3 mayo 1994

Roldán insinúa que conoce casos de corrupción de sus compañeros del PSOE y cita expresamente a Rafael Vera

El periódico EL MUNDO logra una entrevista con el prófugo Luis Roldán: «A mí no me van a engañar como a Amedo»

Hechos

El 3 de mayo de 1994 el diario EL MUNDO publicó una entrevista al prófugo D. Luis Roldán, huído de la Justicia española.

Lecturas

cerdan_rubio Los periodistas de investigación de EL MUNDO, D. Manuel Cerdán y D. Antonio Rubio lograron el ‘scoop’ de la entrevista a D. Luis Roldán cuando la policía no lograba encontrarle.

D. Luis Roldán, ex director general de la Guardia Civil, actualmente huido de la justicia, concedió su entrevista a el diario madrileño EL MUNDO los pasados 28 y 29 de abril en un hotel de cuatro estrellas de París. Los periodistas Manuel Cerdán y Antonio Rubio recibieron al prófugo en la suite 208 del Hotel Residencia Marignan de la capital francesa.En esa habitación figura una reproducción del cuadro, obra de Lainy, un pintor contemporáneo francés, que aparecía en las fotografías de Luis Roldán que ilustraban tanto la entrevista publicada en citado rotativo el 3 de mayo, como el anticipo de la misma, el 2 de may0.

Belloch_1994_Serra El bi-ministro D. Juan Alberto Belloch (PSOE), que ocupaba los cargos de ministro de Interior y ministro de Justicia, ofreció dinero a los Sres. Cerdán y Rubio para que le confesaran dónde estaba el Sr. Roldán, pero estos declinaron la propuesta.

rafael_Vera El Ex Secretario de Estado de Defensa, D. Rafael Vera, considera que el Sr. Roldán es ‘indigno’ por amenazar con desvelar secretos.

D. Antonio Rubio (EL MUNDO) habla con J. F. Lamata sobre su entrevista al Sr. Roldán en 1994:

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D. Manuel Cerdán (EL MUNDO) explica a J. F. Lamata que el ministro Belloch intentó comprarles para que le dijeran donde estaba el Sr. Roldán:

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03 Mayo 1994

«Cada palo tendrá que aguantar su vela»

Luis Roldán Ibáñez

Entrevista a Manuel Cerdán y Antonio Rubio

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Entrevista completa

El encuentro entre Luis Roldán y los periodistas de EL MUNDO se produjo a media tarde. Si en la Guardia Civil tenía fama de actuar con mano de hierro, ahora es un hombre destrozado y abatido. Considera que, antes de haber declarado ante la jueza, ya lo han juzgado y condenado.

Pregunta.- Se ha afirmado que usted se ha marchado de España utilizando documentación falsa.

Respuesta.- Nunca jamás he tenido otro pasaporte que el mío ni ningún otro carnet de identidad que haya necesitado para nada.

P.- Pero se puede pensar que usted, que ha tenido todos los medios a su alcance y ha podido tener en el cajón diez pasaportes, se ha podido llevar dos a su casa.

R.- No he tenido nunca la necesidad de ocultar mi personalidad. No sólo desde el punto de vista personal sino también desde el punto de vista empresarial. Si lo hubiese querido no se me hubiera ocurrido hacer una sociedad limitada en la que participa mi hijo como es Europe Capital. Hubiese buscado una cobertura en Gibraltar como hay a cientos en España. Jamás he tenido la sensación de haber delinquido ni he tenido por qué buscar artilugios para ocultar mi situación personal o empresarial. ¿Hubiera hecho una persona con la intención de delinquir una sociedad limitada?.

P.- ¿Ha cobrado usted algún sobresueldo de los fondos reservados?

R.- Esa es una respuesta que responderé en su momento.

P.- ¿Ha cobrado usted extras que no figuraban en las nóminas de delegado del Gobierno en Navarra y de director general de la Guardia Civil?.

R.- Es la misma pregunta con otra redacción. Ya le digo que contestaré en su momento.

P.- ¿Sabe usted si ha cobrado otra gente?

R.- Miren. Sobre fondos reservados contestaré en otro momento. Con precisión, además.

P.- ¿Lo hará cuando lo cite la juez?.

R.- Por ejemplo.

P.- O sea que piensa contarle a la juez todo lo que sucedía en torno a los fondos reservados y sobresueldos.

R.- Contaré a la juez, como es natural, toda la verdad en función de lo que ella me pregunte y de lo que yo tenga que responder al respecto.

P.- ¿Cuántas personas, como usted, recibían ayudas en el Ministerio del Interior?

R.- Insisto en lo dicho. Sobre toda la dinámica que hace referencia a los fondos reservados daré las explicaciones oportunas en su momento.

P.- Pero no niega que se pagaran sobresueldos y extras con fondos reservados.

R.- Ni niego ni afirmo. No es que no lo sepa. Pero no es el momento de precisarlo.

P.- ¿Va a mantener lo dicho en la comisión parlamentaria? R.- En la comisión, como todo fue muy impreciso, el diputado Romero me preguntó si había gratificaciones y le contesté que no había cobrado ni gratificaciones ni sobresueldos. ¿Por qué?. Porque puede ser otro tipo de concepto. ¿Cómo lo llama el CESID? ¿Función Informativa?. Puede ser algo parecido, otro tipo de compensación. ¿Que las he cobrado?. Seguro. ¿De los fondos reservados?. Quien me lo dio lo sabrá.

P.- Pero ¿se lo va a contar todo a la juez?

R.- Sí.

P.- ¿Y por qué no lo hizo también ante la Comisión parlamentaria que investiga su caso?

R.- Porque respondí a las preguntas tal como me las plantearon en la Comisión. Eso por una parte. Y por otra, porque hay una ley de Secretos Oficiales que debo respetar. Si la rompo será ante la juez y no ante la Comisión. Que por cierto, todo lo que se ha dicho allí, no ha sido secreto.

P.- ¿Cuándo se normalizaron las ayudas con cargo a los fondos reservados?

R.- Estamos en lo mismo. Sobre el tema de fondos reservados no voy a dar más precisiones periodísticas. Donde las debo dar es en el Juzgado por ser de carácter secreto y siempre que no lesione la seguridad del Estado.

P.- ¿Desmiente usted lo que publicó EL MUNDO sobre los fondos reservados?

R.- Ni desmiento ni lo afirmo. Ustedes saben mejor que yo que no fui quien dio esa información a EL MUNDO. Por tanto, el que la dio, tendrá más detalles sobre el particular. Además, ustedes saben que tenía más rango que yo.

P.- ¿Ha utilizado usted dinero de los fondos reservados para su uso personal?

R.- Es absolutamente falso. Además, que lo he empleado para mi uso personal y para pagar el apartamento de mi esposa. Es falso. Yo he utilizado los fondos reservados para lo que se me ha sido asignado. Nada más que para eso. Y no me he apropiado de una sola peseta de fondos reservados.

P.- ¿Se refiere a las que tenía asignadas en la Guardia Civil?

R.- Siempre he utilizado los fondos reservados para lo que me han sido asignado.

P.- ¿Y sus superiores?

R.- No lo sé. Pero desde luego, seguro, para lo que lo destinaban ellos. Está claro.

P.- ¿Quién le mandaba a usted el dinero de los fondos reservados?

R.- El secretario de Estado. Rafael Vera.

P.- ¿Cómo le llegaba a la Dirección General?

R.- Se remitían en talones o en efectivo desde su secretaría a la mía.

P.- ¿Cómo le llegaba el dinero? ¿En efectivo? ¿En maletines? ¿En sobres con papel celo?

R.- Creo recordar y, lo digo sinceramente, que eran talones del Banco de España que en un momento determinado se hacían efectivos en una sucursal del Banco de Bilbao. Después se ingresaban en la sucursal de la Caja Postal que hay en la propia Dirección General.

P.- ¿Era Juan de Justo, jefe de la secretaría de Rafael Vera, quien le llevaba los talones?

R.- Los remitían desde la Secretaría de Estado.

P.- ¿Cuando el señor Asunción llegó al Ministerio sabía como funcionaba el sistema?

R.- No sé lo que quiere decir cuando se refiere al sistema. Cuando Asunción llegó al Ministerio estuvimos hablando de todos los aspectos que hacen referencia a la Dirección General de la Guardia Civil sin exclusión de ninguno.

P.- ¿Estaba al tanto de todo?

R.- Lógicamente le puse al corriente de todo lo que hacía referencia a la Guardia Civil.

P.- Cuando Asunción llegó al Ministerio dijo que se iban a acabar los sobresueldos.

R.- Será que lo sabía.

P.- Señor Roldán, las cuentas no cuadran. La cantidad dedicada por el Parlamento a los fondos reservados no se ajusta a los resultados obtenidos en la lucha antiterrorista y antidrogas.

