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Los pagos se realizaron durante las etapas en que presidieron el Barça Joan Gaspart, Joan Laporta, Sandro Rosell y Josep María Bartomeu hasta el año 2018, que se puso fin a la relación económica

Escándalo en el fútbol: Se hacen públicos los pagos millonarios del Fútbol Club Barcelona al vicepresidente del Comité de Árbitros, Enríquez Negreira

HECHOS

El 15 de febrero de 2023 la Cadena SER de Catalunya hizo público un informe de Hacienda sobre los pagos del F. C. Barcelona al Sr. Enríquez Negreira.

16 Febrero 2023

Lo del villarato se quedó corto

Alfredo Relaño

Por muchas vueltas que se le dé, es difícil encontrarle al ‘asunto Enríquez’ otra explicación que la primera que a todos se nos ocurrió: al dinero que el Barça le estuvo dando al vicepresidente del Comité de Árbitros (justo hasta el momento en que dejó de serlo) no se le puede adivinar otro fin que el de instarle a que obtuviera para el club arbitrajes blandos. Otras explicaciones que han surgido son abstrusas y contradictorias, y en todo caso muy difíciles de creer. Por cierto, el periodo de los pagos denunciados el primer día por la SER de Barcelona coincide al centímetro con una racha de 746 días en que el Barça no sufrió ni un penalti en contra.

Pero los pagos vienen de antes, de 2001 y suman 7 millones, según investigación añadida por El País. Ya no sería un presidente extraviado, sino una línea institucional durante casi cuatro lustros. ¿Tendrá esto consecuencias? Es lo que pregunta mucha gente al humo de los ejemplos venidos de Italia, donde la Juve ya fue descendida por el ‘Moggigate’ y ahora mismo ha tenido una sanción de 15 puntos por malas prácticas financieras, una de ellas, dicho sea de paso, el intercambio Arthur-Pjanic con el Barça al otro lado del teléfono. Pero Italia toma la guerra como un juego y el fútbol como una guerra. España no es así. España es diferente.

Mientras Plaza sea presidente…

El 11 de febrero de 1973, el Barça recibía al Betis. Arbitraba el asturiano Medina Iglesias. Antes del partido, cuando pisaba el césped, aún de paisano, se le acercó un directivo del Barça, Amat, y le hizo una pregunta sorprendente:

-¿Le hizo llegar Don Antonio Camacho unas cortadoras?

Antonio Camacho era árbitro también, del colegio castellano. A Medina Iglesias la pregunta le sorprendió. No, no había recibido ningunas cortadoras de Camacho ni las esperaba ni sabía a qué venía aquello. Amat le aclaró que ‘cortadoras’ era la clave que escondía las 100.000 pesetas que, vía Camacho, se suponía que el Barça le había entregado a Medina Iglesias por la victoria culé en Burgos el 17 de septiembre anterior.

Medina Iglesias entendió. Había arbitrado aquel Burgos-Barça, que ganó el Barça sin su ayuda. Pero él ‘se había vendido’ oficialmente. Camacho se habría ofrecido al Barça para ‘tocarle’ a cambio de 100.000 pesetas y no le dijo nada. Luego, el Barça ganó, le pagó a Camacho las 100.000 del ala y Medina no supo nada hasta ese día.

Se indignó y redactó un informe para el Comité de Árbitros.

El informe durmió el sueño de los justos durante tres años, en los que lo presidieron sucesivamente Pardo Hidalgo y Rodríguez Barroso. Pero cuando José Plaza regresó a ese puesto, que ya había ocupado desde 1967 a 1970, investigó el caso. Plaza había dimitido en 1970 en respuesta a la sanción que se le impuso a Guruceta por pitar aquel célebre penalti fuera del área en el Camp Nou a favor del Madrid. Para calmar la indignación culé, se suspendió seis meses a Guruceta ‘por alteración de orden público’. A José Plaza aquello le pareció indigno y dimitió. Regresó en la 75-76, a instancias de Pablo Porta, se entiende que para combatir aquel cáncer de presuntos amaños.

El asunto se destapó en la primavera de 1976. Don Balón, revista muy seguida en la época, se ocupó extensamente del asunto en sus números 24 al 33. José María García, uno de los promotores de la revista, hizo de su programa radiofónico el gran centro de denuncias y contradenuncias. El asunto apasionó a la opinión pública.

En esencia, un grupo de árbitros se estaría vendiendo, algunos incluso sin saberlo. Al club comprador se le ofrecía el servicio. Si decía que sí, se hablaba con el árbitro si era uno de los complotados. Si no era de los complotados, se tiraba adelante igual. Luego, si el resultado no salía como esperaba al comprador, se le explicaba que a última hora el árbitro se había arrugado y se devolvía ‘honradamente’ el dinero. Así que algunos ‘vendían’ partidos sin saberlo ni cobrar. Los complotados se quedaban los beneficios.

