11 mayo 1994

Estalla el escándalo Informe Crillón: Luis Roldán desvela que el vicepresidente Narcís Serra usó dinero público para pagar a la agencia Kroll para que investigara a Mario Conde

Hechos

El 11 de mayo de 1994 el diario EL MUNDO desveló la existencia del Informe Crillón.

Lecturas

¿UN EX AGENTE DEL CESID, LA FUENTE PARA CONDE?

 El coronel D. Juan Alberto Perote Pellón, ex directivo del CESID será señalado desde el diario EL PAÍS como el testimonio que ha obtenido D. Mario Conde de que el Gobierno actuó contra él encargando el Informe Crillón a la agencia Kroll.

11 Mayo 1994

Serra encargó a Roldán in vestigar a Conde y pagó 100 millones con fondos reservados

Manuel Cerdán & Antonio Rubio

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Narcís Serra, vicepresidente del Gobierno, encargó a Luis Roldán en enero de 1992 que elab orara un dossier sobre todas las actividades financieras de Mario Conde, tanto dentro como fuera de España. El trabajo, que desde el primer momento adquirió el sello de «secreto», había obtenido el visto bueno del presidente Felipe González, según le confesó al ex director general de la Guardia C ivil el propio Serra.

El vicepresidente del Gobierno le pidió al entonces director general de la Gu ardia Civil que la investigación se realizara sin echar mano de los servicios de información españo les, tanto de la Policía como del Cesid. Por este motivo, Luis Roldán buscó una agencia internacion al de investigación de prestigio y capacidad para rastrear todos los movimientos económicos del ex presidente de Banesto.

El director del Instituto Armado, tras consultar con sus contactos en la CIA , encomendó el seguimiento sobre Mario Conde a la agencia norteamericana Kroll Associates, que tien e su sede en Nueva York.

Este grupo, formado por economistas, abogados, detectives y ex agentes de la CIA y FBI, investigó hace años el patrimonio de Alán García, ex presidente del Perú, de Baby Doc de Haití y de Sadam Huseim, presidente de Irak. También, hicieron un informe sobre el patrimonio d el ex presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos y de su esposa Imelda.

Kroll Associates, fundada en los setenta por Jules Kroll, es el mayor laboratorio privado de investigación financiera y jurídic a. Cuenta con más de doscientos profesionales en su sede central de Nueva York y tiene representaci ón en varios países europeos.

La Vicepresidencia recomendó a Roldán que el trabajo se hiciera bajo la más absoluta reserva. Incluso, dio instrucciones para que no informara al ministro del Interior, José Luis Corcuera, ni al secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, ambos jefes del dir ector general de la Guardia Civil. El ministro de Defensa, Julián García Vargas, se enteró de la ex istencia del informe a través del Cesid, pero nunca llegó a leerlo. Sólo tres miembros del Gobierno tuvieron el privilegio de tener en sus manos una copia abreviada del informe: el presidente Felipe González, el vicepresidente Serra y el ministro de Hacienda, Carlos Solchaga.

Narcís Serra está co nsiderado en medios políticos como «el hombre de los dossiers» del Gobierno. Hace meses su nombre a pareció en el escándalo de las escuchas telefónicas de La Vanguardia y el Cesid, en Barcelona. Desd e su despacho de La Moncloa, controla toda la información confidencial del Gobierno y de su partido .

HOMBRE DE CONFIANZA.¿Serra hizo el encargo a Roldán porque siempre fue uno de sus hombres de conf ianza. Su nombramiento como director general de la Guardia Civil contó con su apoyo, cuando estaba al frente de la cartera de Defensa, y con el de José Barrionuevo, que era ministro del Interior.

Un a vez recibido el encargo, Roldán realizó sus primeros contactos y negociaciones con la sede de Kro ll en Londres y mantuvo varios encuentros con representantes de la agencia norteamericana en el hot el Crillon de París. El nombre de este hotel de lujo fue el escogido para denominar en clave a la o peración:_«Dossier Crillon».