R.- Yo sé en lo que se ha empleado el dinero que me han dado. Lo que no sé es a lo que se ha dedicado el resto de dinero. Todas las entradas de dinero reservado que venía de la Secretaría de Estado se anotaba en un libro y se llevaba una contabilidad. Unas cosas con recibos y otras no. Algún dinero se remitía también a las comandancias y asimismo se venía anotando.

P.- ¿Quién llevaba esa contabilidad?

R.- Mi secretaría. Cuando terminaba el año, se cerraba la contabilidad y se destruían los libros y los recibos. La misión de los fondos reservados es aumentar la eficacia de las Fuerzas de Seguridad y, en mi caso, la de la Guardia Civil. Los fondos reservados se han destinado a retribuir servicios que no se pueden retribuir de otra manera: pago a confidentes o informadores. Y, en algún caso, para adquirir algún medio técnico que no se puede comprar por los procedimientos ordinarios. En la Guardia Civil se ha gastado con efectividad. Cuando llegué a la Dirección me dijeron que uno de los confidentes más valiosos que teníamos en Navarra se había perdido porque no le habían mandado 125.000 pesetas que se pidieron. Esa situación no se volvió a repetir.

P.- ¿Cuánto dinero pudo costar un operativo como el de Bidart donde cayó la cúpula de ETA?

R.- Sólo les voy a decir una cosa. Ya no es ningún secreto porque, a estas alturas, secretos no quedan. En marzo de 1991 nos llegaron a pedir dos mil millones de pesetas por acabar con la cúpula de ETA.

P.- ¿Se llegaron a pagar?

R.- No.

P.- ¿Pero era una oferta viable?

R.- No se rechazó por lo que costaba, sino por otras circunstancias. En principio, estábamos de acuerdo, pero se estudiaron una serie de cosas y, más tarde, se desistió. Pero no por nuestra parte.

P.- ¿La oferta procedía de un servicio extranjero?.

R.- No. Eran personas que estaban en Francia.

P.- ¿Era todo legal? ¿No sería otro GAL?

R.- Sí. Todo legal. Se comprometían a proporcionarnos datos para llegar a la detención de la cúpula.

P.- ¿Conserva la Guardia Civil los libros donde se anotaban los gastos de los fondos reservados?

R.- No. Se destruyeron todos. Cuando yo llegué a la Dirección el coronel, que había sido jefe de la secretaría particular del general Sáenz Santamaría, me dijo que se habían destruido todos los documentos y que me había dejado una contabilidad con el dinero que quedaba.

P.- ¿A partir de cuándo se decide eliminar los documentos?

R.- Desde siempre. Siempre se ha hecho así.

P.- Un jefe de la Guardia Civil, en cambio, asegura que siguen existiendo recibos.

R.- De los documentos que yo haya recibido o que haya pagado mi secretaría no hay ninguno. Si alguien se ha guardado copias, eso es otra cosa.

P.- A usted le han acusado de destruir los recibos para que no quedara constancia del mal uso que se había dado al dinero.

R.- Yo no he inventado nada en el mecanismo del uso de los fondos reservados. Se ha hecho lo mismo que se hacía siempre.

P.- Esta acusación procede de un jefe de la Guardia Civil que controlaba el dinero y que usted cesó.

R.- Lo cesé por otro motivo y lo expliqué en la Comisión. Este señor estaba mal visto en la Guardia Civil y hablaba mal de todo el mundo. Llevaba el tema de fondos de asuntos generales. Un día, vino a despachar conmigo y tuvo que esperar porque tenía una visita. De una manera despectiva dijo: «Yo no espero a este tío y, ahí, dejo estos papeles». Lo cesé por bocazas y así lo expliqué en la comisión. Era un acto de falta de respeto. Por cierto, el cese fue bastante aplaudido dentro del ámbito de la Guardia Civil.

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Caso UCIFA

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P.- ¿Destruir los documentos a raíz del escándalo de la UCIFA?

R.- No, no, no. Desde siempre se han destruido. En la Guardia Civil se destruían a finales de año y yo seguí esa costumbre hasta enero del 93.

P.- Pero todo esto coincide con el escándalo de la UCIFA. ¿No será que tenían miedo a que se presentara en esas dependencias el juez Garzón para pedir cuentas?

R.- Posiblemente, ese fue un punto de referencia. ¿Por qué? Porque lógicamente cuando llega el juez Garzón se lleva documentación. Documentación que hace referencia al caso concreto de la UCIFA pero también podía haber otro tipo de documentación sensible que pusiera en riesgo sociedades entidades o personas.

P.- El coronel Velasco ha dicho ante la Comisión que cuando usted llegó a la Dirección General había 106 millones y que, en días, ese dinero se convirtió en calderilla.

R.- Eso es absolutamente falso. Si él era responsable del dinero sabrá cuál fue su destino y tendrá los justificantes. El coronel Velasco no manejaba los fondos reservados. Manejaba el famoso fondo de asuntos generales. Esto era una cuenta extrapresupuestaria que provenía de los beneficios que se obtenían de economatos y bares. Del beneficio de ese dinero, un 25 por cien se quedaba en las comandancias y, el resto, venía a la Dirección General. Allí, un general y un coronel se hacían cargo de la gestión que, por cierto, también me la han achacado a mi. Esos fondos extrapresupuestarios tienden a desaparecer y para ello tomamos las medidas oportunas. Mantuve una conversación con el anterior presidente del Tribunal de Cuentas y le comenté este tema para transformar estos fondos extrapresupuestarios.

P.- ¿Dónde iba a parar ese dinero?

R.- Se compraron muebles y máquinas de escribir y se pagó alguna comida.

P.- El mismo coronel Velasco afirmó que el PSOE había nombrado director general al primero que pasaba por allí.

R.- Al coronel Velasco, a quien sus compañeros llamaban «El Chino», era conocido por ser un auténtico bocazas y una mala persona.

P.- ¿No le sorprende a usted que sus ex compañeros del PSOE de la Comisión se tragaran estos comentarios?

R.- De la gente del PSOE en la Comisión no me sorprende absolutamente nada. La actitud del PSOE en la Comisión tiene dos fases. Una primera, hasta el Congreso del Partido en la que están en una actitud pasiva. Podrían haber preguntado alguna cosa pero no lo hicieron. Comparecí creyendo que iba a servir para algo pero me di cuenta que allí iba no de acusado si no de condenado. Cuando se me pide que entregue mis extractos de cuentas y mis declaraciones de la renta contesto que estoy dispuesto pero que como hay un proceso judicial abierto me puede perjudicar. Eso sí, les digo que tenía que consultar con mi abogado.

P.- ¿De verdad, estaba dispuesto a entregarles los movimientos bancarios?.

R.- Sí. Pero poco después me di cuenta que no podía ser. Me percaté que cada media hora los miembros de la comisión salían a hablar con los periodistas para contarles todo lo que yo estaba diciendo. Bueno, a decir lo que les interesaba a ellos, aunque no lo hubiera dicho. Por ejemplo, la famosa conspiración de generales. Yo no hablé de conspiración. Fue Ramallo el que dijo: «Oiga lo que está usted diciendo es muy grave. Nos habla de una conspiración de generales». Y le contesté: «Eso lo dice usted. Yo sólo he hablado de unos problemas de clasificación. Si hubiese tenido constancia de que había una conspiración hubiera tomado las medidas disciplinarias oportunas. No me habría quedado quieto». El titular que apareció en los periódicos al día siguiente era que yo había dicho que había una conspiración de generales. Y, como eso, todo.

P.- ¿Se siente maltratado por la Comisión?

R.- Es una vergüenza, empezando por su presidente Felix Pons, que el Congreso de los Diputados declare una comisión secreta y que se produzca una burla a la propia resolución del Congreso. ¿Qué papel ha jugado el Parlamento español?. Impresentable. Yo hubiese preferido que la comisión hubiese sido pública y televisada en directo para que la gente hubiese sabido la verdad.

P.- ¿Levantaría usted a los diputados el compromiso del secreto?

R.- Por supuesto. Han publicado lo que han querido.

P.- A partir de esta entrevista los diputados quedan exonerados del compromiso de ese secreto.

R.- ¡Por mí! Es preferible que se lean las actas. Que se lean lo que ellos dicen que se ha dicho y que no es verdad.

P.- ¿Cuál es su patrimonio? ¿Cuántas fincas y pisos tiene usted?

