17 septiembre 1986

Ha conseguido que Coalición Popular no ser rompa en el ayuntamiento de Madrid dado que tanto los concejales del PDP como los del PL se han pasado a Alianza Popular

El concejal José María Álvarez del Manzano rompe con el PDP para ser candidato de Alianza Popular a la alcaldía de Madrid

Hechos

El 17 de septiembre de 1986 D. José María Álvarez del Manzano se dio de baja en el PDP y, finalmente el 10 de octubre de 1986 se integró en Alianza Popular

Lecturas

“No tengo la pretensión de pasar a Alianza Popular”, manifestó D. José María Álvarez del Manzano López del Hierro, líder del PDP en el Ayuntamiento de Madrid el 27 de julio de 1986. Pero el 17 de septiembre de 1986 D. José María Álvarez del Manzano se dio de baja en el PDP y, finalmente el 10 de octubre de 1986 se integró en Alianza Popular.

El Sr. Álvarez del Manzano que ya fue número 2 en la lista de UCD a la alcaldía de Madrid en 1979 y número 2 en la lista de Coalición Popular a la alcaldía de Madrid en 1983, será por fin número 1 en las elecciones del 1’ de junio de 1987. A pesar de la ruptura de Coalición Popular el Sr. Álvarez del Manzano a conseguido que los concejales de la derecha en Madrid se hayan mantenido unidos con él como líder de los democristianos, D. Luis Eduardo Cortés Muñoz como líder de los de AP y Dña. Esperanza Aguirre como líder de los del PL.

04 Julio 1986

La Coalición sirve

José María Álvarez del Manzano

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Atravesamos momentos de zozobra en todas las formaciones políticas desfavorecidas en las recientes elecciones generales. La obtención por parte del PSOE de una renovada – aunque más menguada – mayoría absoluta, nos obliga a todos a pensar con calma y seriedad en las consecuencias que para el futuro han de producir la acumulación, por otros cuatro años del poder hegemónico en un partido que, con grave desprestigio y malos modos en la gobernación del país, ha logrado sin embargo mantenerse en el poder.

La necesaria reflexión no debe coincidir con movimientos excesivamente rápidos que pueden llevar a la interpretación de que más que actos reflejos condicionados por unos malos resultados, son cautas acciones en desarrollo de una estrategia previamente meditada.

Viene bien recordar la máxima ignaciana sobre la conducta prudente, ya que en tiempo de turbación no es aconsejable hacer mudanza.

Y han existido, sin duda, tempranas decisiones en varios partidos políticos, entre los que ha logrado una notable cuota de notoriedad el PDP al que yo pertenezco.

Unas declaraciones, a mi entender muy inmediatas al resultado electoral, han sacudido al a opinión pública produciendo a la corta reacciones que, en su conjunto, pueden calificarse de desfavorables. Las malas interpretaciones, debidamente inducidas por los intereses partidistas contrarios, y la falta de explicaciones suficientes han desencadenado sobre nosotros, los demócratacristianos, una fuerte lluvia de duros calificativos.

Soy de la opinión, y así lo hice constar en la sesión del Comité Ejecutivo del PDP, de que en política es esencial saber comunicar bien y con claridad lo que uno quiere, y reflejar lo que la comunidad en donde uno sirve desea; es decir, hablar al pueblo y escucharle.

Hay que reaccionar y hacer todo lo posible para buscar fórmulas que eviten el mantenimiento del Partido Socialista en las esferas del poder, y, entre éstos, creo en la necesidad de hacer más eficaz la fórmula de la coalición.

Me esforcé en UCD por un último movimiento – el llamado entonces regeneracionismo – que intentó, sin éxito alguno, el diálogo que impidiese la catástrofe propia y la victoria socialista. Fiel a ese espíritu, y disuelta UCD, formación en la que me mantuve hasta su final, alenté desde el PDP el espíritu de entendimiento que políticamente se traduce en coalición. He mantenido en el Ayuntamiento de Madrid – con la colaboración de todos los concejales populares – la cohesión de un grupo eficaz como oposición municipal. La Coalición Popular ha mantenido una dosis importante de eficacia y buen hacer. La fórmula de coalición, subordinando los intereses partidistas y personalidas a los generales de los madrileños, ha sido un instrumento útil. Los resultados electorales en Madrid son buena prueba de ello.

Esta experiencia me permite creer en la posibilidad de una coalición – bien coordinada y más flexible – como forma para llegar a la inmediata sustitución del PSOE.

Ya basta de mensajes negativos, de peleas y de malentendidos. Hablemos hasta la saciedad, pero sin amenazarnos unos a otros y sin acudir a remedios esperpénticos que nadie entienda.

Tenemos la obligación de encontrar fórmulas que tranquilicen a nuestros electores. Y suavicen los ánimos, maltrechos, de los millones de españoles que han creído en nuestra alternativa y todavía tienen, aunque debilitadas, las esperanzas puestas en nosotros.

Conmigo que cuenten todos los que, bajo el trabajo unido y superando contrariedades y personalismos, aspiran a conseguir para España una fuerza alternativa al socialismo.

Y si la fórmula de coalición es buena para la política nacional, para la municipal es indiscutible y urgente.

Por eso, nosotros, como los toreros cuando sufren el acoso del toro, tenemos que seguir luchando sin mirarnos la taleguilla como dicen los entendidos.

Yo, con coraje y respeto para mis adversarios políticos, quiero seguir luchando para superarlos. ¿Encontraré una coalición moderna, amplia y ordenada que lo permita?

José María Álvarez del Manzano.

 

Memorias de Estío

Miguel Herrero Rodríguez de Miñón

1993

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El 3 de septiembre de 1986 Fraga me pidió insistentemente que aceptara la candidatura a la alcaldía de Madrid. Le di el día 8 del mismo mes una contestación positiva. (…) “¡Sobre todo que no se entere Osorio!”  Hablé con Rodríguez Sahagún y este con Suárez y ambos confirmaron a Fraga ante mí, en los pasillos del Congreso, que me apoyarían sin reservas caso de ser la candidatura más votada.

Con todos estos datos el 9 de octubre Fraga me comunicó que el candidato sería Álvarez del Manzano. “Será un gran jefe de la oposición municipal” fueron sus palabras. Después me he enterado de que Fraga había comprometido en firme a Álvarez del Manzano desde meses atrás. Pero a mis preguntas sobre la causa de aquella decisión, Fraga me dijo, y repitió a terceros, que Alfonso Osorio había amenazado con un escandaloso portavoz si yo era promovido a la candidatura municipal.