9 abril 2001
La concejal madrileña Inés Sabanés se quedará en la coalición
El Partido de Acción Socialista (PASOC) abandona la coalición Izquierda Unida a la que había pertenecido desde su fundación en 1986
Hechos
El congreso del PASOC de abril de 2001 escogió – a propuesta de D. Pablo Castellano y D. Alonso Puerta – abandonar la coalición Izquierda Unida por 61 votos contra 31.
Lecturas
Finalmente, el PASOC ha decidido abandonar IU, ha propuesta de sus líderes: el secretario general Alonso Puerta y el presidente Pablo Castellano decidieron que el Partido de Acción Socialista (PASOC), miembro de IU desde su fundación. Los motivos eran claros: la hegemonía del PCE en IU y la política desarrollada por IU en el País Vasco. La posición contraria era la de Inés Sabanés que defendía permanecer en IU, el resultado de la votación fue 61 votos a favor de la salida y 31 en contra. Aunque Sabanés seguirá en IU como independiente. Con la salida de Puerta, sale de IU el único de los fundadores de IU que quedaba en la coalición (tras las sucesivas salidas de D. Gerardo Iglesias, D. Rafael de la Rubia, D. Ramón Tamames, D. Nicolás Sartorius, D. Enrique Curiel y Dña. Cristina Almeida)
D. Julio Anguita (PCE) y D. Alonso Puerta (PASOC) fueron durante años los líderes de los dos principales partidos de la coalición Izquierda Unida.
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“Hemos cumplido con nuestro compromiso” (Alonso Puerta, PASOC)
“A mi juicio, el PASOC ha tardado más tiempo del necesario en abandonar IU” (Cristina Almeida, PDNI, ahora integrado en el PSOE)
“Nuestra permanencia en IU depende de la política de alianzas que lleve Javier Madrazo en el País Vasco” (Isabelo Herreros, Izquierda Republicana)
09 Abril 2001
La marcha del PASOC, otra prueba del error vasco de IU
Quince años después de integrarse en Izquierda Unida, de la que fue miembro fundador, el Partido de Acción Socialista (Pasoc) ha decidido abandonar la coalición. El Pasoc siempre ha sido un partido minoritario, pero no se le puede negar su coherencia. Pablo Castellano y Alonso Puerta, presidente y secretario general hasta ayer, respectivamente, han defendido históricamente la pureza de las ideas socialistas, vinculadas a la honestidad de sus líderes, razón que en otros tiempos les obligó a abandonar el PSOE. Con su salida de IU, el Pasoc recupera su plena soberanía, lo que significa que, en adelante, expondrá sus propias opiniones, al margen de las de la coalición de izquierdas. Sin embargo, no se produce una ruptura total, ya que los miembros del Pasoc que desempeñan cargos públicos en nombre de IU seguirán ocupándolos. La razón por la que el Pasoc se ha independizado hay que buscarla en la fractura que está provocando en la coalición la política en el País Vasco. Tal como se argumentaba ayer en el informe de gestión del Pasoc, la firma del Pacto de Lizarra y la «contumacia de no abandonarlo» supusieron un «error capital» que «sumió en la confusión» al electorado de la coalición. Lo peor es que esa situación sigue produciéndose hoy, y la dirección de IU es incapaz de clarificar sus criterios y poner rumbo a un barco que va a la deriva y que corre serio peligro de naufragar. Queda por ver si en los próximos meses IU cambia su postura y el Pasoc vuelve a la coalición o si, por el contrario, acaba integrándose en el PSOE, que ya empezó ayer a guiñar el ojo a sus antiguos militantes.
15 Abril 2001
La pinza que se volvió lanza
Lo peor, asumen los dirigentes, es que hoy no se están apuntando maneras para enderezar la situación. ‘Seguimos demasiado enfrascados en cuestiones internas’, asume gente como la alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, y el propio coordinador de IU, Gaspar Llamazares.
En la novela de Vargas Llosa Conversación en la catedral, un personaje pregunta:
-¿Cuándo se jodió el Perú, Zavalita?
