17 septiembre 1946

Dos semanas después del triunfo monárquico en el referendum

Estalla guerra civil en Grecia entre monárquicos y comunistas ayudados por los países del Este

Hechos

El conflicto comenzó el 17 de septiembre de 1946.

Lecturas

En marzo de 1946 la monarquía gano el referéndum en Grecia. 

Dos semanas después de que el país optara por la monarquía por amplia mayoría en referéndum según el resultado del plebiscito celebrado el 1 de septiembre que ratificó como Rey a Jorge II, ha estallado la Guerra Civil en Grecia este 17 de septiembre de 1946.

Se trata, en realidad, de una reanudación de hostilidades por la guerrilla comunista que manda el general Markos, que después de enfrentarse a los ocupantes alemanes ahora continúa la lucha contra los ejércitos monárquicos y conservadores de EDES (Ejército Nacional Demócrata Griego) y que cuenta con el apoyo directo del Reino Unido.

Los comunistas agrupados en el ELAS (Ejército Comunista Griego de Liberación) cuenta con el apoyo de los dictadores comunistas de Bulgaria (Dimitrov), Albania (Enver Hoxha) y Yugoslavia (Tito).

En marzo llegó al trono de Grecia el Rey Constantino. 

El Análisis

Grecia frente a la amenaza comunista

JF Lamata

El 17 de septiembre de 1946 marca un punto crítico en la historia reciente de Grecia: apenas dos semanas después del referéndum que confirmó la restauración de la monarquía, estalló una insurrección comunista que derivaría en la breve pero intensa Guerra Civil griega. Los rebeldes, organizados principalmente en torno al Ejército Democrático de Grecia (ELD), buscaban imponer un régimen comunista en un país aún marcado por los horrores de la ocupación nazi y la inestabilidad política de posguerra. Frente a ellos, el Gobierno monárquico, respaldado por el Rey Jorge II y apoyado activamente por los aliados occidentales, organizó las fuerzas gubernamentales para frenar la sublevación.

El contexto internacional no puede ser ignorado: la Guerra Fría comenzaba a delinearse y Grecia se convirtió rápidamente en un escenario clave de confrontación ideológica. La intervención de Estados Unidos y Gran Bretaña, mediante asistencia militar y económica, fue decisiva para inclinar la balanza a favor del Gobierno. La lucha no solo fue un conflicto interno, sino también un primer test de la resistencia de los países occidentales frente al avance comunista en Europa.

Tras varios meses de enfrentamientos, la insurrección fue sofocada. El triunfo del Gobierno monárquico consolidó la autoridad de Jorge II y demostró la capacidad del Estado griego de mantenerse unido frente a amenazas internas. Sin embargo, el costo humano y social fue enorme, dejando cicatrices profundas en la población y sentando las bases para una Grecia política y económicamente dependiente del apoyo occidental durante la primera etapa de la Guerra Fría. La nación helena, por tanto, emerge reforzada en su estructura monárquica pero consciente de que la estabilidad requiere vigilancia y alianzas estratégicas en un continente cada vez más polarizado.

J. F. Lamata