20 mayo 1994

Adquirida en 1992, el Grupo PRISA sólo ha mantenido separadas sus dos cadenas de radio generalistas dos temporadas

Antenicidio 1994: PRISA decide la desaparición de la marca «ANTENA 3 RADIO», absorbida por la Cadena SER, con la aprobación del Gobierno

Hechos

En mayo de 1994 el Consejo de ministros presidido por D. Felipe González aprobó la absorción de la Cadena SER por la Cadena ANTENA 3 de RADIO .

Lecturas

Ante la decisión del Grupo PRISA y el Grupo Godó, los principales accionistas de la Cadena SER y la Cadena Antena 3 Radio para unificar la gestión de todas las emisoras en Onda Media y Frecuencia Modulada de ambas compañías bajo una nueva entidad que se denominará Unión Radio, que gestionará una red de 344 emisoras, sumando propias y asociadas que explotará las marcas Cadena SER, Cadena 40 Principales, Cadena Dial, M-80 Radio, Radiolé y cadena Antena 3 Radio, aunque la marca de esta última desaparece y pasa a denominarse ‘Sinfo Radio’ (después de que se disociaran de la cadena Antena 3 Radio las emisoras del Grupo Correo, La Voz de Galicia, Última Hora y Diario de Navarra y la redistribución de emisoras de las 90 emisoras que había llegado a poseer en FM ahora sólo quedan 13, que serán las que emitan la programación de Sinfo Radio).

8 periodistas, los ex directivos y ex estrellas de Antena 3 Radio, D. Manuel Martín Ferrand, Luis Ángel de la Viuda, D. Antonio Herrero Lima, D. José María García Pérez y D. Luis Herrero-Tejedor Algar, a los que se suman D. Pedro José Ramírez Codina, D. Federico Jiménez Losantos y D. Melchor Miralles Sangro, presentan conjuntamente un recurso contra la fusión por considerar que atenta contra la Ley de Ordenación de las Telecomunicaciones que prohíbe que una persona física o jurídica no pueda disponer de más del 50% de concesiones que coincidan en su ámbito de cobertura ni más de cinco concesiones en un mismo ámbito. El recurso es aireado por El Mundo y también por las columnas del Sr. Jiménez Losantos en ABC.

El diario El País publica el 3 de febrero de 1994 un editorial contra estos periodistas considerando que sólo buscan dar publicidad a sus respectivos medios. El 20 de mayo de 1994 el Consejo de Ministro avala la constitución de Unión Radio.

Para El Mundo de D. Pedro José Ramírez Codina y el columnista de ABC D. Federico Jiménez Losantos, el cambio de denominación de Antena 3 Radio equivale a que ‘el PSOE cierra Antena 3 Radio’ como un ejercicio de censura del que son culpables el Gobierno de D. Felipe González Márquez y el Grupo PRISA. El País replicará el día 24 de mayo denunciando la existencia de una campaña de agitprop de estilo “goebbelsiano”, causando una nueva réplica editorial de El Mundo.

DOS AÑOS DE ATAQUES CONSTANTES DESDE LA COPE A LA ANTENA 3 RADIO DE PRISA

Durante los dos años en que funcionó la cadena ANTENA 3 RADIO bajo propiedad de Grupo PRISA (septiembre 1992 – enero 1994) con profesionales como D. Hilario Pino, Dña. Concha García Campoy o D. Manuel Marlasca, la cadena fue sistemáticamente atacada por los profesionales de la Cadena COPE, donde se refugiaron los principales profesionales de la cadena ANTENA 3 RADIO antes de la llegada de PRISA. A destacar D. Antonio Herrero, D. José María García, D. Luis Herrero, D. Manuel Martín Ferrand o D. Federico Jiménez Losantos.

