27 marzo 2003

El veterano columnista EL PAÍS reprochó a su compañero de CNN+ (ambos medios son del Grupo PRISA) que invitara con demasiada frecuencia a miembros del PP como Gustavo de Arístegui

Gorka Angulo reprocha al columnista Haro Tecglen su trato despectivo a José María Calleja por su beligerancia con ETA

Hechos

El 27.03.2003 D. Eduardo Haro Tecglen publicó el artículo ‘Risa Nerviosa’

27 Marzo 2003

Risa nerviosa

Eduardo Haro Tecglen

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Me río solo, en la noche, a oscuras. Los auriculares calados, oigo a los murciélagos de las radios de los nacionales. Da risa oírles que el peligro es la coalición social-comunista: ¡el Frente Popular! Sacan fantasmas de sus papás, de sus abuelitos: ¡Que vienen los rojos! Y los mataban. Risa nerviosa: piden que la gente se ocupe del chapapote, y de la educación y los nacionalismos: lo que antes negaban ahora les parece mejor. El miedo es su viejo aliado. Es una proyección: lo tienen, y nos lo quieren colocar. Hay asaltos a una sede del PP, y a un senador: está mal, hay que evitarlo. No lo hace la calle: son sus sicarios parapoliciales. Los puños que corresponden a estas voces que quieren avisar de que está otra vez suelta la turba, la horda roja. ¡Hay más banderas republicanas en cada manifestación! ¿No es un principio de subversión? Y no creen que sea casual que coincidan con los comentarios al Rey que hizo Anasagasti en el Congreso. Hizo lo que le ordenan su puesto y su mandato: dijo libremente lo que cree, y la soberanía es del Parlamento, según la Constitución. Y según la realidad: lo lamentable es que el Congreso esté dominado por una mayoría que ya se ha podrido en sus escaños. «¡Muy grave, muy grave!», decía un gubernamental que ahora han sacado como paladín, Arístegui, portavoz del PP en la Comisión de Asuntos Exteriores. Lo saca Calleja en sus «debates» de CNN+ para que no deje hablar a los demás: le azuza, le redondea. Lo saca Manuel Antonio Rico, y quiere tirar de sus palabras fuertes y no es necesario, porque lo dice todo solo. Han suprimido el Día del Teatro para que no se convierta en un mitin contra la guerra; han impedido los conciertos de la Sociedad de Autores en el metro «por razones de seguridad». Temen que los socialcomunistas se arrojen contra un cuarteto que toque a Schubert, ofendidos por la belleza clara. Así somos los rojos.

La creación del miedo es una vieja arma de la propaganda antigua. Cuando el cuarteto americano -Condoleezza, Powell, Rumsfeld, Bush- multiplica las medidas de seguridad en EE UU, porque finge que tiene informes de que va a haber atentados, o cuando Sharon reparte caretas antigás a los escolares para que se defiendan de lo que no tiene Sadam -ya habría muerto hasta el Séptimo de Caballería- están creando el miedo. Para convertir su crimen en salvación. Vaya gente.

05 Abril 2003

La risa de Haro Tecglen

Gorka Angulo

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El 27 de marzo, Eduardo Haro Tecglen nos hacía, bajo el título de Risa nerviosa, uno de esos análisis sobre los medios en los que no deja títere con cabeza.

Esta vez, entre otros, le tocaba al periodista vasco José María Calleja, cuya trayectoria parece que le altera la presión sanguínea. Comentando el programa que Calleja dirige en CNN+, Haro cuestionaba su ética profesional, como lo hizo ya en su día por presentar con el lazo azul (con el que salía en pantalla, en solidaridad con los secuestrados por la ETA) los informativos de Euskal Telebista. En mi opinión, Calleja ha dignificado con su ejemplo ciudadano la profesión periodística. Sobre todo por su actitud de no callar, como tantos otros, supuestamente de izquierdas, ante el terrorismo nacionalista.

Pero a Eduardo Haro parece que le molestan más las personas que dan la cara frente a ese terrorismo que quienes, directa o indirectamente, se empeñan en perpetuar esa pesadilla carlistoide en pleno siglo XXI. Más que para reírse, es para avergonzarse.

