29 julio 2005

El PP y los competidores lo consideran como un trato de favor del Gobierno Zapatero al Grupo PRISA

El Gobierno Zapatero autoriza a Sogecable a entrar en el sector de la televisión analógica en abierto con CUATRO utilizando la señal que hasta ese momento emitía CANAL PLUS

Hechos

El consejo de ministros autorizó el 29.07.2005  al operador Sogecable que su señal CANAL PLUS (hasta entonces de pago) emitiera en abierto.

Lecturas

El Consejo de Administración de Sogecable presidido por D. Rodolfo Martín Villa con D. Javier Díez Polanco como Consejero delegado solicita el 22 de febrero a 2005 la autorización para que Sogecable pueda cambiar su emisión analógica de pago (Canal Plus) por una emisión analógica en abierto (Cuatro) para fidelizar espectadores antes del ‘apagón analógico’ previsto para el 3 de abril de 2010 y el pase de todos los operadores a la televisión digital y poder acceder a la tarta publicitaria. El Consejo de Ministros con fecha de 29 de julio autorizará el cambio. El nuevo canal Cuatro iniciará sus emisiones el 7 de noviembre de 2005, en noviembre el Grupo PRISA presenta una primera OPA para lograr un 20% más de Sogecable para volver a ser el primer accionista de Sogecable por delante de Telefónica y Vivendi.

Unidad Editorial solicitará que se les permita cambiar la licencia de Veo TV para que deje de ser una señal de Televisión Digital Terrestre a poder ser una señal analógica en lugar de sacar a concurso una nueva señal. El Gobierno rechazará su petición y anunciará un nuevo concurso el 25 de noviembre de 2005 para un cuarto señal de televisión analógica en abierto al que no podrán concurrir los operadores que ya tienen uno (quedando fuera Antena 3, Telecinco, Sogecable, Net TV y la propia Veo TV). El nuevo canal analógico emitirá por cinco años (hasta el apagón analógico de 2010) tras el cuál todos los canales analógicos pasarán a emitir en digital

CUATRO OPERADORES PARA CINCO CANALES ANALÓGICOS

analogicos2004 El mapa de la televisión analógica en España se mantiene dividido en cuatro operadores (TVE, ANTENA 3 TV, TELECINCO y – ahora – CUATRO) para cinco canales analógicos (dado que TVE opera dos señales, La 1 y La 2).

…Y DOS TELEVISIONES DIGITALES ‘DESIERTAS’

tdt_net_veo El mapa de la televisión digital tiene concedidas desde el año 2000 dos señales de Televisión Digital Terrestre a los operadores NET y VEO que no han logrado tener gran presencia en los espectadores muchos de los cuales desconocen su existencia.

25 Junio 2005

Mejor televisión

EL PAÍS (Director: Jesús Ceberio)

Leer

El Consejo de Ministros anunció ayer su plan de reforma del sector audiovisual destinado a dotar al ciudadano de una mayor oferta (a finales de este año se podrán ya ver un mínimo de 17 canales digitales y se adelanta a 2010 el apagón del sistema analógico), pero sobre todo a transformar la radio y televisión estatales en un servicio público independiente y no en un órgano sometido como hasta ahora a la grosera manipulación del Gobierno de turno. Como no hay antecedentes de tal cosa -fuera con Gobiernos de la UCD hasta los del PP pasando por los del mismo PSOE-, y está el pésimo ejemplo que dan todos los partidos en sus televisiones autonómicas, no puede extrañar que estos buenos propósitos susciten escepticismo. Hay que reconocer un buen antecedente: si algún Gobierno ha soltado el puño de hierro sobre los informativos de TVE ha sido el de Zapatero.

Está claro, en cualquier caso, que la aprobación de este plan confirma la voluntad del Gobierno y su compromiso de cambiar el sector y poner orden en la actual maraña legislativa. Gran parte de las recomendaciones hechas por el comité de expertos el pasado febrero están recogidas en los anteproyectos de ley de la radio y la televisión de titularidad estatal, ley general audiovisual y ley de creación del Consejo de Medios Audiovisuales presentados ayer. Es de esperar que ahora no desfallezca el esfuerzo reformista y que se haga rápidamente con el máximo de consenso político y social.

Entre las novedades más interesantes se cuenta la transformación del actual ente estatal en una sociedad anónima pública denominada Corporación RTVE con capital estatal y un director general seleccionado por concurso público, siguiendo el modelo de la BBC, a través de un Consejo de Administración que será elegido por el Parlamento por mayoría de dos tercios. La constitución del consejo cada seis años impedirá que su elección coincida con el calendario electoral cuatrienal. Será el máximo órgano responsable del ente y podrá ser destituido por el Congreso si incumple la estabilidad presupuestaria durante dos ejercicios consecutivos. Todos estos detalles permiten abrigar la esperanza de que, finalmente, se haga realidad práctica su independencia respecto al Gobierno.

