6 septiembre 2012

Fernando Carpena echa a Anna Tarrés como entrenadora de Natación Sincronizada y 15 nadadoras ajustan cuentas con ella denunciando sus malos tratos

Hechos

  • El 6 de septiembre de 2012 se hace público el despedido de Dña. Anna Tarrés como seleccionadora y entrenadora del equipo español de Natación Sincronizada.

Lecturas

La opinión de El Mundo el 7 de septiembre de 2012: Malas formas al destituir a Anna Tarrés (BAJA). El presidente de la Federación de Natación destituyó ayer sin previo aviso y por teléfono a Anna Tarrés, seleccionadora de natación sincronizada. Tarrés ha sido artífice del desarrollo de una de las disciplinas que más éxitos han dado al deporte español.

13 Agosto 2012

Juegos de españolas

Anna Tarrés

Leer

No me negarán que siempre tiene algo de especial la victoria de una chica. Será porque todavía nos sigue costando mucho más, será porque tenemos más facilidad para dejar fluir nuestras emociones y no nos importa llorar o reír, según toque… Será por lo que sea, pero tiene algo de especial, eso es innegable, y puede que el origen de ese algo especial esté en la desigualdad con la que partimos, una desigualdad que, por supuesto, también se puede medir en números. Según la memoria 2001 del Consejo Superior de Deportes, la distribución es la que sigue: de las 3.548.118 de licencias deportivas que hay en España, 723.313 son femeninas. No hay mucho que calcular. Apenas el 20,4% de esas fichas corresponden a mujeres. O lo que es lo mismo, de cada cinco personas que practican deporte federado en este país, apenas una es mujer. Y, sin embargo, aquí en Londres hemos sido responsables, casi, de dos de cada tres medallas olímpicas (11 de 17), de esos momentos que han hecho que la gente se sienta orgullosa de sus deportistas.

Echando un vistazo rápido al medallero, hemos hecho todos los bronces, que son cuatro (balonmano femenino, el equipo de sincronizada, Maider Unda en lucha y Maialen Chourraut en piragüismo de aguas bravas), hemos hecho cinco de las 10 platas (dos de Mireia, el dúo de sincronizada, Brigitte Yagüe y el equipo de waterpolo) y, también, dos de los tres únicos oros en Londres: Marina Alabau y el equipo de Elliott, ambas en vela. Dos tercios de los oros, pues, son de las chicas. Definitivamente estos han sido nuestros Juegos.

Nunca he trabajado con deportistas hombre y, por lo tanto, no puedo compararlos. No sabría decir exactamente en qué somos mejores las mujeres y en qué los hombres. De lo que sí puedo hablar es de que, al trabajar con mujeres, hay una palabra por encima de todas: compromiso. A la hora de preparar el trabajo del día a día, a la hora de explorar nuevos caminos, a la hora de unir esfuerzos, trabajar con mujeres es un tanto a favor. Nos comprometemos con una causa y vamos hasta el final a por ella, no nos dejamos arrastrar cuando vienen mal dadas. Si nos comprometemos, nos comprometemos, vaya que sí.

Hay un largo camino por delante y, pese a estos éxitos en Londres, hemos de conseguir entre todos que no pasen cuatro años hasta que nos demos cuenta de nuevo de esta realidad, que la gente se acerque desde ya a ver partidos de balonmano femenino, de waterpolo femenino, competiciones de sincronizada, la natación, el fútbol, lo que sea. Es un trabajo de todos, también de los medios de comunicación, para poder en algún momento llegar a la igualdad verdadera. Hemos de reeducar de alguna manera entre todos a la sociedad. También quiero comprobar, espero que así sea, que estos resultados van a equiparar un poquito más las cosas, porque ahí también todavía nos queda camino por delante. Es decir, espero que los equipos de balonmano y waterpolo, por poner un ejemplo, reciban la misma asignación para poder preparar el próximo ciclo olímpico.