La financiación de la investigación, que ascendió a unos 100 millones de pesetas, corrió a cargo de los fondos reservados del Estado. Pero no de los 85 millones que el M inisterio del Interior tenía asignado a la Dirección General de la Guardia Civil por este concepto. El dinero para hacer frente a los pagos de Kroll fueron proporcionados a Roldán directamente desde la vicepresidencia del Gobierno. De este departamento salían los maletines con dinero en metálico con destino a la sede de la Guardia Civil, en la calle Guzmán el Bueno, de Madrid.

La Moncloa no ti ene asignados fondos reservados, pero como han reconocido a este periódico altos cargos de Interior , cuando han necesitado dinero lo han pedido a Interior, a Defensa o al Cesid.

Kroll siempre cobró en metálico, aunque también se efectuaron pequeñas transferencias desde España a cuentas en el extr anjero. EL MUNDO ha tenido acceso a la última factura que Kroll presentó a Roldán. Esta ascendía a algo más de 67 millones de pesetas y el pago se realizó en diciembre de 1992.

Roldán recibía la inf ormación de Kroll por entregas, conforme se iban materializando las investigaciones. El primer info rme que llegó al despacho del director general de la Guardia Civil fue en julio de 1992. Después Kr oll le facilitó a Roldán un amplio dossier, con todos sus anexos, y un resumen de 70 folios. Esta s íntesis fue la que Roldán facilitó a Serra, a Felipe González y a Solchaga, que entonces ocupaba la cartera de Hacienda. En total, sólo cuatro copias llegaron a manos de miembros del Gobierno, inclu ido el propio Roldán. Emilio Alonso Manglano, jefe del Cesid, tenía conocimiento de su existencia, pero nunca tuvo en sus manos una copia del informe ni participó en la investigación.

EN PODER DE RO LDAN.¿Asimismo, EL MUNDO ha tenido acceso al informe general de Kroll, escrito en inglés, a una cop ia traducida de todo el dossier y a uno de sus resúmenes. Fue el propio Roldán quien mostró a este periódico el trabajo elaborado por la firma norteamericana antes de que decidiera huir de la acción de la Justicia. En aquel encuentro Roldán mostró a los periodistas de EL MUNDO otros importantes d ocumentos de su paso por la Dirección General de la Guardia Civil. El «informe Crillon» es una de l as bazas que Roldán piensa desvelar cuando se entregue a la Justicia.

La documentación que la agenc ia Kroll elaboraba para el ex director general de la Guardia Civil llegaba a la mesa de su despacho en inglés. Después, era traducida al español por una persona de la más absoluta confianza de Roldá n. El dossier sobre Mario Conde y todas sus actividades financieras y económicas sufrió un parón en enero de 1993. Los últimos informes proceden de esta época. Los motivos esgrimidos por Serra para no seguir con la investigación, según manifestaciones del propio Roldán a este periódico, era que C onde había aplazado su decisión de entrar en política y ya no era necesario tener esa arma para pre sionarle.

En 1992, Conde se prodigó en manifestaciones políticas que llevaron vientos de preocupaci ón a los inquilinos de La Moncloa. Incluso, se aseguró que Conde iba a utilizar Banesto como trampo lín para acceder a La Moncloa. En el Vaticano, además, recibió la bendición papal, por si algún día quería dedicarse a la política. A los renovadores del Gobierno tampoco les gustaron sus estrechas relaciones con Alfonso Guerra, a quien Banesto financió un seminario dirigido por el ex vicepreside nte del Gobierno en Moscú.

CUATRO CARPETAS.¿El informe de Kroll sobre el ex presidente de Banesto, al que ha tenido acceso EL MUNDO, consta de cuatro carpetas y un resumen general de todas sus activ idades. En la primera de ellas, se estudia y analiza las inversiones y biografía de Jacques Hachuel , socio de Mario Conde en diversos negocios. En la segunda se investiga la historia personal de Mar io Conde y todas sus conexiones personales y financieras. En la tercera de las carpetas, calificada como «Anexo A», se hace un estudio pormenorizado de cada una de las empresas en las que Mario Cond e o algunos de sus asociados tienen intereses económicos. La cuarta, y última, reseñada como «Anexo B», refleja sus relaciones con la banca alemana Bankhaus AG y con el abogado Marc Huber Tripet, qu e poseía el 98 por ciento de las acciones de Kaneko Holding.