Por ejemplo, el Sr. Losantos escribía en ABC el 5 de febrero de 1994 un artículo vapuleando a la cadena ANTENA 3 RADIO de PRISA:

«Cebrián, Delkader y compañía han fracasado estrepitosamente en ANTENA 3 RADIO, han perdido la audiencia y la publicidad y después de costosísimas campañas de imagen han visto como la Campoy y sus palmeros – entre los que destacan su segundo marido y el proyecto estalinista Haro Tecglen, el que hacía editoriales en EL PAÍS contra las tertulias radiofónicas y ahora es la estrella de la peor de todas – han perdido en medio año más de la mitad de la audiencia heredada. EL descalabro del matinal ‘El primero de la mañana’ desde que se fue Antonio Herrero y la catástrofe del programa deportivo nocturno desde que se fue García, que ha perdido la audiencia y hasta el horario quedan para las antologías, y Luis Herrero con ‘La LInterna’ les ha dado la puntilla. Nunca, en la historia de la radio española, ha habido un hundimiento tan espectacular de una cadena ni un éxito paralelo tan enorme de otra, la COPE que, para desgracia de POlanco, acogió generosamente al os que él quiso, en su jerga totalitaria, echar de España. Añadase la segunda juventud de Luis del Olmo en ‘Protagonistas’ y se verá que Polanco, teniendo más frecuencias de radio que todas las demás cadenas juntas, no tiene un solo programa líder indiscutido. ¡Vaya éxito!»

FUSIÓN DE POSTES EN LA CADENA SER

Ante las críticas y la parte de emisoras que se trasladó a la COPE, el Grupo PRISA, que controlaba la emisora a través de la sociedad Unión Radio que había constituido junto al Grupo Godó decidió cerrar la marca ANTENA 3 RADIO reemplazándola por Sinfo Radio, una emisora musical y que el resto de emisoras generalistas pasaran a emitir también la programación generalista de la Cadena SER.

OCHO PERIODISTAS DEMANDAN A POLANCO Y GODÓ POR CONSIDERAR LA FUSIÓN UN ATENTADO CONTRA LA COMPETENCIA

Ocho periodistas del sector llamado despectivamente como ‘el sindicato del crimen’, presentaron una demanda contra el presidente del Grupo PRISA, D. Jesús Polanco, el Consejero Delegado de PRISA, D. Juan Luis Cebrián y también contra el director general de Telecomunicaciones D. Javier Nadal, por considerar que la fusión entre la Cadena SER y la Cadena ANTENA 3 RADIO atentaba contra la competencia.

Los periodistas D. Pedro J. Ramírez (director de EL MUNDO), D. José María García (director de ‘SuperGarcía’ en la COPE), D. Antonio Herrero (director de ‘Primera Hora’ de la COPE), D. Melchor Miralles (EL MUNDO), D. Manuel Martín Ferrand (tertuliano de la COPE),  D. Federico Jiménez Losantos (columnista de ABC y tertuliano de la COPE) y D. Luis Ángel de la Viuda.

EL MUNDO DA UN AMPLIO ECO A LA DEMANDA

Antenicidio El periódico EL MUNDO fue el único medio escrito que dio amplio eco a la demanda contra los directivos de PRISA (su director D. Pedro J. Ramírez era uno de los demandantes). También se dio amplio espacio en programas de la Cadena COPE, todo ello obligó al Grupo PRISA a responder con un editorial en su periódico, EL PAÍS, al día siguiente titulado ‘Noticia y mensaje’.

03 Febrero 1994

Noticia y mensaje

Editorial (Director: Jesús Ceberio)

Leer
Se han limitado a fabricar el pretexto de un escrito legal para darle publicidad en sus respectivos medios. El objetivo perseguido no es la intervención de tal o cual tribunal, sino el puro enunciado de sus acusaciones. Después las glosan entre los propios denunciantes - por tierra, mar y aire. Eso se ha llamado siempre manipulación.