Hay que asumir como irreversible la condonación de la pesada deuda de RTVE (más de 7.000 millones de euros), pero el Gobierno deberá explicar cómo y en cuántos plazos se hará, pues es el contribuyente quien pagará injustamente una factura debida a una pésima gestión de una empresa estatal. Tendrá que plantearse tarde o temprano la conveniencia de regular una abultada plantilla de más de 9.000 empleados. El modelo de financiación mixta de subvención pública, ingresos publicitarios y venta de producción propia es probable que no llegue a hacer completamente rentable la nueva sociedad, pero es sensato que al menos se marque tal objetivo. Por fin, después de casi una década hablándose de ello, se crea un consejo regulador de los medios audiovisuales con capacidad sancionadora a semejanza de la mayoría de países de la Unión Europea.

Por último, la decisión de convocar un concurso público para la concesión de un nuevo canal privado analógico que se sume a los tres ya existentes (ANTENA 3, TELECINCO y CANAL PLUS debe entenderse ante todo como una oportunidad para el fortalecimiento del pluralismo y de una mayor oferta para el telespectador.

24 Junio 2005

Veo TV, la gran perjudicada

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

Leer

Veo TV se siente perjudicada por el Plan Técnico que el Gobierno ha presentado para desarrollar la ley de televisión digital. La cadena -participada por EL MUNDO y Recoletos- obtuvo una de las dos licencias digitales que concedió el Gobierno el 24 de noviembre de 2000. Desde entonces, la empresa ha invertido 12 millones de euros para alimentar un canal que sólo llega al 3% de los hogares españoles. Su consejero delegado, Andrés Tejero, lo explica de una forma muy gráfica: «llegamos a todas las casas pero a ningún salón».

 

Por ese motivo, el pasado 24 de febrero, Veo TV solicitó al Gobierno que le permita emitir en analógico hasta que la tecnología digital llegue al 50% de los hogares.

De momento, el Ejecutivo no ha respondido. Veo TV pidió que su solicitud se tramitara en paralelo a la que efectuó Sogecable para que Canal + pudiera emitir en abierto 24 horas. Mientras que el Gobierno ya ha comunicado a varios operadores que accederá a la solicitud de la cadena de Prisa, de Veo TV nada se sabe. El ministro Montilla ha asegurado que se está estudiando y que la decisión se tomará «conforme al ordenamiento jurídico».

Veo TV se siente perjudicada, además, porque el Gobierno ha decidido abrir la puerta a una nueva cadena de televisión convencional, lo que vendría a demostrar que tiene cabida en el espectro radioeléctrico, pero no ha tenido en cuenta su solicitud para emitir en analógico de forma transitoria.

Veo TV es, junto con Net TV, la gran agraviada en el reparto de canales que el Gobierno ha previsto para ordenar la nueva televisión digital.

El Plan Técnico, según ha sido presentado, otorgará a partir de 2010 un múltiplex completo -cuatro canales- a cada una de las televisiones analógicas mientras que las digitales tendrán sólo un canal cada uno.

El múltiplex es el sistema de transmisión de la televisión digital que multiplica por cuatro la capacidad de emisión actual. Cada múltiplex permite disponer de cuatro canales o cadenas como se conocen de forma tradicional. El sistema proporciona no sólo la posibilidad de recibir muchos más canales en su televisor con mucha mayor calidad, sino también añadir interactividad, basándose en la tecnología Internet.

30 Julio 2005

Nueva televisión

EL PAÍS (Director: Jesús Ceberio)

Leer

El Gobierno aprobó ayer un importante paquete de medidas sobre el escenario televisivo español, que significa probablemente el mayor impulso a la industria audiovisual y al pluralismo desde la aparición de las televisiones privadas en España, en 1989. La primera de las medidas introduce modificaciones importantes en el funcionamiento de RTVE con el objetivo de asegurar mejor el pluralismo. La información honesta y veraz en una democracia es vital porque contribuye a la formación de la opinión pública. Su manipulación por parte de los Gobiernos daña el propio mecanismo democrático y vicia la toma de decisiones por parte de la ciudadanía. Y eso vale para todas las televisiones, pero sobre todo para las públicas.

