13 agosto 1917

El sistema de la restauración da muestras de descomponsición

España: Huelga General convocada por socialistas y anarquistas acaba sofocada por el Ejército

Hechos

El 13 de agosto de 1917 los sindicatos socialista (UGT) y anarquista (CNT) convocaron una huelga general.

Lecturas

En agosto de 1917 terminó una huelga general revolucionaria ante el Gobierno Dato. 

En la crisis que cristalizó en España en el verano de 1917 confluyeron espontáneamente varios elementos. En primer lugar el Ejército, en cuyas filas se percibía cierto malestar desde principios de la década. La guerra de África había provocado ascensos a menudo controvertidos y la Guerra Mundial redujo sensiblemente los sueldos. En noviembre de 1916 el coronel Benito Márquez fundó la Unión y Defensa del Arma de Infantería. Las rpincipales reivindicaciones de la Junta eran el ascenso por el escalafón y el incremento de los sueldos. La queja más unánime se produjo contra las arbitrariedades en los ascensos, que afectaban a menudo a figuras bien vistas en el Palacio Real.

La negativa real a aceptar el ascenso por escalafón generó una nueva posibilidad de intervencionismo militar en los asuntos de Estado, y al mismo tiempo recrudeció los problemas dentro del gobierno liberal de Romanones, que dimitió el 19 de abril. Su sucesor García Prieto presenció impotente como el Rey Alfonso XIII ordenó directamente al ministro de la Guerra la disolución de las juntas, las cuales reaccionaron con la insinuación de un alzamiento militar en breve plazo.

Ante esta situación el rey accedió a las peticiones de las Juntas. El peligro inminente de golpe militar se alejaba, pero la victoria había hecho mella en el gobierno. García Prieto dimitió y el turno volvió a manos de la fracción idónea de los conservadores con Dato al frente (11 de junio).

La ausencia de transparencia parlamentaria en todo el problema de las Juntas y la solución a la crisis gubernamental realizada desde palacio y con los notables de los partidos del régimen provocó airadas protestas en la oposición. La Lliga Regionalista, los grupos republicanos y los socialistas tenían en este sentido un campo común de actividad.

La petición de los partidos de la operación de re apertura de las Cortes, seguida de un gobierno de concentración que garantizara elecciones realmente libres y un proceso constituyente, enlazó con el malestar social que el incremento del coste de la vida había multiplicado en la clase obrera.

Ya el 27 de marzo las centrales sindicales CNT y UGT habían publicado un manifiesto conjunto «A los trabajadores españoles y al país en general», en el que se afirmaba la necesidad de proclamar una huelga general. El rechazó del gobierno Dato a cualquier actividad parlamentaria provocó la reunión en Barcelona de los diputados de la oposición.

La Asamblea de Parlamentarios celebrada el 19 de julio reafirmó la necesidad de dotar a España de una nueva Constitución más democrática y que garatinzara la autonomía para Cataluña.

Mientras tanto el Comité de Huelga intersindical preparaba las movilizaciones. Finalmente la huelga general fue proclamada el 13 de agosto. Sin embargo, la actuación militar no dejó lugar a dudas en contra del movimiento obrero.

El comité de huelga sabía que si no se secundaba la huelga ferroviaria nadie podría impedir que surgieran por doquier explosiones huelguística y revolucionarias. Por ello aceptó proclamar la huelga general desde las 00.00 horas del 13 de agosto. En el manifiesto publicado se pedía la constitución de un gobierno provisional que convocase unas elecciones sinceras para unas Cortes Constituyentes. La huelga no tuvo el seguimiento esperado. Se produjeron paros y enfrentamientos pero la mayoría de la población no secundó la convocatoria.

Por su parte el miedo a la movilización revolucionaria socialista llevó a la Lliga a buscar una alianza con las fuerzas del viejo sistema. De ahí nacía el gobierno de concentración del 2 de noviembre con García Prieto al frente y dos regionalistas y un independiente.