07 Abril 2003

Dialéctica bestia

Eduardo Haro Tecglen

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Fraga dice que no conseguiremos meterle en el armario: está en él. Ganarán la guerra, perderán la paz; quieren encerrar al que dice no. A lo bestia, se dice. Separan esta guerra de las demás, y dicen que están en contra; pero estos despojos humanos no son de guerra, sino de esta otra cosa; solo son, por la dialéctica bestia, la semántica parda -parda era la camisa del nazi-, «daños colaterales». Hacen campaña contra las fotos dolorosas: sólo aman las de cristos clavados y alanceados, mujeres con siete puñales rasgando su pecho.

Los que vean la muerte y la sangre, odiarán la guerra. Todo lo tergiversa la facción española de guerreros de despacho; hasta al Papa, que sirve a Gustavo Bueno, paradojo, para decir que como no cree en el Papa, que es de extrema izquierda, él no puede estar contra esa guerra. Qué raros filósofos vamos teniendo. Inyectan un pensamiento turbio con sus grandes jeringas molierescas. Falsean el nuestro. Aznar insiste en que el encuentro de socialistas y comunistas significa que el socialismo ha sido esposado por el comunismo: lo que decía Franco y el jefe imperial de turno. Ojalá fuera verdad, como en el antifascismo de los buenos tiempos. El pacifista pertenece a una creencia de libre pensamiento que le hace creer que la palabra del otro es respetable: hasta cuando es mentira en tres dimensiones.

Lo comprendí el sábado en una carta al director de aquí, de Gorka Angulo Altube, que me acusaba de atacar al periodista vasco Calleja porque parece que -dice su dialéctica bestia- me molestan más «las personas que dan la cara frente a ese terrorismo que quienes, directa o indirectamente, se empeñan en perpetuar esa pesadilla…». Había yo criticado la insistente presencia de un Aristegui portavoz del PP en los «debates» de Calleja, cerrando el paso a quienes dicen no a la guerra, y heme convertido en más partidario del terrorismo vasco que de sus víctimas. La lengua bífida en estos temas es también aznárida: todo terrorismo es uno, el que está activo contra el crimen de Irak favorece el terrorismo de ETA, el que se alza contra la guerra pierde el tiempo de hacerlo contra el terrorismo vasco, los socialistas dan la mano a los comunistas y no al PP contra «el entorno» de ETA. ¡Dialéctica bestia! Y les dejamos paso a su mentira. Por respeto.

08 Abril 2003

La dialéctica de Haro

Gorka Angulo

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Sr. Haro Tecglen: muchas gracias por no responder a mi carta en esta sección y hacerlo dedicándome media columna de sus análisis. Se nota que usted, cuando pierde los nervios, no responde. No sé si usted ve el mismo CNN+ que yo, o se lo han contado, pero en los debates (así, sin comillas) de Calleja he tenido la oportunidad de ver, al menos, a cuatro representantes del PSOE (Manuel Escudero, Manuel Marín, Rafael Estrella y Diego López Garrido), que expusieron sus argumentos contra la guerra. A Gustavo de Arístegui sólo le he visto en dos ocasiones. Por lo tanto, no veo que Calleja cierre el paso a quienes dicen no a la guerra porque, en este caso, ganan 4-2. En realidad, señor Haro, sólo quería defender a José María Calleja, con el que usted hace tiempo que se ha pasado tres pueblos, dos aldeas y una parroquia. Lo de la «dialéctica bestia» y la «semántica parda» lo dejo para usted, que de jovencito vistió la camisa azul falangista y después ha ido por la vida de «rojo» y radical, según sus intereses. Yo la única camisa azul que he vestido es la dearrantzale, como es costumbre en algunas fiestas vascas, y siempre voy por la vida de rojo y blanco, por mi querido Athletic. Bestia para mí es sinónimo de animal, y reconozco que soy animal, pero animal racional. Con el raciocinio y buenas dosis de civismo es como tengo por costumbre luchar contra las personas que quieren llevar nuestra convivencia humana a un estado animal. Me refiero a quienes mantienen o defienden dictaduras, como la del franquismo y la de la ETA, los únicos regímenes políticos que he conocido en Euskadi. Yo siempre he estado en contra de todas las dictaduras, incluida la de Pol Pot. ¿Usted también?