21 agosto 1975

La Audiencia Provincial de Madrid condenaría al periodista a pagar una multa de 25.000 pesetas y a indemnizar con 50.000 pesetas al presidente de la Confederación Nacional de Combatientes

El franquista José Antonio Girón demanda al periodista Miguel Ángel Aguilar (revista POSIBLE) por achacarle negocios en la Costa del Sol

Hechos

En agosto de 1975 se publicó el artículo ‘Urbaniza que algo queda’ de D. Miguel Ángel Aguilar sobre D. José Antonio Girón de Velasco.

Lecturas

La revista Posible de Alfonso Sobrado Palomares publica dos artículos de Miguel Ángel Aguilar Tremoya contra José Antonio Girón de Velasco, Vicepresidente del Consejo de Administración de DYRSA, editora de El Alcázar, sobre presuntos negocios inmobiliarios en Marbella irregulares. Girón de Velasco demandará a Aguilar Tremoya que será condenado por el Tribunal Supremo a pagar una indemnización al aludido, pero esta condena no se hará efectivo por ser beneficiado Aguilar Tremoya por la Ley de Amnistía.

posible_giron La revista POSIBLE, dirigida por D. Alfonso S. Palomares, dedicó varias ediciones a hablar de los negocios del franquista D. José Antonio Girón de Velasco.

— El artículo que motivó el pleito –

Réplica de Girón:

Jamás compré  ni un solo metro cuadrado de terreno a Ayuntamiento o entidad oficial alguna. La persona que menos entienda de estas cuestiones —escribsabe que si el trazado de ese paseo hubiera alcanzado el litoral en el que está la citada finca, su terreno hubiera registrado una supervaloración tan notable como legal. Fue todo lo contrario.

21 Agosto 1975

Urbaniza, que algo queda

Miguel Ángel Aguilar

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Esa gran vía de tráfico, incesante, que de Málaga a Estepona sirve de eje a la Costa del Sol occidental, es escaparate de un emporio aparente, montado sobre el turismo. Y sobre el turismo, ¿quién? La historia de la Costa del Sol está sin escribir y promete ser apasionante. Unos días escasos no dan para mucho. Se impone la selección de objetivos. En Fuengirola, por ejemplo, todo eran comentarios sobre la excelente operación financiera, realizada por don José Antonio Girón, ex ministro de Trabajo, líder falangista e incansable fustigador social. El León de Fuengirola ha vendido una finca de 12 hectáreas, comprada al municipio hace años a 25 pesetas el metro cuadrado, es decir, por la cantidad de 3.000.000 de pesetas, por una cifra que, según las distintas versiones, oscila entre los 400 y los 1.000 millones de pesetas. Naturalmente habría que deducir las pérdidas que introduce la constante devaluación de la moneda. Y la peseta no es excepción. La finca, que hasta ahora interrumpía el paseo marítimo Príncipe de España, una vez vendida dejará paso al trazado de la avenida. Un poco más allá, bajo la sombra protectora del castillo de Fuengirola y sobre la playa. Girón se ha construido su nueva residencia. Un impresionante muro de hormigón sobre la arena le presta un aspecto de bunker muy dulcificado cuando se contempla desde lo alto del castillo. Algunos de los que dudan en calificar de halcón a este revolucionario de la primera hora se verían desconcertados observando el palomar que se yergue en su patio.

Mucho más adelante, 30 kilómetros, que han sido este verano barrera inseparable para el contacto, Solís tiene sus reales en la urbanización Benamara (término municipal de Estepona). Solís, cuando su vuelta al estado adánico, con 63.000 pesetas en la cuenta corriente, después de trece años de gestión ministerial, declaró que iba a intentar rehacer su vida. En esa línea se inscribe la fundación de una sociedad, en unión del Sr. Parladé y del ingeniero Fraga, que obtuvo una concesión para transformar en deportivo el puerto de Estepona. Las construcciones en altura , que preveía el proyecto levantaron vivas oposiciones de los afectados, que perdían vistas sobre el Mediterráneo, pero con habilidad fueron sorteadas. Ahora, la flamante sociedad, que apenas ha emprendido las obras, acaba de vender el 50 por 100 de sus acciones por una importantísima suma de millones al Banco Industrial del Mediterráneo, que preside don Julio Martínez Fortún

Miguel Ángel Aguilar.

22 Octubre 1976

Al borde del abismo

Antonio Izquierdo

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Con todo lo que POSIBLE nos ha contado en torno al patrimonio personal y familiar de don José Antonio Girón de Velasco, todavía no nos ha dicho lo fundamental: el origen de ese patrimonio. El periodismo de denuncia me apasiona – y creo que tengo una biografía profesional abundante en este honesto ejercicio – y por eso emplazo a POSIBLE para que nos diga, con la mayor rapidez, si el señor Girón de Velasco está incurso en cohecho, fraude, estafa, robo, hurto o dolo: si terció presión alguna sobre los responsables de urbanismo, y en cualquier caso, si el aparatoso informe de la Revista obedece a una documentación formal o es producto de una lucubración mental, sumisa a la directrices del Congreso del Partido Comunista de Bucarest: que, si no, ¿a qué viene contar el dinero de un solo político? ¿O es que de laguna ley, decreto, orden o pragmatismo que prohíba al ex ministro de Trabajo lo que no puede serle prohibido a nadie?