El diario EL MUNDO publicaba ayer la noticia de que ocho periodistas, entre ellos el director de ese medio, han presentado una denuncia contra el director general de Telecomunicaciones y contra el presidente y el consejero delegado de PRISA, editora de EL PAÍS. La denuncia es una ampliación de la que ellos mismos plantearon hace un año ante. el Servicio de Defensa de la Competencia (SDC) por supuestas prácticas monopolísticas en la radiodifusión tras la entrada minoritaria de PRISA -propietaria de la SER- en el capital de ANTENA 3 Radio. La reciente creación de una empresa de gestión, Unión Radio, que prestará servicios a las dos cadenas radiofónicas ha llevado a los denunciantes a reforzar y ampliar su anterior iniciativa, pidiendo al SDC «que se determinen las presuntas responsabilidades criminales contra cualesquiera persona que resultare criminalinente responsable y presuntamente contra: don Jesús de Polanco, don Juan Luis Cebrián y el director general de Telecomunicaciones, don Javier Nadal».

Por si no queda claro, EL MUNDO añade que «se plantea en la denuncia la posibilidad de la comisión de un delito de prevaricación, otro de impedir el ejercicio de derechos cívicos y otro de obstaculizar el ejercicio de la libertad de expresión y de difusión informativa».El Servicio de Defensa de la Competencia es un órgano administrativo, no jurisdiccional, al que los ocho periodistas pueden apelar obviamente si consideran lesionados sus derechos a la libre concurrencia en el mercado radiofónico. Si los denunciantes tienen indicios de que se han cometido delitos, es al juzgado de guardia adonde deben ir. ¿Se han equivocado al presentar una acusación penal ante una ventanilla administrativa? Es evidente que no cabe tamaña ingenuidad. Se han limitado a fabricar el pretexto de un escrito legal para darle publicidad en sus respectivos medios. El objetivo perseguido no es la intervención de tal o cual tribunal, sino el puro enunciado de sus acusaciones. Después las glosan entre los propios denunciantes -sociedad de autobombo recíproco- por tierra, mar y aire. Eso se ha llamado siempre manipulación. Incluso ellos deben aún saberlo.

Ellos: unos periodistas con nombres y trayectorias conocidos. Tanto, que su incesante presencia en las ondas -especialmente en la cadena de la Conferencia Episcopal [la COPE]- constituye la mejor refutación de, que exista situación de monopolio en la radiodifusión española. Sería ofenderles pensar que desconocen la diferencia entre los delitos de los que entiende el Código Penal y las cuestiones administrativas que dirime el Tribunal de la Competencia. En realidad no les importa, la denuncia es lo de menos. Simplemente les ha parecido conveniente, en defensa de los intereses comerciales que representan, volver a poner en circulación un asunto que piensan que puede perjudicar a sus competidores. Si esta vez se les ha ido la mano puede ser porque acontecimientos recientes han puesto de manifiesto cuál es la alternativa a las empresas solventes de comunicación. Sepan en todo caso, para su tranquilidad, que Unión Radio se dirigió al Ministerio de Economía para que verificara el cumplimiento o no de las normas de defensa de la competencia.

04 Febrero 1994

PRISA, A-3, la SER y los juzgados de guardia

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

Leer

El diario EL PAÍS criticaba ayer a los ocho periodistas -entre ellos el director de EL MUNDO- que han denunciado la posible comisión de diversos delitos, todos ellos contrarios a la libertad y a la libre competencia en el campo de la información, presuntamente cometidos por directivos del grupo PRISA al fusionar de hecho la cadena Ser con Antena 3 de Radio. Según EL PAÍS, los denunciantes, si creen que hay delito en esa actuación, deberían haberse dirigido a la jurisdicción ordinaria, y no al Tribunal de Defensa de la Competencia, puramente administrativo. EL PAÍS hace como si no supiera que el expediente de concentración de las dos cadenas de radio es aún secreto, por lo que los denunciantes no pueden, de momento, fijar las exactas consecuencias penales de lo que denuncian. Cada cosa a su tiempo. De momento, que sean los funcionarios los que velen por el estricto respeto de la legalidad.

