26 noviembre 1966

El Congreso Cinematográfico Hispanoamericano solicita a las autoridades franquistas ir reduciendo paulativamente el doblaje para acabar con la inercia adquirida por el público español acostumbrado a ver todas las películas extranjeras dobladas al castellano por la orden gubernamental

El Director General de Cinematografía, José María García Escudero. reconoce públicamente que el doblaje es dañino para el cine español

Hechos

En noviembre de 1966 se hicieron públicas las conclusiones del Congreso Cinematográfico Hispanoamericano acerca del doblaje.

Lecturas

En noviembre de 1966 se hicieron públicas las conclusiones del Congreso Cinematográfico Hispanoamericano acerca del doblaje. Sobre las mismas el Director General de Cinematografía y Teatro, D. José María García Escudero, dio las siguientes conclusiones a la prensa:

Hechos consumados:

«La implantación del doblaje de películas en España fue dañino para el desarrollo del cine español y supuso, desde el punto de vista artístico, una deformación de la obra original. Pero el doblaje es hoy un hecho consumado: ha creado intereses y la costumbre del público. Prueba de ello es que sin ser obligatorio y, aún más, siendo gravoso para los distribuidores que tienen que pagar por el doblaje cánones importantes, sin embargo, apenas se explotan las películas en versión original subtitulada porque los intentos han sido decepcionantes».

«Hay que reconocer también que por inercia, los industriales del cine tampoco han hecho demasiado para ir acostumbrando al público a las versiones subtituladas».

El Análisis

LA VENTAJA DEL IDIOMA

JF Lamata

Lo que decía García Escudero en 1966 es lo que dirían en años posteriores figuras como D. José Luis López Vázquez, D. Juan Echanove o D. Eduardo Noriega. Que el cine internacional doblado es una  competencia desleal con el cine español. «Sólo la lengua está a favor de las películas nacionales» dijo Luis Calvo en 1950. Ciertamente, el doblaje abre las películas extranjeras al pueblo llano que no sabe idioma y quiere ver películas con comodidad. Y los diálogos del doblaje se entienden que da gusto, con una dicción irrealmente perfecta que no se da ni en las películas de cine español.

Tampoco parece comprensible el sector ‘endiosado’ de los actores de doblaje que vienen a decir que las películas internacionales se ven ‘gracias a ellos’. «¡Somos nosotros!», «Gracias a nosotros» ha dicho alguno en uno esos reportajes de auto-loa que salen cada tanto. Pues, no, miren ustedes, es gracias al idioma. No tanto a que lo haga usted o cualquiera de sus colegas del gremio que haga mínimamente bien su trabajo.

Pero volvamos a los del cine español y su discutible intento de cargar sobre el doblaje la responsabilidad de su fracaso: ¿Sin el doblaje hubiera ido menos gente al cine a ver pelis yankis? Sin duda. Pero… ¿Sin doblaje hubiera habido más gente viendo más cine español? Nunca se sabrá, pero se puede comparar los datos de España con los de la vecina Portugal, donde no hay doblaje… ¿cuál es el porcentaje de gente que ha ido al cine a ver películas portuguesas? Los datos no parecen favorables a los detractores del doblaje.

Federico García & J. F. Lamata