintan algunos. Pero, a cambio, su aportación científica a la causa del esclarecimiento de lo ocurrido en Madrid el 11 de marzo de 2004 es mucho más concreta que la de monsieur Duclaux, y yo supliré con constancia y empeño mis menores dones literarios.
En todo caso, desde el momento en que conocí el minucioso trabajo de este químico perfeccionista y abnegado, me pareció que era nuestro deber moral contribuir a divulgarlo para que el mayor número posible de ciudadanos tengan elementos de juicio tan decisivos como los que constituyen sus conclusiones.
Yo no sé lo que ocurrió el 11-M y el trabajo de Antonio Iglesias tampoco lo desvela. Pero sí demuestra que lo que no ocurrió es lo que dice la sentencia, porque en todos los restos de los focos se halló dinitrotolueno y en el único que no había sido lavado con agua y acetona se halló nitroglicerina, dos componentes que están en el Titadyn y no en la Goma 2 ECO. Por lo tanto, es científicamente imposible, químicamente imposible, molecularmente imposible por mucho que lo afirmen la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo que «toda o gran parte de la dinamita [que estalló en los trenes] procedía de Mina Conchita», porque en Mina Conchita había Goma 2 ECO, pero no Titadyn.
La otra gran aportación de este trabajo son los sólidos indicios de la manipulación policial de la investigación, brillantemente realzados por el texto de Casimiro García-Abadillo, que más que un prólogo es una auténtica hoja de ruta del estado de la cuestión. Puede decirse, pues, que gracias a este libro ya sabemos por culpa de quiénes no sabemos lo que ocurrió en el 11-M o, al menos, por culpa de quiénes las posibilidades que un Estado democrático tiene de averiguar la verdad sobre un atentado político de esa magnitud quedaron infamemente disminuidas.
Poner ahora a esas personas en la picota pública no sólo es un acto de justicia compensatoria, sino que constituye posiblemente la última esperanza de reactivar la maquinaria de las instituciones e intentar limpiar -como escribió Zola- «la mancha de cieno» que ensucia nuestra dignidad nacional.
Por eso, igual que hizo él hace 111 años -ojalá nos traiga suerte tan perfecto capicúa-, yo acuso.
YO ACUSO al entonces comisario jefe de los Tedax, Juan Jesús Sánchez Manzano, de mantener una línea de conducta supuestamente orientada a la ocultación y manipulación de pruebas con flagrante incumplimiento de sus deberes profesionales, al transgredir los protocolos sobre recogida y almacenamiento de restos, al asumir unos análisis que no le habría correspondido realizar, al no poner a disposición de la Policía Científica los fragmentos obtenidos en los focos de los trenes, al predeterminar la investigación con la muestra patrón de la Goma 2 ECO de la que presuntamente salió también el explosivo colocado en la Kangoo y al proporcionar al juez Del Olmo, a la Comisión de Investigación parlamentaria y al propio tribunal del 11-M información falsa o gravemente errónea, perjudicando una y otra vez la búsqueda de la verdad de lo ocurrido.
YO ACUSO a la perito química de los Tedax con carné profesional 17.682 de mantener una línea de conducta supuestamente orientada a la ocultación y manipulación de pruebas con flagrante incumplimiento de sus deberes profesionales, al no redactar y entregar a sus superiores un informe por escrito especificando los componentes de la dinamita que identificó en los análisis realizados en el laboratorio de los Tedax durante el mediodía del 11 de marzo de 2004 y al destruir la disolución en agua y acetona de los restos empleados, impidiendo así toda posterior verificación.
YO ACUSO al entonces comisario jefe de la Policía Científica, Carlos Corrales, de incumplimiento de sus deberes profesionales al no reclamar de forma fehaciente la entrega de los restos de los focos de los trenes para su análisis en su laboratorio tal y como era preceptivo.
YO ACUSO al entonces subdirector general de la Policía, Pedro Díaz Pintado, y al entonces comisario general de Información, Jesús de la Morena, de incumplimiento de sus deberes profesionales al consentir expresa o tácitamente que el jefe de los Tedax no entregara a la Policía Científica los restos de los focos de los trenes.
YO ACUSO al general Félix Hernando, responsable de la UCO de la Guardia Civil, de mantener una línea de conducta supuestamente orientada a la ocultación y manipulación de pruebas con incumplimiento de sus deberes profesionales, al transmitir a la Comisión de Investigación parlamentaria, al juez instructor y al propio tribunal del 11-M información falsa o gravemente errónea sobre la investigación de la trama de explosivos en Asturias y el papel de sus confidentes en la misma, y al dar presuntamente instrucciones a su subordinado el alférez Jaime Trigo para que tratara de destruir la nota informativa que demostraba esa falsedad.
