14 octubre 1977

El académico José María Pemán publica poesías en ABC para identificarse como miembro de ‘La Generación del 27’ causando burlas al respecto del escritor Rafael García Serrano

Hechos

El 14.10.1977 y el 16.10.1977 D. José María Pemán publicó poesías en el diario ABC.

Lecturas

POESÍA DE PEMÁN DEL 14 DE OCTUBRE DE 1977:

DE HERACLITO A ALEIXANDRE

  • Parménides fue el primer filósofo
  • que recorrió con el pensamiento
  • el mismo itinerario
  • que la palabra recorre en la oración gramatical:
  • sustantivo, adjetivo, atributo…
  • Heráclito fue el primer filósofo
  • que navegó sobre la relatividad efímera
  • del tiempo
  • Heráclito sentencia que nadie puede
  • bañarse dos veces en el mismo río.
  • La corriente de cristal y de luz
  • que hace unos minutos lamía los cimientos
  • de la Torre del Oro
  • acaricia ya los ojos cansados
  • del Puente de Triana.
  • El Guadalquivir donde tiró el amante
  • la rosa aburrida y efímera
  • no es el mismo Guadalquivir
  • que don Juan atravesó una noche
  • buscando a Doña Inés.
  • Ni el que corre detrás de la tortuga
  • que le ha desafiado en el hipódromo.
  • Porque hay un relampaguillo de tiempo fugitivo
  • que cuenta también para la corriente del río
  • y para el paso de la tortuga.
  • A Heráclito por eso
  • le llamaron ‘el Oscuro’.
  • ¿Llamaremos por eso también el Oscuro
  • a Vicente Aleixandre?
  • Todavía Aleixandre, como Heráclito un día,
  • puede apelar a la luz y a la esperanza…
  • «Borrón y cuenta nueva».
  • sino que el borrón ha de tener
  • alma de deslumbramiento.
  • Y esa ‘cuenta nueva’
  • es la que incita al Poeta
  • a contar otra vez las estrellas.

José María Pemán

15 Octubre 1977

PEMÁN 27

Rafael García Serrano

Leer

¡Ay, amacho, que a don José María Pemán le ha dado por ponerse en generación del 27 y no le sale! Que nos engalanó el ABC de ayer viernes con un articulito en prosa pero puesto así como en verso, titulado ‘De Heráclito a Aleixandre’, y se ve que no le va, que lo suyo es lo del ‘Divino impaciente’, y aquello tan tremendo de ‘La Bestia y el Angel’, donde al Consejero Nacional repartía el cielo y el infierno, según fuesen azules o rojos los muertos, como quien da vales para una de sus funciones, o como el acomodador que colocase al espectador no según su entrada, si no de acuerdo con sus preferencias personales.

Resulta ejemplar en Pemán su respeto a la jerarquía poética, y añado que noble y emocionante. El eterno desterrado de aquellas concentraciones líricas purísimas, de los cotos distinguidos y exclusivos, de los apriscos con reserva de inmortalidad que pudiéramos denominar Antologías-Gotha, fue encerrado por los arios de la lira en un ghetto especial para circuncisos del romance cuyas puertas y alambradas se llaman silencio. En mi tiempo universitario, cuando me acerqué con devoción y éxtasis con torpeza y asombro, a los hombres del 27, nadie me pronunció el nombre de Pemán en las aulas, ni siquiera para el desdén o la ironía. Y existen en la obra de Pemán poemas muy hermosos y muy sencillos junto a desbordamientos entre zarzueleros, regionalistas, señoritos y de vicediós, de aquel dios que José Pla no entendía porque se lo pintaban con barbas de Jefe de administración.

La generosidad de Pemán en el mundo literario es tan grande que a veces me obliga a olvidar sus desmanes políticos, tan feos como innecesarios.