La sociedad ha de darse cuenta definitivamente, y espero que con estos Juegos de Londres lo haya hecho, de que si se trabaja, si se persiguen los objetivos, al final llegan los resultados. Las chicas, que somos menos, que tenemos menos apoyo, hemos contribuido a dejar el medallero español en el lugar en el que está. Esperemos que sea el trampolín definitivo para que, en los Juegos de Río, deje de ser noticia que las mujeres logremos tantas medallas porque, para ese momento, ya hayamos logrado igualarnos con los hombres en todo, en apoyo institucional, en reparto de ayudas, en atención de los medios, en repercusión social… En todo.

07 Septiembre 2012

Anna Tarrés: "Las chicas se han quedado muertas"

Luis Fernando López

Leer

«Espero que hayan pensado bien la decisión y que acierten, porque yo quiero mucho a este deporte», dice Anna Tarrés, al final de una conversación que tiene como fondo el timbre permanente del otro teléfono móvil de la seleccionadora, ex desde la mañana de ayer, cuando le transmitieron la noticia de su no renovación, es decir, el despido. Nadie puede negarle valentía a Fernando Carpena, presidente de la Federación de natación, que toma una medida que, al cierre de esta edición, rechazaba el 96% de quienes en elmundo.es habían respondido a la pregunta: «¿Le parece justa la destitución?». Carpena, elegido en 2008 con un voto de diferencia respecto al catalán Lluís Bestit, arrasó en su reelección en 2012, el pasado mayo. Desde entonces, el futuro de Tarrés era tenebroso y…

Pregunta.- ¿Cómo se queda?

Respuesta.- Decepcionada, sorprendida, porque me ha pillado en frío, no esperaba este trato.

P.- Por teléfono.

R.- Sí, y en plenas vacaciones. Ahora estoy en Bienvenida, un pueblo de Extremadura, con César Villegas, el presidente de mi club, mi club, mi club, el Kallipolis, mi primera casa, la de siempre. En esas circunstancias, y cuando la mayoría de las nadadoras está de vacaciones, se ha tomado esta decisión.

P.- ¿Pudo hablar con las chicas?

R.- Con las que están más localizables, sí. Se han quedado muertas. Están en estado de shock, porque no lo esperaban y no ven motivos, como tampoco yo los entiendo. Contaba con su apoyo y con los éxitos que hemos conseguido.

P.- ¿Pensaba que renovaría?

R.- Sí. Yo había visto movimientos dentro de la Federación y sabía que algunos no me beneficiaban. Pero, sinceramente, no esperaba salir de la estructura. Imaginaba una negociación larga y dura con la Federación, porque la relación no había sido demasiado fluida y por esos movimientos, pero no pensaba que fuesen a despedirme a menos de un año para el Mundial de Barcelona, con el trabajo que se avecina. Mi contrato concluye el 31 de diciembre, sólo siete meses antes de una cita tan importante para la natación.

P.- ¿Cree que su salida puede comprometer los resultados?

R.- Ahora mismo no puedo hacer una valoración sobre eso, no puedo reflexionar con lucidez. Simplemente, trato de digerir la noticia y trato de salir adelante. He hablado con mi madre, con Beth (su ayudante), con las chicas; comí algo y trato de superarlo. Por suerte, tengo mucho carácter y no soy de las que se hunden. Sé que saldré adelante, luchando, como tanta gente ahora en España.

P.- ¿Qué idea le viene insistentemente a la cabeza en estas horas?

R.- Pues que el camino se acaba antes de lo que querría. Hemos hecho muchos esfuerzos, durante años, para que se cierren así.

P.- Ante los problemas con la Federación, ¿se había planteado salir a entrenar al extranjero?

R.- En absoluto. Mi horizonte era Barcelona 2013, en casa, allí donde 10 años antes habíamos logrado las primeras medallas mundiales.

P.- Al margen de lo personal, ¿ha habido un problema de dinero?