Los investigadores rastrearon las rela ciones comerciales y financieras de Conde en todo el mundo. El interés prioritario era localizar el cobro de comisiones ilegales del ex presidente de Banesto en algunas de las operaciones en las que había participado el banco. Para ello, tuvieron que desplazarse a Sudáfrica, Singapur, México, Sui za, Chile, Argentina, Italia…

El fin último, siguiendo instrucciones de la Vicepresidencia, era d emostrar la participación de Mario Conde en el tráfico internacional de armas, a través de Sudáfric a y Chile, y localizar sus activos no declarados, sobre todo sus cuentas corrientes opacas en Suiza y Liechtenstein.

Kroll impone a sus clientes como primera cláusula cuando firman un contrato que l es descarguen de cualquier proceso judicial. Sólo les entregan un único ejemplar de sus informes y fotocopias de los documentos hallados. También declinan responsabilidades por si se produce una fil tración, que siempre tendrá que ser asumida por las personas que los contrata.

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APOYO

Los «trabajo s sucios» de Serra

Narcís Serra, vicepresidente del Gobierno, también encargó otros trabajos especi ales a Luis Roldán a espaldas del entonces ministro del Interior, José Luis Corcuera. El vicepresid ente del Gobierno estaba obsesionado por el control de los grupos multimedia españoles. En uno de l os encuentros que mantuvo con Roldán, en 1992, le manifestó que, tras el «Dossier Crillon», tenía q ue empezar a concretar las informaciones sobre Jesús Polanco y la empresa Prisa, editora del diario El País.

Roldán se marchó de la Dirección General de la Guardia Civil en noviembre de 1993 sin que culminara sus tareas sobre los negocios que Jesús Polanco tiene en España y en Sudamérica.

Las pes quisas sobre Unidad Editorial, editora de EL MUNDO, sí están recogidas en el «Dossier Crillon». Los investigadores hacen referencia al accionariado de este periódico en varios apartados, así como a los títulos que Mario Conde y Banesto poseían en este rotativo.

El vicepresidente del Gobierno, asi mismo, solicitaba con regularidad a Luis Roldán información sobre otros partidos de la oposición.

21 Mayo 1994

Serra anuncia acciones penales contra Roldán por acusarle de investigar a Conde

Luis R. Aizpeolea

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El vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, anunció ayer acciones penales contra el ex director de la Guardia Civil Luis Roldán por afirmar, por segunda vez, a través del diario El Mundo, que el número dos del Ejecutivo le encargó un informe sobre las actividades de Mario Conde cuando era presidente de Banesto. El ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalbaca, insistió en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que no debe hacer caso de las «actuaciones, imputaciones y falsedades de un prófugo de la justicia que sólo hace enmascarar su responsabilidad ante el juez»

Serra desmintió, a través de la Secretaría General del Portavoz del Gobierno, que hubiera encargado a Roldán ni el informe de seguimiento de las actividades del ex presidente de Banesto ni ningún otro, ni que, por tanto, lo pagase con fondos reservados. El vicepresídente anunció, a renglón seguido, que volverá a ejercer una acción de rectificación contra El Mundo, así como acciones penales contra el ex director de la Guardia Civil. El mencionado periódico reprodujo ayer una supuesta -carta de Roldán en la que reitera que Serra le entregaba dinero de los fondos reservados para pagar el informe sobre Conde.El ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, se hizo eco, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, del clima de desafección hacia los políticos que revelan las encuestas como consecuencia de los casos de corrupción y de la política de enfrentamiento entre los principales partidos. Tras reconocer el clima de deterioro que las instituciones han sufrido en las últimas semanas, Rubalcaba pidió una reflexión a todos los partidos por su actitud. El ministro también se hizo eco, a preguntas de los periodistas, de las relaciones del Gobierno con el primer partido de la oposición. Contestó con un lacónico «bienvenido sea» a la pregunta sobre si el Ejecutivo ha percibido un cambio de actitud en el PP en los últimos dos días. El presidente del PP, José María Aznar, había manifestado unas horas antes que no deseaba que Felipe González resolviera la crisis política con la cabeza baja». Esta declaración entraba en abierta contradicción con la mantenida el jueves por los diputados del PP Luis Ramallo y Rogelio Baón, frente al vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, al que acosaron con dureza, dentro de una escalada de, estrategia de la tensión política que los populares han mantenido a lo largo de este mes, tratando de explotar políticamente los escándalos de corrupción. El ministro de la Presidencia expresó la voluntad del Gobierno de mejorar las relaciones con el PP siempre que éste partido cambie de estrategia. Pérez Rubalcaba, en un tono diplomático y echando la vista atrás a las tres semanas de mayo, dijo no estar seguro de que la oposición del PP haya sido constructiva ni que se sitúe en un modelo de cortesía parlamentaria. Ante la insistencia de las preguntas, Pérez Rubalcaba fue más tajante: «No sería razonable qué quien ha utilizado el insulto como elemento central del discurso político quiera pasar por paladín de la cortesía parlamentaria». El ministro fijó como pautas de aútuación del Gobierno ante la crisis politica «la firmeza, la serenidad, la toma de la iniciativa con medidas legales, administrativas y de responsabilidad política’ y la voluntad de acabar con la corrupción en un clima de estabilidad».

