2 febrero 1991

Carnicero abandona su cargo de director adjunto de la revista CAMBIO16 para pasarse a la competencia

El Grupo Zeta nombra a Carlos Carnicero nuevo director de la revista PANORAMA en sustitución de Carlos E. Rodríguez

Hechos

El 2.2.1991 se hizo público el nombramiento de D. Carlos Carnicero como director de la revista PANORAMA reemplazando a D. Carlos E. Rodríguez, que pasaba a ser director de LA GACETA DE LOS NEGOCIOS.

Lecturas

El Grupo Zeta de Antonio Asensio Pizarro traslada a Carlos Emilio Rodríguez López (Carlos E. Rodríguez) del puesto de Director de Panorama a Director del periódico La Gaceta de los Negocios. El nuevo Director de Panorama será el periodista progresista Carlos Carnicero Giménez de Azcárate. La etapa de Carlos Emilio Rodríguez López como Director de La Gaceta de los Negocios se caracterizará por un posicionamiento editorial favorable al presidente del Banco Banesto, Mario Conde Conde, llegando a publicar que el banquero era ‘el personaje público mejor valorado por los españoles’ (06-07-1992) en un año en el que el Banco Banesto pasará a ser accionista del Grupo Zeta.

04 Febrero 1991

Trabajamos en equipo

Carlos E. Rodríguez

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Cuarenta y tres números. Cuarenta y tres semanas, desde que el pasado 2 de abril me hice cargo de la dirección de PANORAMA, con un nuevo esquema de contenidos y un diseño gráfico en evolución que se completó prácticamente hace dos semanas con el cambio de formato.

El modelo PANORAMA tiene ahora perfiles nítidos que no son otros que los que nuestro editor, Antonio Asensio, quiso que tuviera cuando sacó la revista a los quioscos, pronto hará cuatro años: el típico magazine europeo, un semanario gráfico de información general, con temas variados, distraídos y decentes para toda la familia, una revista de reportajes y protagonistas, sin otra alineación política que la moderación y los intereses generales y socialmente ilusionada con la vigorosa España europea de la recta final del siglo.

Como cualquier medio informativo, una revista es, sobre todo, un equipo. Dos excelentes e incansables periodistas han sido mis colaboradores más estrechos durante estos diez meses: Curri Valenzuela, que hace pocas semanas nos abandonó por la política, para irse al consejo de administración de RTVE, y Ángel A. Vico. No es cuestión de entrar en elogios, pero sí de subrayar que ambos son los verdaderos autores del nuevo PANORAMA.

No voy a hacer otras referencias personales, porque tendría que relacionar todo el staff que aparece en la columna, a la izquierda. Me voy con una sensación de desgarro personal, porque este semanario, como es ahora, me gusta; pero, sobre todo por separarme de su Redacción. Todos ellos han puesto tal cariño en PANORAMA y me han ayudado con tanto esfuerzo y lealtad, que me resulta difícil imaginar una Redacción más visible.

Cariño y fe en la revista que también han demostrado compartir el director gerente, José Luis García, y el director de publicidad, Nemesio Urías.

Con tan buenos compañeros y amigos, y con los refuerzos que habrán de incorporarse en lo sucesivo, PANORAMA tiene un largo y prometedor futuro, al que creo haber contribuido en la modesta medida de mi capacidad y esfuerzo profesional. Para el mismo modelo de PANORAMA llega ahora un nuevo director, mi buen amigo Carlos Carnicero, quien muy rápidamente habrá de mejorar la revista con su impronta y brillantez bien conocidas.

El Grupo Zeta me ha tentado con un desafío profesional al que no podía negarme y que, curiosamente, parecía yo intuir en mi primer artículo al llegar a PANORAMA, en el que analicé en términos de política económica la nueva situación española.

Un Grupo como Zeta – líder en nuestro país en el ámbito de la comunicación escrita y que no ha abandonado, como pronto se verá, su vocación multimedia – debe fortalecer su presencia en la prensa económica, donde ya cuenta con el diario LA GACETA DE LOS NEGOCIOS y el semanario DINERO. Por las venas y las arterias de la actividad económica circula el atractivo e inquietante flujo de poder e influencia de las sociedades modernas.

Desde la próxima semana trabajaré para consolidar y expandir las publicaciones económicas del Grupo. Estoy seguro de que, al hacerme cargo de ellas, voy a encontrar equipos profesionales tan competentes e ilusionado como el que dejo en PANORAMA.

Sin embargo, y pese a la satisfacción profesional por la confianza que el Grupo Zeta pone en mi persona, creo que es legítimo que, en este momento, me embargue la tristeza. Porque lo importante en la vida del hombre son los afectos y los amigos, como los que aquí quedan, en PANORAMA.

