13 diciembre 2014

Fracasa el proyecto EuroVegas en España: Ni Madrid, ni Barcelona, tras rechazar el Gobierno Rajoy las condiciones de Aldenson

Hechos

El 13 de diciembre de 2014 la empresa propietaria del proyecto EuroVegas anunció que renunciaba a construir en España.

14 Diciembre 2013

Y Mister Adelson también pasó de largo por Madrid

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

Leer

LUIS GARCÍA Berlanga describió en la magistral ¡Bienvenido, Mister Marshall! el tránsito por España sin parada ni fonda de la ayuda norteamericana a Europa tras la II Guerra Mundial. Pues el argumento lo ha repetido casi miméticamente Eurovegas, la macroinversión que la empresa Las Vegas Sands, presidida por el polémico magnate de los casinos Sheldon Adelson, iba a realizar en Madrid y de la que EL MUNDO dio la primicia en el otoño de 2011.

En Villar del Río se esperaba el dinero estadounidense, que iba a recuperar a una población depauperada en la posguerra. En Madrid, las autoridades habían vendido Eurovegas como el motor que iba a acelerar la salida de la crisis en la Comunidad: una inversión de 30.000 millones de dólares que daría empleo a unas 80.000 personas de forma directa o indirecta, e incluso hubo quien osó decir que crearía 250.000 puestos de trabajo, un tercio de los parados de la región. En Alcorcón, en cuyo término se iba a instalar Eurovegas, ya había 17.000 personas en la lista para obtener un empleo. Sólo el líder de PSOE en Madrid, Tomás Gómez, dudó de la realización del proyecto, justo cuando desde la Comunidad, con Ignacio González a la cabeza, se redoblaba la apuesta por el mismo. Al final, como Mister Marshall, Adelson tampoco parará en Villar del Río.

¿Qué ha fallado? Sencillamente, que el proyecto era inviable. La Comunidad ha dicho oficialmente que la renuncia de Adelson se debe a que el Gobierno no ha aceptado las últimas condiciones que exigía el empresario, entre otras una garantía para recuperar su inversión en caso de pérdidas por cambios normativos y una reducción de la fiscalidad del juego hasta un irrelevante 1%. Ni que decir tiene que son requisitos inasumibles que llevaban inevitablemente a la ruptura del proyecto. Eurovegas –es cierto que lo había dicho desde el inicio– no tenía ni el 10% de los recursos necesarios para llevar a cabo el macrocomplejo de ocio y era prácticamente imposible que encontrara financiación en las circunstancias actuales de nuestro país. Ni pública ni privada.

De hecho, el comunicado emitido por Las Vegas Sands no habla de cambios de criterio en las administraciones españolas: «El desarrollo de resorts integrados en Europa ha sido una idea personal desde hace años, pero hay un tiempo y un lugar para todo y en este momento nuestra atención se centra en impulsar países asiáticos como Japón y Corea para mejorar su oferta turística allí», manifestó ayer Adelson. El Gobierno y la Comunidad de Madrid han pecado de crédulos y ahora quedan en una posición muy desairada. El Ejecutivo regional debe explicar a los ciudadanos las razones de este fiasco y pedir disculpas por haber generado unas expectativas desorbitadas sobre una inversión irrealizable.

La espantada de Adelson se suma a la sonada pérdida de la organización de los Juegos Olímpicos de 2020 y ahonda en esa sensación de decadencia que se refleja, por ejemplo, en la caída de actividad del Aeropuerto de Barajas. La Comunidad y el Ayuntamiento no pueden acomodarse y deben empeñarse en recuperar el dinamismo económico anterior.

14 Diciembre 2013

Le dimos una baza a Adelson

John Müller

Leer

La inseguridad jurídica ha sido la baza que Adelson ha utilizado para llevarse sus proyectos a otra parte. Oiremos multitud de excusas y versiones, pero la clave ha sido ésta. En el último momento, el bufete Garrigues, que asesoraba a Adelson, se descolgó con una petición de garantías para blindar Eurovegas ante cambios legislativos que pudieran perjudicar en el futuro su modelo de negocio.

A los políticos no les gusta esta explicación, porque son ellos los que ponen en peligro la seguridad jurídica en España: los que gobernaron, porque son los que crearon los precedentes y sembraron los grandes problemas que los que hoy gobiernan abordan, con pocas excepciones, de manera incompetente; y los que gobernarán, porque se han dedicado a agitar a una opinión pública que se enardece fácilmente con prejuicios y monsergas.