16 Abril 1993

La OPA de ANTENA 3

Manuel Martín Ferrand

Leer

Dice Oscar Wilde que la civilización no es cosa fácil de alcanzar. «Sólo hay dos maneras de conseguirla -especifica-, por la cultura o por la corrupción». En materia de Comunicación, y descontando una docena de casos brillantes y beneméritos, andamos escasos por estos pagos. Estamos poco civilizados y no parece posible, visto lo que se ve, que sea la cultura lo que nos redima. En Prensa, con el índice de adquisición de diarios más bajo de la CEE (salvo Grecia y Portugal), poco hay que decir. En televisión, frente al predominio de las públicas y la estandarización programática de las públicas y las privadas, amén del secuestro gubernamental de las teles locales y del fenómeno del cable, poco cabe argumentar. Unicamente en la radio disfrutábamos de un «modelo español», diferenciado del europeo, que, desde 1924, ha permitido el desarrollo y el crecimiento de formas e iniciativas interesantes. Y, además, una de las últimas acciones legislativas de la llorada UCD fue abrir la puerta a más y nuevas emisoras que enriquecieron un panorama ya rico. ANTENA 3 RADIO, S.A. fue uno de los frutos de esa apertura centrista. Ahora, cuando languidece, me veo obligado a hablar de ella a pesar de mis firmes propósitos silentes. En mi calidad de impulsor y fundador de esa casa no quisiera dañar, ni por asomo, el prestigio o los intereses de mis viejos compañeros. Tampoco me gustaría, por razones de estilo, analizar en público las carencias de Javier de Godó o los excesos de Jesús Polanco. Hace falta más tiempo, más distancia, para valorar en profundidad una operación por la que Godó renuncia a sus beneficios, muchos, para poner la totalidad de la radio privada española (la COPE y Onda Cero no son privadas en sentido estricto) en una sola mano. Lo que sí me parece obligado señalar, y subrayar, son las acciones y las omisiones de distintas instancias de la Administración en todo ese proceso de concentración contraria a las propias leyes del mercado. Que no hay que olvidar que la segunda empresa del sector fue quien devoró a la primera. Está de una parte la responsabilidad del ministro Borrell, cuyo departamento debiera ser diligente en la observancia de la Ley de Ordenación de las Telecomunicaciones y de otros preceptos que han sido vulnerados en la operación. Y está, en el mismo Ministerio de Transportes la inacción culpable del director general Javier Nadal, el hombre más pluriempleado de la Administración y uno de los más ineficientes y serviles frente a los intereses del partido que lo sustenta. Está, de otra parte, la ineficacia de Miguel Angel Fernández Ordóñez y de su pomposo, delicuescente y oblicuo Tribunal de Defensa de la Competencia. La concentración de empresas periodísticas entra, de lleno, en el territorio de su deber contemplativo, pero ha optado, al mejor servicio de la causa y en grave dejación de su responsabilidad por la silente ignorancia. Y está, por último y en mayor grado culposo, la responsabilidad de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. ANTENA 3 Radio es la primera, y por el momento la única, empresa periodística española que cotiza en el Mercado de Valores. Así viene haciéndolo desde hace tres años y ha gozado de la atención de los inversores que, por su demanda, hicieron subir su cotización por encima de dos mil por cien. Aún hoy, en su rara situación, la cotización bursátil de ANTENA 3 supera en ochenta puntos la de su salida a Bolsa. Durante el pasado verano se produjo un notable cambio en la estructura de capital de ANTENA 3 sin que de ello, al parecer, tuviera percepción alguna el presidente de la CNMV, Luis Carlos Croissier. Conviene recordar a todo esto