R.- Las que se han publicado. Vamos a ver: una finca pequeña de frutales en Mequinenza. Después, tengo lo de Europe Capital: una casa en Cambrils, que está sin terminar, un piso en Platería de Madrid, la pequeña casa de Zizur (Navarra), la de Pozuelo y los dos chalés de Rota que tengo alquilados. Ese es el activo de la sociedad. Y, en contra, tiene un pasivo con un montón de créditos hipotecarios, letras pendientes y préstamos personales. Toda esa deuda asciende a 91 millones de pesetas. La finca tiene pendientes unos créditos de 35 millones. Aparte, tengo otro crédito para financiar las inversiones que se presentará en el Juzgado.

P.- ¿Tenía dinero su familia?

R.- Mi padre no era un hombre rico, ni pobre. Cuando en el 68 me casé en Zaragoza me regaló un piso. El se dedicaba a ahorrar y sólo pensaba en dejarle todos sus ahorros a su hijo. Tenía varios taxis con conductores y después de jubilado seguía haciendo sus cosas. Tenía algunos pagarés, y cuando se cambia la legislación los saca. Ahora que he intentado sacar algunos certificados del banco me han contestado que no me lo pueden dar y tengo el problema de justificar el dinero que me dejó mi padre.

P.- ¿De dónde ha sacado usted el dinero para meterse en todas estas hipotecas?

R.- El dinero está plenamente justificado. Los recursos propios que yo he empleado son escasísimos.

P.- ¿De dónde ha sacado usted el dinero para pagar un patrimonio de 400 ó 500 millones?

R.- Me gustaría que estas cantidades fuesen verdad pero ahí están los datos. Ya quisiera yo.

P.- ¿Dispone usted de una cuenta en Suiza?

R.- No.

P.- ¿Lo jura?

R.- Lo juro.

P.- Entonces ¿qué hacía usted en un banco de Suiza?

R.- La noticia que aseguraba que me habían visto en Ginebra es falsa. No he estado en mi vida en el Fides de Ginebra.

P.- ¿Y en otro banco?

R.- ¡Hombre! He estado en Suiza, en Venezuela y en otros sitios cuando he necesitado cambiar moneda.

P.- En su caso, aseguran que lo han visto en Suiza en un banco y en la sección de cajas de seguridad.

R.- Es falso. No tengo ninguna cuenta.

P.- ¿Podía ser una cuenta de fondos reservados pertenecientes al Ministerio del Interior?

R.- El secretario de Estado hizo referencia a que hay cuentas en el exterior en distintos países.

P.- ¿No lo verían en uno de estos bancos?

R.- Cabe esa posibilidad.

P.- ¿Llevó su chófer a Suiza el automóvil de su mujer?

R.- Lo expliqué en la Comisión. El fin de semana del 14 de marzo del 92 mi mujer se tenía que marchar a Suiza para estar allí durante varios meses por cuestiones profesionales. Ella se llevaba su vehículo para poder moverse allí. Ibamos a hacer el viaje los dos en coche y el domingo me volvía en avión a Madrid. Cuando nos íbamos a marchar me llamaron de la Comandancia de Guipúzcoa diciéndome que la «Operación Artapalo» para capturar a la cúpula de ETA se había activado. Si se revisa la Prensa de aquellos días se verá que quince días antes de la caída de la cúpula hubo un intento fallido. Ante la necesidad de ir a San Sebastián alguien propuso que los chóferes que estaban sin trabajo podían llevar el coche y mi mujer viajar en avión con un billete que pagué yo. El conductor que estaba libre de servicio llevó el coche, esperó a mi esposa en el aeropuerto de Ginebra y se volvió a Madrid. Esa fue la única vez que llevaron el automóvil por el motivo que les he explicado. No es verdad que le hayan llevado el coche todas las semanas.

P.- ¿Ingresó usted en 1990 cincuenta millones en una cuenta de Deuda Especial del Estado?

R.- Hice una regularización fiscal como lo hicieron miles de ciudadanos españoles acogiéndome a unas medidas que dictó Hacienda. Sobre la legitimidad de ese dinero o el origen de él ya daré las explicaciones oportunas.

P.- Ese dinero no es de un crédito.

R.- Claro.

P.- ¿Está usted dispuesto a explicarle a la juez de dónde procedía ese dinero?

R.- Por supuesto, lógicamente.

P.- ¿Por qué ocultó la existencia de esa cuenta en el registro de altos cargos?

R.- La deuda especial tenía el lógico planteamiento de aflorar parte del dinero no declarado. Además el secreto de la operación estaba garantizado por el Banco de España.

P.- Usted también dispone de una cuenta en el Credit Lyonnes de Pamplona que le rinde buenos beneficios.

R.- Es absolutamente falso. Ni he tenido ni tengo una cuenta ni con 28 ni con una peseta en el Credit Lyonnes. Luis Roldán Ibáñez no la tiene. Si es otro Luis Roldán eso es otra cosa.

P.- ¿No está a nombre de otro familiar de usted?

R.- De ninguno. Si se refiere a mi esposa, a mi hijo, en absoluto. Estoy esperando que el Juzgado le pida al Credit Lyonnes si tengo alguna cuenta para que certifique que no la hay.

P.- Argentaria ha presentado ante la Comisión los movimientos de sus cuentas. Estas reflejan una serie de ingresos y reingresos extraños. ¿Cómo se explica esto?

R.- No sé exactamente a qué se refieren. Creo que Argentaria ha vulnerado el secreto bancario. A mí me parece muy grave. No tengo a mano los extractos bancarios para ver si lo que dice la Comisión es verdad. No sé si es una mentira más.

P.- ¿Cogió usted alguna vez dinero de la Guardia Civil que después devolvió?

R.- Que yo sepa no. Al menos que algún talón de fondos reservados a la hora de pedir el dinero lo librase el jefe de la secretaría a mi cuenta y después lo reembolsase. Pero, yo por supuesto, no. Tendría que ver los extractos de cuenta. Hay que tener presente que los dineros que yo recibía para atenciones protocolarias y representación sí pasaban por las cuentas personales. A primero de año empezaba a pagar gastos y cuando venía el libramiento trismestral del Ministerio me lo daban a mí y lo ingresaba en mi cuenta o me lo quedaba en efectivo. Lo único que tenía que hacer era justificar los gastos. Pero ese dinero pasaba por mis cuentas porque era yo quien lo pagaba.

P.- ¿Ha cobrado usted comisiones por la designación de obras?

R.- En absoluto. Es falso. Y la noticia que publicó su periódico sobre una presunta receptación de talones de 100 y 50 millones, noticia por la que me he querellado, no tiene que ver conmigo en absoluto.

P.- Los trabajadores de Sierra Comendador se han reafirmado en la comisión que ha entrgado esos talones a Esparza.

R.- No tienen nada que ver conmigo. Hay unas relaciones entre Sierra Comendador con Esparza o con Huarte. Pero, desde luego, a mí no me han dado ningún talón. Ni Sierra Comendador ni el señor Esparza. Ni tengo nada que ver con esa sociedad.

P.- ¿Por qué designaba a dedo las obras en la Guardia Civil?

R.- Han dicho los parlamentarios de la Comisión que el señor Corcuera y el señor Vera lo único que hacían era firmar la propuesta del director de la Guardia Civil. Pues, yo debo de decir lo mismo. En muchos casos en las obras pequeñas no he hecho nada más que firmar las propuestas del Servicio de Acuartalamiento. Y eso lo sabe todo el Servicio. En las únicas que he participado ha sido en las obras grandes.

P.- Existe la documentación que se hacían la invitación a seis o siete empresas grandes.

R.- Hay cartas de invitación. Después se abrían los sobres cerrados y lacrados. En el expediente figuraban las tres empresas que habían pasado y la propuesta de adjudicación para la mejor oferta. El que diga otra cosa está mintiendo.

P.- Eso no es lo que ha dicho el general Llaneras.

R.- No sé si lo que él ha declarado es lo que ha dicho la Comisión y han publicado los periódicos. No lo sé.

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Adjudicaciones

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P.- Llaneras afirma que él decidía siguiendo instrucciones de su director.

R.- Lo que ha podido decir es que yo hacía la propuesta de adjudicación porque evidentemente eso es cierto y quien tenía que elevar para arriba todas las propuestas era yo. Las tenía que hacer mías. Y al final el que adjudica soy yo. Es lo mismo que cuando dice el interventor del Estado el señor Martínez Genique cuyas relaciones conmigo se han caracterizado porque nunca le invitaba a comer como le invitaban otros. Y posiblemente, de ahí, venga su cierta agresividad o sesgada información. Se me han reprochado irregularidades en el IVA y en certificaciones. Vamos a ver. Para que se pague una factura o una certificación de obras firma el Servicio, firma el interventor y firmo yo. Si el Servicio dice que aquí hay tres metros cuadrados de ladrillos colocados se supone que estarán bien hechas las certificaciones. Y firma el Servicio, firmo yo y firma el interventor. Este también se tiene que creer lo que dice el Servicio. Todas esas irregularidades se me han achacado a mí.

