Elecciones Madrid 1979 – El PCE entrega la alcaldía a Tierno Galván (PSOE) evitando que gobierne la lista más votada (UCD)

El democristiano D. José Luis Álvarez Álvarez se había marcado el objetivo de ganar aquella batalla de Madrid. Había conseguido convencer a la gente del Sr. Fraga (en ese momento agrupados como Coalición Democrática) de que no se presentara a aquellos comicios para que sólo hubiera un candidato en la derecha. Aún con eso fue inútil. UCD ganó, pero con una victoria tan pírrica que empataba en ediles con el PSOE. Y ante la imposibilidad de que el PCE le diera su apoyo, tuvo que reconocer su derrota. No pudo ser el primer alcalde democrático de Madrid, quedando en la historia como el último alcalde del franquismo.

Tras aquel fracaso, del que el Sr. Álvarez responsabilizó en parte al diario EL PAÍS (del que era accionista) por no apoyarle, el político abandonó el ayuntamiento para ir al Gobierno como ministro, cediendo el liderazgo de la derecha municipal madrileña a su número 2 en UCD, el también democristiano D. José María Álvarez del Manzano.

D. Enrique Tierno Galván, ‘el viejo profesor’, había fracaso en su intento de liderar el socialismo español, su PSP fue desbordado en votos por el PSOE de D. Felipe González y D. Alfonso Guerra en las primeras elecciones de 1977. Con la integración del PSP en el PSOE, al ‘viejo profesor’ le concedieron un cargo-florero ‘presidente honorario’, que no mantendría por demasiado tiempo. Pero la idea de la FSM de designarle candidato a la alcaldía de Madrid significaba devolverle el protagonismo.

El ‘viejo profesor’ lograría ser el primer alcalde madrileño, no fue el más votado pero contó con los votos del PCE. La gestión del Sr. Tierno Galván sería muy criticada, pero su talante a favor de la reconciliación elogiado por todos. El mayor símbolo de concordia, que, a pesar de declararse marxista, el ‘viejo profesor’ quiso que el crucifijo siguiera presidiendo la mesa del ayuntamiento porque para él ‘era un símbolo de amor y paz’.

El PCE se pasó la campaña electoral negando que fuera a pactar con el PSOE e insistiendo en que su candidato a la alcaldía de la capital era el Sr. Tamames y no el Sr. Tierno Galván. Pero el mismo ‘día después’ de los comicios, D. Alfonso Guerra (PSOE) y D. Santiago Carrillo (PCE) firmaban públicamente un acuerdo de gobernar conjuntamente. Eso permitió al Sr. Tamames ser el Primer Teniente de Alcalde del ayuntamiento, el cargo más alto alcanzado por un comunista en el ayuntamiento de Madrid. El Sr. Tamames tenía en sus filas a la popular abogada Cristina Almeida, que pronto se ganaría el afecto de muchos madrileños. Pero ni la Sra. Almeida, ni el Sr. Tamames permanecerían mucho tiempo nni en el ayuntamiento de Madrid, ni como militantes del PCE.

Ni el PTE, ni la ORT, incluso después de acordar una fusión entre ambas formaciones de extrema izquierda, lograron la presencia electoral que creyeron tener por su fuerza en las universidades. Después de su fracaso de la Federación Democrática de Izquierdas en las generales de 1977 y de las candidaturas por separado de PTE y ORT en las generales de 1979, ambas formaciones centraron su mayor esperanza en las elecciones municipales de Madrid en 1979 presentando a Dña. Francisca Sauquillo (de la ORT) como candidata de las dos formaciones.

Todos los periódicos madrileños concedieron gran espacio a aquella mujer, que era la primera que aspiraba a un cargo tan relevante como el de alcaldesa de Madrid. Su fracaso fue rotundo, a pesar de ser equiparado en la prensa con el PCE. La realidad es que el PCE fue tercera fuerza con buen surtido de concejales, mientras que la Sra. Sauquillo se quedó fuera. La ORT y el PTE murieron políticamente aquel día. Muchos de sus dirigentes acabarían pasándose al PSOE.