que el objetivo de la ley que regula el Mercado de Valores, y el decreto regulador de las OPAS, tiene como intención que todo aquel que pretende tomar el control de una sociedad mercantil de cotización bursátil, debe hacerlo a través de una OPA. Esa OPA resulta obligatoria cuando la pretensión del aspirante llega a lo que denomina el Decreto «participación significativa». Y más aún: la legislación vigente, en defensa de los pequeños accionistas, abunda en la obligatoriedad de la OPA cuando se introduce la figura de «actuar de forma concertada». Es decir, en el lenguaje periodístico y al margen de la prosa jurídica, hay tres condiciones sustanciales que marcan la obligación de lanzar una OPA por parte de un adquirente: 1ª) Cuando tiene la intención de llegar a una participación significativa, 2ª) Cuando actúa de forma concertada y 3ª) Cuando toma el gobierno de la sociedad y modifica su gestión. En el caso de la adquisición de ANTENA 3 Radio se dan las tres circunstancias. La nueva propiedad tenía intención y ello se demuestra porque ha superado los porcentajes de capital exigidos por la Ley mediante sucesivas promesas de compra. Actuó concertadamente en varios momentos: Reunió en su sede a varios consejeros para reponer a un presidente, en una de las promesas de compra actuó concertadamente con otro accionista acudiendo junto al notario para, en escrituras de numeración consecutiva, pagar al vendedor dos cantidades complementarias por conceptos distintos y actuó también concertadamente cuando el consejero delegado del Grupo adquirente tomó contacto con los directores de las emisoras locales. Ni que decir tiene que tomó el gobierno de la sociedad cuando nombró en su representación varios consejeros y consejero delegado que ya lo era de una de las empresas de su Grupo. Además, tomada la gestión, modificaron la estructura de la cadena Antena 3, anularon y fusionaron su filial Radio 80 y, en suma, dispusieron de activos de la compañía sin conocimiento de la Junta General. Insisto en que está muy lejos de mi ánimo señalar las irregularidades en que Jesús de Polanco, su grupo y sus gentes pudieron haber incurrido en toda esta peripecia. Mi fe en el mercado y en su libertad me incita a fijarme más en la norma y en sus cuidadores. Y ahí sí cabe señalar la pasividad de Croissier y de su equipo de vigilantes. La CNMV permanecía callada, escondida, en todo este proceso, hasta que aparece una OPA voluntaria, dirigida a todas las acciones de cotización bursátil, el 25% del total capital de la compañía, que la Comisión acepta. Por un error operativo en el equipo de Jesús de Polanco, que incumple los requisitos formales de publicación de esa OPA, se solicita una prórroga en su vigencia de un mes más. La Comisión, al tratarse de un supuesto previsto por la Ley, acepta la prórroga, pero de nuevo con perjuicio del accionista minoritario que, por ese aplazamiento, pierde algo más del uno por ciento de su precio inicial. La colaboración necesaria de Croissier permite al equipo Polanco hacer, y mal, una OPA voluntaria cuando tendría que haberla hecho obligatoria y así comprar a quien ha querido y al precio que ha querido. Ha podido hacer todo lo contrario de lo que marca el espíritu de una ley y de lo que es función esencial de la CNMV: la defensa de los pequeños accionistas. Borrell, Fernández Ordóñez y más todavía Croissier son, cada uno en el ámbito de sus responsabilidades públicas, responsables de lo acontecido. Cuando el árbitro no observa el reglamento, se atenúa la responsabilidad de los jugadores. Los tres han impedido que sea la cultura la enriquecedora de la civilización audiovisual española. Han preferido el otro camino de Wilde. Y conviene que conste.

