19 abril 2004

La federación de Alicante había propuesta a José Joaquín Ripoll para ese cargo

Francisco Camps nuevo presidente del PP valenciano frente a las aspiraciones de los ‘alicantinos’ (zaplanistas)

Hechos

La Junta Directiva del PP eligió a D. Francisco Camps presidente del PP valenciano.

Lecturas

Confirmado por el presidente del PP D. Mariano Rajoy Brey como portavoz del PP en el Congreso de los Diputados D. Eduardo Zaplana Hernández-Soro anuncia su intención de abandonar la presidencia del PP de la Comunidad Valenciana, lo que causa una competencia por su sucesión. El Sr. Zaplana Hernández-Soro quiere que le reemplace D. José Joaquín Ripoll Serrano, líder del PP de Alicante, la provincia de origen del Sr. Zaplana, pero el actual presidente de la Generalitat Valenciana, D. Francisco Camps Órtiz, defiende que el cargo debe ocuparlo él. Cuenta entre sus apoyos con el de Dña. Rita Barberá Nolla.

El 28 de abril de 2004 la Junta Directiva Regional del Partido Popular designa a D. Francisco Camps Órtiz nuevo presidente del PP de la Generalitat Valenciana, es elegido por unanimidad al lograr el respaldo del presidente del partido D. Mariano Rajoy Brey.

El conflicto interno en el PP valenciano continuará y se evidenciará al público el 22 de noviembre de 2004 en el proceso de elección en Elche de compromisarios para el congreso del PP en Alicante. En esa votación las acusaciones de manipulación en los censos causará una pelea a puñetazos entre partidarios del sector del Sr. Camps Ortiz y el sector del Sr. Zaplana Hernández-Soro, forzando la intervención de la policía para proteger las urnas.

EL FRACASO DEL CANDIDATO DE ZAPLANA

Ripoll_Brugal D. José Joaquín Ripoll, presidente del PP de Alicante y de la Diputación de Alicante, tenía el respaldo personal de D. Eduardo Zaplana, portavoz del Grupo Popular en el Congreso. El Sr. Ripoll aseguraba tener más avales que nadie para la presidencia regional, pero las gestiones del Sr. Rajoy – que asistió a la Junta Directiva en la que se le designó presidente – para forzar un consenso.

19 Abril 2004

PP DE VALENCIA

ABC (Director: José Antonio Zarzalejos)

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ENFRASCADO en la tarea de construir «ex novo» una oposición a partir de un equipo pensado para formar gobierno, Rajoy ha debido hacer frente a la inesperada crisis generada en el PP valenciano por el abierto enfrentamiento entre el presidente de la Autonomía, Francisco Camps, y el todavía responsable del partido en la Comunidad, el ex ministro Eduardo Zaplana. La abierta rebelión de las bases y cuadros medios contra el poder vicario que Zaplana pretendía instaurar en la región a través de personas de su confianza ha obligado al líder nacional del PP a intervenir para sofocar la situación. La tarea no menor que espera a Zaplana en Madrid, al frente del Grupo Popular en el Congreso, aconseja su alejamiento de la escena valenciana, que durante una fecunda etapa supo dirigir, desde el partido y desde el Gobierno autonómico, con mano de hierro e indudable eficacia electoral. Esa importante labor de dirigir la oposición en las Cortes requiere una dedicación absoluta que complicaría la obligación de atender, siquiera por persona interpuesta, la complicada vida de una organización regional numerosa y activa. Por otro lado, el inapelable éxito de Camps en las elecciones autonómicas de 2003, donde alcanzó el mayor número de votos jamás cosechado por el PP en la Comunidad valenciana, y el mantenimiento digno de posiciones en los comicios generales del 14-M, que ganó en su ámbito pese a un retroceso cuantitativo, lo perfilan como indiscutible líder con capacidad para hacerse cargo de una «baronía» que ha demostrado merecer.

En las condiciones delicadas en que se halla el PP tras su derrota electoral en España, carece de sentido provocar conflictos territoriales en aquellas zonas donde continúa gozando del respaldo ciudadano. La intención de Zaplana de controlar a distancia y desde Madrid los resortes internos del poder en su tierra de origen conllevaba el riesgo más que evidente de causar la desafección de quienes se baten con éxito sobre el propio terreno, como ha puesto de manifiesto la insólita movilización a favor de Camps que, agitada por la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha originado un pronunciamiento masivo de dirigentes locales y provinciales. Tal es la situación que Rajoy, acertadamente, parece haber decidido, para evitar problemas innecesarios, cambiar su inicial idea de conceder al ex ministro de Trabajo poderes para diseñar el futuro de la organización regional. La inesperada derrota del PP no ha apartado a Zaplana de importantes responsabilidades en el partido, donde Rajoy le ha encomendado una tarea esencial para abordar, desde la oposición parlamentaria, el trabajo de conformar una alternativa capaz de recuperar el crédito del electorado. La Comunidad valenciana queda en manos solventes, y no está el PP en condiciones de desperdiciar con querellas estériles el esfuerzo de su capital humano.