R.- No. Simplemente me han explicado que el libro de ruta del futuro no pasa por mí, que buscan otra forma de hacer las cosas, cambios, sinergias… Me he quedado cortada.

P.- Se habla de Ana Montero, coordinadora técnica de la Federación como sustituta. ¿Aciertan?

R.- Espero, porque yo quiero mucho este deporte.

P.- Lo que nadie puede negarle al presidente es valentía.

R.- Sí, porque a la gente le va a costar entender cómo puede ocurrir algo así, después de cuatro medallas, dos de ellas hace nada.

.

D.N.I.

Nace en Barcelona en 1967 En 1979 empieza a practicar la ‘sincro’ en el Club Kallipolis y participa en los Juegos del 84 Empieza a entrenar a Mengual en 1994 Tres años después, se convierte en seleccionadora Logra cuatro medallas olímpicas, 26 mundiales y 25 europeas.

–%>

09 Septiembre 2012

Carta abierta a Anna Tarrés

Clara Basiana Cañellas

Leer
No debemos dejar nunca de mirar adelante. Gracias por acompañarnos, hacernos crecer y hacer crecer el deporte

De pequeños nos enseñan que no hay nada que dure para siempre, pero las despedidas nunca son fáciles.

Hemos caminado juntas durante muchos años, levantándonos cada mañana para trabajar. Hemos creado coreografías aprendiendo de mil y un estilos, desde danza flamenca hasta hip hop. Hemos hecho yoga colgadas del techo y clases de spinning sudando la gota gorda. También hemos recorrido kilómetros y kilómetros de la “Ruta del Carrilet”, desviándonos por los caminos más pedregosos, descartando siempre la alternativa del camino llano y fácil. Hemos vivido momentos de locura extrema intentando coreografiar a las tantas de la noche con los míticos «¡Maripili… por favor te lo pido! o «no confundas el tocino con la velocidad». Hemos cantado “caminante no hay camino”, trazando etapas maratonianas de sol a sol, con los pies llenos de ampollas pero con el cancionero bajo el brazo. Hemos aprendido a ir en kayak, conducir un velero en equipo y caminar sobre el agua del mar con una tabla de surf. Nos hemos disfrazado de sevillanas, de “soy minero” con un farolillo sobre la cabeza, hemos llevado tocados de todo tipo y bañadores con luces, escamas y estampados de colores. Hemos descubierto que con esfuerzo y constancia se pueden hacer grandes cosas y que con la mente abierta se puede aprender de todos. Compitiendo al más alto nivel, superando poco a poco los obstáculos que se nos han presentado, intentando no desviar la vista ni detenernos durante la marcha.

El camino que hemos recorrido hoy se bifurca y nos enfrentamos a muchos cambios, pero si algo hemos aprendido es que no debemos dejar nunca de mirar adelante. Gracias por acompañarnos, hacernos crecer y hacer crecer el deporte.

12 Septiembre 2012

La increíble salida de Anna Tarrés

Alfredo Hueto

Leer
Hace más de 14 años nadie conocía a las sirenas de sincronizada y ahora tienen el respeto y el reconocimiento mundial, gracias a la entrenadora catalana

Leo a través de la prensa digital la decisión de la Federación Española de Natación de no renovar el contrato de Anna Tarrés como seleccionadora del equipo de sincronizada después de haber conseguido dos medallas en los pasados Juegos Olímpicos y me siento sorprendido y enojado al mismo tiempo. Sorprendido porque Anna Tarrés es una de las entrenadoras que más medallas olímpicas y mundiales ha aportado al deporte español y enojado por la forma tan humillante y caprichosa como se ha producido dicha destitución.

Recuerdo hace más de 14 años, allá en el CAR de Sant Cugat, a una joven entrenadora rubia al frente de un grupo de niñas entrenando en los pasillos, levantando los brazos y moviendo las cabezas de forma brusca pero sincronizada. Todos nos preguntábamos quiénes eran esas adolescentes: eran las sirenas de la sincronizada, a las que nadie conocía y que ahora tienen el respeto y el reconocimiento mundial, gracias a la dirección técnica de Anna Tarrés.