Manuel Martín Ferrand

22 Mayo 1994

El Gobierno cierra ANTENA 3 RADIO

Federico Jiménez Losantos

Leer

En el Consejo de ministros del pasado viernes el Gobierno presidido por Felipe González autorizó la liquidación de ANTENA 3 RADIO en favor del dueño de la Cadena SER, don Jesús de Polanco, que hace dos años decidió eliminar así, comprándola, a su principal competidora, al tiempo que libraba al régimen felipista de uno de los medios informativos más incómodos. La fórmula empleada por González y sus ministros ha sido la de autorizar una fusión entre ANTENA 3 y la SER en beneficio de una empresa que recupera el viejo nombre de Unión Radio. Dentro de esta tónica de recuperación no se descarta que, si Polanco sigue adelante en sus planes expansivos en el medio audiovisual, después de Unión Radio se vuelva a implantar en todas las emisoras españolas el ‘parte’ de RADIO NACIONAL. Nadie mejor que Polanco y Cebrián podrían garantizar la discrepancia de pareceres y la concurrencia de criterios dentro del respeto debido a las instituciones del régimen.

Para mi generación, la imagen que representa la censura ed Prensa y la persecución ede la libertad de opinión es la de la voladura del Diario MADRID. Yo no llegué siquiera a leerlo, pero en cambio recuerdo la imagen de la voladura del edificio, qeu fue una decisión empresarial posterior a la decisión política de cerrarlo. El amtador fue bancario, y el impulso, gubernamental. En este caso el enterrador de ANTENA 3 RADIO es Polanco, pero el impulso es del Gobierno González, que ha perpetrado su particular voladura del MADRID. Como dicen que estamos en democracia, en esta ocasión el Consejo de Ministros se ha limitado a legalizar lo que en la práctica ya había hecho Polanco, mostrando y demostrando cuál es el poder fáctico verdadero que rige el felipismo tardio.

Para mayor escarnio, hacem eses que tiene don Miguel Ángel Fernández Ordoñez en el Tribunal en Defensa de la Competencia una demanda de ocho periodistas en la que se denuncian las circunstancias que convierten la adquisición de ANTENA 3 RADIO por Polanco en un atropello a todas las normas del mercado en un Estado de Derecho. Puede rematar la faena ese entrañable liberal reprimido que es Fernández Ordoñez, don Miguel Ángel, dándonos la razón a los querellantes una vez que Polanco haya liquidado del todo hasta el último rastro, ANTENA 3 RADIO. También a los del MADRID les han dado con el tiempol a razón, cuando ya no podía salir el periódico. Dentro de un par de años, incluso puede declarar algún juez que lo que hizo Polanco era ilegal y lo que hizo González tres cuartos de lo mismo. A burro muerto, la cebada al rabo.

Ya veo los sicarios de Polanco, que, como el carcamal estaliniano Haro Tecglen, jalearon la liquidación política de ANTENA 3 RADIO y han participado profesionalmente en su entierro, fingir escándalo por comparar la voladura del MADRID con el ‘antenicidio’. Aquello era una dictadura y esto es una democracia, dirán. Pues peor todavía, porque si esto es una democracia, hacer las mismas cosas que en una dictadura y disfrazarlas legalmente es, sobre ilegítimo, vil. Felipe está procediendo con Polanco igual que Craxi con Berlusconi. Dejo a su imaginación el resto.

Los tres millones de personas que perdieron hace dos años su órgano de información y expresión, los cientos de profesionales que el señor Polanco ha echado a la calle, el precedente que semejante atropello supone para la pluralidad y la libre competencia informativa en España, son sólo los datos visibles de esta operación libertidicida ratificada anteayer por el Gobierno. Pero el dato oculto que conviene recordar ahora, porque sigue de plena actualidad, es que el ‘antenicidio’ fue sobre todo una maniobra para impedir las denuncias de corrupción o, lo que es lo mismo, fue un acto de corrupción para facilitar o proteger la corrupción política del PSOE que en ANTENA 3 RADIO se denunciaba. Como tal acto de corrupción, en el fondo y en la forma debe ser consignado para la historia justo a Filesa, Ibercorp, el caso Guerra y demás hazañas felipistas. Eso sí, el verdugo Polanco ha conseguido finalmente para el cadaver una orden de ejecución. Enhorabuena.