P.- ¿Sucedía esto sólo en la Guardia Civil?

R.- La comisión está nombrada para investigar las irregularidades en la Guardia Civil. Pero esas irregularidades son exactamente las mismas en todo el Ministerio del Interior y en todos los Ministerios. Los defectos que hay en la gestión administrativa son comunes. ¿Por qué no se repasa lo que ha pasado con el Plan de Autopistas? ¿Cuántas modificaciones de precio ha habido en el Plan de Autopistas?. Es que parece que la Guardia Civil es la de Dios. La que inventa la contratación directa, la que adjudica a dedo y no se qué. Se escandalizan porque se le ha adjudicado a Huarte el 15 ó el 16 por ciento del total de las obras y no se escandalizan cuando en otro Ministerio otra empresa se lleva el 30 ó el 35 por ciento de la contratación. Eso no es noticia. Sólo que en la Guardia Civil se lo ha llevado una empresa. Y no es noticia que en otro departamento o en las Comunidades Autónomas haya otra empresa que se lleva el 40 por ciento.

La Ley de Contratos del Estado habla que con tres ofertas es suficiente. Para Defensa e Interior dice que hasta con una. Si hubiese invitado a una sola empresa no hubiera cometido ninguna falta. No he cometido ninguna ilegalidad.

P.- Pero si ha habido irregularidades en la contratación, ¿quién es el responsable: ¿usted o el ministro del Interior?

R.- O el sistema que autoriza las contrataciones directas. Por tanto, ilegalidades ninguna. Pero en la mayoría de los casos siempre ha habido seis o siete empresas. Ya es difícil poner a todas ellas de acuerdo. Mi jefe de Gabinete, que me sorprende que pueda decir esto a estas alturas, dice que la decisión se tomaba en mi despacho. ¿Dónde se iba a hacer, en el patio?

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Corrupcion

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P.- Señor Roldán lo que sucede es que en torno a este sistema se ha creado una atmósfera de…

R.- De corruptelas. ¿Y por qué se genera eso en torno a la Guardia Civil y no se genera en torno al resto de la Administración? ¿Por qué tiene que ser la corruptela de Luis Roldán en la Guardia Civil y no la de otro en otro departamento ministerial o autonómico?

P.- Señor Roldán, es que aquí hay un señor Esparza su socio que dice que usted le entregaba dinero en metálico en su despacho.

R.- Esparza dice que una vez le di 5 millones y otra 19. Hombre, 5 millones ocupan el volumen de esta grabadora y 19 es un poco más. Aunque se haya dado en efectivo habrá que ver si está justificado. No hace mucho leí un informe del Banco de España que decía que con el 21 por ciento del dinero de los españoles se funciona así. El 21 por ciento del circulante total está en efectivo. No está en los bancos, lo tiene la gente en su casa. Ahora no se emplean ni las tarjetas de crédito por miedo a Hacienda. El problema no es que se maneje el dinero en efectivo, sino en la licitud o ilicitud de ese dinero. En cualquier operación inmobiliaria o de ganado se hacen las operaciones en efectivo.

P.- ¿Aclarará por qué le pagó a Esparza en efectivo?

R.- Por supuesto que lo aclararé. Eso y todo lo que me pregunte la juez. Todo tiene explicación. Todas las operaciones inmobiliarias se hacen con recursos ajenos y no con propios. Todo el mundo hace negocios a base de créditos, entonces por qué se me critica a mí que haga lo mismo que todos los españoles.

La base de un negocio está en hacer el negocio con el dinero de los demás. Ningún empresario pone su dinero. La clave está en utilizar los recursos ajenos, esa es la base de los créditos. Y además sacar más dinero del que tú tienes que pagar.

P.- ¿Quién es Jorge Esparza?

R.- Es un amigo que conozco desde hace 16 ó 17 años.

P.- ¿Qué relación mantenía con él?

R.- Hemos sido amigos. En 1990 una vez yo separado, también se ha muerto mi hijo, agrupo mis propiedades que estaban a título personal en una sociedad, Europe Capital. Cuando empiezan mis problemas matrimoniales hay una situación en la que lógicamente ni el dinero que yo tengo, personalmente, ni los recursos ajenos que estoy empleando ni el dinero de mi padre puedo ponerlos en la sociedad matrimonial que es una sociedad de gananciales. En esas situaciones de ruptura matrimonial todo el mundo sabe que tienes que poner un poco a salvo lo que es tuyo y lo que no lo es. Cuando se producen las capitulaciones en el año 89, ya separado, es cuando me planteo ordenar mis inversiones. Actividades que estaba haciendo con ánimo de generar plusvalías como todo el mundo. No tengo una finca para divertirme porque no lo es. Ni compro unas casas y unos pisos para tenerlos aparcados. Se compran con el ánimo de revenderlos. Lo que pasa es que todo eso se pone en crisis. No se generan plusvalías. La finca el año pasado no dio rendimiento porque hubo heladas. Toda mi situación se puso en crisis. Todo lo he hecho sin ánimo de ocultar nada. Porque convendrán conmigo que el sistema más transparente es el de las sociedades limitadas en las que figuran los socios y se presentan las cuentas con luz y taquígrafos. Si hubiese intentado engañar a alguien hubiese montado una empresa en Gilbraltar o una sociedad anónima con personas interpuestas. Nunca he querido ocultar nada a nadie porque no tengo ningún dinero ilegítimo que haya podido emplear.

P.-¿Adjudicó usted una obra a un empresario de HB?

R.- Yo no he traído a esa empresa a la Guardia Civil. Dudo que el general Llaneras haya dicho lo que se ha publicado. No conozco a nadie de esta empresa. Cuando se dijo que esta empresa tenía relación con el PSOE del País Vasco di instrucciones para que dejaran de adjudicarles obras pero después he visto que ha seguido trabajando.

P.- ¿Qué patrimonio tenía usted cuando fue nombrado director general de la Guardia Civil?

R.- Ya lo he explicado que tenía mi casa de Zaragoza, un chalé en Cambrils, cinco parcelas en Cambrils y la finca de melocotones en Mequinenza.

P.- ¿Quién es Elisa Rodríguez?

R.- Una persona amiga con la que tuve una corta relación afectiva.

P.- ¿Le puso usted varios pisos a su nombre?

R.- Sí. En la época en que tenía mis problemas matrimoniales los puse a su nombre para que después me lo transmitiera a mí. Es el piso de Pozuelo.

P.- Esta señora va a declarar ante la Comisión. ¿Puede encontrarse con otra sorpresa?

R.- Creo que no.

P.- ¿Cómo le ha generado tantas pérdidas su finca de Mequinenza?

R.- Eso está totalmente claro. Este tipo de propiedades no generan recursos. Tienes la tierra después tienes el riesgo y más tarde el arbolito, que es como un tallito que tarda en dar fruto. Este tipo de explotaciones tienen un ciclo de quince años. Los cinco primeros años arrojan pérdidas pero cuando el árbol va creciendo la finca va adquiriendo un valor. Las pérdidas son de caja pero la finca adquiere valor. Al final se recupera. El valor patrimonial se ha financiado con recursos ajenos con créditos. El beneficio por hectárea es muy alto. Con el que se tiene que pagar los créditos anteriores.

P.- ¿Recibió usted subvenciones públicas en esta explotación?

R.- Se ha cumplido la ley al cien por cien. Hay unos créditos de la Diputación General de Aragón a los que nos hemos acogido como cualquier otro agricultor de la zona.

P.- ¿Por qué ocultó usted la finca a Hacienda al hacer la declaración del Patrimonio de 1990?

R.- Mentira. La finca se ha declarado en el 86, 87, 88, 89, 91 y 92. No se hizo declaración del patrimonio en el 90 porque era negativo en cuanto a valores cuantitativos.

P.- ¿Cuáles eran sus relaciones con Miguel Godia actual delegado del Gobierno en La Rioja?

R.- Son anteriores. Desde el año 76. El era alcalde de Mequinenza. Nos planteamos hacer las cosas a medias porque nos salía más barato llevar el agua a las dos explotaciones que cada uno por su lado.

P.- Su Partido lo ha suspendido de militancia.

R.- No. Por lo que he oído al señor Ciscar no es que me hayan suspendido de militancia. Se me ha expulsado. Y además lo dice con regocijo, con gran escarmiento. Yo le pediría que hicieran conmigo el mismo trato que con los de Filesa. A los de Filesa no sé si habrán tenido lucro o no pero no se les ha suspendido de militancia ni de nada. Por lo tanto, tendría que aplicar el mismo rasero para todos.

P.- ¿Qué responde a las declaraciones de Bono que dice que usted tendría que ir a la cárcel?

