30 junio 2008

Define a Juan Luis Cebrián como el consglieri de la mafia que amenazó a Villar

Eduardo Inda defiende a Ángel María Villar desde el diario MARCA: «se enfrentó al Grupo PRISA porque es enfermizamente honrado»

Hechos

El 30.06.2008 D. Eduardo Inda, director del diario MARCA publicó un artículo titulado «El que resiste gana» dedicado a Ángel María Villar y Luis Aragonés.

30 Junio 2008

El que resiste gana (Va por ti, Chulen; va por ti, Luis)

Eduardo Inda

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Si el próxima día 29 a las diez y media de la noche nuestra vida futbolística deja de ser sueño y se hace realidad me alegraré para empezar por los 46 millones de españoles, para continuar por ese técnico en busca y captura que es el único Luis de España al que no es preciso apellidar para ideniticar y para terminar por un Ángel Villar al que nos venden como un simplón cuando es más avispado que todos sus enemigos juntos, por un Ángel Villar al que intentaron asesinar civilmente por decir ‘no’ al imperio del monopolio en defensa de los intereses generales (postdata del discurso pronunciado por un servidor el 9 de junio en la cena organizada por la Federación Española para homenajear a MARCA en su 70 aniversario. Lo que se promete, se cumple. Sirva esta columna para homenajear a los hombres buenos – eso es opinable – y honrados – esot último ya no.

Cuando hará cosa de diez años Ángel María Chulen Villar dijo ‘no’ al jefe de la mafia – en realidad al consiglieri de El Padrino – en su despacho de Alberto Bosch sabía a qué se exponía. El fulano no se cortó un pelo a la hora de formular una oferta de ésas que – Don Vito dixit – “no se pueden rechazar”: “Si no haces lo que nosotros queremos, atente a las consecuencias”. El presidente de la Real Federación Española de Fütbol (RFEF) solucionó el dilema en cuestión de segundos, tan en cuestión de segundos que sin solución de continuidad echó al pollo del despacho con mucha educación pero ningún miramiento.

Chulen tenía que decidir entre los intereses generales y cobrar pero no dinero sino una ensalada de bofetadas o los intereses particulares y vivir como un pachá hasta el purgatorio. Y optó por esa ética que las más de las veces suelen ser una incómoda compañera de viaje en estos tiempos de relativismo ético. Más que nada porque quería seguir durmiendo como lo ha hecho desde hace 58 años: a pierna suelta.

La cacería al hombre por tierra, mar y aire fue prácticamente instantánea y no consistía en otra cosa que presentar como un chorizo a un hombre enfermizamente honrado, que gasta trajes de hipermercado, luce relojes de todo a 100 y vive en un piso de clase media. Como serían las cosas que a otro pedazo de pan, mi hermano Toni Borrás del Barrio, le hicieron tres cuartos de lo mismo aunque en su caso con regalito extra: un golpe de Estado en la Federación Balear de Fútbol suspiciado por el poder político.

Cosa nostra olvidó que Villar es bilbaíno pero bien podría haber nacido en la Ribera de Navarra o en Aragón. ¿Por qué? Pues porque en su ADN hay tenacidad en cantidades industriales. “Que venís a por mí, pues muy bien, venid porque yo no me voy a ir”, mascullaba.

Y eso que la guerra fue sin cuartel. Le llamaron ladrón mientras repetían goebbelsianamente mil veces que tanto él como sus directivos estaban imputados. La pena de banquillo funcionó con la precisión de un reloj suizo al convertir una verdad explícita en una mentira implícita: de tanto reiterarlo daba la sensación de que estaban condenados. Y si este plan A no funcionaba, daba igual se hinchaba la historia y ya está.

Como no podían con él aprovecharon el trasero de Luis para propinarle la patada definitiva pero volvieron a pinchar en hueso. Porque si el primero parece hijo de Tudela, el segundo, más que de Hortaleza, parece natural de esos Monegros que paren gente honesta y más dura que el acero. La ignominia llegó a tal extremo que a Zapatones le tildaron de ‘basura’ amen de endilgarle un sinfín de maledicencias. Pero ni por ésas. Cualquier excusa, falsa o cierta, era buena para linchar al uno o al otro oa los dos a la vez. Visto que no podían con el uno, se dedicaron a intentar acabar con el otro a ver si se cobraban dos piezas por el precio de una. Ni Chulen ni él dieron su brazo a torcer. Se crecieron en la adversidad.

Y eso que a Ángel le retó un miura de muchos quilates: un Mateo Alemany que junto al madridista José Ángel Sánchez abandera la nueva hornada de ejecutivos del deporte modernos, preparados y decentes. El antiguo 8 del Athletic exhibió los mismos atributos que le hicieron volver por la puerta grande a esa factoría de leones que con 18 años le despreció: una constancia, una honestidad y un espíritu de superación mayúsculos.

El baranda de la RFEF ganó la Asamblea que todos pronosticaban como su muerte civil por 1-0, 2-0 o 3-1 sino por un más contundente 5-1. Pelín prepotente vaticinó: “Voy a arrasar”. Y arrasó. A Luis se lo quisieron comer con patatas en septiembre y en octubre. Su legión de detractores tuvo que coserse la boca en noviembre cuando logró la clasificación tras un partido contra Suecia que MARCA tituló premonitoriamente EQUIPAZO (para ganar la Eurocopa).

Del superlativo triunfo de ayer me alegro por los 23 cracks, por los 46 millones de españoles pero, sobre todo y ante todo, por dos personalidades aparentemente antagónicas pero en el fondo primas hermanas: Chulen y Luis o Luis y Chulen, que tanto monta, monta tanto. Seguro que desde el cielo Don Camilo se sonreria con esa ironía galaicobritánica tan suya. Porque, sí, el que resiste gana, vaya sí gana. Una Eurocopa no cae todos los días.

Eduardo Inda