Federico Jiménez Losantos

Antena 3 Radio sin José María García

Siro López

183-188

Leer

Todavía con los Juegos en disputa, después de reunirnos en Barcelona con José María García para hablar de nuestro futuro nos emplazamos para vernos todos en Madrid y concretar a dónde íbamos, porque dejar Antena 3 parecía ser algo totalmente asumido y decidido. En esa primera reunión nos dio la sensación de que José María estaba mareado la perdiz, puede que porque él tampoco lo tuviera decidido o porque no terminaba de aclararar cuándo se marcharía, qué iba a hacer ni nada. Fue todo un poco opaco. Ya había rescindido su contrato con Antena 3, pero estaba pendiente de resolver si se iba a la COPE o a Onda Cero.

Todo esto nos pilló en plena emisión de los Juegos Olímpicos de Barcelona, donde seguíamos todos los de la redacción. Tiramos del carro aquellas semanas, pero estaba claro que había una especie de vacío de poder y alguna decisión había que tomar.

Después de un mes de cábalas, suposiciones, reflexiones y un sinfín de idas y venidas, llegó el momento de decidirlo.

Juntos.

Así que nos reunimos en Madrid, primero con García y después entre nosotros.

Pero claro, éramos muchos, no había unanimidad y algunas personas no se atrevían a pronunciarse.

Después de muchas charlas y reuniones a altas horas de la madrugada, decidimos decirle a García que pretendíamos quedarnos en Antena 3 y que no nos íbamos con él.

Había que llamar a García, y queríamos comprobar si finalmente tenía alguna propuesta para la gente con la que todavía no había hablado.

  • Pues le llamamos y a ver qué dice – sugerí, erigiéndome en portavoz – . Le decimos que nos quedamos y a ver cómo reacciona.

Una parte de nosotros pensaba que si le decíamos eso nos contestaría algo así como: “¡Ni se os ocurra! De ninguna manera, mañana voy allí con vosotros”, porque creo que en ese momento él estaba en El Escorial.

Le llamamos.

Se quedó muy cortado.

  • Vosotros sabréis lo que hacéis, peor os van a engañar. Os deseo suerte – zanjó.

Total, que esa misma noche nos quedamos a dormir en un hotelito – creo recordar que en el NH de Príncipe de Vergara – Javier Ares, que venía desde Valladolid, y yo, que había viajado desde Barcelona.

Dormimos en la misma habitación, todavía un poco encogidos.

Habíamos madurado mucho la decisión y nos habíamos convencido de que teníamos que dar un paso adelante en nuestras carreras en el sentido de no tener que depender de García. El tema no era desligarnos de él, porque nuestra línea era la misma. De repente, sentimos vértigo ante lo que se nos venía encima.

Seguimos charlando toda la noche de esto y de aquello.

Tuvimos que madurar de repente. Habíamos pasad diez años cómodamente instalados bajo el paraguas de García, donde se estaba muy calentito y las cosas fluían de manera sencilla. Pero en ese momento estábamos en la tesitura de jugarnos el pan por nuestra cuenta.

No obstante, estábamos convencidos de que la decisión era la correcta. Javier Ares con treinta y ocho años y yo con treinta y siete, nos sentíamos capacitados para dar el salto.

Pero la noche fue larga. No parábamos de dar vueltas al tema. “La que se nos viene encima”, pensábamos casi al unísono.

Al día siguiente, después de dormir lo justo y necesario, no nos dio tiempo a pensar mucho más. La decisión estaba tomada y la liga empezaba apenas unos días después.

Esa misma mañana recibí una llamada de José María, que me citaba en las oficinas de Unipublic, donde él tenía o le habían cedido un despachito los hermanos Franco (organizadores, entre otros grandes eventos, de la Vuelta a España). En aquella reunión, José María me hizo saber que quería que siguiera a su lado, y me pidió que recapacitara y me fuera con él.

  • Gracias por la confianza, José, pero ya es demasiado tarde. Le he dado mi palabra a mis compañeros y no me voy a echar atrás. Sé que te puedes sentir traicionado. Yo también lo pensaría de mí mismo si no tuviera una familia detrás – le contesté.
  • Os han engañado, Siro. Os dareis cuenta con el tiempo – me insistió al despedirme.