El anteproyecto tiene como finalidad mejorar la independencia política del ente y su control social. El director general ya no será nombrado por el Gobierno, sino por el propio consejo de administración tras una convocatoria pública. A los consejeros se les prolongan los mandatos, no renovables, hasta seis años, para evitar que su elección coincida con la legislatura y se vea contaminada por los resultados electorales. Se crea un consejo asesor con representantes de diversas instituciones y a los profesionales de RTVE se les dota de un órgano que deberá velar por la independencia informativa. También se anuncia una autoridad audiovisual que supervisará la conducta comunicativa del ente. Pero a veces no basta una ley para evitar plenamente maniobras políticas que busquen su sometimiento. Una RTVE respetable exige el compromiso diario de la clase política para no intentar dañarla. Si al nuevo consejo de administración, como tantas veces ha sucedido, los partidos no envían profesionales de prestigio, sino comisarios políticos, estarán dando una preocupante señal de que siguen en sus trece.

El anteproyecto establece también un contrato-programa y un objetivo de estabilidad presupuestaria. Tras la condonación de la deuda -más de 7.000 millones de euros-, hay que evitar su regeneración, y ello exigirá medidas correctoras drásticas, porque una empresa que disfruta de subvenciones como servicio público y, al mismo tiempo, apela al mercado publicitario, como las emisoras privadas, no puede disfrutar de inmunidad gerencial. La nueva ley abre la puerta a limitar el recurso a la publicidad por parte de TVE.

El Gobierno convoca, además, un concurso para adjudicar una concesión de televisión en abierto para la gestión de dos canales digitales y uno analógico, que se sumarán a los actuales operadores: TELECINCO, ANTENA 3 y CANAL PLUS. Este último, cuya concesión data de 1989 y estaba limitado hasta ayer a emitir en abierto durante un máximo de seis horas al día, podrá ahora hacerlo permanentemente, con el nombre de CUATRO, utilizando la misma frecuencia. El Gobierno ha tomado esta decisión después de comprobar que se cumplen todos los requisitos legales, y contando para ello con el informe favorable emitido por el Consejo de Estado.

También se define el horizonte de la televisión digital terrestre, de forma que se adelanta el apagón analógico al 3 de abril de 2010 y se diseña un mapa en el que habrá más de 40 canales gratuitos, y que ha sido objeto de un consenso razonable entre los futuros operadores. Ante todo esto, el secretario general del PP, Ángel Acebes, ha emitido una ominosa reflexión sobre la autorización del nuevo canal Cuatro, que ha apostrofado como «una extraordinaria cacicada y una tropelía». Aunque lamentable, no sorprende esta reacción en boca del heredero de un Gobierno que protagonizó la mayor invasión del territorio de los medios privados que se ha conocido en democracia. Baste recordar que ese Gobierno tomó decisiones intervencionistas que fueron luego anuladas por la Comisión Europea a costa de indemnizaciones que ha tenido que sufragar el erario público, o que instigó el caso Sogecable para anular la acción de un operador privado que no era de su gusto. En palabras de Aznar, la reacción de Acebes es «una solemne estupidez».

18 Febrero 2005

La Ley Polanco

Isabel Durán

Leer

Ahora sabemos que, de nuevo, hay quien ni siquiera necesita pedir lo que quiere para que le cambien las leyes. ¿Qué pasará, entonces, cuando pida por esa boquita? Naturalmente se trata de Jesús Polanco y su multimillonario imperio políticomediático. Con el resurgir de quien se sabe por encima de la ley, el fotopresidente, José Luis Rodríguez Zapatero, alias ZP Plus, ha resucitado con toda su virulencia el felipismo  más prepotente, endiosado y doncorleonesco.

Comienza la era ZP Plus. Jesús Polanco y Felipe González son los directores de escena sin el menor asomo de ocultarlo. Al contrario, un ensoberbecido González cargado de odio feroz con obscena intención de hacerse notar ha irrumpido en la escena pública desde el 14-M, cuando la matanza de 192 personas otorgó la victoria a su marioneta de guiñol monclovita a su servicio y el de Jesús del Gran Poder.
La cosa es seria. El gran circo de la democracia a gusto de JP y FG presagia temibles consecuencias para la ciudadanía, la Constitución, y el Estado de Derecho. Los vendedores de la Plusdemocracia tienen el marketing diseñado con precisión quirúrgica. Nada es lo que parece y todo es exactamente su contrario. Como muestra algunos botones.
Desde que ha llegado a la atalaya del poder político, el Gobierno de ZP Plus ha convertido a las víctimas del 11-M en verdugos del Ejecutivo del PP. A  las víctimas de ETA, en pobres seres sin criterio en manos de peligrosos extremistas de la más antidemocrática derecha. A los católicos, en peligrosos inquisidores de la libertad merecedores de la creación de un Consejo de Libertades Públicas que no es sino un foro para la persecución del catolicismo desde el Parlamento. A los periodistas sin pedigrí Plus, en un renovado sindicato del crimen. A los separatistas e independentistas, en aliados de la Nación a la cual quieren destruir; y a los a los terroristas, en seres dignos y merecedores del respeto presidencial a pesar de que su objetivo sea matar antes incluso del Referéndum Plus del domingo.

