9 mayo 2018

No le perdona que haga burlas contra Carles Puigdemont

Gresca mediática entre independentistas, Bernart Dedéu escribe el artículo ‘Toni Soler, ladrón’ contra el productor estrella de TV3

Hechos

El 9 de mayo de 2018 la web www.bernatdedeu.cat publicó el artículo «Toni Soler, lladre».

Lecturas

TONI SOLER, LADRÓN.

Hace días que Toni Soler aprovecha el programa Está pasando por escarnecer Carles Puigdemont, a quien recientemente acusaba de «tratarnos de post-imbéciles y ahora de pre-gilipollas.» Soler se dedica a pintar como un loco solitario el presidente 130 mientras se afana para que se forme gobierno en breve, no porque le preocupe lo más mínimo la gobernabilidad de la tribu, sino porque sin una administración que insufla una partida extraordinaria de dinero en TV3 sus programas podrían caer repentinamente de la parrilla. Dejar de cobrar de la teta pública, este es el peor pesadilla del bufón de la corte, quien ya se vio obligado a impostar tristeza cuando despidió parte de sus queridísimos trabajadores en la última ola de recortes a Nuestra. Debe ser muy duro, pobre Toni, que calibrar tus chistes pensando siempre en sí la bolsa sonará o no. Qué existencia mes desgraciada, Soler y Guasch, vivir obligado a calcular siempre que la ocurrencia caiga inexorablemente de la esquina del bolsillo. El periodismo catalán no sólo tiene la inmensa desgracia de tener que soportar impostores como Màrius Carol y censores como Lluís Bassets, sino que además tenemos que ver cómo los reyes del chiste como Soler nos roban con una impunidad que ya querrían haber conseguido los españoles. Hay que agradecerle a Toni que se disfrace de aprendiz de político y nos demuestre una vez más que la mayoría de nuestros líderes sólo quieren formar gobierno para que sus administrativos cobren la paguita. Empieza a ser muy necesario, como os escribía hace poco, que todo el mundo guarde sus lacitos amarillos y los intercambie por una simple etiqueta donde haya el precio que ha cobrado por renunciar a ser independentista y volver a la ocurrencia de la cosa autonómica. Toni Soler, el bufón de la corte, le ha robado mucho más que Rajoy, Zoido o incluso Cifuentes, y hay que concederle que lo ha hecho con la traza del ballet inaudible los furtadors de carteras. Vea si es rica la tribu que ha sufrido el doble robo de los invasores y de los vividores de las migajas. Vea si es próspera la tierra, que todavía tiene paciencia de risa la gracia a quien le manga papilla. Soler, tranquilo, que pronto volverás a tener la máquina activada por alarmar el ano de la abuela con las bromitas. Tranquilo, Toni, que pronto volverá a abrir la caja y el corazón te dringarà de euros.

Algún día, si llegamos a despertarnos realmente, le mordía las venas y de sangre tendremos que lavar tantos billetes. La culpa, admitámoslo, es de nuestra indolencia. La culpa, digámoslo bien alto, es de nuestra falta de ganas de matar. Esta es, realmente, la broma más pesada.

Bernart Dedeu.

 

16 Junio 2019

23.186.636 euros, la minoría absoluta de TV3 para Toni Soler

Martín Mucha

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Uno de los golpes más duros al independentista Toni Soler —historiador, creador de Polònia (TV3) y productor de Todo es Mentira (Mediaset)— se lo ha dado otro independentista. «Toni Soler, lladre» (Toni Soler, ladrón), tituló sin pudor Bernat Dedéu, también conocido como el filósofo del separatismo. ¿Por qué? ¿Qué había detrás? Dedéu habló alto y claro de los contratos que tiene Soler con la televisión pública catalana. Lo describió así: «Sin una administración que insufle una partida extraordinaria de dinero en TV3, sus programas se podrían caer repentinamente de la parrilla. Dejar de cobrar de la teta pública, esta es la peor pesadilla del bufón de la corte». A nivel nacional, la disputa no trascendió, pero Dedéu abrió una puerta. ¿Cuánto factura Minoría Absoluta —la empresa matriz de Soler— a la Generalitat? La cifra, según los propios informes de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals, desde el 29 de julio de 2015 al día de los enamorados de 2019, es de 152.333 euros por semana. O 544.543 cada mes. Anualmente, 6,5 millones. Total: 23.186.636,90 euros facturados.

¿Quién es Toni Soler Guasch? Un provocador nato. Sus 180 centímetros de estatura y espaldas anchas le dan un aire de boxeador. Aunque sus mejores golpes los ha dado en el mundo audiovisual: programas con alto rating, bien pagaos; subvenciones para sus propuestas menos populares… Hace dos semanas cumplió 54 años con sus cuentas en números azules y con proyectos en televisión nacional. Soler es hijo de la escritora Carme Guasch y de Antonio Soler Bos, director de una oficina del Banco Hispano-Americano. Ambos fallecieron por enfermedades neoplásicas. Le marcó la muerte temprana de su padre. Escribió una celebrada obra en su honor titulada El tumor. Un libro autobiográfico para luchar contra sus demonios, contra su poca destreza en, según sus palabras, «la gestión de las emociones». Los que conocen su historia no entendieron cómo —con su convivencia con el dolor de la enfermedad— pudo mofarse de la donación de riñón del ex delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, a su mujer. Quizá porque, para Soler, «el humor es, a veces, como un ansiolítico, como un autoengaño».