Confirmamos la decisión a la casa y nos pusimos a trabajar.

Y hasta ahora, que creo que no nos ha ido nada mal, ni a José María, ni a Javier, ni a mí.

Con García hubo paz.

Y después gloria.

Cuando nos hicimos cargo de Antena 3 sin José María García

La etapa pos-García en Antena 3 Radio la empezamos con mucha ilusión. Éramos conscientes de que habíamos dado un paso muy importante en nuestras carreras. La decisión más importante era: “¿Cómo hacemos el nuevo programa de la noche?”. Entre todos, con Javier Ares al mando, decidimos crear un nuevo programa llamado ‘La Taberna’, más coral que el ede García – un poco lo que se hace hoy en los programas nocturnos deportivos – ya que éramos conscientes de que García solo había uno y esa manera de hacer radio era insustituible e irrepetible. Además, si queríamos dar una alternativa al oyente, teníamos que hacer algo distinto. ‘La Taberna’ fue un lugar donde nos reuníamos unos cuantos a comentar la actualidad.

Del equipo de García nos quedamos prácticamente todos. Los únicos que se fueron con él a la COPE fueron Julio Pulido, que llevaba apenas un año con nosotros; Gaspar Rosety, que ese verano había sufrid un infarto y no había podido estar en las reuniones en las que decidimos nuestro futuro; Cristina Gallo y Pipi Estrada.

Por mi parte, me convertí en el narrador de los partidos de fútbol del Barça y empecé a viajar con el equipo a todos lados. También incorporamos caras nuevas, como Fernando Garrido y Ángel Rodríguez, que venían de Radio Nacional de España, y dimos más protagonismo a María José Hostalrich.

La primera decepción llegó con el primer Estudio General de Medios. Tampoco esperábamos mucho, porque éramos conscientes de que aunque heredábamos muchos oyentes, una gran parte se iba a ir con García a donde fuera. Y se notó. No es que aquello generara nerviosismo en la casa, pues esos primeros meses notábamos un gran apoyo. Sabemos que el primer año iba a ser complicado hacerse un nombre, pero quizá esperábamos un poquito más.

Nos pusimos a preparar la segunda temporada. Nos tocaba mejorar los números que habíamos tenido. Duró poco, porque a principios de diciembre recibí una llamada de Ernesto López Feito, un poco la mano derecha de Javier Ares, igual que antes lo había sido de José María García.

  • Hay tres del grupo que se tienen que ir. El resto aguantarán hasta junio, pero Antena 3 Radio va a convertirse en una emisora musical – me soltó.

Al final terminó como Sinfo Radio.

Ernesto me dijo que él era uno, ya le habían comunicado que le iban a rescindir el contrato. Los otros eran Eduardo Torrico y Pepe Gutiérrez.

Al enterarme, aunque era miembro del comité de empresa y podía haber seguido hasta junio, comuniqué que si había tres compañeros que se tenían que ir, yo también me iba. Les pedí que añadieran un nombre más a esta lista. Y así fue.

Cumplimos el tramite, me pagaron los diez años de antigüedad y una fría mañana de finales de diciembre firmamos el adiós a Antena 3 Radio. La empresa nos ofreció la posibilidad de continuar hasta junio. Pepe Gutiérrez sí que los hizo, y lo respeto, quizá por mantenerse en el candelero y tener margen para buscar un nuevo trabajo, pero seguir allí una vez firmada la salida y trabajar gratis me parecía una soberana estupidez. No tenía sentido.

Y ahí acabó oficialmente mi aventura en Antena 3 Radio. Para el resto, acabó meses después, el 30 de junio de 1994.

La impresión que nos quedó es que hicieron aquello de ‘divide y vencerás’: Nos convencieron para que nos quedáramos y restáramos fuerza a José María en su nueva cadena y lograron su objetivo. García perdió el liderazgo de la noche y a nosotros nos dieron una patada en el culo menos de dos años después.

García tenía razón.

Nos engañaron.