R.- Me sorprenden esas manifestaciones. Primero vulneran la presunción de inocencia que se la han pasado por debajo de la pierna y la entrepierna desde el principio en mi caso. En el caso Roldán cada palo tiene que aguantar su vela no va a ser como en otras ocasiones en que siempre ha habido un palo que ha aguantado la vela de los demás. Si voy a la cárcel es muy fácil que no vaya solo.

P.- ¿Se siente traicionado por alguien?

R.- Me siento que soy un instrumento del sistema. El sistema político español es posible que tenga serios problemas de corrupción pero sólo hay dos maneras de abordarlo: que pague todo el mundo o amnistía y borrón y cuenta nueva. Ellos, sin embargo, han elegido el planteamiento más fariseo. Se genera una gran inquietud en la opinión pública y, entonces, como en los sacrificios de la antiguedad, se ofrecen dos corderitos. Yo sólo hago referencia a lo que leo en la prensa porque problemas de corrupción y financiación de los partidos políticos existen en todos. Pero no se preocupen ustedes porque se arreglarán y ya se pondrán de acuerdo. Aquí lo interesante es que el señor Rubio o el señor Roldán vayan a la cárcel y aquí no pasa nada. Y ya hemos tenido oxígeno para seguir funcionando unos años más.

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Ventilador

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P.- El cordero es un animal dócil. ¿Usted va a ser dócil? R.- En absoluto.

P.- En el Congreso dijo que iba a poner en marcha el ventilador.

R.- Yo lo único que voy a hacer es que cuando me pregunten las cosas responderé sobre todo lo que sé.

P.- ¿Caiga quien caiga?

R.- Por supuesto.

P.- Corcuera y Barrionuevo se lavaron las manos nada más salir de la comisión. ¿Está resentido con ellos?

R.- Ya se lavaron las manos los 12 apóstoles, o sea, que no es un hecho nuevo.

P.- ¿Ha hablado en las últimas fechas con Felipe González? R.- No.

P.- ¿Con Corcuera?

R.- Tampoco.

P.- ¿Con Asunción?

R.- Si.

P.- ¿Habla todos los días con Antoni Asunción?

R.- A menudo, mantengo con él unas relaciones normales. P.- ¿Le ha llamado Rafael Vera?

R.- No, no sé si existe o no. Desde el 22 de noviembre sólo he sabido de él cuando escuché el programa de radio de «Encarna Sánchez». Por cierto, me ha extrañado muchísimo que no se haya vuelto a hablar de ese tema, ni siquiera en los informativos de la Cope de aquel mismo día. Me sorprendió mucho oír al señor Vera decir que no se le compara conmigo. No sé si se refería a la cantidad o al testaferro. Nadie lo ha explicado todavía.

P.- Y el señor Corcuera ¿tampoco le ha llamado?

R.- No.

P.- Pero se llevaba bien con él en el Ministerio.

R.- Sí, por supuesto. Si no, no hubiera estado en el cargo. P.- ¿Eran similares sus ingresos a los de Corcuera y Vera?

R.- No recuerdo con exactitud. Los ingresos del secretario de Estado eran similares a los míos. En la última época la diferencia era muy pequeña. El ministro, lógicamente, cobraba algo más.

P.- ¿Es posible que Vera y Corcuera también tengan que aclarar algunas cuestiones?

R.- Eso dependerá de la jueza. Habrá que ver lo que opina el juez al respecto despues de oír mi declaración.

P.- ¿Hasta dónde cree usted que llegará la comisión?

R.- El primer día antes de empezar ya llegó a donde tenía que llegar. Primero, a condenarme. Y si ha habido algún ventilador no ha sido el mío.

P.- ¿Le sorprende que ningún jefe o general de la Guardia Civil haya declarado a su favor?

R.- No. No me sorprende porque en términos generales son personas que públicamente no se manifiestan para nada y tampoco tenían por qué hacerlo en este caso.

P.- ¿Pueden utilizar los generales de la Guardia Civil su caso para atacar al poder civil?

R.- Posiblemente. No puedo decir que sea una maniobra intencionada y planificada. Desde luego, conociendo a algunos personajes o personajillos, sí creo que en su momento habrá una contraofensiva para colocar al frente de la Guardia Civil a un general del Cuerpo. Eso es así.

P.- ¿Ha influido el caso UCIFA en su actual situación?

R.- Indirectamente sí. La UCIFA nace de forma distinta pero al final se utiliza en mi contra.

P.- Pero lo que sorprendió es que la Dirección General de la Guardia Civil avalara las fianzas de los guardias que fueron procesados.

R.- Sí. Ya dije que eso son cosas que se hacen y que no se volverían a hacer. Creo que los miembros de la UCIFA podrán quejarse de lo que ellos quieran menos de que no se les ha apoyado en su defensa. Yo siempre he defendido la presunción de inocencia de todo el mundo. En mi caso, el planteamiento más fariseo ha sido el de la comisión. Más que ventilador ha sido una central. A mí, no me ha defendido nadie: ni el señor Bono, ni el señor Ciscar, ni el señor Leguina. Que no se olviden que todo animalito tiene su San Martín.

P.- ¿Qué negocios tiene usted en Venezuela?

R.- No tengo ninguno. Lo que sí tengo es familia, mucha familia.

P.- ¿Es cierto que su esposa entró a trabajar en la Guardia Civil por sus influencias?

R.- No. Mi esposa entró como asesora ejecutiva del ministro en mayo del 89 y cesó en septiembre del 90. Lo hizo porque la conocía pero no tenía ninguna relación afectiva con ella. Cuando la tuve ella pidió su cese. Por eso, me parece muy barrriobajera la información, que por cierto se publicó en su diario, que yo le había pagado a mi esposa su apartamento con fondos reservados durante los años 88 y 89. En el año 88 aún no la conocía y, además, ella no vivía allí. Comenzó a vivir en octubre de 1989 y el alquiler fue pagado de su cuenta personal hasta septiembre del 92.

P.- ¿Ha sido socio del señor Urralburu?

R.- No, nunca. Ha sido y es un buen amigo.

P.- ¿Tiene usted los estudios que ha dicho?

R.- He estudiado donde he dicho. El título de Ciencias Empresariales es un título privado. Cuando lo estudié no había titulaciones oficiales excepto en la Escuela de Ciencias Empresariales de San Sebastián. En aquella época no existía esa formación específica en las universidades españolas.

P.- ¿Qué tiene que decir de las siguientes personas? ¿De Barrionuevo?

R.- Yo diría que lo que él dijo de mí también sirve para él. Es decir, que a la vista de lo que ha dicho he conocido a un Barrionuevo distinto.

P.- ¿De Corcuera?

R.- Le diría que lo mismo.

P.- ¿De Rafael Vera?

R.- Sin comentarios.

P.- ¿De Rodríguez Colorado?

R.- Lo considero una persona sensata e inteligente.

P.- ¿De Juan de Justo?

R.- Era el secretario de Vera y la persona que llevaba y controlaba las cosas de Vera en la Secretaría de Estado.

P.- ¿Cuando dice llevaba también se refiere a los fondos reservados?

R.- Sí, claro.

P.- ¿De Felipe González?

R.- Presidente del Gobierno.

P.- ¿De Narcis Serra?

R.- Vicepresidente del Gobierno con el que sí he tenido alguna relación.

P.- ¿Le ha llamado el señor Serra?

R.- No.

P.- ¿De Antoni Asunción?

R.- Creo que será un buen ministro del Interior, si continúa.

P.- ¿Está informado el ministro de todo lo que ocurre en su ministerio?

R.- No lo sé. Yo me marché casi el mismo día que entró el. Supongo que como ministro estará enterado.

P.- ¿De Ferrán Cardenal?

R.- Director de la Guardia Civil y también espero que sea un buen director.

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Comisión

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P.- ¿Qué piensa de los diputados que forman la comisión de investigación. Por ejemplo el señor Ramallo?

R.- Lo conozco de la comisión. Para él todo está bien si le beneficia. Le importa un pepino la verdad. Desgraciadamente, en política eso es bastante frecuente.

P.- ¿De Antonio Romero?

R.- Pues eso, Antonio Romero.

P.- ¿Qué opinión tiene de los generales de la Guardia Civil?

R.- Hay de todo. Mi concepto es que la mayoría de ellos son buenos profesionaleses.

P.- Hacienda le ha abierto una investigación. ¿Teme usted ir a la cárcel?

R.- Por Hacienda creo que no iré.

P.- ¿Y por los temas judiciales?

R.- Yo a lo que le tengo miedo es al condicionamiento que en estos momentos tiene la Justicia en relación al caso Roldán. Durante cinco meses hemos leído en la prensa las más variadas informaciones. En un porcentaje muy alto absolutamente falsas mentiras. Se ha envilencido y satanizado no sólo a mí si no a mi entorno familiar y me temo que también el profesional.