Por lo demás, el nuevo PANORAMA debe su éxito a la elección activa de sus lectores en los puntos de venta. En ustedes pensamos, cada semana, al hacer la revista. Su fidelidad es nuestro mejor activo. También entre los lectores de PANORAMA confío haber ganado algunos amigos.

Hasta siempre.

11 Febrero 1991

De nuevo en casa

Carlos Carnicero

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A estas alturas de mi vida, no soy un entusiasta de las declaraciones de principios. Para decirlo sin que de lugar al equívoco de que alguien pueda considerarme un cínico, aclararé que, al menos, no creo en la eficacia de las grandes palabras como expresión de importantes compromisos. La retórica de las promesas me lleva irremisiblemente a acordarme de la campañas electorales. Y lo que menos me gustaría del mundo es que alguien de los que puedan tener la amabilidad de leer estas líneas me pueda confundir con un político.

Me hago cargo, en este número, de la dirección de PANORAMA, en un momento apasionante de la historia de este siglo. No ha terminado de caer todavía el muro de Berlín y nos vemos envueltos en la más sofisticada y espectacular guerra, que puede llegar a ser, a lo peor, la más terrible de cuantas ha padecido la humanidad. Con los ojos y los oídos puestos en el Magreb y en la estepa rusa, el apasionante oficio de informador puede que esté en su mejor momento. A pesar de que en España el Gobierno no comenté casi nada, para garantizar nuestra seguridad – qué amabilidad e inteligencia las suyas, como sabían lo que le podía pasar a mister Major por bocazas, por hablar demasiado en el viejo Parlamento británico – a pesar de que la comunicación entre Felipe González y la sociedad no sea como en las democracias modernas utilizando el Parlamento y las sesiones abiertos con todos los medios de comunicación. El sabrá por qué elige siempre a los mismos interlocutores en sus farragosas comunicaciones con la ciudadanía. Pero, de momento, podemos prescindir de tan valiosas aportaciones porque en lo que sí creemos – ¡vaya por Dios, al fin una proclama! – es en que la información interesante tiene que ser, además, divertida. Y en eso, este año que va a ganar la Liga el Barcelona contra la doctrina oficial, parece que esta garantizado todo menos la rutina.

He tenido la suerte de aterrizar en una Redacción llena de profesionales, y eso, en la España de los socavones y de las autovías a medio hacer, no tiene precio. Estamos aquí, en PANORAMA, en el empeño de crecer y hacernos más fuertes. Convencidos además de que Carlos E. Rodríguez ha dejado el rumbo marcado con acierto. Se trata ahora de perseverar, que no es lo más fácil y no dejamos llevar por la locura de dar una vuelta de rosca a la información para ganar unas docenas de lectores una semana, que pudieran salir espantados. En eso, ahora que se repone Carros de fuego, nosotros somos unos corredores de fondo, aunque tampoco vayamos a renunciar al esprint de la noticia.

A partir de ahora quienes hacemos PANORAMA no aspiramos a otra cosa que a estar juntos toda las semanas. Nos gustaría que, más allá de conseguir lectores, lo nuestro fuera una captación de cómplices, de conjurados en la bella aventura de contar las cosas que pasan, con la amabilidad que nos permitan los acontecimientos y la perversión intelectual de quien aspira a que lectores y anunciantes se diviertan con nosotros. Para dramas ya estamos servidos.

Siempre he creído en una determinada soledad del lector ante el quiosco de prensa. Ante tantas cabeceras llenas de reclamos multicolores se me antoja – salvando, claro, la distancia y con la venía de esta licencia – que hay algo de obsceno en unas insinuaciones que busca la excitación del lector para captarlo y lo que ocurre es que muchas veces sale trasquilado. A combatir esa soledad aspiramos: a hacer más calidad, sosegada y apasionante la noble tarea del periodismo, la de informar.

Por último, me gustaría decir que he vuelto a casa. En las entrañas de Grupo Zeta se desarrolló lo malo y lo bueno que pueda haber en este modesto periodista. Lo único negativo de este regreso ha sido constatar que todos tenemos alguna cana más, en mi primera visita a mis antiguos compañeros de TIEMPO. Pero tampoco ha pasado tanto desde que me fui y, para ser amable – y. por qué no, sincero – tengo que decir que he encontrado a Antonio Asensio, a José Luis Erviti y a Enrique Arias en tan plena forma como los dejé. Tal vez un poco atrevidos – creo que esa es la palabra – al haberse fiado de mí y poner en mis manos una joya como sin duda coincidiremos todos en que es PANORAMA. Ahora me toca a mi demostrar que, con ser valientes, los rectores de esta casa siguen cuerdos.