Ni Plaza ni Porta lo contaron directamente tal cual, quizá por amortiguar el escándalo, quizá porque no había pruebas para defender las acusaciones, que en todos los casos habrían quedado palabra contra palabra, digamos en su caso la de Medina Iglesias contra las de Antonio Camacho y Amat. Pero producían filtraciones. Y se ataban cabos. Unos cuantos árbitros empezaron a ser designados para cada vez menos partidos, hasta dejar de serlo por completo. Antonio Camacho y López Samper dejaron de entrar en el bombo, lo mismo que Pérez Quintas y Pascual Tejerina, de Segunda. Y Antonio Rigo apenas arbitra. Era uno de los grandes de la época, pero tuvo frecuentes errores a favor del Barça, lo que produjo que en esa temporada estuviera recusado, además de por el Madrid (que lo hizo a partir de la final de Copa de 1968, la ‘Final de las Botellas’), por Real Sociedad, Hércules, Betis, Athletic, Valencia, Las Palmas, Zaragoza y Elche.

Se conocen más casos. Victoriano Sánchez Arminio, entonces prometedor árbitro de Segunda, fue tocado para un Alavés-Depor. Ganó el Alavés en buena ley, pero él, de acuerdo con el Comité, cobró las 40.000 pesetas ofrecidas y llevó el cheque al organismo, para la pertinente investigación.

Para justificar el ostracismo de algunos árbitros, Plaza explica en Don Balón que ‘tenemos ciertos informes que nos aconsejan obrar en este sentido, lo que no voy a decir es cómo los hemos conseguido’. El propio autor de la entrevista, Juan José Paradinas, da la clave en su comentario: «El Comité tiene pruebas suficientes, pero esas pruebas no son válidas, ya que los árbitros que las han aportado lo han hecho de forma secreta y personal y no están dispuestos a sostenerlas ante un juez’.

En plena tormenta, la situación de Antonio Camacho se ve más comprometida al aparecer en la portada de Don Balón una foto junto a un Mercedes recién adquirido que había pertenecido previamente al presidente del Elche, Martínez Valero. Él se defiende explicando que lo ha comprado legalmente, pero en la operación aparece un cheque raro de un conocido agente de la época, Roberto Dale. Todo muy feo

El gran ataque de Antonio Camacho llega a principios de la temporada siguiente, cuando ya está fuera del arbitraje, en una entrevista en el diario deportivo barcelonés ‘Dicen’ (ya desaparecido, pero de gran circulación en la época). El titular es: «Mientras Plaza sea presidente, el Barça no volverá a ser campeón». Se declaraba inocente y dice que todo era una venganza de Plaza porque no le secundó en el plante de Guruceta. Y le ataca en lo económico: dice que es extraño que un trapero haya hecho tanto dinero como tenía Plaza. Plaza, en efecto, era trapero, pero no de burrito y carromato. Se dedicaba a comprar sobrantes textiles y los vendía a la Casa de la Moneda, para fabricar billetes. Un momio. De ahí que tuviera un buen pasar.

La frase «mientras Plaza sea presidente, el Barça no volverá a ser campeón» hizo fortuna en los ámbitos barcelonistas y le acompañó el resto de su carrera. Su respaldo a Guruceta cuando fue sancionado se utilizó como prueba de madridismo. También la persecución a Rigo. Le quitó la internacionalidad en el 68, se la devolvieron sus sucesores, Pardo Hidalgo y Rodríguez Barroso (los que silenciaron las denuncias), y cuando regresó, se la volvió a quitar. Además, Rigo fue apartado al tiempo que Camacho y los demás, sin que se le relacionara nunca con la trama.

Plaza pasó a convertirse en la bestia negra del barcelonismo. Con el tiempo, hasta se deformó la declaración de Camacho, cambiándola por «Plaza me dijo que mientras él sea presidente el Barça no será campeón», lo que es un falseamiento de la frase original.

Pero no deja de ser cierto que al Madrid le fue muy bien en los años fuertes de Plaza.

En su primera época al frente del Comité, del 68 al 70, el Madrid gana dos ligas de tres. En los cinco de su ausencia, gana dos de cinco. Cundo vuelve, el Madrid gana cuatro de cinco ligas entre el 75 y el 80. Entonces, Núñez consigue de Porta que la designación de árbitros no la haga sólo Plaza, sino un trío en el que le acompañan Vara de Rey y Martínez la Fuente, y del 80 al 85 el Madrid no gana la Liga: ganan dos por cabeza la Real y el Athletic y una el Barça de Venables. El Barça sí ganó, pues, una Liga con Plaza como Presidente del Comité, pero cuando la designación se repartía. Luego, Plaza vuelve a ser designador único y ahí llegarían las cinco seguidas de la Quinta del Buitre, del 85 al 90. Con la llegada de Villar, se va Plaza y el Barça encadena las cuatro ligas del ‘Dream Team’.

Además, aquí lo que hay son unos indicios demoledores, pero no las evidencias que hubo en el ‘Moggigate’, con escuchas que recogían presiones. Aquí no sólo no las hay, sino que no podemos esperar ninguna voluntad de encontrarlas. Tebas ya dice que el asunto está prescrito, Rubiales pone la Federación a disposición de la Justicia… Balones fuera, que están regando la plaza. El Barça saldrá de esto sin sanción, pero con una mancha seria ante todo el fútbol español e internacional, porque hay muchos países en que estas cosas sí se persiguen. Y con una sombra muy fea sobre el tramo de su historia en que más títulos nacionales concentró.