Después ha habido una comisión parlamentaria que ha sido simplemente generadora de alarmas. Han conseguido generar una dinámica que condiciona la actuación judicial.

Cuando aún no tengo ningún problema penal y no he hecho ningún movimiento para marcharme del país en absoluto y sorprendentemente el fiscal dice que a este señor se le retire el pasaporte. ¿Por qué?. Si todavía no se me ha tomado declaración no hay ningún cargo. ¿Qué es lo que hace pensar que yo me voy a ir o a escapar del país? ¿Por qué se toma esa decisión judicial excepcional? En mi caso casi todo ha sido excepcional.

P.- Pero el propio fiscal general del Estado dice que su situación es grave y que podría ir a prisión.

R.- Antes, tendré que presentarme a la juez y que me escuche. Estoy convencido que en estos momentos adoptarán medidas excepcionales que se aplican a otros señores.

P.- ¿Por qué dice eso?

R.- Mire, no nos engañemos. Lo mejor que les puede pasar a todos es que cuando empiece la campaña para las elecciones europeas o andaluzas Luis Roldán esté en la cárcel aunque sea en prisión condicional o pendiente de lo que sea. ¿Por qué?. Pues porque a todos les va a venir muy bien. Unos dirán que gracias a su deseo de acabar con la corrupción y con las prácticas ilegales y a su esfuerzo estoy en la cárcel. Otros dirán: «No nos podrán echar en cara que no hacemos nada porque ya ven que cuando hay que hacer se hace». El que yo esté en la cárcel cuando empiece el show electoral le beneficia a todo el mundo.

P.- Entonces usted está convencido de que irá a la cárcel.

R.- Yo desearía no tener ese convencimiento pero lo que quisiera es que se me tratara como a los demás. Es más, que se me tratara como al resto de las personas que tienen un problema judicial.

P.- ¿Confía en la Justicia?

R.- Los jueces son personas como los demás y las personas siempre se mediatizan por el entorno y la situación. Cuando hay una situación tan mediatizada como ésta donde se ha generado de manera artificiosa un estado de la opinión pública de alarma etc etc. Pues, evidentemente, la jueza lo tiene difícil. ¿Cuantos editoriales elogiosos se escucharán si decide un auto de prisión y cuántos críticos si decide la libertad provisional?

P.- Según este análisis el debate del Estado de la Nación a usted le ha perjudicado.

R.- Hay un punto de inflexión que es el congreso del PSOE. Hasta ahí la actitud del PSOE es más o menos de ver que es lo que pasa y que esto es un problema judicial. Convendrá conmigo que habiendo un problema en el juzgado abrir una comisión es establecer un mecanismo de juicio paralelo que merma mi capacidad de defensa. Y, en el caso del señor Rubio, le va a suceder más o menos lo mismo. ¿Por qué? Porque si hay un problema judicial pues trátase de ese problema judicial. Ahora si hay un problema político háblese de los aspectos políticos.

En la comisión no se ha tratado de analizar un problema político. Se ha hecho un auténtico juicio. Se ha suplantado la actuación judicial y ya se ha establecido un veredicto. Por lo tanto, hay un veredicto de la opinión pública generado por los medios de comunicación y alimentado por informaciones de la propia comisión y un veredicto de la comisión. No sé si lo que le queda a la jueza es simplemente establecer la condena. Lo digo con toda sinceridad. No le queda otra salida.

P.- ¿Se siente culpable de la situación que está viviendo el PSOE?

R.- En absoluto. En el congreso del PSOE se produce una inflexión y sale el tema de Rubio. Se le echa el problema encima y es cuando se toma la decisión política de no defendernos y de ponerse al frente de la manifestación contra Rubio y contra Roldán. Lo curioso es que no se ponen al frente de otro tipo de manifestaciones que habría que hacer en cuanto a otras personas o entidades.

P.- Filesa es claramente un caso de financiación de partidos.

R.- Yo simplemente digo que en Filesa hay un problema judicial y que hay una serie de compañeros y militantes del PSOE sujetos a un tema judicial. De lo que ahora se apunta y hemos venido leyendo tiempo atrás parece ser que hay un problema serio y que el PSOE no ha tomado las mismas medidas que conmigo.

Si esos compañeros se han lucrado en beneficio propio con ese sistema fraudulento de informes falsos, con obtención de dinero y ocultación a Hacienda, deberían tomar las mismas medidas que conmigo: suspenderlos y echarlos. Si por el contrario, esos compañeros lo han hecho en beneficio del partido o de la dirección lo que tendrían que hacer es dimitir todos.

P.- El otro día se trató su tema en el PSOE y el senador Sala estuvo hablando de su caso.

R.- O sea, que hablaba del caso Roldán y no hablaba del caso Sala. El señor Ciscar llega el domingo y dice que ya hemos echado del partido a Roldán. Pues yo lo único que pido es que para todos se aplique la misma medida. Esto viene a demostrar que hay una intención política clara. Justicia

P.- Se dice que usted va a huir de la acción de la Justicia.

R.- Yo lo único que tengo que hacer es recuperar el estado síquico que me permita hacer frente a lo que se me viene encima. En estas condiciones no puedo hacer nada.

P.- ¿Cómo era la Guardia Civil cuando usted entró y cómo la dejó?

R.- Con toda sinceridad creo que esa es una pregunta que le importa muy poco a la gente. Nada de lo que he hecho durante estos últimos años vale para nada ni se habla. La imagen que se está dando es que soy un ser vil y corrupto. Lo dice Leguina lo dice Bono etc. Yo lo que siento es que he hecho un trabajo y otras muchas personas anónimas en favor de este país no sólo durante el tiempo que he estado en la Guardia Civil sino también cuando estuve como delegado en Navarra. Un trabajo muy importante. Ese trabajo ha redundado en el resultado final que creo que es positivo. A pesar de que se han podido cometer errores y cosas. Bueno yo tenía la vana esperanza que cuando salió este escándalo se tendría en consideración a una persona que ha estado seis o siete años al frente de una Institución y había hecho un trabajo por la seguridad y por la sociedad. Creía que, al menos, me darían el beneficio de la duda. Este hombre ha estado haciendo un trabajo y ha estado jugándose la vida porque lo han intentado matar tres veces.

Se me echó en cara en la comisión que hubiese condecorado a los conductores y a los escoltas que han estado conmigo siete años y que han corrido el mismo peligro que yo. Lo que se me echó en cara en la comisión es que había regalado las condecoraciones y se olvidaban que esas personas han corrido un riesgo evidente. Si no hubiera ese riesgo evidente no habría escoltas ni coches blindados ni nada. Por eso, se me censura. Pues que miseria. No se critica porque se haya condecorado a un jefe, por pasearse no se critica porque son los escoltas o conductores del director de la Guardia Civil. ¿Qué pasa? Es que estos señores no tienen derecho a nada.

Me siento estafado por mucha gente pero también por el sistema. Lo único que he pedido es que se me tratase igual que a los demás. Lo he pedido cuando estaba de director de la Guardia Civil y acusaban a alguien de torturas o malos tratos o lo que fuese y pedía que se le respetara la presunción de inocencia igual que a cualquier delincuente. Pero para mí no se ha respetado ni la presunción de inocencia.

En la comisión fueron tan miserables que uno me preguntó si yo tenía alguna condecoración retribuida. Y le contesté que no. Pero hasta qué extremo querían llegar.

P.- ¿Se ha comido muchos marrones como director general de la Guardia Civil?

R.- Bastantes. Aunque la palabra marrón es muy amplia. También formaba parte del trabajo.

P.- ¿Se comió usted el marrón Zabalza?

R.- No.

P.- ¿Era partidario de las conversaciones políticas con ETA?

R.- No. Tal como se llevaron, no.

P.- ¿Y de las conversaciones con Azkoiti?

R.- No. Desde el principio dije que eso era un camino a nada.

P.- ¿Le ha dado en alguna ocasión su teléfono particular a un etarra?

R.- No.

P.- ¿Es cierto que hay unas conversaciones grabadas por el Cesid entre Azkoiti y Rafael Vera?

R.- No lo sé. No lo tengo confirmado y lo que no tengo confirmado tengo que decir que no lo sé.

P.- Se le ha acusado de tener relaciones con narcotraficantes.

R.- A raíz del caso de la UCIFA se vino a decir que se había intentado ocultar la detención de una prima mía por un caso de drogas. Eso no es cierto. Se la detuvo en Barcelona y se le aplicó la ley. Posteriormente, hay algún hecho circunstancial que pretende ser empleado por esta gente. Es el caso que sucede en Navarra. Creo que fue por el año 92.