Quiero destacar el trabajo increíble desarrollado por esas chicas y, evidentemente, por Anna, luchando por un espacio en la piscina para poder entrenar más tiempo, pidiendo humildemente ayuda en temas como las acrobacias y la preparación física a otros entrenadores de otras disciplinas que por allí andábamos, y colaboración a muchos otros especialistas, de la medicina, de la alimentación, de la psicología y los propios de la sincronizada.

Al acabar nuestros entrenamientos las podías ver en la piscina trabajando duro, repitiendo y perfeccionando. Evidentemente, ese trabajo, esfuerzo y sacrificio dio los frutos que Anna ha logrado para el deporte español. ¿Quién más los ha conseguido?

Hay que reflexionar sobre el modelo deportivo español, basado en las federaciones, donde muchos presidentes se sienten amos  de su deporte

Tanta dedicación, tanto entusiasmo, tanto trabajo por el desarrollo de su deporte para que con una simple llamada telefónica le digan que no cuentan con ella, básicamente porque no le cae bien al presidente. INCREÍBLE.

Esta situación nos conduce a reflexionar sobre el modelo deportivo español, basado en las federaciones, en donde muchos presidentes se sienten amos y señores de su deporte y piensan que los entrenadores y los atletas son sus esclavos y sus vasallos, que les deben rendir pleitesía.

Anna, como nos ha ocurrido a muchos otros entrenadores olímpicos, se ha enfrentado a esos presidentes, no por nuestro salario ni nuestro interés personal, sino por dotar de más recursos a nuestros deportistas, tanto materiales como económicos, por mejorar sus condiciones de entrenamiento y de vida. Además, si en un proceso electoral tú apoyas a un candidato con tu voto, porque según la Ley del Deporte tenemos ese derecho, y no gana, eres persona non grata para el ganador, que ya no cuenta contigo, a pesar de ser el entrenador o la entrenadora con más resultados en tu deporte. Eso no importa, tienes que ser amigo y colega del que manda. Si no…, a la calle.

Creo, e invito a abrir un debate, que el deporte de élite debería depender directamente del Consejo Superior de Deportes (como sucede en otros países: Australia, Holanda, etc…), contratando directamente a los entrenadores responsables de los equipos nacionales, basándose en parámetros estrictamente deportivos y profesionales y no en las federaciones, para muchas de las cuales no cuentan los éxitos deportivos ni la capacidad profesional de los técnicos, sino el amiguismo y la política. Creo que con ese nuevo marco no se producirían situaciones tan increíbles como las que hemos vivido algunos y ahora le está tocando a Anna Tarrés.

Hay un dicho en el deporte que sostiene que “formar un atleta de élite es difícil y costoso, pero formar un entrenador de élite todavía lo es mucho más”. El equipo español de natación sincronizada se queda, sin duda alguna, sin la mejor entrenadora española de natación sincronizada de su historia y una de las mejores del mundo.

Mucha suerte Anna.

Alfredo Hueto es entrenador de gimnasia artística y ha dirigido, entre otros, a Gervasio Deferr.

25 Septiembre 2012

«No vengas a hacerte la estrecha»

Mario Díaz

Leer

«Esta medalla no te la mereces, no has hecho nada por conseguirla… Es para mi hija, que le hace mucha ilusión». Cuenta Paola Tirados en primera persona cómo durante la ceremonia de entrega de medallas en el torneo preolímpico de Pekín, en 2008, Anna Tarrés, directora técnica y seleccionadora española de natación sincronizada durante 15 años, le gritaba al tiempo que le arrancaba la presea del cuello cuando aún no había terminado de descender del podio.

