29 noviembre 2021

Jack Dorsey cede el mando de su compañía, TWITTER, Parag Agrawal, nuevo CEO y referente del sesgo progresista en la red social de comentarios

Hechos

El 29 de noviembre de 2021 Parag Agrawal asume el cargo de CEO de TWITTER INC.

30 Noviembre 2021

Jack Dorsey abandona Twitter

Pablo Pardo

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El jefe del 99% de los periodistas -y de los políticos, y de los líderes de opinión- del mundo se va. Jack Dorsey deja el cargo de consejero delegado de la red social Twitter para centrarse en su otro trabajo, que es ser consejero delegado del gigante de los medios de pago Square.

Dorsey es un caso prácticamente excepcional, en el que un directivo dirige, literalmente, por las mañanas un gigante (Twitter), y por las tardes otro (Square). Su salida de la primera de las empresas obedece precisamente a la presión de los inversores, que quieren un consejero delegado a tiempo completo. Así que no es de extrañar que las acciones de Twitter se hayan disparado un 11% después de que la cadena de televisión CNBC fuera la primera en divulgar la noticia. Le reemplazará, al menos por el momento, el director de Tecnología de Twitter, Parag Agrawal, aunque mantendrá su puesto en el consejo de administración de la empresa hasta que expire su mandato, en 2022.

A Dorsey se lo ha conocido sobre todo por su labor en Twitter y por sus salidas de tono y su estilo de vida más propio de un gurú que de un ejecutivo de una de las empresas más importantes del mundo.

Jack Dorsey, que acaba de cumplir 45 años, es el cofundador de Twitter y de Square, dos empresas tecnológicas que han tenido un tremendo éxito. La primera de ellas es mucho más conocida, al ser la red social favorita de los periodistas, políticos, y, en general, comentaristas (o, si se prefiere, tertulianos) de la economía mundial. Se trata de una red social relativamente pequeña, con unos 330 millones de usuarios, lo que viene a suponer el 15% de Facebook, el 25% de Instagram o el 40% de TikTok.

04 Diciembre 2021

EL DUEÑO DE TWITTER: 11.000 MILLONES, BAÑOS HELADOS, FALDAS Y CENSURA A TRUMP

Daniel Ollero

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LA MARCHA DE JACK DORSEY (45) COMO CEO de Twitter venía siendo desde hace tiempo un secreto a voces en los mentideros de Silicon Valley. Él mismo decía que quería marcharse pero reconocía que estaba buscando una persona de su máxima confianza para heredar su imperio. Alguien con quien dejarlo todo atado y bien atado. Una tarea para la que ha dejado a cargo a un desconocido para la opinión pública con una personalidad radicalmente opuesta a la suya: el ingeniero Parag Agrawal (37), un cerebrito proveniente de India sobre el que Jack ha elogiado que «siempre le importó mucho el trabajo».

Por contra, Jack Dorsey es definido como «un bohemio que acabó convertido en un multimillonario por error y que intenta retomar su camino original». Una frase del escritor Adam Fisher que sintetiza a la perfección el carácter del fundador de Twitter.

Un hombre considerado una rara avis al frente de una de las empresas tecnológicas más poderosas del mundo. Un líder sobre el que existe un consenso que apunta a que es una persona con un mundo interior demasiado rico y con demasiados intereses vitales como para aguantar al frente de una de las empresas tecnológicas políticamente más influyentes.

De hecho, no es la primera vez que Dorsey abandona Twitter. Durante los albores de la red social, el norteamericano ocupó el asiento de CEO durante 15 meses hasta que en octubre de 2008 fue presionado para irse porque su pasión por el yoga y por la moda (estaba recibiendo clases de corte y confección porque quería lanzar su propia línea de faldas de tubo) le llevaron a desatender sus obligaciones como directivo. Sin embargo, nunca llegó a desvincularse del todo y el 1 de octubre de 2015 volvió al frente como CEO.

Por contra, Parag Agrawal, responde al estereotipo de directivo que gusta entre las empresas de Sillicon Valley: el de un cerebrito de las matemáticas que disfruta picando código ante el ordenador y que huye del foco de la opinión pública. Un cambio de rumbo celebrado por los inversores que ha provocado que las acciones de Twitter suban un 10% tras conocerse el anuncio sobre el nuevo liderazgo.

Agrawal es tan desconocido que hasta el día de su nombramiento su propia biografía de WIkipedia contaba con tan solo con unas escuetas líneas que decían que desempeñaba el cargo de director de tecnología de Twitter desde 2017 y que Dorsey le había encargado liderar el proyecto Bluesky en busca de soluciones contra la desinformación y los bulos que circulan entre tuit y tuit.

La suya ha sido una carrera meteórica. Proviene de la ciudad de provincias de Ajmer en India y es hijo de una maestra y un ingeniero nuclear. Con 17 años viajó a Estambul para participar en una olimpiada de problemas de física y volvió a casa como ganador. A partir de entonces, estudió en la universidad de Bombay y sus buenas notas le llevaron a conseguir una beca en Stanford (EEUU) donde se doctoraría en computación para acabar fichando por Yahoo, Microsoft y, finalmente, por Twitter.

Aún más meteórica, pero mucho más dispersa, ha sido la carrera de Jack Dorsey. Miembro de una familia católica siempre profesó una gran espiritualidad que le ha llevado a interesarse por el yoga, por pasar largos periodos de tiempo en el extranjero estudiando filosofías orientalistas, meditando, o experimentando con distintas formas de ayuno o bruscos cambios corporales en busca de inspiración antes y durante sus años al frente de la empresa.

Según cuenta el Times, una de las últimas rutinas conocidas de Dorsey consiste en un baño de agua con hielo tras amanecer, seguido de meditación en una sauna y siete minutos de ejercicio físico intenso para después desayunar un brebaje de agua, sal y limón con el que aguanta en ayunas (para mejorar su concentración, según dice) hasta media tarde, cuando ingiere su única comida del día.

Dorsey nunca fue demasiado constante, pero eso no le impidió triunfar. Estudió en la Universidad de su Missouri natal y se cambió a la prestigiosa NYU de Manhattan para abandonarla un semestre antes de graduarse. Allí se le ocurriría la idea de crear Twitter, pero, entre medias, hizo sus pinitos como modelo para catálogos de ropa.

Sin embargo, pese a ser uno de los millonarios techie más excéntricos, Dorsey nunca ha despertado grandes odios sociales o mediáticos y sus rarezas siempre fueron contadas como las extrañas aristas de la personalidad de un genio. Dorsey da un paso atrás haber amasado una fortuna de más de 11.000 millones de dólares gracias a la red social del pajarito

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DISTINGUIR BLANCOS Y RACISTAS

Pese a ser uno de los millonarios ‘techie’, Dorsey nunca ha despertado grandes odios sociales. Sin embargo, todo cambió el 6 de enero de este año, tras el asalto al Capitolio por parte del movimiento QAnon y decidió cerrarle la cuenta al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, alegando que existía «riesgo a nuevas incitaciones a la violencia». Un talón de Aquiles político que los propios usuarios de Twitter parecen haber encontrado también en su sucesor, Agrawal. «Si no van a hacer distinción entre musulmanes y extremistas, por qué debería distinguir entre gente blanca y racistas», reza un mensaje escrito por el propio Agrawal en 2010. «Bienvenido a Twitter», le han dicho algunos usuarios.