6 abril 2008

Según Anido, tanto Antonio Burgos, como Anson, Jiménez Losantos, Pedro J. Ramírez, Ussía y Cristina López Schlichting son 'usurpadores del oficio'

El director de la Cadena SER, Daniel Anido, insulta a todos los periodistas de derecha que se pitorrearon de las nuevas ministras

Hechos

El 17 de abril de 2008 el director de la Cadena SER, D. Daniel Anido, escribió un artículo en la web de su emisora criticando a los comentaristas que habían escrito burlas sobre el nuevo Gobierno de Rodríguez Zapatero.

Lecturas

LA BABA EN LA PLUMA

DANIEL ANIDO (cadenaser.com, 17-4-2008)

Cuando fluye la baba y el periodismo se acojona la tiniebla va cubriendo el espacio vacío; un territorio abandonado que ocupan pajilleros, reprimidos, grasientos, puteros, siniestros, cobardes y acomplejados, con nombres y apellidos.

Son de ilustres burgos, ansones, losantos, pejotas, usias y alguna que otra schlichting, pero segregan ese líquido viscoso y corrompido por la comisura de sus parpados, acentuando el asco que desprende su mirada.Tenemos que mirar sus caras, seguir con atención el recorrido; ver como avanza ese residuo pútrido que desciende por los pliegues hasta la boca, como carcome gota a gota su lengua relamida; como la inunda y luego la desborda, para proseguir su camino hasta la mano pegajosa que sostiene la pluma y derramar allí toda su miseria.

Cuando fluye toda esta baba compartida y el periodismo se acojona, estos mirones clandestinos, estos fetichistas de la mugre, se proclaman profetas con derecho de pernada, levantan púlpitos con barrocos tornavoces, apoyan sus falanges en el antepecho, despliegan su abyección más tenebrosa y corrompen el espacio compartido.

Cuando el periodismo se acojona delante de estos usurpadores del oficio, la cloaca extiende su dominio, se adueña de la plaza pública y construye allí su pasatiempo favorito: el juego delictivo del insulto, donde prevalece y se premia la discriminación por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social, como pueden ser la orientación sexual, la fe o falta de ella, la ideología, la gestación, la edad, el nombre o el apellido.

Cuando el periodismo se acojona delante de estos mediocres, que confunden la baba con el intelecto, nuestra profesión pierde el futuro; los ciudadanos, su libertad, y la democracia, el sentido.

El periodismo tiene que hacer frente a la contaminación que desprenden estos exhibicionistas de la baba en la pluma, a la perversión que esconden bajo el necesario paraguas de la libertad de expresión.

Son previsibles. Se plantan delante de sus víctimas y abren con rapidez sus gabardinas, dejando ver su desnudez intelectual. Pero, son cobardes. Si les plantamos cara, mirando fijamente sus despojos orgánicos, señalando con el dedo su minusvalía y mostrando nuestro desprecio con una sonora carcajada, que al tiempo alerte al resto de la ciudadanía, salen corriendo a esconder sus complejos y sus colgajos… en el fango.

(A ellas, que sufren estos días el maltrato de quienes quieren robarnos el oficio: disculpas.)

Daniel Anido

VITORIA PREGO (EL MUNDO) REPROCHARÍA EN TVE A ANABEL DÍAZ (PRISA) LOS INSULTOS DE SU ‘COMPAÑERO’ ANIDO PARA DEFENDER A JIMÉNEZ LOSANTOS

El Análisis

OJO POR OJO, REBUZNO POR REBUZNO

JF Lamata

El nuevo Gobierno del Sr. Rodríguez Zapatero había sido recibida con un diluvio de bromas burlonas del nutrido grupo de talentosos bufones que componen la Jauría de la Anti-Izquierda. El director de la Cadena SER y directivo del Grupo PRISA, D. Daniel Anido quiso surgir como caballero andante en defensa de las princesas ultrajadas, en este caso las ministras del Gobierno socialista (¿Me habrá sonado ‘machista’ eso de ‘princesas’?). Básicamente el Sr. Anido repitió en su artículo lo mismo que ya había dicho el día de la sentencia del 11-M desde la emisora de PRISA, que le daba vergüenza sentirse de la misma profesión que los bufones de la Jauría.  A parte de que en una profesión tan embarrada parece complicado actuar en nombre del periodismo dictaminando quién es más periodista y quien es menos, es que es ridículo criticar los insultos insultando.

Por otro lado, si se trata de fomentar la igualdad. ¿Por qué al Sr. Anido le indignaban más las burlas a las ministras, que las burlas a los ministros?

J. F. Lamata