26 noviembre 1982

Caso fue en el pasado Secretario de Organización de la UCD cuando la presidía el Duque de Suárez

José Ramón Caso designado por Suárez para el cargo de Secretario General del Centro Democrático y Social (CDS)

Hechos

El 11.11.1982 el Comité Nacional del CDS designó a D. José Ramón Caso para el cargo de Secretario General del partido, siendo la primera persona que ocupa tal función.

Lecturas

El 11 de noviembre de 1982 el Comité Nacional del Centro Democrático y Social (CDS) – elegido en el I Congreso del partido, en octubre – a propuesta de su presidente, D. Adolfo Suárez González (Duque de Suárez) crea el cargo de ‘secretario general del CDS’ que ocupará D. José Ramón Caso García. El Sr. Caso García ya ocupó el cargo de secretario de organización de la UCD en la etapa en la que D. Adolfo Suárez González presidía aquel partido.


UN ANTIGUO PESO PESADO INTERNO DE UCD

D. José Ramón Caso había sido Secretario de Organización de UCD durante el periodo 1978-1981, fecha en la que la UCD estuvo presidida por D. Adolfo Suárez primero y D. Agustín Rodríguez Sahagún después y con D. Rafael Calvo Ortega era el Secretario General. Ahora, todo aquellos dirigentes se volvían a encontrar unidos en un partido: el CDS.

BUSCANDO INTEGRACIÓN CON OTROS PARTIDOS

Durante la el mandato de D. José Ramón Caso como secretario general del CDS se buscó el acercamiento con otros grupos políticos, entre ellos el Partido de Acción Liberal (PAL), D. Ignacio Camuñas y D. Federico Mayor Zaragoza, que se integrará en 1985. 

Se producirán rupturas como la del miembro del Comité Nacional D. Manuel Jiménez de Parga.

El mandato del Sr. Caso finalizará en el II Congreso del CDS en septiembre de 1986. 

 

02 Diciembre 1982

El centro sigue vivo

José Ramón Caso

Leer

Son muchos los análisis que se han hecho de los resultados de las elecciones generales. Entre ellos, algunos pretenden afirmar que el centro ha desaparecido y que el bipartidismo se ha asentado en España. A mi ver las conclusiones de un análisis objetivo deberían ser muy diferentes.

Es evidente que tanto la izquierda como la derecha han aproximado sus posturas en los últimos tiempos al centro político incitado cosechar votos donde los había. Y ese movimiento táctico ha tenido éxito en la medida que la clase dirigente centrista ha alcanzado enormes cotas de desprestigio tanto por factores externos como son la crisis económica, como por factores internos como son el proceso de autodestrucción y desunión.

Sin embargo, tanto la izquierda, como la derecha, para alcanzar el éxito electoral han debido renunciar puntualmente a plasmar en sus programas electorales objetivos que de desprendan de las resoluciones de sus congresos. Es decir, el éxito ha estado condicionado a una renuncia de sus verdaderas esencias e ideologías.

De alguna manera se puede afirmar que el electorado ha seguido votando a ofertas de centro. Y hay que recordar que entre una oferta de centro derecha conservadora y otra de centro izquierda reformista ha elegido en una proporción de dos a uno por una política de cambio y progreso.

Desde estas consideraciones tiene pleno sentido la afirmación de que el centro sigue vivo y tiene plena justificación la opción de centro progresista y reformista que representa el Centro Democrático y Social.

Por supuesto que no concebimos el centro como un mero espacio político ni nos definimos sólo negativamente como distintos de la izquierda y de la derecha.

Es claro para todo el que presente buscar la verdad sin refugiarse perezosamente en los tópicos más manidos, que en nuestro proyecto político señalamos una tercera vía ideológica y programática con sustantividad propia y, a nuestro modo de ver, más moderna y adecuada para dar respuesta a los graves problemas que en esta época de crisis afrontamos.

Estamos convencidos que un proyecto de esta naturaleza en el que se desea vivamente la modernización de las estructuras, el disfrute de las libertades, de la justicia que suprima los privilegios y entre todos, puede atraer a muchos españoles en la medida que ese proyecto sea servido por un grupo homogéneo de españoles como los que formamos el Centro Democrático y Social

José Ramon Caso

El Análisis

LA MANO DEL DUQUE

JF Lamata

Al contrario que con los secretarios generales de la UCD, cuando Suárez tenía que negociar con las otras familias del partido (si algo quedó claro en el Duque es que la ‘negociación’ en el reparto de funciones en los partidos políticos que presidía no eran su fuerte) en el caso del CDS sólo había suaritas, luego el Duque tuvo las manos libres para designar a un hombre que manejara su partido de admiradores y escogió a José Ramón Caso. Su mandato era de cuatro años (1982-1986) cogió un partido político con 2 diputados y lo dejó con 19 diputados convertido en tercera fuerza política, lo cuál puede considerarse un éxito. Sin embargo a los éxitos de su primer mandato, llegarían los errores de su segundo (1989-1991) que derivarían en la autodestrucción del partido, permitiendo que Caso pudiera decir que había llevado al CDS de la nada al desastre. A su favor Caso podrá decir siempre que fue leal al Duque hasta el final de su carrera política. Pero también significaría que la caída del Duque sería la suya propia.

J. F. Lamata