Gala de los Goya 1993 – Fernando Trueba arrasa con ‘Belle Époque’ que se lleva hasta trece premios de la academia del cine español

La suerte, la intuición y el talento evitaron que Trueba conociera el aprendizaje del fracaso. A los veinticinco años, una edad en la que la mayoría de la gente que pretende dirigir cine consume su tiempo soñando, o realizando cortometrajes que no verá nadie, este apasionado cinéfilo que siempre mantuvo los pies en el suelo y la cabeza fría consiguió que media España se enamorara del personaje central de Opera prima. Después de rodar un capricho nada gratuito (Mientras el cuerpo aguante) y una balbuceante y fallida comedia (Sal gorda) Trueba demostró con la inteligente Sé infiel y no mires con quien que sabía construir un mecanismo de relojería, ennoblecer un mediocre vodevil y manejar a su antojo la risa del espectador. En la emotiva, dura y melancólica El año de las luces Trueba se atrevía a hablar de sentimientos. Lo hacía con lucidez y ternura, sin la fresca ingenuidad de su Opera prima. La extraordinaria y arriesgada El sueño del mono loco le sirvió para ajustar cuentas con viejas obsesiones (la bajada al infierno, la descomposición moral, el lado oscuro, la autodestrucción, la pérdida, la presencia de la muerte, las apariencias, el desconcierto, la intemperie, el horror, la redención, temas insólitos en un director enamorado de la risa de su público) y para intentar el asalto al cine internacional. En la astuta, luminosa y modélica Belle Epoque, Trueba ofrece calidad nanativa y militante alegría de vivir, aunque el tono lúdico no excluya las paralelas zonas de sombra que acompañan al roce de la piel y de los corazones entre los seres humanos. Hay cadencia, risas, juego, riesgos en los que Trueba sale triunfante (la magnífica secuencia de la llegada al hogar de la madre y su tragicómico amante), sorpresas más chirriantes que complejas (el suicidio del guardia civil y del cura), habilidad para extraer lo mejor de los actores, cariño hacia los personajes, control absoluto sobre lo que quiere contar y la forma de hacerlo. Yo admiro esta película pero no la amo. Me hace reir pero no me emociona. ¿Que si es lo mejor que ha rodado el cine español en el 92? Por supuesto. Yo espero mucho más de su creador.