14 Mayo 1995

Un directivo expulsado del Cesid, testigo clave de Mario Conde en el 'caso Crillon'

Miguel González

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Juan Perote Pellón, de 56 años, coronel del Ejército de Tierra en la reserva, es la última carta jugada por el ex presidente de Banesto Mario Conde en su batalla jurídica contra el Gobierno. Su nombre figura en la lista de testigos que los abogados del banquero han presentado al juez del Tribunal Supremo Eduardo Moner, instructor del caso Crillón. Desconocido para el gran público, la inclusión de Perote entre los testigos de Conde ha encendido las luces de alarma en Moncloa, el Ministerio de Defensa y el servicio secreto Cesid.

Juan Perote ha sido uno de los más destacados directivos del Centro Superior de Información de la Defensa (Cesid) durante los últimos años. Se incorporó al centro de inteligencia en mayo de 1981, coincidiendo con el nombramiento de su actual director, el teniente general Emilio Alonso Manglano, a quien el entonces presidente Leopoldo Calvo Sotelo encargó la reorganización del centro, salpicado por la intentona golpista del 23-F.Diplomado en Operaciones Especiales, Formación Física, Tropas de Montaña, Paracaidismo e Inglés, entre otras materias, Manglano, lo incluyó en su reducido círculo de confianza y le encomendó el puesto más delicado del Cesid: el mando del Grupo de Apoyo Operativo, integrado por la élite de los agentes secretos, que se encarga de realizar las misiones clandestinas, en el borde (más en el de fuera que en el de dentro) de la legalidad.

Tras diez años en el centro, Perote lo abandonó abruptamente en 1992. Manglano prescindió de sus servicios tras reunirse con Juan del Río, jefe del servicio de seguridad del Cesid.

«Aunque se habló de que el motivo podía haber sido algún problema financiero, la verdadera causa sólo la conocen unos pocos agentes y sus labios están sellados», afirma Fernando Rueda en su libro La Casa, primer estudio publicado sobre el servicio secreto español.

El dinero para Kroll

No se le abrió expediente, pero Perote, entonces teniente coronel, pidió el pase a la reserva transitoria y, tras ascender a coronel, obtuvo un puesto como asesor de seguridad del presidente de la empresa pública, petroquímica Repsol, Óscar Fanjul.

La brusca salida de Perote del Cesid concidió con la época en que, según Luis Roldán, el vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, le encargó el informe Crillon -nombre del hotel de París donde supuestamente se realizaron los contactos- sobre las actividades de Mario Conde, que habría sido pagado con dinero procedente de los fondos reservados del servicio secreto

La importancia del testimonio de Perote radica en que, hasta ahora, nadie ha acreditado la versión de Roldán de que efectivamente el informe Crillon se financió con cargo al Cesid; elemento fundamental para acreditar la acusación de malversación de caudales públicos que se dirige tanto contra Serra como contra el ministro de Defensa, Julián García Vargas.

