28 febrero 1990
El político liberal se consideraba marginado en las funciones del Grupo Parlamentario
José Antonio Segurado dimite como Vicepresidente del Partido Popular, renuncia a su escaño y se retira de la política

Hechos
El 28.02.1990 D. José Antonio Segurado anunció su renuncia a su acta de diputado en el Congreso y su dimisión como Vicepresidente del Partido Popular.
Lecturas
El 28 de febrero de 1990 José Antonio Segurado García, uno de los 8 vicepresidentes del Partido Popular anuncia que dimite de este puesto y se retira de la política. Segurado toma esta decisión después de hacerse público que José María Aznar López, que en el próximo congreso será aupado a la presidencia del PP, va a suprimir las 8 vicepresidencias (Marcelino Oreja Aguirre, Miguel Herrero Rodríguez de Miñón, José María Aznar López, Abel Matutes Juan, Félix Pastor Ridruejo, Isabel Tocino Biscarolasaga, Javier Rupérez Rubio y José Antonio Segurado García). Segurado García también renuncia a su acta de diputado en el Congreso.
De los 8 vicepresidentes, mientras que Abel Matutes, Félix Pastor e Isabel Tocino parecen tener opciones de que Aznar cuente con ellos en su equipo, no parece nada claro que el nuevo presidente quiera contar ni con Miguel Herrero de Miñón, ni con Marcelino Oreja, ni con José Antonio Segurado.
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LA BURLA DE AZNAR: «NO HE DORMIDO PENSANDO EN ELLO»


01 Marzo 1990
Los enfrentamientos con Aznar, causa de la dimisión
José María Aznar negó a José Antonio Segurado que defendiera la postura del PP en el debate sobre Presupuestos en el Congreso. Fuentes de todo crédito del PP afirmaron a este corresponsal político, que Segurado ‘tomo esta negativa como un agravio y decidió abandonar la vicepresidencia del partido y el escaño.
Segurado tampoco fue propuesto como presidente de la Comisión de Presupuestos del Congreso. Esta fue otra decisión que molestó al ex presidente del PL que sugirió la intención de abandonar la política.
En los últimos días han sucedido dos acontecimientos que han precipitado esta decisión. Uno, la antedicha negativa de Aznar a ceder protagonismo en la discusión de los Presupuestos, reservándoselo para él porque considera que esta discusión es uno de los hitos políticos más importantes de la vida parlamentaria, que debe reservarse para el líder de un partido de la oposición. El segundo ha sido un encontronazo apenas sugerido en la opinión pública, que Segurado ha tenido también muy recientemente con Aznar. Hace aproximadamente un mes, Segurado celebró una conferencia de Prensa, para hacer un balance de la economía española, que comprometía a todo en el partido. Segurado se pronunció a favor de situar el tope salarial de los convenios en un 6,5%, lo que pareció inonveniente en el PP, que defiende que no pueden ponerse topes a la negociación. Un colaborador de Aznar decía a este respecto: «Nuestra postura es clara: que cada cual defienda su convenio y su negociación».
A raíz de este segundo acontecimiento, Aznar recomendó a Segurado que matizara sus declaraciones, oído, entre otras cosas, el desagrado que había producido en los empresarios. La CEOE, en efecto, consideró una barbaridad la apuesta del vicepresidente del PP, sobre todo, en vísperas de una polémica sobre la fijación del tope salarial en la construcción.
No hubo rectificación, pero tampoco Segurado obtuvo promesa de que ocuparía algún puesto en el nuevo organigrama del PP. Segurado cree que tras su ‘sacrificio’ de ‘disolver el PL para integrarlo sin aspaviento alguno en el nuevo PP, él se merecía un mejor reconocimiento por parte del equipo de Aznar’. Las palabras fueron respondidas por el equipo de Aznar: «No se da cuenta de que el PP es un partido distinto, sin hipotecas y sin débitos.
Carlos Dávila