Una buena mañana me llama el entonces delegado del Gobierno en Navarra, Jesús García Villoslada, y me dice más o menos: «Pero Luis, os habéis vuelto locos». Le pregunté que por qué y me dijo que pedíamos, por parte del coronel Montero, los titulares de unos teléfonos que son Jesús Rodero, Marcelo Giménez y Alberto Laviñeta.

Rodero es amigo y dueño de un restaurante. Marcelo es un médico de Pamplona que tiene un museo taurino en Navarra y Laviñeta es un arquitecto, y que entre otras cosas trabaja para la Guardia Civil, trabajaba ya para la Guardia Civil antes de ser yo director. Pregunté al Servicio Fiscal a ver qué es lo que pasaba y me dijeron que la Guardia Nacional de Venezuela ha solicitado que si los titulares de esos teléfonos era gente honorable o si tenían algún antecedente, etc. Llamé directamente al director de la Policía de Venezuela para saber qué era y el resultado fue que una chica que trabajaba de secretaria en una agencia de viajes de un venezolano que vienen mucho a España por los toros la detuvieron con su novio en Inglaterra y pidieron antecedentes a la policía de Venezuela. En la agenda de esta chica figuraban los números de teléfonos de algunas personas que eran muy amigas de su jefe.

El propio director general de la Policía de Venezuela me dijo que esto no tenía ninguna importancia y que era un simple formulismo.

Después yo hablé con el delegado en Navarra y le expliqué la cuestión. Todo quedó así y yo no llamé ni a los interesados.

¿Quién da esta noticia al diario ABC? Pues quien la da es el comandante Serafín Gómez. ¿Quién es el comandante Gómez? Pues el cuñado del comandante Pindado, que fue procesado por el tema de la UCIFA y tuvo dos sanciones. Hay un sentimiento perverso.

En aquel ambiente taurino también conocí a un empresario colombiano que edita una revista taurina en España donde colabora Zabala o Carlos Illán. Hacia el 87 estaban haciendo obras en mi casa y me ofrecieron el alquiler de un chalé. Efectivamente fui allí y estuve un mes y después me volví a mi casa.

Posteriormente, hace un año, parece que detuvieron a un hijo suyo en una operación antidroga. Estos tres hechos, los de mi prima, los de los teléfonos y los del hijo del empresario colombiano se intentan entremezclar y satanizar para mezclarme con las drogas.

P.- ¿Por qué le han procesado por injurias?

R.- Parece ser que en la información que se dio por parte de los Servicios de la Guardia Civil sobre una noticia que apareció en Diario 16 había algún error. Eso dio pie a un procesamiento por calumnias e injurias, tanto para mí como para la jefa de prensa.

P.- ¿A qué se va a dedicar en un futuro?

R.- No sé cuál es mi futuro, y no sé si tengo futuro. Esa es la auténtica realidad. Lo malo de todo esto es que no hablamos de mi futuro, también hay que hablar del futuro de mi familia.

Lo que voy a hacer es luchar y no consentir que me pisen. Pienso aclarar todo y poner mi nombre donde debe estar.

En este caso han complicado a personas, la familia de mi mujer, que no tienen nada que ver conmigo. Ahora hablan de la finca de mi suegro y yo me pregunto: ¿qué tendrá que ver eso conmigo? Ellas son personas que conozco desde hace tres años, cuando me casé. No tienen nada que ver ni con la gestión de Roldán, ni con nada.

Ahora hablan de la finca de mi suegro y dicen que la mujer de Roldán compró la finca con mi dinero, pues todo mentira. Esa finca ya era de la familia de mi mujer, antes que yo los conociera. Lo único que intentan es hacer daño.

Nunca ha pretendido esclarecer la verdad y llegar al fondo.

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Amedo

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P.- ¿Cómo va a acabar todo esto?

R.- Para mí esto es un viacrucis y no de doce estaciones, más bien de 200.

P.- ¿Va a tirar de la manta?

R.- Que cada palo aguante su vela. Ya se ha acabado que siempre haya un mono que reciba todas las leches. Eso lo dije en la comisión y lo reitero. Es la única manera de defenderme.

P.- ¿Tiene miedo de que el caso Roldán se convierta en un caso Amedo?

R.- No sé muy bien cómo fue el caso Amedo. Yo no sé si se le engañó a Amedo, supongo que sí, pero conmigo no van a hacer lo mismo. Hablando claro: a mí no me van a engañar como a Amedo.

P.- ¿Qué le han dicho en Interior?

R.- Ellos lo que pretenden es que no se produzcan más jaleos, para eso dicen que me van a echar una mano y que hablarán con el fiscal.

Habré visto yo lo que ha pasado con Amedo.

P.- ¿A qué ha dedicado usted estos últimos días?

R.- A escribir. Estoy escribiendo mis memorias. Todo lo que he vivido durante estos años.

P.- ¿Está escribiendo todo?

R.- Sí, todo. Absolutamente todo.

P.- ¿Por qué se ha puesto a escribir? ¿Piensa publicarlo?

R.- De momento estoy escribiendo, y luego ya veremos lo que hago con ello. Desde luego estará a buen recaudo por si me pasa algo a mí o a mi familia.

P.- ¿Cree usted que la comisión va a poner punto y final al «caso Roldán»?

R.- Lo veo difícil. Allí no se intentaba controlar mi gestión, en absoluto. No les importaba ver si habían exisitido irregularidades. Lo único que les importaba era convertir en basura lo que era basura y lo que no también.

No han pretendido esclarecer la verdad y llegar al fondo. Cuando estuve allí me vinieron a decir: señor Roldán, déjese de tonterías, no nos cuente nada y díganos dónde ha metido la mano. ¿Se lo ha llevado de las comisiones o de los fondos reservados? Lo demás no nos interesa. Con que nos conteste a éso ya podemos cerrar la comisión.

Yo he intentado hacer negocios como otros empresarios. El negocio está en hacer dinero con el dinero de los demás. Ningún empresario pone su dinero.

Por eso la clave está en utilizar los recursos ajenos, en pedir créditos a los bancos y, al final, sacar más dinero del que tienes que pagar.

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03 Mayo 1994

Roldán debe entregarse y contar lo que sabe

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

Leer
Jorge de Esteban lo llama hoy, en nuestras páginas 4 y 5, «el hombre que sabe demasiado». También podía haberlo definido como «el hombre más buscado». Por ambas razones, por su espectacular desaparición y porque tiene mucho que decir, EL MUNDO ha hecho todo lo posible por localizarlo y por entrevistarlo. Y lo ha logrado. Hoy damos cuenta de ello. Mañana publicaremos una amplia entrevista con el ex director general de la Guardia Civil, en la que nuestros reporteros Cerdán y Rubio no dejan de hacerle ni una sola de las preguntas que están en la mente de todos. El hoy fugitivo -contra el que la jueza Ana María Ferrer dictó ayer orden de búsqueda y captura- afirma que la alternativa que se plantea es «o pegarse un tiro o tirar de la manta». Debe, sin duda, tirar de la manta, en la línea que inicia en la entrevista que publicamos mañana. Hay que saber de una vez todo lo que se oculta bajo esa pestilente manta. Por nosotros no quedará: de cuanto nos informemos, informaremos. Es la manera en que los periodistas cumplimos con nuestro deber. Que los que tienen otras obligaciones las atiendan.

LA segunda acepción que el diccionario de la Academia de la Lengua recoge para el verbo documentar reza así: «Instruir o informar a alguien acerca de las noticias y pruebas que atañen a un asunto». La entrevista con Luis Roldán que hoy publica EL MUNDO es, en ese preciso sentido un documento del mayor interés. El lector encontrará en ella los argumentos que el ex director general de la Guardia Civil maneja para tratar de exculparse. O, mejor dicho: para quitar importancia a las inculpaciones que se le hacen, por la vía de afirmar que lo suyo no tiene nada de excepcional. Lo que viene a decir, en suma, es que otros altos cargos de Interior -cita muy concretamente a José Luis Corcuera y a Rafael Vera- obraban igual que él. Y se queja de que sus ex compañeros han roto el «pacto de silencio» con el que se cubrían mutuamente.

De las quejas que emite Luis Roldán, hay una en la que no le falta su tanto de razón. Dice que su proceso está ya prácticamente concluido, porque su causa ha sido juzgada públicamente por la comisión parlamentaria reunida al efecto. Es cierto que los trabajos de la comisión, en teoría secretos, han sido en la práctica perfectamente públicos, sin que el acusado tuviera las garantías de defensa constitucionalmente requeridas. Mucho mejor sería declarar públicas las sesiones de estas comisiones, con lo que la opinión pública recibiría toda la información, incluyendo la procedente de la parte investigada.