He leído los dos alegatos de POSIBLE y de ellos sólo he obtenido un dato: que el Sr. Girón de Velasco invirtió en terrenos en la Costa del Sol algo más de dos millones de pesetas y que esos terrenos, al cabo de un cuarto de siglo, valen mucho más. Mejor para él. Si POSIBLE quisiera formar y no difamar, hubiera reportado una constatación que tiene a mano: el índice oficial de valoración del suelo: y, sobre ese índice establecer el porcentaje real y decirnos al fin, con exactitud, casi simétrica, cuál es el volumen de ese capital. No lo ha hecho así, porque POSIBLE nunca se propuso informar, sino deformar. Y como me gusta denunciar con documentos en la mano, sírvase para ello esta comprobación: en el último número de la revista se eleva la cuantía patrimonial del ex ministro de dos mil a tres mil cien millones de pesetas y esa aportación informativa, de tan grueso calibre, se basa ni más ni menos en el siguiente testimonio notarial: el anónimo de un comunicante. ¿En qué país del mundo puede ejercerse el periodismo de denuncia mediante tal base? En materia de anónimos todos recibimos los nuestros: tengo a disposición de POSIBLE, cinco, muy concretos en argumentación relacionados con cinco altas personalidades del Estado. Como comprendo – y de eso no culpo a POSIBLE – que la incapacidad del señor Reguera Guajardo para dirigir la política informativa de la nación alcanza esencias tan elocuentes como las que motivan estas líneas, pregunto en voz alta si ha llegado la hora de desechar el rigor que debe presidir toda biografía para sustituirlo por la desvergüenza y el desahogo.

POSIBLE es pionero – ¡nunca mejor utilizada esta palabra! – de una nueva forma de periodismo o de una forma muy vieja, que parecía separada definitivamente: la libre circulación del bulo, el eco, el rumor, la insidia, la falsedad y la calumnia. Si en esto se basa el diálogo que se ofrece a los españoles, por imaginación y por bríos no va a quedar. Pero cuando España se semeje a una pocilga o sea un chillón patio de bondad, donde no impere más la ley que la del golpe bajo y el cuchillo, entonces yo no echaré la culpa a POSIBLE, sino a quienes hicieron posible que POSIBLE se creciese en tan íntimo regordeo. Tampoco sería no atribuir la gravedad de la tolerancia o la incapacidad en exclusiva a ministro. Con independencia de la tosquedad, de la brutalidad, con esta siendo tratado informativamente don José Antonio Girón de Velasco, el español de filas tiene hoy la inevitable sospecha de que la conspiración no es sólo atribuible al Partido Comunista. No sé si alguien se ha propuesto llevar a España hacia el abismo. Estoy seguro, en cambio, de dos cosas. Una, de que el camino está abierto; otra, de que unos no estamos dispuestos a que España se desmorone, estrepitosamente, por irresponsabilidad o por complicidad. Los gobernantes tienen la palabra.

23 Octubre 1976

Dietario personal

Rafael García Serrano

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Oír hablar de una especie de divertido loco de tierras vecinas a la mía que asombraba a cualquiera a quien ofrecía su tarjeta: «Fulano de tal. Coprófilo».

Al parecer esa manía coleccionista que anida en casi todo ser humano, del dinero a los sellos, de las joyas a los soldaditos de plomo, de los cuadros a las vitolas, tomó en él los caminos del excusado, y en su casa solariega poseía un hermoso museo con las casas más ilustres de su tiempo, relativamente bien conservadas gracias a no sé qué tratamiento químico que de paso eliminaba otro tipo de molestias, y buena parte de ellas avaladas con la correspondiente documentación.

Me reí mucho cuando me contaron esta verdadera historia, pero mi escasa vocación por los museos en general y por el de Don Fulano de Tal en particular, hicieron que tan real suceso se me olvidase hasta el punto de no aprovecharlo ni para un cuentecillo a la moda, ni menos para imitar la conducta de aquel loco.

Será necesario, sin embargo, hacerse con algunos archivos de esta materia, siquiera sea en un sentido simbólico, en vista de la general y cobarde ofensiva emprendida sobre José Antonio Girón, a causa de ser mi amigo, mi camarada y mi jefe, persona honesta, de padre y madre conocidos y honrados, leal a sus convicciones, de limpio expediente y hoja de servicios heroica en lo militar, inteligente y audaz político, como lo demostró con hartura a su paso por el Ministerio de Trabajo, y discreto en su talento. Jamás dijo cosa distinta cundo cesó de ministro que durante los más de tres lustros que lo fuera, ni necesito consuelo de embajadas, consejos de administración u otras pingües garantías que por lo que se ve, en más de un caso, tendían a garantizar la lealtad de algunos irrefrenables demócratas. Cuando alzó su voz fiel – porque la fidelidad no es silencio – fue brutalmente acallado por unos y  vilipendiado por otros. Desde entonces es blanco de una conjura mixta que ahora va mostrando su canallesca ferocidad. Y su propósito: acabar con un hombre que aun tiene mucho que decir en este agónico trance de España.