No ayuda a la seguridad jurídica una reforma energética que ha acabado de un plumazo y sin diálogo con el sector de las renovables. En un reciente viaje a Asia, José Manuel Soria se atrevió a anunciar que pronto se privatizaría Aena (operación pospuesta de momento) y los inversionistas le preguntaron si con los aeropuertos pasaría lo mismo que con las renovables.

Tampoco ayuda a la seguridad jurídica que el Estado desdoble inopinadamente las autovías que discurren junto a una autopista de pago, como sucedió con la AP-41 de Madrid a Toledo, apuntillando un modelo de negocio ya tocado por la crisis. No ayuda a la seguridad jurídica que Rubalcaba y Valenciano anuncien que derogarán la reforma educativa de Wert al día siguiente de ser aprobada. No ayuda a la seguridad jurídica que desde una región del país se esté alentando el descalabro institucional.

Curiosamente, tampoco ayuda a la seguridad jurídica que haya políticos que se muestren tan obsequiosos a la hora de hacer excepciones o cambiar una ley cuando oyen abrirse el monedero de un inversor. Aceptar en este caso que se planteara la pública subasta de la ley antitabaco y de los tipos tributarios fue un error. Le permitió a Adelson jugar al póquer con nuestras esperanzas. Este tipo de cosas hace que el mercado se convierta en la referencia de la Ley y no ésta en la referencia del mercado. Así se pervierte el orden natural de las cosas.

Adelson es un viejo jugador con trasfondo religioso y si la promesa de su dinero podía mover al Estado en un sentido, esos que maldecían sus tragaperras bien podían mañana encaramarse en él y darle la vuelta a la tortilla.

Zapatero estaba ayer en el programa Al Rojo Vivo. Hubo un momento en que el plató estaba sin audio porque se emitía un vídeo. En éste, alguien hablaba sobre la fallida inversión de Eurovegas y decía «al final la culpa de este fracaso es…». Como el del vídeo titubeaba y no terminaba, el ex presidente soltó: «¡…de Zapatero!». Los que estábamos en el plató nos quedamos atónitos porque el del vídeo no concluyó diciendo eso, pero el ex presidente sonreía enigmático. Media hora después me llamó un dirigente del PP: «La culpa fue de Zapatero, por crear las primas de las renovables». Tal cual. Este país necesita tomarse en serio de una buena vez.

15 Diciembre 2013

Eurovegas

Antonio Lucas

Leer

El señor Adelson apareció un día por Madrid, lo asomaron a Alcorcón, le mostraron unos solares y dejó caer una bienaventuranza de la que excitan a los pobres como si hablara el mismo Dios: «Voy a levantar un imperio». La palabra «imperio» no se cata en España desde el siglo XVII, así que el priapismo liberal entró en erupción y desde la Comunidad de Madrid comenzaron a diseñar un futuro de pan de oro gracias a los negocios de un empresario opaco y quincallero que ha hecho fortuna en Las Vegas y Macao, capitales de la horterez, el trinque y todo lo demás. Una vez que la calentura no tenía marcha atrás, el Midas del black jack asomó la pata: «Quiero un marco legal exclusivo para mi tingladillo». Es decir: un Estado paralelo. Y ahí comenzó a sombrearse el paraíso prometido. La Comunidad de Madrid va a petardazo por día. El problema de Eurovegas no era Eurovegas, ni el presunto incremento de putas, camellos y demás fauna colateral que suelen generar ciertos negocios. (Eso es diatriba de puritanos sospechosísimos). A mí el vicio me parece sanísimo en sí mismo y aquí, por españoles, tenemos un I+D muy abundante para desarrollarlo. El inconveniente real de Eurovegas era la promesa de atraerlo como gran Silicon Valley para escapar de la crisis. Ahí me has matao. Engañar así a la peña es de una mendacidad de carácter excepcional. Tener por escotilla de prosperidad una mesa con ruleta es un punto anormal. Y creernos virtuosos por ser el pueblo elegido de un cuatrero es exactamente patético. Muchas gracias a los señores de la Comunidad de Madrid por este circo. Muchas gracias al señor Adelson por el carácter efímero de su siniestro delirio. Muchas gracias por esta prematura expulsión del Edén. A ver si así se propone algo en serio en esta ciudad más allá de ciertas fantasías regresivas y del triunfo de Madrid 2020, que también dio para unas risas.