En todo caso, lo que Luis Roldán no puede hacer es lanzar insinuaciones perversas sobre sus ex compañeros socialistas y quedarse ahí. Si lo que pretende, como dice, es no servir tontamente de víctima del sacrificio, está obligado a presentarse ante la Justicia y proclamar cuanto sabe. Nada hay tan miserable como sembrar dudas sin aportar pruebas. No cabe tirar piedras y esconder la mano. De sus palabras parece deducirse la existencia de una corrupción generalizada en la cúpula del Ministerio del Interior, basada en un uso privado de los fondos reservados. Pruébelo. Beneficiará al país y se beneficiará él mismo: van a legislarle medidas de atenuación de la pena para aquellos condenados por delitos de corrupción que hayan colaborado con la Justicia. Ayudará también a la Ley si aclara, de paso, por qué afirma con tanto aplomo que Amedo fue engañado por el mando socialista: en qué, quiénes y cómo lo engañaron. El asunto dista de ser intrascendente.

Corcuera, Vera y el resto de los afectados por las insinuaciones de Roldán son personas inocentes y honorables: quien pretenda lo contrario debe demostrarlo. Pero, como quien lo pretende no es cualquiera -apenas anteayer estaba al frente de la Guardia Civil-, ellos deberían ser los primeros interesados en salirle al paso. No estaría de más que cuantos integraron la dirección de Interior durante el mandato de José Luis Corcuera hicieran pública declaración de bienes. Ayudaría no poco a tranquilizar a la ciudadanía.

03 Mayo 1994

El cante de Roldán

Pablo Sebastián

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Felipe González conoció en algún momento esa práctica ilegal de malversación de fondos públicos

De las declaraciones de Luis Roldán se desprende la clara amenaza de implicar -«a la cárcel no voy a ir solo»- al anterior ex secretario de Estado, Rafael Vera, y al ex ministro del Interior, José Luis Corcuera, en los principales asuntos objeto de la investigación: el reparto, «en negro», de los fondos reservados del Estado en «sobresueldos», y el cobro de comisiones a los «agraciados» constructores de cuarteles de la Guardia Civil, que podrían haberse desviado, también, al PSOE.

Y, si recordamos cómo Corcuera justificaba alegremente, sin desmentir nada, el reparto de los citados «sobresueldos», podemos concluir que Felipe González conoció, en algún momento, esa práctica ilegal de malversación de fondos públicos (más delito fiscal) sin haber denunciado ante la Justicia las irregularidades cometidas por los altos cargos del Gobierno de la nación.

Al final del hilo grasiento de este culebrón de desagües del poder aparecerá, otra vez, la sombra del fallecido presidente Richard Nixon.

González lo sabía, o lo supo, y no lo denunció, y puede que no sólo cuando lo publicó la Prensa por primera vez (Roldán acusa a Vera de la filtración).

Como González sabía lo del caso Ibercorp, incluso antes de que Carmen Posadas y Mariano Rubio hablaran con Pedro Solbes y Carlos Solchaga. De la misma manera que González conocía -¡cómo no iba a saberlo el presidente del Gobierno y el secretario general del PSOE!- la trama de Filesa.

Que González es el responsable político de esta crisis de Estado lo sabe todo el mundo, y no hace falta que lo repita Joaquín Leguina. Lo que muchos, todavía, no quieren reconocer, a pesar de las evidencias, es que González ha sido cómplice por acción u omisión de toda esta corrupción.

Por lo tanto, por mucho que quieran cerrar filas a su alrededor, González caerá. Por mucho que los felipistas y su prensa gubernamental -léase el editorial de El País de ayer-, quieran sacarle de la lista de los responsables, encubriendo al presidente hasta el final -como en el Watergate- y aumentando su agonía y el deterioro nacional.

Ni entregando las cabezas menores de Asunción -¿todavía sigue de ministro?-, Solchaga, Corcuera, Solbes, Vera y Barrionuevo -quien dice que «si es necesario» dará la cara- se logrará ocultar a González ni frenar la crisis.

Ni siquiera con la complicidad descarada de Jordi Pujol, que está enlodando a Convergencia i Unió. Aunque Duran i Lleida, de Unió, ya toma distancias de la Generalitat.

Hasta la oposición al felipismo, la interior de Alfonso Guerra y la externa del Partido Popular y de Izquierda Unida, están implicados en la terapia de aplicar cataplasmas a la gangrena del poder, sin que nadie se atreva a cortar por lo sano. A derribar el Gobierno y convocar elecciones anticipadas, que es lo que hay que hacer.

Hablar, a estas alturas, de mociones de confianza y de interpelaciones parlamentarias no sirve para nada. La solución pasa por sacar a González y al PSOE del poder.

Y mientras esto no ocurra, la bola de nieve (o de basura) no cesará de engordar. Y acabarán apareciendo los fondos reservados de los GAL (¿Garzón quiere ser ministro del Interior?).

Decíamos ayer que Roldán no quiere acabar como Amedo, y el ex director general de la Guardia Civil -donde los generales andan a la greña- puntualiza que a él «no lo engañarán como a Amedo». Señores Barrionuevo y González: ¿cómo y quién engañó a Amedo?

Lo que no dice Roldán es por qué huye. Pues muy sencillo: porque es culpable, y para amenazar, como lo ha hecho, y negociar mejor que Amedo. No quiere ser enjaulado, como Abimael Guzmán, para ser enseñado al populacho en la próxima campaña electoral.

03 Mayo 1994

Tranquilos, Roldán no se pegará un tiro

Antonio Burgos

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Adiós, Calderón de la Barca… ¿Un tirito te vas a pegar ahora, hijo de tu madre, después que te has forrado como tu gabán? ¿Ahora vas a ronear de clásicos escenificados por Tamayo y adaptados por Pemán, un centro cultural de la villa, joé, con un honor y una cosa, que el alma sólo es de Dios? Tranquilos, hombres de poca fe: Roldán no se pegará un tiro. Un tiro se lo pegó Juan Belmonte, con una pistola del nueve corto que cargó la suerte y cargó la muerte, después de haber toreado por última vez la soledad de la tarde y de la vida encerrándose con un cuatreño en la placita de tientas del cortijo Gómez Cardeña. Un tiro se lo pegó Manuel Halcón, que venía reinando en ello, y que días antes del seco sonido de aquel mediodía de julio había mandado que se llevaran al campo a su perro lebrijano de pelo corto y vivaz, para que no sufriera con el olor y el calor de la sangre de su amo caído entre los libros queridos de la biblioteca, diciendo a Paca, la criada: «Que el «Corito» viva su destino como yo voy a vivir el mío.»

Un tiro se lo pegan los hombres, y de ésos ya no van quedando. Pero esto que han encontrado Antonio Rubio y Manuel Cerdán sentado en un tresillo de sala de espera de dentista sin siquiera revistas atrasadas y sobadas encima de la mesa, al pie de un falso Bosco de almanaque de la Unión Española de Explosivos… Esto que vimos deambular con encanecida barba de ocho días, enfundado en un desgarbado gabán que estaba más que bien forrado, forradísimo, anudado descuidadamente con un cinturón que fingía apretarse en los entierros de los guardias civiles… Esto que no hay quien lo vea, ni por ventana ni por azotea, que van buscando como las mocitas buscaban a Luis Candelas, colega… Esto que vuela, vuela, pájaro que nadie consigue llevar a la cazuela, y que es el símbolo más abyecto de la descomposición de la momia del felipismo, ¿cómo se va a pegar un tiro? Los tiros se los pegan los hombres, en las sienes, en el cielo de la boca, no los mascarones de proa de la nave del Estado. Los tiros se los pegan los hombres de honor, y el honor, como la nata en los escaparates antiguos de las dulcerías, dentro, por el calor y por la que está cayendo, el honor no queda más que en la divisa que saca Ansón en la portada del colorete diario.

En este 2 de Mayo en que escribo nos hemos levantado con las radios echando humo y con las manos de ejemplares de EL MUNDO desapareciendo de los quioscos de las ciudades sosegadas y en calma por la festividad del día. Lo de Antonio Rubio y Manuel Cerdán es la luz roja de la reserva que se ha encendido en el panel del coche de Felipe González, que se ha estrellado como el de Ayrton Senna. ¿Qué poder tiene ya el poder, si dos periodistas consiguen lo que el Estado no logra? En este 2 de mayo, todos somos alcaldes de Móstoles con esta empanadilla, sabemos que lo que ahora se entiende como Patria está en peligro, más perdida que el barco del arroz. Por favor, que no acuda más Jordi Pujol a salvarla, decimos todos en este 2 de mayo en que andamos a los pies de los caballos de los mamelucos en la Puerta del Sol, y en que muchas cosas pueden caer sin que nadie pegue un solo tiro. Ni Roldán.