Un archivo de porquería política, en el amplio sector de interesados en anular a Girón, es cosa fácil de hallar, pienso ya acaso habrá de hacer poco caso de las indicaciones y ruegos de las narices, y matricularse en algún cursillo intensivo de inspector de alcantarillas para poder exhibir luego en público, en un museo que supere el de aquel viejo loco, Fulano de Tal, la supermierda que envuelve la vida de muchos de los jefes y jefecillos de la panda liberal, demócrata, marxista y hasta piadosa, que es de donde llega el olor.

La coproteca moral que podría fundarse con estos materiales sería el éxito escandaloso del siglo.

31 Octubre 1976

La casa de Girón, legalmente edificada

José Antonio Girón

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En la edición de EL PAIS correspondiente al pasado 27 de octubre y en relación con un informe sobre las supuestas causas que han originado el despido de un arquitecto adscrito a la Diputación Provincia de Málaga, se dice lo siguiente «Impugnación al plan parcial de castillo de Fuengirola, a cuyos pie se halla situado el chalet propiedad de José Antonio Girón de Velasco edificado ilegalmente. »Dada la total inexactitud de esta noticia, en lo que se refiere a la vivienda a que se alude, le ruego que a tenor de lo dispuesto por la vigente legislación de Prensa e Imprenta, haga público los siguientes extremos aclaratorios:

a) Que la citada vivienda es propiedad de mi esposa, doña María Josefa Larrucea Samaniego que presentó la solicitud para obtener la licencia de construcción ante el Ayuntamiento de Fuengirola, el 13 de febrero de 1974 y que figura con registro de entrada del día 14 de igual mes y año con el número 609.

b) Que igualmente fue presentado ante el Ayuntamiento de Fuengirola el proyecto completo de obras a realizar, suscrito por el arquitecto don Manuel Sierra Navas y visado por el Colegio Oficial de Arquitectos de Andalucía oriental.

c) Que se obtuvo la autorización expresa de la Jefatura de Costas y Puertos del Sur (Dirección General de Puertos y Señales Marítimas) para la construcción de las obras adicionales, consistentes en un muro de contención.

d) Que el proyecto fue aprobado por la Delegación Provincial del Ministerio de la Vivienda el 2 de marzo de 1974.

e) Que también fue favorable el informe qué para dicha construcción emitió el arquitecto de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol occidental, el 17 de marzo de 1974; y

f) Que la Comisión Municipal Permanente del Ayuntamiento de Fuengirola otorgó, a la vista de toda la documentación expuesta, la correspondiente licencia en favor de doña María Josefa Larrucea Samaniego, el día 22 de marzo de 1974.

Todos estos extremos quedan garantizados en la certificación que le adjunto y de ellos podrá usted deducir, con facilidad, que la vivienda a la que aludió su diario no fue edificada ilegalmente, sino de acuerdo con todas las disposiciones vigentes en la materia, cumplimentadas en sus plazos y en todo su rigor administrativo.

José Antonio Girón

En silla de pista

Miguel Ángel Aguilar

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A partir de un título intermedio – ‘Urbaniza que algo queda’ – la crónica pasaba a dar cuenta de los comentarios ardientes en Fuengirola sobre la excelente operación financiera realizada por José Antonio Girón de Velasco, ex ministro de Trabajo, líder falangista e incansable fustigador socia a quien apodaban ‘el León de Fuengirola’. Girón había vendido una finca de 12 hectáreas adquirida en tres millones de pesetas por una cantidad que oscilaba en tres millones de pesetas por una cantidad que oscilaba entre los cuatrocientos y los mil millones, es decir entre el 133 y el 333% de su coste, muy por encima del ciento por uno del Evangelio. Girón, en conversación con sus biógrafos Soler Serrano e Irurozqui, había referido la compra de una finca muy barata que era todo arena. Y tanto que todo arena, como que era una playa sobre la que levantó un muro de hormigón para cerrarla.

El exministro rugió enfurecido haciendo honor a su apodo, envió una carta de réplica publicada al instante en la revista y presentó también una querella ante el Juzgado de instrucción Decano Especial de Prensa e Imprenta. La demanda exigía que se reconociera el grave perjuicio moral y material causado a Girón, fijado en quince millones de pesetas, cuya entrega al querellado se reclamaba. El resultado fue mi procesamiento por auto fechado al 21 de febrero de 1976. Quedaba en situación de libertad provisional sin fianza, pero se me requería para que depositara una fianza de 500.000 pesetas que asegurara la responsabilidad pecuniarias que pudieran declararse procedentes. Encomendé mi defensa letrada al profesor Gonzalo Rodríguez Mourullo