No es la suya la única la historia sorprendente. Ni la más escalofriante. Es una más de las que ayer salieron a la luz en un comunicado firmado por 15 nadadoras que en un momento u otro pasaron bajo la autoridad de uno de los técnicos más laureados del deporte español, motor del cambio de la natación sincronizada en este país y, hoy por hoy, bajo el escrutinio público tras las declaraciones de las que fueron sus niñas, porque, en realidad, eso eran, unas niñas. «No vengas a hacerte la estrecha, si te has follado a todo lo que se mueve». Recuerda Ana Violán que le gritaba cuando apenas tenía 14 años y su cuerpo no conseguía alcanzar la posición necesario en uno de los entrenamientos.

«Anna, ¿puedo salir del agua un momento a vomitar?», preguntaba Violán en una sesión de preparación. «¡No!», contesta Tarrés. «¡Trágatelo que aún te queda una hora y media para terminar! Si no, fuera, te vas a tu casa y no vuelvas».

Los (malos) recuerdos se suceden en un comunicado de cuatro páginas que suscriben 15 nadadoras pero en el que únicamente aparece el nombre de nueve de ellas. «No estamos aprovechando el momento. Nosotras ya no volveremos a nadar ni tenemos deseo de repercusión mediática», explican las mismas chicas que, bajo la dirección de Anna Tarrés, lograron 55 medallas en tres lustros -cuatro en Juegos Olímpicos, 26 en Mundiales y otras 25 en Europeos-. Sin embargo, esos éxitos, opinan, no pueden ocultar los métodos y los medios necesarios para conseguirlos.

«O te conviertes en su marioneta o te olvidas de un deporte por el que has trabajado casi toda tu vida», prosigue un escrito en el que queda plasmada la misma frustración que Paola Tirados manifestase inmediatamente después de la destitución de Tarrés de forma individual: «De alguna manera se nos hacía creer que era una figura inamovible, implacable, que siempre tendría el poder».

Fernando Carpena, presidente de la Real Federación Española de Natación, comunicó a Anna Tarrés, que cumplía contrato el 31 de diciembre, que no continuaría al frente del equipo nacional el pasado 6 de septiembre. Una noticia que provocó incomprensión al principio y que ha terminado con la entrenadora en la picota y con Ana Montero como nueva directora técnica de la sincronizada española.

Junto a la madrileña de 31 años, miembro del equipo olímpico en 2004 y hasta ahora seleccionadora del equipo nacional júnior, Esther Jaumá ocupará el cargo de seleccionadora nacional con la japonesa Mayuko Fujiki, Anna Vives y Gemma Mengual como sus ayudantes. Mengual, la gran sirena de la natación sincronizada, será a partir de ahora la persona al cargo de la parte artística de los ejercicios del equipo nacional. Nombres con los que se abre una nueva era en la piscina, aunque para ello tal vez sea necesario cerrar las heridas de una etapa que, a la vista está, aún no se puede dar por terminada.

25 Septiembre 2012

“¡Fuera del agua, gorda!”

EL PAÍS

Leer
15 nadadoras retiradas denuncian en una carta supuestos métodos autoritarios y denigrantes de la exseleccionadora nacional, Anna Tarrés, el día que se conoce el equipo que la sustituye

«¡Fuera del agua, gorda! ¡Vete al psicólogo!”. “No vengas a hacerte la estrecha. Si te has follado a todo lo que se mueve…”. Estas frases y otras del mismo tono autoritario y denigrante fueron dichas supuestamente por Anna Tarrés, la exseleccionadora española de natación sincronizada (la federación, recientemente, decidió no renovar su contrato), según una carta de denuncia pública fechada el pasado sábado, firmada por 15 nadadoras del equipo ya retiradas y que adelantó La Sexta el mismo día en que se anunciaba el cuadro técnico que la sustituirá.