 

15 Febrero 2023

No debería quedar impune

MARCA (Director: Juan Ignacio Gallardo)

La investigación de la Fiscalía de la Ciudad Condal sobre los pagos del Barcelona a la empresa de Enríquez Negreira, en activo como número dos del estamento arbitral durante los hechos, no debería quedar impune. No cuando está probado documentalmente que el ex colegiado y vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros percibió 1,4 millones de euros -una cantidad desorbitada- en los años 2016, 2017 y 2018, durante su mandato, en materia de «asesoramiento verbal» al club azulgrana.

Los hechos ya son los suficientemente graves como para ser juzgados desde el punto de vista ético y deportivo, más allá de las acciones legales que emprenda la Agencia Tributaria.

Que un miembro del estamento arbitral, en el ejercicio de sus funciones, asesore a un club es un hecho inaudito en el fútbol español que abre numerosas brechas y muchas incógnitas. Desde poner en sospecha la competición, a dejar en tela de juicio la honorabilidad de los colegiados y airear los métodos de un club que, en el periodo de los tres años investigados, ganó dos Ligas y tres Copas. A tenor de los hechos, tanta razón hay para pensar que fue por méritos deportivos como para trazar una teoría perversa sobre unos triunfos teñidos por una presunta corrupción.

Por supuesto, el asunto ha creado alarma social entre los aficionados porque se pone bajo el foco todo un sistema. Caer en la simpleza de que un club gana más títulos que otro por determinadas influencias sería quedarse en una parte del problema. Esto atañe a todo el fútbol español tanto en materia deportiva como ética. Y el propio fútbol debería activar inmediatamente todos sus mecanismos para que los hechos probados no lo dejen con la reputación por los suelos. Esto no va de que a un equipo le pitan más penaltis que a otro. O no sólo va de eso. Son los clubes y la Federación quienes deberían tomar cartas en el asunto. Todo podría quedarse en una operación profesional de dudosa legalidad entre un club y un asesor y que siga el juego. Pero hay indicios suficientes como para buscar una explicación convincente más allá de los balbuceos del Barcelona en su laxo comunicado. Italia y Portugal, que en este tipo de asuntos suelen ser ejemplarizantes, respondieron con firmeza a situaciones con alguna similitud.

Hasta la manida expresión «hay que crear una comisión» cobraría sentido antes de dejar pasar un caso así. Hasta hoy, no había precedentes documentales en el fútbol español sobre pagos al estamento arbitral. Sí mucha leyenda urbana que ha dado pábulo, desde el inicio de los tiempos, a las más extravagantes teorías de la conspiración. El problema es que, esta vez, es verdad. Está probado y documentado. Y no debería quedar impune. Por el bien del fútbol.

16 Febrero 2023

Me temo que lo que parece, es

Iñaki Cano

SportYou

Se me ha caído la confianza en el mundo arbitral. ¿Sigo creyendo en ellos o cada vez que piten una falta pienso en el medio millón anual que Enriquez Negreira cobraba del FC Barcelona? Desde ahora en adelante, las dudas sobre los jueces del reglamento futbolístico, estará siempre presente. Discúlpenme sí pienso mal, pero para mí el fútbol ya no será lo mismo porque el Barça pagó mucho dinero al vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros de la Real Federación Española de Fútbol. ¿Para qué? ¿Por qué? No quiero ni pensarlo, pero no me gusta lo que parece.

Tan culpable es el que le daba 500.000 euros al juez, como el que los cobraba. Los dos podrán contarnos el cuento a su manera, pero el Barça y el CTA, han quedado manchados y plenos de dudas para los que les han seguido. Para los que hemos confiado en los árbitros hasta hoy, la historia del FC Barcelona y del árbitro catalán, Enriquez Negreira y su hijo Javier, es una mancha muy negra para todos los árbitros del fútbol español. Los de antes y también los de ahora porque la sombra de la sospecha, estará siempre sobrevolando los campos de fútbol como la Spidercam.

Dicen que el vicepresidente del CTA, Enriquez Negreira, hacía informes sobre los árbitros que pitaban en el Camp Nou. ¿Es grave? Mucho. Una persona que está en ese cargo no puede hacer nada parecido y el FC Barcelona tampoco debería haber contratado a la mano derecha del presidente de los árbitros, Victoriano Sánchez Arminio porque han ensuciado al fútbol y a todos los que dirigen este deporte y a una institución tan grande como lo es el FC Barcelona.

Me gustaría que finalmente éste escándalo no fuera lo que parece, pero los números, los títulos de LaLiga y las Copas del Rey que en ese periodo ha ganado el Barça además de los penaltis a favor, las expulsiones a los contrarios culés, etc, etc, me hace temerme lo peor y que finalmente nos confirma que lo que parece, es.

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