28 enero 2010

La compañía era propiedad del Imperio de Mickey Mouse desde 1993

Bob Iger (Disney) cierra Miramax, la marca que fundó Harvey Weinstein, hoy escindido con su propia productora TWC

Hechos

En enero de 2010 Disney anunció la disolución de Miramax Films.

Lecturas

 Weinstein y su hermano fundaron en 2005 The Weinstein Company.

28 Enero 2010

Hoy le decimos adiós a la empresa que nos dio joyas del cine independiente

Vera Anderson

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Hace algún tiempo, dos hermanos judíos y regordetes de Nueva York tuvieron un sueño. Promotores de conciertos pequeños de día, pero apasionados por el cine, Bob y Harvey Weinstein fundaron una pequeña compañía de casa de arte y la nombraron después de sus papás: Miriam y Max. Miramax inicio lento, pero su imagen despegó cuando lanzaron el documental de Erroll Morris, The Thin Blue Line, que resultó en la liberación de un prisionero inocente que estaba condenado a la pena de muerte. El siguiente año, su sorprendente éxito con una pequeña cinta de Sundance titulada Sex, Lies and Videotape los estableció como verdaderos jugadores dentro de Hollywood e inspiró una nueva ola de esperanza entre los directores independientes de todo el mundo. Durante más de 30 años, Miramax ayudó a definir la pop culture; desde Mi pie izquierdo a Perros de reserva, pasando por Pulp Fiction y The Crying Game o El talentoso Señor Ripley y muchas más que me falta enlistar.

Harvey siempre estuvo al frente de Miramax, creando noticias para socios, seduciendo a directores, gastando de más en las campañas de premiaciones. Y en un punto del camino, el negocio cambió, quizá el chutzpah de Harvey ya no era suficiente y los hermanos vendieron la compañía a Disney. Y no fue una sorpresa que no fueran el uno para el otro, así que cuando llegó el inevitable divorcio, los hermanos perdieron la pelea y no pudieron quedarse con su marca, aquél nombre que le había hecho honor a sus padres. Bajo la influencia de Disney, la Miramax –ya sin los Weinstein– lanzó éxitos como La reina y El llanto de la mariposa. Pero finalmente, se decidió cerrar la empresa en su totalidad. Seis filmes ya terminados serán enlatados indefinidamente, víctimas inocentes de esta lucha de poderes y que nada tiene que ver con el arte. Y los Weinstein fundaron The Weinstein Company que este año lanzó Bastardos sin gloria de Quentin Tarantino. Ellos han tratado de recuperar el nombre de Miramax, pero se rumora que Disney les dijo que costaría $1500 millones de dólares.

Y así, en un tiempo donde el cine independiente está luchando por seguir vivo, hoy, la compañía que alguna vez nos inspiró para hacer pequeños filmes a nuestra manera, y que nos hizo creer que habría un lugar para crear y crecer, nos deja. Descanse en paz.