El escrito tiene cuatro folios y un título revelador: «Cuando se puede evitar un mal, es necedad aceptarlo». En los dos últimos, bajo el epígrafe de «Experiencias personales», se engloban algunas de los episodios traumáticos vividos por sus firmantes cuando se entrenaban en las piscinas del Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat (Barcelona). Las destinatarias de las frases más graves, como las dos citadas anteriormente o esa que Tarrés dijo a una de sus pupilas, que luego cayó en la bulimia (“habrás quedado bien en figuras, pero, con lo gorda que estás, no puedo desfigurar al equipo”), son anónimas, pero otras van con nombre y apellidos. Ana Violán, que formó parte del equipo hasta 2007, asegura que, cuando le preguntó un día a Tarrés tras cinco horas de entrenamiento en la piscina: “Anna, ¿puedo salir del agua un segundo a vomitar? Tengo muchas náuseas”, la seleccionadora le espetó: “¡No! ¡Trágatelo, que aún te queda hora y media para terminar! Si no, ¡fuera! Te vas a tu casa y no vuelvas”.

Laura López Valle cuenta que la entrenadora le dijo que no iría a recoger la medalla al Orden del Mérito Deportivo que se concedió al equipo tras su plata en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 porque era inferior a sus compañeras y Paola Tirados, la primera que denunció la presunta dictadura de Tarrés y que durante años formó un exitoso dúo con Gemma Mengual, afirma que le arrebató la medalla del Preolímpico de 2008 para dársela a su hija. Además de las mencionadas, firman Eva Zhdanova, Cristina y Carla Violán, Neus Seguí, Jordina Pallarols, Julia Casal, Itziar Aspe, Clara Oyonarte e Itahisa Robaina. Tres más se han adherido al documento, pero prefieren mantener el anonimato, y una más solo firma con su nombre de pila, Laia.

Aunque el relato personal es lo más llamativo, las nadadoras van más allá. Reconocen los resultados obtenidos por Tarrés en sus 15 años de trabajo, pero critican sus métodos. “Hoy decidimos unirnos para contar nuestra historia”, explican; “para dar voz a todas aquellas cosas que hasta el momento han quedado escondidas bajo las medallas”. Y argumentan por qué han callado hasta que se ha hecho público que Tarrés no seguirá al frente del equipo: “Nosotras mismas tenemos parte de culpa. (…) De alguna manera, se nos hacía creer que Anna era una figura inamovible. (…) O estabas con ella o contra ella y estar contra ella significaba despedirte de tu carrera”. Y, más grave, dicen haber intentado denunciar “hace años” las malas prácticas a las instituciones deportivas sin que las escucharan.

Queremos dar voz a todas aquellas cosas escondidas bajo las medallas

Tarrés, que llegó al cargo en 1997, acababa su contrato el 31 de diciembre de 2012. El 6 de septiembre anunció que la federación le había comunicado por teléfono que no se lo renovaría a pesar de los éxitos conseguidos en los Juegos de Londres (una plata y un bronce) y de la cercanía de los Mundiales de 2013, que acogerá Barcelona en el verano. La federación argumentó que el relevo se debía a “razones estrictamente profesionales y de política deportiva” y le agradecía “su innegable y valiosa aportación”.

Bajo su dirección, España conquistó cuatro medallas olímpicas (tres platas y un bronce), 26 mundiales (un oro, 14 platas y 11 bronces) y 25 europeas (tres oros, 15 platas y siete bronces).

26 Septiembre 2012

Horror en la sincronizada

EL PAÍS (Director: Javier Moreno)

Leer
El testimonio de quince exnadadoras retrata a una seleccionadora tirana que insultaba y humillaba a las atletas

Dice el Consejo de Europa que el deporte de élite en edades precoces es un peligro para la salud. En el caso del equipo español de natación sincronizada parece que tales riesgos han sido mucho peores, y no solo porque las atletas se vean sometidas a largas e inhumanas inmersiones en el agua en posiciones imposibles con una pinza en la nariz. Anna Tarrés, la misma seleccionadora que llevó a la cúspide al equipo, podría ser también la que infligía el peor de los daños a sus nadadoras a base de insultos, coacciones y humillaciones. Así lo aseguran, al menos, 15 exnadadoras, que solo se han atrevido ahora a contar su experiencia, cuando Tarrés ha caído en desgracia y ha sido destituida por la Real Federación Española de Natación (RFEN).

