7 junio 2001

Gracias a una colecta de su familia pudieron pagar a un buen abogado que invirtió el resultado del juicio

El español Joaquín José Martínez es absuelto de asesinato después de pasar dos años en el corredor de la muerte

Hechos

El 6.06.2001 la justicia norteamericana absolvió a D. Joaquín José Martínez del cargo de asesinato por el que había sido condenado en un proceso anterior.

Lecturas

ENTREVISTAS PAGADAS A JOSÉ JOAQUÍN CON SARDÀ (TELECINCO) Y ANA ROSA (ANTENA 3)

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¿INGRATITUD HACIA NIEVES HERRERO (RNE)?

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07 Junio 2001

El segundo nacimiento de J. J. Martínez

EL PAÍS (Director: Jesús Ceberio)

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Menos de tres horas de deliberaciones necesitó ayer un jurado de Tampa (Florida) para dictar un veredicto de no culpabilidad en el juicio seguido contra el español José Joaquín Martínez por un doble asesinato que le había costado una condena a muerte en una vista anterior. Puede decirse sin eufemismo que Martínez ha nacido otra vez y que debe esa segunda vida, fundamentalmente, a sus padres, que no se rindieron a la fatalidad y removieron cielo y tierra para encontrar el dinero (unos cien millones de pesetas) necesario para contratar a un abogado solvente que intentase primero revocar la pena capital y luego obtener un veredicto de no culpabilidad.

Además de la actuación del abogado ha resultado decisiva la intervención de Amnistía Internacional y la movilización del Parlamento español, algo que seguramente ha sorprendido en Florida, donde las condenas a muerte suscitan una emoción más bien escasa. El segundo juicio ha permitido al abogado poner de manifiesto la insolvencia de las pruebas materiales y atribuir a motivos psicológicos -celos, despecho- los testimonios acusatorios, en particular el de la ex esposa del acusado, que fue quien lo denunció. Un hispano denunciado por su propia esposa les pareció a los policías que investigaban el doble crimen evidencia suficiente para abandonar otras líneas de investigación. Pero a la larga ha resultado que las irregularidades de la investigación que precedió al primer juicio y del juicio mismo han favorecido al acusado.

Se sabía por las estadísticas que el 7% de los condenados a muerte en Estados Unidos es inocente. Pero la revocación de la pena capital contra Martínez y la celebración de un nuevo juicio han permitido a los españoles asistir en directo a las singularidades de la justicia norteamericana, en la que las garantías de los procesados guardan una relación directa con el dinero que cuesta un buen abogado. Lo extraordinario del caso desde la perspectiva española es que lo que se inició como oposición de principio a la pena de muerte se convirtió, a la vista de las irregularidades y la falta de garantías, en convicción de la no culpabilidad de Martínez cuando el fiscal sustituyó la petición de pena capital por la de cadena perpetua. Ninguna de las pruebas presentadas por el fiscal tenía fuerza probatoria suficiente, al menos según los baremos europeos y según el veredicto de ayer.

Resulta escandaloso que en una democracia en tantos aspectos avanzada como la de EE UU se pueda condenar a una persona a la pena de muerte sin que existan puebas genéticas de ADN, rastros de sangre, huellas dactilares, etcétera, que la vinculen directamente con el crimen que se le imputa. Pero en EE UU eso es posible en una proporción estimable, y el abogado de Martínez ha tenido la excepcional oportunidad de poder demostrarlo. Al no existir el menor rastro de prueba material y directa de su participación en el doble crimen que se le imputaba, la no culpabilidad de Martínez, la absolución, era obligada.

17 Junio 2002

Se libró de la inyección, pero no de Sardá

Gustavo Pérez Puig

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Hay una frase extendía en los Estados Unidos que dice que la pena capital depende del capital del condenado. El caso de Joaquín José Martínez ha hecho buena, una vez más, la frase. Si el tesón de sus padres y la solidaridad de tanta gente que ha permitido la contratación de un abogado extraordinario cuya minuta, sea la que sea no es nada comparada con la salvación de una vida, esto no hubiera sido posible. El corredor seguirá allí, pero no él no. El hecho ha supuesto una auténtica conmoción en España y supongo que en el mundo entero y ha puesto de manifiesto, una vez más, que si la pena de muerte es un disparate, aplicarla basándose en pruebas manipuladas y en testimonios falsos es ya algo delirante. En menor escala, afortunadamente, en España se abolió hace años la pena capital, nuestra justicia tampoco es manca…

Pero yo no quería hablar de esto nada más que como preámbulo. La noticia ha sido hermosa para el interesado y para todos nosotros y patética para la Justicia Norteamericana; pero convertir la noticia en show es algo triste y que secuestra la información. ANTENA 3 y TELECINCO en sus programas ‘Sabor a Ti’ de Ana Rosa Quintana y ‘Crónicas Marcianas’ de Javier Sardá mediante el pago de unas pesetas, las que sean, han ofrecido a sus espectadores entrevistas exclusivas con Joaquín José para que explicara su sufrimiento, su angustia, su inquietud y su espanto alargado durante más de tres años. Me parece inhumano meter el dedo en la llaga de alguien que ha padecido ese tormento y que lógicamente acepta la tortura porque necesita el dinero, pero no parece noble ni de recibo buscar audiencia al precio que sea sin respetar la intimidad y convertir algo tan serio como es la vida en un show. La noticia ya la sabíamos y nos alegró a todos, pero de ahí a regodearse y estrujar el limón hasta la última gota hay una distancia que no se debe recorrer jamás y mucho menos por dos profesionales impecables y triunfadores como son Ana Rosa Quintana y Javier Sardá. Las emisoras están tristes. ¿Qué tendrán las emisoras? (que diría Ruben Dario), pero la verdad es que ANTENA 3 y TELECINCO deben hacer una información más seria, en todos los terrenos aunque pierdan audiencia que a lo mejor la ganan y no convertir las ondas en un circo siniestro.

Gustavo Pérez Puig