3 marzo 1991

Su última nota en la revista fue de disculpa

El director de la revista TRIBUNA, Julián Lago, despide como columnista a Carlos Boyero por insultar a José Luis Moreno

Hechos

D. Carlos Boyero fue columnista de la revista TRIBUNA desde el 22 de enero de 1990 al 4 de marzo de 1991.

Lecturas

Después de publicar una columna de opinión Carlos Sánchez Boyero cargada de insultos contra José Luis Rodríguez Moreno por su labor como presentador de televisión, el Director de Tribuna Julián Timoteo Lago San José opta por prescindir de su colaboración después de publicar una carta de disculpa de este el 11 de marzo de 1991.

El artículo de D. Carlos Boyero contra D. José Luis Moreno:

LA CULEBRA DEL AGUA

Es un bicho esencialmente repulsivo, decididamente inútil, viscosamente blando, gelatinoso. La objetividad nos obliga a reconocer que está dotado para la natación, en que destaca por sus movimientos ondulantes y por oscilar continuamente su cabeza, como si no cesara de buscar algo inalcanzable.

Se defiende con métodos bastante heterodoxos, pero también lógicos si tenemos en cuenta su naturaleza. Emitiendo una hedionda secreción por vía anal, atacando por la boca cerrada (puro alarde), o simulando que está muerto, para reaparecer en circunstancias favorables. Come de todo: sapos, lombrices, e incluso abejas despistadas. Su piel no es apreciable ni en la fabricación de bolsos y zapatos. A pesar de su aspecto inofensivo, siempre hay que desconfiar de una culebra, aunque se de agua.

José Luis Moreno alimenta intermitentemente mis pesadillas televisivas. Es un problema de piel, de tono de voz, de gestualidad, de incompatibilidad biológica. Este tipo de sonrisa impostada, pregonero de halagos y principios vitales incurablemente horteras, posee varios dobles para desarrollar su esquizofrenia. El más popular de sus egos se llama Rockefeller, cuervo soez y pragmático, espejo carismático de añorantes del fascismo, peligrosamente machista a pesar de la suavidad de su dueño, portavoz inocuo de manifiestos intelectuales expresados con ‘el problema de este país lo arreglaba yo en dos días’ y tufos de estilo similar. Este ventrílocuo cursi, especializado en promociones de artistas que deben pagar unos intereses desorbitados, tiene mucho éxito entre el pueblo llano y entre lo que siguen creyendo en la necesidad de una fuerza nueva y redentora. Lagarto, lagarto.

Carlos Boyero

El 11 de marzo la revista TRIBUNA publicaba el último artículo de D. Carlos Boyero: Una disculpa.

ACLARACIÓN DE CARLOS BOYERO.

Dese constatar mi profundo respeto hacia José Luis Moreno, cuya actividad pública he criticado en mi columna (El zoo). Cuando escribo, ofrezco mi punto de vista – subjetivo y personal – sobre el trabajo público del profesional, nunca de la persona. Reivindico mi derecho a no coincidir con los gustos de los lectores, los espectadores, o los responsables de los medios en los que vierto mis opiniones.

Pido disculpas a José Luis Moreno por mi columna ‘La culebra del agua’, publicada hace varios meses en esta revista. En cualquier caso, el paralelismo entre algunas de las características de ese ejemplar de la zoología y la actividad profesional del famoso showman y ventrílocuo pretendía tan sólo una especulación humorística. Que ese humor fuera agresivo responde a las características de mi estilo crítico y literario.

Carlos Boyero