YO ACUSO al alférez de la UCO Jaime Trigo de mantener una línea de conducta supuestamente orientada a la ocultación y manipulación de pruebas al dirigirse al entonces segundo jefe de la Comandancia de Oviedo, Francisco Javier Jambrina, y pedirle, según su testimonio judicial, la destrucción de la nota que dejaba en evidencia a su superior Félix Hernando.
YO ACUSO al actual comisario jefe de la Policía Científica, Miguel Ángel Santano, y a sus subordinados Pedro Mélida, José Andradas y Francisco Ramírez de mantener una línea de conducta supuestamente orientada a la manipulación y ocultación de pruebas al «alterar» de «forma inveraz» -tal y como ha establecido la Justicia- un informe pericial que podía contradecir la versión oficial de lo ocurrido, dejando patente que -al margen de la propia trascendencia de dicho informe- existía una consigna política para orientar la investigación en una única dirección.
YO ACUSO al mando de la Policía Científica Alfonso Vega, jefe de la pericia ordenada por el tribunal del 11-M, de entorpecer la acción de la Justicia al poner trabas al trabajo de sus compañeros y al alentar en su propio informe al tribunal las más extravagantes teorías para tratar de justificar la aparición en los análisis de componentes químicos que echaban por tierra la versión oficial de los hechos.
YO ACUSO al juez Juan del Olmo de grave negligencia e incompetencia profesional al permitir la destrucción de pruebas esenciales como los propios trenes, al no asegurarse de que la Policía hubiera cumplido los protocolos establecidos para el análisis de explosivos, al concluir la instrucción sin tan siquiera contar con una prueba pericial de lo que estalló en los trenes, al permitir el incumplimiento de las normas de custodia de las pruebas, al orientar unidireccionalmente las investigaciones y al perseguir con saña sin «ponderación, mesura ni equilibrio» a los dos policías que podían poner en evidencia algunos aspectos irregulares de las mismas, tal y como acaba de establecerlo la Justicia.
YO ACUSO al juez Javier Gómez Bermúdez de negligencia profesional, al incluir en la sentencia graves errores materiales de carácter fáctico en relación al resultado de la pericia de explosivos; de inconsistencia intelectual, al no reflejar en la sentencia las consecuencias lógicas del resultado de la prueba pericial por él mismo encargada; de incoherencia personal, al defraudar las expectativas por él mismo alentadas cuando comunicó a las víctimas que algunos policías irían «caminito de Jerez»; de frivolidad, imprudencia y posible revelación de secretos, al colaborar en el libro de su esposa sobre el juicio, y de manipulación política, al hacer una presentación sesgada, tendenciosa y distorsionada de la sentencia. Vergüenza sobre vergüenza.
YO ACUSO a los jueces Alfonso Guevara y Fernando García Nicolás de negligencia profesional, al suscribir los graves errores materiales de carácter fáctico incluidos en la sentencia, al respaldar las inconsecuencias del ponente en relación al resultado de la pericia de explosivos y al respaldar pasivamente su presentación sesgada, tendenciosa y distorsionada de la sentencia.
YO ACUSO a la fiscal del caso, Olga Sánchez, y a su superior directo, el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, de negligencia profesional e incumplimiento de las obligaciones que se derivan del Estatuto del Ministerio Público al impulsar una investigación unidireccional, ceñida a la conveniencia del Gobierno, y desdeñar el valor probatorio de la evidencia científica mediante expresiones como: «En los trenes estalló Goma 2 ECO y vale ya» o «Da igual el explosivo que se utilizara».
No, no da igual el explosivo que se utilizara porque si, tal y como se deduce del riguroso trabajo del químico Antonio Iglesias, lo que estalló fue Titadyn, es muy probable que algunos inocentes hayan sido condenados y no cabe duda de que hay grandes culpables en libertad, pues nadie ha sido juzgado y condenado por suministrar este explosivo.
No, no vale ya. Por seguir ciñéndome a la estructura e incluso a las palabras literales de aquel artículo de Zola, en cuanto a estos 18 funcionarios públicos a los que acuso, «debo decir que ni les conozco, ni les he visto nunca, ni siento particularmente por ellos rencor ni odio. Les considero como entidades, como espíritus de maleficencia social. Y el acto que realizo aquí no es más que un medio revolucionario [yo elegiría un adjetivo más modesto, pues, no en vano, la democracia ha progresado en los 111 años transcurridos] de activar la explosión de la verdad y de la justicia».
Zola concluía de forma impactante y melodramática: «Sólo un sentimiento me mueve, sólo deseo que la luz se haga, y lo imploro en nombre de la humanidad que ha sufrido tanto y tiene derecho a ser feliz. Mi ardiente protesta no es más que un grito de mi alma. Que se atrevan a llevarme a los tribunales y que me juzguen públicamente».
Yo suscribo ese mismo espíritu de lucha por la verdad y, por supuesto, como siempre, asumo las consecuencias de la libre expresión de estas opiniones. Pero, dicho sea con toda franqueza, aspiro a que los juzgados sean ellos.