La cuestión ahora podría ser: ¿cuándo dejó Izquierda Unida de conectar con ese electorado comprometido, potenciales votantes suyos que una y otra vez -en las últimas autonómicas andaluzas, en las últimas municipales- le niegan el voto a Izquierda Unida?
‘Para mí, hay un momento decisivo y un lugar exacto: Andalucía, en 1995. Teníamos 20 diputados autonómicos, éramos determinantes en Andalucía, la gente nos había dado esa confianza. Y la malogramos. Más allá de la pinza [A Rosa Aguilar, como al resto de los dirigentes de IU, no le gusta usar ese término como sinónimo de alianza con el PP para derrocar al PSOE], que no la hubo realmente, se dio, eso sí, una estrategia equivocada. No puedes utilizar los votos para estar erosionando continuamente a otro partido de izquierda. Cuando un pueblo como el andaluz te pone su futuro en tus manos, habría que haberle respondido de otra manera. Al no aceptar los presupuestos autonómicos, provocamos la disolución anticipada del Parlamento. Y nos dimos un testarazo estupendo [que se tradujo en siete parlamentarios menos de los 20 que tenían]. Aquella estrategia se extendió al resto de España, y culminó con la falta de acuerdo a nivel municipal’.
Esa ‘falta de acuerdo’ supuso en la práctica que el PP se hiciera con la alcaldía de 700 municipios españoles al no producirse un pacto entre IU y PSOE.
‘Estábamos con los cañones apuntando al sitio erróneo’, señala otro dirigente, ‘con la estrategia de que PP y PSOE están en la misma orilla, y nosotros, en la auténtica’.
-¿Hizo tanto daño la foto de Julio Anguita tomando café en el Congreso con José María Aznar el 12 de enero de 1995?
-No sólo fue aquella foto -señala un destacado responsable de la corriente Tercera Vía-, sino tantas y tantas reuniones y cenas con directores de periódicos. A veces es peor lo que parece que lo que en realidad haces. Aunque no hubiesepinza, lo parecía. Y con la guerra mediática que se produjo a raíz de las plataformas digitales, IU tenía que haber adoptado una posición neutral y no alinearse con unos medios que estaban a la derecha. Había mucha gente en IU que no estaba de acuerdo con lo que se hacía, pero no hacían nada por impedirlo. Habíamos unos pirados, los de la corriente Tercera Vía, que hablábamos a cara descubierta, pero sólo representábamos y representamos al 10% de los militantes.
El actual coordinador de IU, Gaspar Llamazares, no ofrece tantos detalles, pero apunta claramente el momento en que las cosas empezaron a ir mal: ‘Fue cuando la derecha se consolidó en el poder y no supimos hacer oposición. No supimos tampoco autogobernarnos en la pluralidad. Tenemos la pulsión del Tánatos [en griego, muerte], que es mayor que la del Eros; nuestra pulsión es autodestructiva. La confrontación de ideas se antepone a la iniciativa por solucionar los problemas del ciudadano’.
Para el diputado autonómico de Madrid Franco González, del Pasoc, pero partidario de seguir bajo las siglas de Izquierda Unida, hay dos momentos decisivos. El primero, la marcha de Cristina Almeida y Diego López Garrido, con su corriente Nueva Izquierda, hacia el PSOE, fue, según González, el menos grave: ‘Estaba cantado. Fue una operación absolutamente teledirigida desde el PSOE. Estaban deseando irse. Es como aquél que te dice ‘échame, pégame’, y tú no le pegas’.
Lo que le ha parecido a Franco González decisivo ha sido la ‘ambigüedad’ del partido en temas ‘tan importantes’ como el País Vasco. ‘El Pacto de Lizarra, que se firmó con Anguita en la dirección, fue un gran error. No lo digo yo, lo dice cualquiera con el que hablas por la calle, me lo dice todo el mundo’.
Javier Madrazo, líder de IU en el País Vasco, al ser consultado por EL PAÍS, declaró: ‘Yo no hablo de la situación interna, yo hablo de política. En vez de hablar de gente que no representa a nadie [en referencia a Alonso Puerta, del Pasoc], se podría comentar que gente como Manuel Vázquez Montalbán, Bernardo Atxaga o José Saramago han apoyado nuestra candidatura en las próximas elecciones’.