El ex director de la Seguridad del Estado Julián Sancristóbal declaró el pasado 4 de mayo ante el Tribunal Supremo que encargó, a petición de Roldán, a la agencia de detectives Kroll la investigación sobre Mario Conde y que le entregó 67 millones de pesetas en pago por el informe Crillon. Sin embargo, Sancristóbal aseguró desconocer quién ordenó a Roldán que encargase el informe y de dónde procedía el dinero con el que se pagó.

Fuentes gubernamentales sospechan que el objetivo de Conde es que Perote testifique que los 67 millones salieron de los fondos reservados del Cesid, aunque están seguras de que no podrá demostrarlo documentalmente. Las mismas fuentes dan por sentado que existe algún tipo de acuerdo entre el ex agente secreto y el banquero y que el segundo ha dado su consentimiento para ser incluido en la lista de testigos de la acusación.

EL PAÍS ha intentado ponerse en contacto con Perote desde el viernes por la tarde, para conocer su versión, y le consta que ha recibido el correspondiente aviso, sin contestar al mismo.

En comparación con el antiguo agente secreto, los otros nueve testigos citados por Conde -él mismo, Serra, García Vargas, los ex ministros José Luis Corcuera y Carlos Solchaga, Manglano y tres periodistas de El Mundo, incluido su director- son de puro trámite, pues no pueden aportar nada a la causa o, de hacerlo, se autoinculparían.

El juez Eduardo Moner no ha aceptado todavía el propósito de Conde de personarse como perjudicado en el caso Crillon, en el que coinciden los intereses del banquero y del ex director general de la Guardia Civil. Para el primero -como para Luis Roldán en el asunto de los papeles de Laos- se trata de demostrar que la intervención de Banesto se basó en información obtenida ilegalmente y que, en consecuencia, todo el procedimiento está viciado de origen.

«Ajustes de cuentas» de antiguos espías

El 4 de abril el ministro García Vargas compareció en la Comisión de Defensa del Congreso para desmentir dos informaciones, de El Mundo sobre el Cesid: la celebración de una reunión, en una gasolinera próxima al centro, de antiguos agentes para atribuir a los gobiernos de UCD la creación de los GAL, y la exhumación de una cinta supuestamente grabada al ex presidente Suárez, durante una visita al Cesid en 1978, en la que éste se habría interesado por conocer la capacidad de sus miembros para acciones ilegales.

García Vargas negó categóricamente que se hubiese celebrado la reunión de la gasolinera. Respecto a la grabación, fue más cauto: «Si existió la cinta, nunca fue registrada o archivada en el centro». El ministro agregó unas palabras que levantaron polvareda. Se refirió a las «dificultades» que presenta el «control efectivo» de estos servicios, pues «es muy humano, en casos individuales muy aislados, que existan tentaciones de usar, sobre todo una vez que se ha dejado de pertenecer formalmente a los servicios, la información obtenida a través de la experiencia profesional para represalias, para ajustes de cuentas personales, para propósitos que casi siempre tienen Carácter individual».

García Vargas no citó a nadie, pero en Defensa muchos pensaron en Juan Perote, quien sustituyó a Cortina al mando del Grupo de Apoyo Operativo del Cesid, cuyo cuartel general visitó Suárez, y quien, antes de salir del centro en 1992, habría tenido acceso a toda la documentación almacenada en el grupo, incluida la supuesta cinta.

22 Mayo 1995

Rectificación

Juan Alberto Perote Pellón

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El ejemplar del diario EL PAÍS correspondiente al 14 de mayo insertó en su página 25 una información en la que se me aludía directamente. Como quiera que en la misma se realizaban imputaciones o afirmaciones, en unos casos falsas y en otros inexactas, le pido que inserte el siguiente texto de rectificación.Primero. Es rotunda, total y absolutamente falsa la información referente a que hubiera sido expulsado del Cesid.

Segundo. No sólo no he sido expulsado del Cesid, sino que en ningún momento he sido objeto de ningún expediente o recriminación similar.

Tercero. Mi salida del Cesid se produce como consecuencia de mi ascenso al rango de coronel a principios del mes de noviembre de 1991, e incluso continúo en mi puesto hasta finales del mismo mes.