Yo sólo puedo acusarles ante el tribunal de la opinión pública pero confío en que todos estos indicios, pruebas y argumentos estimulen a quienes están legitimados para ello a iniciar las acciones pertinentes para que todas o al menos algunas de estas 18 personas deban rendir cuentas de sus actos en el plano profesional, administrativo o eventualmente penal. Sólo procediendo contra ellos podremos ahora recorrer el camino inverso de las piedras de Pulgarcito hacia el origen de los hechos y las fuentes de la verdad.
«Así lo espero».
17 Septiembre 2009
El engaño
Lo verdaderamente relevante de la sentencia de la juez Ana Cristina Lledó Fernández (titular del Juzgado número 56 de Madrid) no es que desestime íntegramente la demanda del ex comisario jefe de los Tedax, Juan Jesús Sánchez Manzano, contra Pedro J. Ramírez, Federico Jiménez Losantos, Fernando Múgica y el que suscribe, por un presunto atentado contra su honor. No. Tampoco lo es la condena a costas, que supone, más que un varapalo económico, una sanción a su arrogancia.
Lo importante del escrito es que establece que «la información contenida en los artículos enjuiciados es veraz en lo sustancial y no está basada en rumores ni en meras conjeturas. En esencia, ha quedado probada la sustancial conformidad con la realidad de los hechos expuestos o divulgados en ellos».
Lo cual quiere decir que Sánchez Manzano manipuló, ocultó y escatimó pruebas fundamentales para el esclarecimiento de los atentados que tuvieron lugar el 11 de marzo de 2004. La juez va detallando todos los aspectos que conforman la voluminosa y prolija demanda: la agenda de Carmen Toro, la metenamina, la mochila de Vallecas, etcétera..
Y hay un aspecto en el que se detiene para llamar la atención sobre la falta de veracidad del comisario. Como se recordará, en la mochila de Vallecas, al margen de Goma 2 ECO y clavos, la Policía encontró unos cables unidos a un detonador y a un teléfono móvil Mitsubishi Trium T-110. En su informe, redactado el 26 de abril de 2004, Sánchez Manzano afirmó que, al encenderlo, «la hora que marcaba el reloj era la correcta, y que estaba programado para activar la función vibrador-despertador a las 7.40 horas» (momento en el que hicieron explosión las bombas en los trenes).
Según la propia versión policial, una vez extraído el teléfono de la mochila, fue trasladado a las dependencias de la Comisaría General de Información. El teléfono estaba apagado y los funcionarios lo desmontaron para extraer la tarjeta SIM a partir de la cual se descubrió que había sido activado en la casa de Morata.
Pues bien, ese modelo tiene una peculiaridad: al retirarle la pila para extraer la tarjeta, pierde de su memoria la fecha y la hora y, por tanto, al encenderlo hay que volverle a introducir dichos datos.
Por tanto, si el teléfono estaba apagado era imposible que Manzano supiera que su reloj marcara la hora exacta y que estaba programado para las 7.40.
¿Por qué mintió? Porque en ese momento la mochila era la prueba fundamental para sostener que los terroristas habían utilizado Goma 2-ECO y también porque al marcar esa fatídica hora, era incuestionable que la mochila aparecida casualmente en la Comisaría de Vallecas formaba parte de la macabra acción.
Si Sánchez Manzano hubiera reconocido que no se sabía qué hora tenía el teléfono, o la hora a la que estaba programado el vibrador, la mochila de Vallecas habría sido sólo una conjetura, no la prueba clave para sostener la versión oficial del 11-M.
19 Septiembre 2009
Manzano, el destructor casi destruido
La foto de Alberto di Lolli, aunque tomada en julio pasado, parece una profecía de futuro. El jefe de los Tedax eludió comparecer ante el juez este verano porque se encontraba de crucero, pero cuando ha tenido finalmente que dar cuenta de su actuación con las pruebas de la masacre en los trenes del 11-M ha debido reconocer tal cúmulo de irregularidades, ilegalidades y atropellos a la Ley, que es muy posible que las rejas dejen de ser un motivo estético para convertirse en un paisaje estático y duradero.
En el colmo de la fatuidad, como si de un Gallardón cualquiera se tratase, el ex jefe de los Tedax pretendió que el director y tres periodistas de EL MUNDO -Casimiro, Fernando Múgica y yo- fuéramos condenados por vulnerar nada menos que su derecho al honor. Y el resultado ha sido exactamente el contrario del que buscaba.
La juez ha declarado indiscutiblemente veraces y meritorias las investigaciones de nuestro periódico y ha defendido el derecho a opinar y a criticar irregularidades tan graves como las de Sánchez Manzano, destructor de pruebas. Aún no se parece a Amedo, pero también ha tenido superiores.