Todos los dirigentes consultados coinciden en reseñar que IU debe intentar ahora pactar con el PSOE allá donde se pueda. ‘La gente no se creyó el pacto que hicimos con el PSOE un mes antes de las elecciones generales. Un pacto así no se puede improvisar, hay que irlo fabricando semana a semana’, señala un responsable de la corriente Tercera Vía. ‘Cada uno, en su casa, pero con un mismo horizonte, que es cambiar el Gobierno de este país’, apostilla.
También coinciden los dirigentes en otro punto que resume Rosa Aguilar: ‘Falta flexibilidad, frescura, un movimiento político social, forma de relacionarse más flexible. A una organizción como IU se le pide algo más, un plus en cuanto a maneras, actitudes, modos… No acaban de verse reflejados los jóvenes. Les parecemos igual de añejos y de rancios que los demás. Nos hemos quedado en una suma de partidos. Y eso no es una organización’.
¿Qué hay que hacer ahora para ganarse al electorado que nunca debió irse?
Responde Rosa Aguilar: ‘El PCE hoy tiene que ser a IU lo que el PCE fue a la transición y lo que el PCE fue a España cuando lanzó la política de la reconciliación nacional: permeable, sensible. Tiene que recuperar lo mejor de su historia y su actitud’.
¿A QUIÉN UNE IU?
La hoz y el martillo copan ahora casi todo el espacio de Izquierda Unida. A su lado, sólo el partido Izquierda Republicana y las corrientes Espacio Alternativo y Tercera Vía. Todo lo que no sea Partido Comunista no suma ni el 20% de la dirección de IU. ¿A quién aglutina Izquierda Unida, aparte del PCE? ‘Eso lo decidirán los ciudadanos cuando vean las propuestas de IU’, responde Francisco Frutos, secretario general del PCE. ¿A quién une, pues, IU? ‘Une a miles de afiliados que representan la soberanía de IU, y significan su pluralidad, que no se explica con las que fueron originarias del pacto fundador de IU’, aclara Gaspar Llamazares. No hay un sobrepeso del PCE. Hay otras corrientes, que, aunque cuantitativamente no son importantes, sí lo son cualitativamente’. ‘Une a muchas sensibilidades distintas de aquellas de 1986’, añade Rosa Aguilar, alcaldesa de Córdoba. ‘La pluralidad no ha debido ser nunca la suma de los partidos. Hay muchos independientes a los que tenemos que abrirles un sitio. Estamos en un momento de refundación de IU’.
El Análisis
EL FIN DE UN PARTIDO, EL FIN DE UN MODELO
No había engaño. D. Alonso Puerta y D. Pablo Castellano sabían perfectamente que el PASOC era un partido que no podía sobrevivir sin la protección de PCE-IU. La salida del PASOC de IU era, por tanto, la disolución en diferido del PASOC, el fin del proyecto político continuador del llamado ‘PSOE-Histórico’. Ni el Sr. Puerta, ni el Sr. Castellano se quedarían a verlo, dado que se dieron de baja tras la ruptura con IU. Demasiados años tragando con el PCE, pasaron factura. Su decisión era consecuencia de ver que con el Sr. Llamazares no cambiaba el modelo iniciado por el Sr. Anguita sobre el equilibrio de fuerzas en IU. Al Sr. Puerta le quedaría un retorno discreto al PSOE bajo el paraguas de la Fundación Indalecio Prieto. Al Sr. Castellano, ser tertuliano en programas de línea editorial anti-izquierdista.
Pero no era sólo el fin del PASOC, era también el fin de un modelo: haber intentado presentar IU como una ‘coalición de partidos’, cuando nunca lo fue. Siempre fue el PCE, al margen que permitiera ceder algún puesto a personas de otros partidos en sus listas para dar una imagen plural, como antes ya acreditaron la FP, el PCPE o el PDNI. El PASOC lo entendió ese 2001 e Izquierda Republicana haría lo mismo un año después, demostrando la farsa de aquel modelo.
J. F. Lamata