Cursó Historia en la Universidad de Barcelona. En casa, su primogénita Blanca era la estudiosa. La brillantez la aportaba su hermana intermedia, la escritora ganadora del premio Ramon Llull, Silvia Soler. A su madre nunca le gustó que fuera humorista. Deseaba que tuviera un oficio «serio». En 1995 entró en el equipo de Buenafuente en El Terrat, programa de radio de la Cadena Ser. Su personaje: el guionista malo. Llegó tarde para ser considerado uno de los padres de la productora de Andreu, una de las más importantes de España. «Casi fundador», se ha considerado siempre. Buenafuente dio el salto a la tele y se convirtió en estrella. Soler lanzó su programa en Rac1: Minoría Absoluta, que después sería el nombre de su productora. Ganó el Ondas a mejor espacio de radio de España. Y aspiraba a tomar el mercado nacional. Fue de fallo en fallo. En 2004, Julia Otero le llevó a su programa Cerezas en TVE y no duró siquiera un año. Al año siguiente, ya Buenafuente era el iceberg que hundió el buque insignia de la Telecinco de Vasile: Crónicas Marcianas. O el triunfo del humor inteligente a la catalana contra la telebasura.

Tras ese éxito, Antena 3 aprobó el proyecto de Soler: Mire Usté. Rapidamente cerrado. Nunca lo entendió Toni: «En televisión son tantas las variables… que resulta imposible saberlo». Y más cuando era el germen de Polònia, el programa de satira política que lo hizo rico y famoso a los 41 años. Triunfo unicamente en su tierra, pero victoria al fin y al cabo. Todo lo que tocaba era oro en Cataluña: libros, teatro, educación… Siguiente golazo: Crackò via, la versión deportiva de Polònia. Pero, de nuevo, sólo en su terra. Logró vender sus adaptaciones a televisiones autonómicas. Frío. En Telemadrid, una temporada. Siguiente intento: La escobilla nacional, parodia del mundo del corazón en Antena 3, finiquitado por baja audiencia. Última emisión: 5,3% de share.

EN EL TRICENTENARIO

Decidió que su foco sería Cataluña. Considerado uno de los gurús del independentismo, los contratos y las subvenciones fueron llegando. Cuando el ayuntamiento de Barcelona de Trias puso 2,5 millones de euros a la celebración de los 300 años de 1714, ¿quien fue el comisario del Tricentenario? Toni. Como era de esperar, fue otra elegía al independentismo. Dijo no cobrar un céntimo, pero para él fue un aprendizaje del sistema desde dentro.

Las subvenciones del Institut Català de les Empreses Culturals (Icec) llegaron a Minoria Absoluta por cientos de miles. Recibió, en los siguientes tres años, 818.537 euros.

Para 2019, Soler lo vuelve a intentar. Vasile le encarga a su productora y a Factoría de la Tele reflotar las tardes de Cuatro. Los de Mediaset saben que Cataluña es clave para liderar la audiencia nacional. Y quién mejor que el independentista Soler y el creador de Sálvame para conseguirlo. Fichan a Risto Mejide y lanzan su Todo es Mentira. Como apuesta personal de Soler también, coloca a su mano derecha, su amigo Pau Escribano —guionista de Polònia y exdirector de Crackò via— como subdirector. Aparte del tirón de Risto, animal de la tele, en su estrategia, invitan a Pilar Rahola y Beatriz Talegón, baluartes del procés, a debatir —grito a grito— con periodistas afines a Vox o Ciudadanos. O crean el llamado Debate de Verdad donde PP, PSOE, Cs, Podemos se sentaron con JxCat ERC y PNV… El programa no logra alcanzar a First Dates, que los duplica en espectadores, y no vencen a La Sexta, su rival directo. ¿Suficiente para un programa que se estima cuesta, cada episodio —sin contar especiales—, entre 15.000 y 20.000 euros? ¿Aguantará Risto acostumbrado a pelear con el primer puesto y ahora disputa el cuarto? Un 5%, 546.000 televidentes, su rating del jueves.

Mientras, Toni va a su aire en Cataluña. Es líder absoluto con su programa Està Passant. Le acompaña Jair Domínguez, coautor de la canción de Chikilicuatre, quien —en su faceta no humorística— es capaz de pedir arrojar un «cubos de mierda» a Inés Arrimadas o señalar que «habrá muertos» para conseguir la independencia.

Por el lado de su vida familiar, la felicidad de Soler es plena. Casado con Laura Gas de Cid (Tortosa, Tarragona, 1968), tienen dos hijos de cuento, su orgullo. Ella es traductora al catalán de José Antonio Marina para sus obras en Columna (Planeta) y también apoderada de su empresa Minoría Absoluta. Se les ve pletóricos en el centro de Barcelona y en sus escapadas a Garrotxa (Olot).

Soler ha querido siempre afianzarse como historiador. Fundó una revista de impecable hechura: El Món d’Ahir (El mundo de ayer). Ha escrito una Història de Catalunya (modèstia a part) para consolidar su punto de vista sobre el relato en Cataluña. Y así convertirse en el gran historiador del independentismo. Ese referente intelectual. De ahí que el ataque de Dedèu, el filósofo del separatismo, fuego amigo, le dejase tocado. Éste añade sobre la libertad humorística de Soler: «Me quedé corto. El bufón de la corte siempre está a favor de la corte…». Y se reafirma, en Crónica, sobre lo bien pagao que está Soler: «Debe de ser muy duro, pobre Toni, calibrar tus chistes pensando siempre en si la bolsa sonará o no». Soler espeta en su foto de perfil de Twitter: «¡A la mierda!». Parece su respuesta. A todo.