1 abril 1991

El periódico DIARIO DE BURGOS cumple 100 años de historia con un nuevo propietario: el constructor Antonio Miguel Méndez Pozo

Hechos

El 1.04.1991 el periódico DIARIO DE BURGOS celebró sus 100 años de existencia.

Lecturas

MenciaAlbarello El cambio de propiedad no ha tenido repercusiones de cara a los lectores, dado que D.  Vicente Ruiz de Mencía seguirá siendo director de EL DIARIO DE BURGOS y D. Ángel León Albarellos (de la familia fundadora del periódico) seguirá ocupando la presidencia del Consejo de Administración.

EsteAnDB Los dos principales directores de periódicos de España, el de EL PAÍS, D. Joaquín Estefanía y del ABC, D. Luis María Anson, publicaron artículos de felicitación de 100 años del DIARIO DE BURGOS.

01 Abril 1991

Todos ganamos

Joaquín Estefanía

Director de EL PAÍS

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No es baladí en estos tiempos de tantas mutaciones, que un medio de comunicación cumpla 100 años. Edad que impresiona aún más si se contempla desde un adolescente casi imberbe, valga la metáfora, como es EL PAÍS, con apenas 15 años de historia. Cuando un periódico se mantiene durante miles y miles de números todos salimos ganando. En primer lugar, la sociedad entera, que encuentra un organismo intermedio en el que contrastarse, medirse, mirarse. Esto es especialmente importante en España, donde la ausencia de este tipo de instrumentos sólidos es dramático; si hubiera que poner un pero a la historia de la transición de un régimen autoritario a otro de libertades, éste sería precisamente – ¡de nuevo! – el de la España invertebrada: se han conseguido muchas cosas en los últimos años, pero entre las ausencias está de organismos que cohesionen al os ciudadanos. Un medio de comunicación de solera y madurez, como el DIARIO DE BURGOS, lo es.

En segundo lugar ganan sus lectores, que ven como día a día se enriquecen sus posibilidades de informarse. No es necesario insistir más en que informarse es, en definitiva, formarse para la vida. Además, cuanto más medios de comunicación existan con un tendencia a ser independientes, plurales ideológicamente y tolerantes con la competencia, más se avanza en la consecución de una España europea, meta hacia la que caminamos. Por último, ganamos los profesionales del periodismo que tendremos más lugares donde trabajar limpiamente, más lugares donde trabajar limpiamente, más sitios donde aprender nuestro oficio que, en definitiva, consiste en ofrecer lo que sucede con la mayor objetividad posible.

Por todo ello saludo el centenario de EL DIARIO DE BURGOS, un periódico con el que muchas veces, al leerlo, he coincidido, y con el que muchas veces, al leerlo, he coincidido, y con el que otras he disentido. En todos los casos he obtenido un contraste y, por tanto, una opinión más plural de las cosas. Esto es la libertad.

Joaquín Estefanía

01 Abril 1991

Cien años

Luis María Anson

Director de ABC

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DIARIO DE BURGOS es algo más que un periódico. Es una institución con raíces profundas en el alma colectiva de unas gentes que aman el buen sentido y la moderación. Por eso DIARIO DE BURGOS pertenece más a sus lectores que a sus propietarios. Son aquellos los que lo conforman y éstos los que, a lo largo de cien años han sabido adaptarlo al alma del pueblo que lo engrandeció.

El éxito periodístico es un misterio en el que apenas se penetra después de largos años de profesión. A veces, en las claras madrugadas, cuando la sangre de la noticia calienta las venas, aciértase a levantar una punta del velo que envuelve ese misterio y entonces se comprende que un periódico libre es como el sexto sentimiento de los pueblos.

Entre los tejidos de un país discurren siempre corrientes hondas e ignoradas que buscan aflorar en libertad. Cuando encuentran el cauce de un periódico independiente se derraman gozosas por él y lo transforman en la voz profunda del pueblo. En voz serena e insobornable.

Los periódicos son los segunderos de la Historia. DIARIO DE BURGOS ha latido con el corazón de Castilla, minuto a minuto, durante cien años. Ha sido a la vez facultad de periodismo y escuela de ciudadanía. Tuvo la inteligencia y de apartarse en seguida de la política de su partido y de las banderías excluyentes. Supo escuchar a tiempo las voces todas del progreso y también el aullido de los mastines de la justicia social. Y se hizo eco de cuanto estaba en vanguardia. Como no fue de nadie, pudo pertenecer a todo.

Y un diario de todos, efectivamente, ha sido y es DIARIO DE BURGOS. Desde su aparición en 1891 vino a poner moderación y serenidad en el periodismo castellano. Resulta ahora casi increíble la acritud y la agresividad de los informadores en aquello años bisagra del siglo XIX al XX. El periodismo era, con pocas excepciones, pura invectiva en toda España. Las procacidades contra la Reina Regente o contra la religión se hacían frecuentes. La Prensa de derechas se despachaba también a gusto. Un diario titulaba así en primera: “Una cosa nunca vista: ayer conoció a su padre un radical socialista”.

DIARIO DE BURGOS  ha sido espectador del devenir histórico de todo un siglo.

Por sus platinas pasaron las glorias y miserias de la condición humana. Desde su redacción se contempla, desde hace cien años, cómo se cadaverizan los políticos, cómo se agostan los artistas, cómo quiebran los ídolos del deporte. El diario registra todos los hechos. Envía luego a los caídos al desván de la Historia. Y permanece en vanguardia de actualidad. Esta es su grandeza. Esta, su servidumbre. Porque la información lo devora todo.

El tiempo nuevo acelera con velocidades de vértigo. DIARIO DE BURGOS puede mirar hacia atrás sin ira. Cien años de éxito le contemplan. Pero deberá mantener la mente en el futuro si no quiere convertirse en estatua de sal. Lleva un siglo palpitando con la actualidad. Esa constante es la razón de su triunfo. En periodismo no se puede sentir nostalgia por un tiempo que se hace irremediablemente viejo. Un periódico debe adaptarse siempre al mundo que va a llegar y no aferrarse al que se va. Es la antigua ciencia del reino y el poder.

Luis María Anson