15 julio 1991

El ex ministro franquista Sánchez Bella, defiende el cierre del Diario MADRID desde ‘La Clave’ de ANTENA 3 TV: «Volvería a cerrarlo»

Hechos

El 12.07.1991 el programa ‘La Clave’ de ANTENA 3 TV emitió un coloquio sobre el cierre del periódico Diario MADRID en el que participó el ex ministro D. Alfredo Sánchez Bella.

15 Julio 1991

Perros de prensa

Ignacio Fontes

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El impecable programa de José Luis Balbín, La clave, nos indigestó los sentidos con la presencia anacrónica y brutal del que fue ministro de Información en la dictadura, Sánchez Bella, el ejecutor del cierre del diario MADRID. La aparición vociferaba contra la democracia y amenazaba: «Lo haría una y mil veces». Esta tropa, ¿se dará cuenta de que coinciden? Si se dan cuenta, ¿les importará? Si no les importa, ¿se harán amigos? Si se hacen amigos, ¿redactarán juntos otra ley de Prensa? Si la redactan, ¿tendrán en cuenta la Constitución y que una prensa libre protege a los ciudadanos de todos los abusos, incluidos los de los periodistas? Y los que no lo tengan en cuenta, ¿aplicarán la justicia por su mano? La solución, en el próximo capítulo de este enredo

15 Julio 1991

Basura

Carlos Boyero

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Preveía una notable acumulación de basura en la forma y en el fondo de Las noches de tal y tal, pero mi imaginación ha vuelto a demostrarme sus límites sus carencias. Este engendro supera el universo mas cutre de la subcultura, y ofende aI patético nivel mental de la legión de analfabetos a los que va dirigido. Supongo que sus responsables han realizado estudios de mercado antes de emitirlo, pero si sus conclusiones han llegado a la certidumbre de que esto es lo que demanda la sensibilidad populachera, ningún líder político tendrá la indecencia de afirmar que el progreso y la europeización se han adueñado de aquella España ande y libre que se inventó un asesino sistemático. En el último debate de La Clave, aquel notable mamporrero del fascismo puro y duro llamado Sanchez Bella, afirmaba consecuentemente, sin rastros de estar sufriendo un «delirium tremens», que «para democracia, la que vivimos con Franco» y «volvería a cerrar una mil veces el Diario MADRID». La pringosa resurrección pública de este fulano y sus nada dementes convicciones ideológicas, provocarían más de un escalofrío en los que creían que los mamuts de la España negra reposaban definitivamente en los cementerios. Su presencia reavivaría viejos y nauseabundos olores, incluidos el de la televisión franquista y su idea de los espectáculos populares. Esa incómoda sensación de retroceso al pasado, he vuelto a sentirla observando la glorificación «giliana» que nos propone Tele 5. Los rutinarios culos y tetas de unas muñecas mecánicas con guiño y sonrisa implantada, comicastros infames y la principal representante de la estética y el mensaje «cristaliano», arropan la grotesca presencia del peligroso especulador, político garbancero, demagogo de cloaca y lamentable personaje público Jesus Gil. Este tipo, al que Valerio Lazarov adjudica una sabiduría ancestral para orientar los interrogantes de la plebe con sus juicios sobre lo divino y lo humano, responde a las trascencentes cuestiones que le plantean algunos elegidos. Respecto a los desnudos en Interviú de Marta Sánchez, Gil opina «a mí me satisface, porque si no fuera por Interviú nunca sabría como es el conejo de Marta, y en vez de ir de cacería y de campo, y por ahí, siempre es más agradable ver el conejo de Marta». Si Gil hubiera nacido mujer «sería tan fácil de que me llevaran al huerto, porque no sabría negarme a cualquier hombre que tuviera apetito sexual y que tuviera necesidad». Mi responsabilidad de crítico no incluye analizar semanalmente las variaciones fecales. Prometo ignorar las sucesivas emisiones de estas indescriptibles y vergonzosas «Noches».

08 Junio 1981

SÁNCHEZ BELLA Y EL DIARIO MADRID

Alfredo Sánchez Bella

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En el artículo del señor Álvaro López Alonso que apareció en la página 5 el pasado lunes se dice que hace trece años el Ministerio de Información y Turismo regido por don Alfredo Sánchez-Bella, dictaba expediente sancionador y ordenaba el cierre del periódico MADRID durante cuatro meses.

Por aquellas fechas yo me encontraba ocupando la Embajada de España en Roma. Mal podría suspender desde allí ningún periódico. No tuve en tal hecho la menor intervención.

Aparte esa capital inexactitud, casi todo cuanto sobre este tema se menciona tiene escaso parecido con la verdad.

Es cierto que más de dos años después, por causas totalmente ajenas al artículo sobre el general De Gaulle, que se reproduce, por problema exclusivamente jurídicos, ajenos a cualquier cuestión política, después de cuatro meses, en que se agotaron los cauces para tratar de resolver legalmente la cuestión sin recurrir al cierre, el diario MADRID hubo de ser suspendido por haber vulnerado sustancialmente y en forma expresa la ley de Prensa entonces vigente. Todo cuanto sobre ese asunto desde entonces se ha dicho en la prensa no es cierto, porque sistemáticamente ha pretendido desconocerse la razón principal y única de aquella decisión.

Cumplir y hacer cumplir la ley es el primer deber de cualquier gobernante. Y ahora, como entonces, siempre he deseado mantenerme inexcusablemente fiel a esa obligación. Sin el cumplimiento de esa obligación las sociedades no pueden pervivir, porque acaba por imponerse la ley de la selva.

Se dice que ahora solicitan indemnización por el perjuicio causado. Es también algo que no entiendo: el periódico, en el momento del cierre, estaba sufriendo considerables pérdidas, según reconocían sus propios propietarios. No existe ningún ‘lucro cesante’ que indemnizar. En este caso debería ser el contrario.

Posteriormente, la empresa procedió a la liquidación del taller y al a destrucción del edificio, del cual surgió un hermoso solar de cuya venta alguien resultó beneficiado. Que luego ese dinero no se empleara en liquidar deudas pendientes o en otorgar gratificaciones a los damnificados por la empresa son problemas que sólo a ella conciernen. ¿Por qué remover una campaña carente de sentido? ¿O vamos a tener que recordar las verdaderas causas de aquel conflicto? El Ministerio, en estrecho contacto con el entonces presidente de la Asociación de la Prensa, hizo el máximo esfuerzo – incluso ofreciendo subvenciones a fondo perdido – para que el periódico fuera mantenido, a fin de que la estabilidad en el empleo de los periodistas y personal de talleres no sufriera menoscabo: pero esto tampoco pudo lograrse, porque algunos de los que ahora protestan hicieron lo imposible por impedirlo. Existe clara y reiterada constancia de ellos. Y abrumadores testimonios.

Alfredo Sánchez-Bella