27 marzo 1978

Ezcurra y Haro Tecglen se enfrentan a una perdida masiva de lectores por una nueva publicación fomentada por su ex redactor jefe con el apoyo de la cúpula del PCE

Escisión en la revista TRIUNFO: César Alonso de los Ríos funda LA CALLE con el apoyo del Partido Comunista

Hechos

El 28 de marzo de 1978 salió el primer número de la revista LA CALLE.

Lecturas

El 28 de marzo de 1978 nace la revista La Calle encabezad por César Alonso de los Ríos, ex Redactor Jefe de la revista Triunfo y miembro del Partido Comunista de España. En su redacción figura Andreu Claret Serra como Subdirector y Antonio Elorza Domínguez y Raúl del Pozo Page entre sus colaboradores, también miembros del PCE. La Calle es un proyecto respaldado por dirigentes de este partido como Nicolás Sartorius Álvarez de las Asturias. La empresa editora de La Calle será Cultura y Prensa S. A. presidida por Jaime Sartorius Bermúdez de Castro. Sus principales accionistas son Teodulfo Lagunero Español y Pilar Brabo Castells, todos ellos militantes del Partido Comunista.

En un artículo publicado el 17 de enero de 1997 Eduardo Haro Tecglen (Subdirector de Triunfo) responsabilizará a Nicolás Sartorius de la creación de La Calle para dañar a Triunfo.

D. César Alonso de los Ríos abandona su puesto de Redactor-Jefe de TRIUNFO para ser director de LA CALLE. Y varios redactores se van con él, incluyendo el prestigioso D. Manuel Vázquez Montalbán, aunque este intente seguir vinculado a TRIUNFO. Se da la circunstancia de que tanto el Sr. Alonso de los Ríos como el Sr. Montalbán son o militantes del Partido Comunista de España o de su brazo catalán: el Partido Socialista Unificado de Catalunya.

LOS ACCIONISTAS MAYORITARIOS DE LA CALLE:

pilar_bravo Dña. Pilar Brabo, miembro de la dirección del PCE, entonces con la confianza directa de D. Santiago Carrillo fue la encargada de buscar accionistas para la publicación LA CALLE.

Lagunero D. Teodulfo Lagunero, empresario militante del PCE y amigo personal de D. Santiago Carrillo era el accionista mayoritario de la revista LA CALLE.

manuel_broseta D. Manuel Broseta, Secretario de Estado en el Gobierno de UCD y dirigente de este partido en Valencia fue accionista minoritario del Grupo PRISA, también se hizo accionista de LA CALLE.

ACUSACIONES DESDE TRIUNFO A NICOLÁS SARTORIUS

ezcurraHaroNicolas_Sartorius Los principales dirigentes de la revista TRIUNFO, su director D. José Ángel Ezcurra y su subdirector y auténtica alma, D. Eduardo Haro Tecglen, señalarían al Partido Comunista de España (al que hasta ese momento eran afines) de estar detrás de promover aquella escisión y muy concretamente el diputado D. Nicolás Sartorius, considerado la mano derecha de D. Santiago Carrillo, que le nombraría Vicesecretario General del PCE.

El Sr. Ezcurra escribiría al respecto:

Sobre la relación -ya en la transición- de Sartorius con TRIUNFO. No puedo silenciar su innegable participación en aquella especie de conspiración que precedió a la aparición de LA CALLE; convirtiendo en víctimas de una «caza de brujas» al grupo de colaboradores de TRIUNFO que, obedientes a una obvia operación política, literalmente nos sorprendieron pasándose de golpe a la nueva publicación. (D. José Ángel Ezcurra)

Por su parte el Sr. Haro añadiría otros compenentes como el hecho de que el Sr. Sartorius hubiera trabajado en la revista TRIUNFO y él lo hubiera apartado:

Discrepé de Nicolás Sartorius, dirigente de Comisiones, libre y colocado, siguiera haciendo la crónica sindical de TRIUNFO, en detrimento de otros sindicatos: una idea mía de la independencia en esta profesión. Discrepé de actitudes carrillistas y Sartorius dijo que éramos cazadores de brujas y fundó otra revista LA CALLE, del partido; cripto – lo niegan quienes la hicieron  – para hundir la nuestra. Algo contribuyó. (D. Eduardo Haro Tecglen).