ZP Plus ha convertido ya a España en el disparate puro. Lo malo es que este nuevo escenario de la paz Plusperpetua es, además de la paz de los cementerios, la paz de los sordos, ciegos y mudos ante la Plusdemocracia socialista con mando en plaza.

24 Junio 2005

Ya está aquí Telepolanco

Ignacio Villa

Leer
Catorce meses ha tardado el presidente Zapatero en reconocer a quién le debe el poder y el triunfo en las últimas elecciones generales. Ese trabajo fino y constante realizado por el Grupo Prisa, desde los atentados del 11 de marzo hasta las elecciones del 14 del mismo mes, ha sido pagado generosamente por el Gobierno socialista.
Sin rechistar, sin matices, sin decir esta boca es mía el Ejecutivo se ha puesto en tiempo de saludo con PRISA. Polanco quería ahora una televisión en abierto, y esa televisión ya la tiene. Lo ha hecho el Gobierno en tiempo record. Es más, toda la política audiovisual de Zapatero en este primer año tenía un sólo objetivo: tener contento a Polanco; y ya lo ha conseguido.
Y es que esos terroristas suicidas del 11 de marzo, esa retrasmisión en directo de las manifestaciones “espontáneas” delante de la sede del PP durante el día de reflexión o esa difusión hasta la extenuación de que el Gobierno de Aznar mentía no podía quedar sin su pago respectivo. Unos hicieron su trabajo y otros lo han reconocido.
En fin, la realidad es que con esta decisión del Consejo de ministros se confirma en primer lugar la omnipotencia de Polanco y en segundo lugar el monopolio mediático que existe en España. No piensen que en Moncloa alguien se ha creído que la creación de un nuevo canal analógico de libre acceso es un gesto de pluralidad. Para nada. El nuevo canal de televisión es una simple excusa de falsa pluralidad para dar un «barniz» de normalidad a la nueva «Telepolanco».
No hay margen para el engaño, el Gobierno está en lo que está y por lo tanto quieren un control exhaustivo de las televisión. La manipulación les salió muy bien el 14 de marzo y no parecen que quieran dejar el sistema.

29 Julio 2004

Polanco, Slim, Cebrián, González y Azcárraga

Luis María Anson

Leer

Jesús de Polanco, Juan Luis Cebrián y Emilio Azcárraga, cogiditos los tres de la mano, se entrevistaron hace unos días con un personaje con capacidad de decisión en el mundo audiovisual.

En juego un canal analógico que compita con ventaja con ANTENA 3 y TELECINCO. Dicen los más enterados que la aspiración del naciente grupo hispano-mexicano es la privatización de TVE y la adquisición de la Primera en suculentas condiciones económicas y de personal. Dicen los prudentes que por el momento no hay otra oferta que abrir CANAL PLUS o privatizar la 2. la operación que se prepara acercaría todavía más a Polanco hombre clave en el resultado del 14-M a ese sueño no confesado de convertirse en el ciudadano Kane español.

El Análisis

NO SE PUEDE GANAR EN TODO

JF Lamata

El Grupo PRISA había nacido para crear un periódico: EL PAÍS y había sido líder del sector del papel. Años después había comprado una radio, la SER, y había logrado ser líder también de ese sector radiofónico. Sólo le faltaba la televisión. PRISA ganó mucho dinero con CANAL PLUS y el fútbol de pago, pero si quería ser el gran grupo mediático nacional tenía que conseguir la televisión en abierto, poder tener un canal con el que competir abiertamente con ANTENA 3 y TELECINCO, el Gobierno Zapatero le permitió entrar en el negocio y también con él en la codiciada tarta publicitaria.

Pero si PRISA pensó que sus lectores de EL PAÍS o oyentes de la SER se iban a trasladar en masa a ver CUATRO y convertirlo en el canal líder, se equivocó. El ‘costumbrismo’ de unos espectadores que llevaban 15 años viendo ANTENA 3 y TELECINCO no iba a cambiar de golpe y para empeorar las cosas, el Gobierno Zapatero daría luz a otro canal, LA SEXTA, que sería algo así como un hermano pequeño molesto para CUATRO, para fragmentar aún más a los espectadores, la jugada que, en principio podía haber ayudado al Gobierno a tener más canales afines se revelaría como un titánico error de cálculo, pues fragmentando a los telespectadores impedía que ninguno de los dos nuevos canales se consolidara.

J. F. Lamata