Paola Tirados, medallista en Pekín, se ha alegrado del cese. Dice que no tiene nada bueno que decir de Tarrés en el terreno personal. Según Tirados, que ahora es arquitecta, Anna Tarrés le arrancó de las manos aquella medalla recibida en el podio porque consideró que la nadadora no se la merecía.

Cristina Violán también se ha alegrado del cese. Dice que la exseleccionadora le negó igualmente su mérito a pesar de lograr la medalla del Mundial de Montreal 2005. A Laura López, ahora entrenadora, le ocurrió algo similar, pero otras salieron peor paradas. A una la llamaba gorda —fue bulímica después—, a otra, de solo 14 años, la acusó de haberse follado “todo lo que se mueve”, y a una tercera le recomendó tragarse el vómito en vez de interrumpir un momento el entrenamiento por sus náuseas.

Vistas así las cosas, lo de la natación sincronizada española parece más un relato de terror que una historia de éxito, y llama la atención la actitud de la RFEN. Su presidente, Fernando Carpena, ha destituido a Tarrés sin dar explicaciones, lo que no es admisible. Si la seleccionadora era una tirana cruel hay que explicar por qué no se ha resuelto el asunto hasta ahora. Si no lo era, es de ley aclararlo. Las palabras de otra exnadadora indican que en este horror pudo haber más de una culpable. “La federación sabía cómo nos trataba Anna Tarrés, pero como había resultados…”.

27 Septiembre 2012

Mandar

Salvador Sostres

Leer

ANNA TARRÉS ha sido acusada por algunas de sus ex discípulas de ser muy autoritaria como entrenadora. A una le llamó gorda. A otra, que se quejaba por tener que ejecutar una postura muy difícil, le respondió: «No vengas ahora a hacerte la estrecha, si te has follado a todo lo que se mueve». Gran escándalo entre los hipócritas de siempre. Anna Tarrés ha puesto la natación sincronizada española en el mapa con esfuerzo y brillantez. Hay que agradecérselo.

Una de las nadadoras confesó ayer que le tiemblan las piernas y la voz cuando la ve, y que el corazón se le acelera. Podría ser una hermosa declaración de amor, pero si lo dijo por el miedo hay que recordar que no somos nada sin el temor de Dios. Que a un empleado le tiemblen las piernas cuando ve al patrón indica que existe una línea jerárquica clara. Ninguna chica fue físicamente agredida ni obligada a competir ni a continuar en el equipo después de las supuestas ofensas.

Anna Tarrés es una mujer dura y con sus duros méritos ha conseguido unos éxitos insólitos para la natación sincronizada española. Ahora todo el mundo la critica, pero muy pocos saben lo difícil que es mandar y por eso somos un país tan débil y extraviado. Es un milagro que un grupo humano obedezca con precisión y disciplina, y resulta imprescindible que así sea en la natación sincronizada, donde todo depende de un gesto imperceptible o de una décima de segundo.

¿Alguien se imagina lo que es conseguir de un grupo de alocadas adolescentes una medalla olímpica? ¿Alguien cree que se puede lograr sin sufrimiento o que a esta edad y a este nivel de competición son suficientes las buenas palabras?

Es delirante que acusen a Anna Tarrés de haber dicho que «esto es una dictadura y yo soy la dictadora», como si en algún momento hubieran pensado que se les tenían que consultar democráticamente las decisiones, o como si creyeran que con sus absurdas ideas habrían llegado tan lejos como su entrenadora consiguió llevarlas. Dicen también que «el deporte español no debe sentir orgullo de medallas conseguidas a cualquier precio», cuando todo el mundo sabe que la excelencia y la gloria sólo se consiguen cuando pagas todos los precios.

La vida no basta la mayor parte de las veces, competir es una forma de destruirse y la perfección se parece a la muerte.

