Dimite el Director de CANAL 9, Jesús Sánchez Carrascosa, marido de María Consuelo Reyna (directora de LAS PROVINCIAS)

Una ola de terror sacude ciertos ambientes del País Valenciano. El señor Jesús Sánchez Carrascosa ha presentado la dimisión como director de la televisión autonómica, CANAL 9, y está ahora a disposición del presidente de la comunidad, el señor Zaplana. ¿Qué lugar le tienen reservado? ¿En qué destino público dejará huella imborrable de su paso?

En CANAL 9 era ya inofensivo. En año y medio ha desarrollado a la perfección la tarea que tenía encomendada. Saneó los servicios informativos y en ellos nunca han vuelto a mencionarse los Premis Octubre ni su impulsor, el señor Eliseu Climent; los depuró de personas que podían ser sospechosas de connivencia con los vecinos del norte o con la hidra socialdemócrata; las sustituyó por otras de demostrada fidelidad al valencianismo bien entendido: retiró la lengua de Jaume I de la franja horaria de mayor audiencia y puso en marcha el programa ‘Tómbola’ que en dura competencia con las privadas, tiene hoy el liderazgo español en el disputado campo de la basura televisiva. Con éste y con otros espacios del mismo signo, el señor Sánchez Carrascosa se siente orgulloso de la subida de la audiencia del canal autonómico.

Es lógico que una persona con tantos méritos no quede relegada en el olvido. Los servicios prestados a la causa le hacen merecedor de un alto destino entre los muchos que dispone la Administración autonómica. Tiene, además, un mérito que no hay que olvidar: es el marido de la señora Consuelo Reyna, la fallera mayor de la cruzada contra el imperialismo pancatalanista, de la que es adalid el diario que dirige LAS PROVINCIAS. Desde sus columnas, los lectores quedan advertidos cada día de los peligros que les acechan, tanto los que pueden llegar del norte como los que pueden provenir de los agentes infiltrados, especialmente en la universidad  y en todo el mundo de la cultura. Entre ellos reina ahora la inquietud por el nuevo destino del Sr. Sánchez Carrascosa.

Josep Pernau

Angelitas mías y que penita me dan. Se han quedado huérfanas. ¿Qué va a ser de las sñeoras Gómez y Marcos sin Carrascosa? Resultaban patéticas en su fijación obsesiva. Eran como Hernández y Fernández, los de Tintín. Siempre a dúo. Todo el día hablando de ‘Tómbola’, María Abradelo, de un precioso bulterrier, ‘Babalá’. ¿Y a los parias de la tierra, qué, queridas mías? Que los zurzan ¿no?

María Consuelo Reyna