18 mayo 2000

Pradera fue uno de los principales apoyos mediáticos de la candidatura de Joaquín Almunia (PSOE) a la presidencia del Gobierno, ampliamente derrotada en las elecciones de marzo frente a la de Aznar (2000)

Junta de Accionistas PRISA 2000 – Javier Pradera Gortázar dimite como miembro del Consejo de Administración tras un nuevo enfrentamiento con Juan Luis Cebrián

Hechos

El 18.05.2000 la junta de accionistas del Grupo PRISA anunció el nombramiento de D. Javier Díez Polanco y D. Borja Pérez en sustitución de D. Jaime García Añoveros (fallecido) y D. Javier Pradera (dimitido).

Lecturas

El 18 de mayo durante la Junta de Accionistas de PRISA se hizo pública la dimisión de D. Javier Pradera Cortázar como Consejero por nuevas discrepancias con el Consejero delegado D. Juan Luis Cebrián Echarri. Siendo la segunda vacante de ese año en el consejo tras el fallecimiento de D. Jaime García Añoveros. Para reemplazarles a ambos entraron como consejeros de PRISA D. Javier Díez Polanco (Consejero delegado de Sogecable) y D. Borja Pérez.

Primera página

Juan Luis Cebrián

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Estando yo al frente de la empresa y siendo él miembro del Consejo de Administración, Javier Pradera volvió a dimitir de forma irrevocable de ese cargo y a anunciar su abandono del consejo editorial al que se había incorporado. Lo hizo durante un viaje de Polanco a América y volvió a exponerme personalmente sus razones: entendía que había existido un acuerdo más o menos secreto entre mi presidente y yo para que hiciéramos una valoración excesiva de la editorial Santillana a la hora de ser comprada por PRISA, a cambio de que Jesús me entregara un 1% de la autocartera de esta. La acusación era disparatada y así lo acabó por reconocer, aunque nunca regresó al Consejo. Solo entonces entendí el profundo sentido de sus sarcasmos cuando desde la fundación de EL PAÍS me acusaba de querer quedarme con todos los juguetes. Siempre consideré injusta esa afirmación, aunque la necesidad de mantener una coherencia y un orden en los momentos iniciales del periódico, quizá también la de afirmar mi autoridad, me llevó en ocasiones a actitudes demasiado personalistas. En cualquier caso la contribución intelectual de Pradera al nacimiento y desarrollo del diario y, sobre todo, al debate político y de ideas que pudimos organizar en torno suyo fue fundamental.