27 Septiembre 2012

Los mimos de una madre

Flora Albaicín

Carta Abierta a Anna Tarrés

Leer

He estado trabajando casi dos años estrechamente con Anna Tarrés durante muchas horas, lo que para mí ha sido una experiencia magnífica de la que he aprendido mucho. Gracias a su forma de hacer se consiguen las medallas y, en mi caso, como he dicho en alguna otra ocasión, la oportunidad de sincronizar el arte. Anna es una persona que siempre sabe reaccionar a las adversidades haciendo lo mejor y lo que es más difícil, con objetividad lo que a los profesionales nos da mucha seguridad. Sabe qué hace falta en cada momento, para las chicas, para el equipo y para un mayor rendimiento, y eso implica, por encima de todo, saber cuidar a las chicas muy bien. Sabe lo que necesitan en todo momento, preocupada del tiempo que llevaban trabajando, de lo que habían comido, de lo que habían dormido, de los descansos entre ejercicio y ejercicio para un mejor resultado; preocupada de cómo se encontraban anímicamente, de unas dietas equilibradas, y todo esto cada día porque afecta al rendimiento de hoy y de mañana, porque de alguna manera sus niñas son su tesoro más preciado, ya que para ella son muy valiosas personal y profesionalmente.

Preocupada por si trabajaban demasiado, a veces cuando yo llegaba me lo advertía: “… Flora, hoy están rotas, llevan desde las ocho, no les metas mucha caña…”. Nunca les hacía repetir nada gratuitamente y enseguida corriendo al masajista y al fisio. La verdad, aluciné con tanto mimo pues para alguien como yo del mundo de la danza, la dureza del teatro y del escenario no conoces tantas atenciones, los cuidados del día a día en las que ella ha sido como una madre para todas. Gracias a su forma de hacer yo he aprendido lo importante que es cuidar esos factores que son tan influyentes en el resultado final.

He pasado muchas horas con Anna y las chicas  y mi sensación ha sido siempre de unión de equipo

Anna es una mujer que, además de formar a las chicas como nadadoras, también se ha preocupado de hacerlo como mujeres, mirando por sus estudios y el porvenir que hay después de la corta vida en la élite. Siempre un paso atrás, cediéndoles el protagonismo, todo para enseñarle al mundo que sus chicas son las mejores. Ha dedicado su vida a este propósito y a elevar la natación sincronizada donde está hoy día, llegando a trabajar y multiplicarse por diez o por veinte si era necesario. Respecto a lo que se está hablando, y en algún caso gratuitamente, yo en primera persona doy testimonio que no he vivido ni una mala palabra, ni siquiera en los momentos extremos donde ella se mantiene muy fría y les da estabilidad. Creo conocer bien a mis compañeros de equipo en esta labor y ninguno hubiera tolerado por educación y por dignidad humana y profesional trabajar en ese ambiente despótico y grosero que algunos están describiendo sin conocer y que otros opinan denunciando cobardemente en los medios tras una vulgar retórica supuestamente intelectual.

He pasado muchas horas con Anna, las chicas y todo el maravilloso equipo técnico, y mi sensación ha sido siempre de unión de equipo, de fuerza, de superación, con mucho corazón, mucho esfuerzo pero sin perder nadie la dignidad como persona, porque además estas chicas tienen personalidad más que suficiente para no tener que tragar nada y contestar si es necesario. Es muy triste que en lugar de estar todas ellas y el país entero disfrutando del maravilloso y merecido resultado después del durísimo trabajo realizado durante años, les hayan arrebatado el disfrute de su gloria y se vea ensuciada por esta oscuridad que perjudica a la natación, a las chicas, al equipo técnico y, sobretodo y especialmente, a la afición, al futuro, tirando por tierra el trabajo de tantos años de tantas personas y en el caso de Anna Tarrés toda una vida.

Flora Albaicín, bailaora, fue la coreógrafa del equipo español de sincronizada en los Juegos de Londres.