D. Nicolás Sartorius nunca respondió a aquellas acusaciones, aunque sí lo hizo su hermano D. Jaime Sartorius, que desmintió cualquier vinculación de su hermano en ninguna maniobra como TRIUNFO, aunque se daba la circunstancia que alguien como él, su hermano, sí estuvo claramente en la operación de LA CALLE, dado que ocupó el cargo de Director de la empresa editora de LA CALLE.

 

28 Marzo 1978

PUNTO DE PARTIDA

César Alonso de los Ríos

Leer
LA CALLE no es un órgano neutral, que tal cosa no existe por mucho que se empeñen algunos en darnos gato por información. No conocemos prensa asexuada ideológicamene. Ni puede concebirse.

LA CALLE pretende superar una doble frustración. Por un lado, la de un sector amplio de lectores que echan de menos una publicación coherente con sus planteamientos informativos y políticos. Por otro, la de un grupo de profesionales que necesitaban un órgano de expresión donde poder escribir a su aire.

En el proceso de cambio que va desde los últimos años de la dictadura a las elecciones del 15 de junio, la prensa semanal ha jugado un papel decisivo. Pero las condiciones mismas en que se hizo este proceso determinaron o permitieron una cierta ambigüedad en las publicaciones. Esto ha sido perjudicial para los lectores, para los profesionales de la información y para las propias publicaciones. De ahí la frustración de la que hablamos y de ahí, al menos en parte, la crisis de la prensa semanal.

Creemos que en estos momentos existe un público bien diferenciado, muy amplio, coherente en sus opciones (y que las ha tomado votando izquierda) que está a la espera de ‘su’ revista. Nuestra propuesta informativa viene a responder a esa demanda.

Los profesionales que se agrupan en torno a LA CALLE necesitaban también mostrar claramente sus señas de identidad. La nómina de profesionales de lA CALLE es una buena muestra de lo que ha sido el periodismo crítico semanal en esta última década y media, desde la batalla de Argel a la de Chile, pasando por el mayo francés y la primavera de Praga. Desde la Ley de Fraga – cuando la prensa era suyo – a hoy cuando la calle es de todos.

LA CALLE no es un órgano neutral, que tal cosa no existe por mucho que se empeñen algunos en darnos gato por información. No conocemos prensa asexuada ideológicamene. Ni puede concebirse.

LA CALLE está hecha por profesionales que, eso sí, ni quieren convertir un semanario en una plataforma ideológica ni menos en un órgano partidista. Para eso están las publicaciones teóricas y para eso están los órganos del partido.

Si algo define a este equipo es su voluntad de replantear todo, su gusto por las ideas y el amor a los hechos. Por el contrario, aborrece los esquemas y el conformismo. Cuando hoy se dice, como en el franquismo, que la gente está harta de la política, no se dice que eso ocurre, por ejemplo, porque la vida cotidiana y la política van cada uno por su lado. Este planteamiento va a estar muy presente en LA CALLE y de ahí que no haya tema que consideremos ajeno, ni el deporte, ni los sucesos, ni las costumbres. Por el contrario, esos temas son tan dignos de análisis como la vida de las instituciones.

La fórmula periodística (léase gráfica también) no requiere explicación. El lector tiene en las manos la muestra de un trabajo a perfilar.

Por último, nada podría ser un grupo de periodistas sin todos los otros elementos de la empresa, en este caso un auténtico equipo: la dirección editorial, los técnicos administrativos, promoción, distribución, publicidad y los ciento veinticinco accionistas que confiaron desde el principio en esta propuesta informativa llamada LA CALLE.

César Alonso de los Ríos