21 diciembre 2008
Su mandato no ha llegado ni un año
Iñaki Badiola es destituido como presidente del Real Sociedad y reemplazado por Jokin Aperribay en una Junta en la que tuvo que intervenir la policía
Hechos
En la Junta Extraordinaria celebrada en diciembre de 2008.
Lecturas
Iñaki Badiola dejó de ser presidente de la Real Sociedad al prosperar la remoción de su consejo de administración, en una Junta de Accionistas muy crispada que ha proclamado como sucesor al empresario
Jokin Aperribay y ha terminado con la intervención de la policía vasca.
La reunión de accionistas, que tuvo lugar en el velódromo de Anoeta, en la capital donostiarra, reunió a 1.720 personas y fueron determinantes en la votación, como estaba previsto, los sufragios delegados para obtener la remoción de Badiola. El 58% votó en contra y el 36% a favor
21 Diciembre 2008
Badiola, luces y sombras del sueño chino
Iñaki Badiola es, desde este sábado, ex-presidente de la Real Sociedad tras la decisión de Junta de Accionistas que ha tenido lugar esta tarde noche en San Sebastián, en la que se ha acordado la remoción de su consejo de administración y su sustitución por Jokin Aperribay. Badiola no ha llegado a ocupar el despacho presidencial ni un año, el 3 de enero fue nombrado con un apoyo abrumador para el cargo, motivado en parte por una hiperactividad y un duro discurso hacia sus críticos, lo que le ha granjeado muchos adversarios en los últimos meses.
En el balance de su gestión destacan logros como la renovación de Xabi Prieto, un jugador por el que suspiraban equipos de Primera División y al que, por medio de su representante, consiguió convencer para seguir en Segunda e implicarle en un proyecto que no estaba del todo claro. El casi ascenso a la máxima categoría, frustrado en el tiempo de descuento del penúltimo partido en Mendizorroza, o los fichajes que ilusionaron a una afición que llegó a marcar registros históricos de asistencia en el final de la campaña pasada son otros de sus méritos más alabados.
En el centro de la balanza, sin acuerdo sobre si fue o no positivo, se sitúa la decisión de hacer una profunda auditoría a los gestores anteriores del club para determinar quiénes fueron los causantes de que la Real esté en Segunda División, pero esa «due dilligence» desveló otros aspectos indeseados, como un presunto fraude en la tributación del Iva, posibles pagos en dinero negro o la existencia de una caja B, según Badiola.
Los rivales, cuando no enemigos encarnizados, iban ya formando cola mientras se producían sonoros desencuentros como el que tuvo lugar con el ex técnico del Liverpool, Pako Aiestarán, su principal reclamo electoral, por el interés de éste de contratar a Juan Carlos Oliva como técnico. Una desafortunada frase dedicada al mismo Oliva, «si viene aquí, a éste nos lo violan en el vestuario», demostró que la retórica no era su principal virtud.
Los encontronazos con la Diputación Foral, entrenadores, médicos, jugadores, empleados del club y sus pulsos a los administradores concursales, entre otros, han sido finalmente determinantes para aglutinar a todos los sectores descontentos con su gestión, que se han unido para recolocarlo de nuevo como hombre de negocios y alejarlo de un fútbol que para él, como desvelaba en las conversaciones grabadas a Jesuli para demostrar el amaño de partidos en la categoría, «está podrido».