Julián Muñoz aprovecha una entrevista en ‘Esto es Vida’ (TVE) para atacar al CEO de TELECINCO, Paolo Vasile

El código de autorregulación sobre los contenidos televisivos e infancia  establece que se destierre cualquier espectáculo televisivo basado en conflictos personales y familiares de las 17.00 a 20.00 horas. Si de verdad se aplica, deben desaparecer los siguiente programas: ‘A la carta’ (Antena 3), ‘El Diario de Patricia’ (Antena 3), ‘A Tu Lado’ (Telecinco), el resumen de ‘Gran Hermano (Telecinco) y buena parte de ‘Esto es vida’ (TVE). Desaparecer o cambiar todo. Lo más llamativo es que haya un programa de TVE famosos acosados. El programa de tarde ‘Esto es vida’ acoge a famosos que se sienten perseguidos por las cadenas privadas. No sé si TVE actúa así por candidez o cinismo: en términos objetivos, sólo empuja la rueda del espectáculo. TVE invitó a Julián Muñoz, ex alcalde de Marbella, a quejarse de la persecución a la que le somete TELECINCO. Ayer, TELECINCO vivió de reproducir y comenta esas declaraciones a TVE. La tele estatal, pues, es el pirómano que se finge bombero.

Digo yo que Juan Ramón Lucas y su ‘Esto es vida’, que produce El Mundo-TV para TVE tienen que tener muchas influencias para permanecer en la parrilla de La Primera inasequibles al desaliento. No lo digo porque el programa no alcance unas determinadas cifras de audiencia, que de hecho no las alcanza, sino porque el producto es de una mediocridad aplastante.

Parece que lo hago a propósito, pero cada vez que optó por ver el programa me sorprendo con un nuevo desatino. Con ocasión de la única entrega emitida durante el puente festivo, Lucas volvió a superarse a sí mismo organizando una entrega monográfica dedicada a ese gran personaje mediático llamado Julián Muñoz. En la tertulias con la que finalizó el programa, a la que el invitado intentaba rehusar argumentando que iba a perder el avión (¿en qué cabeza cabe que en un programa que se emite en directo y por tanto tiene una hora delimitada de emisión el protagonista de la velada salga por pateras?), Ramoncín echó un capote a su bienamado jefe advirtiéndole que le iban a recriminar que hubiera invitado a Julián para atacar a una televisión privada desde el foro de una televisión pública.

No es ésa mi queja. Yo cuestiono directamente la mayor. A mí no me pareció mal que, cuando la dieron cancha en la pública, Julián Muñoz aprovechase su tiempo para arremeter contra TELECINCO. Lo que no acierto a comprender es qué hacía un hombre como él en una cadena como La Primera de TVE, cuya presencia choca frontalmente contra los principios de lo que nos habían prometido tenían que ser las líneas de su programación.

El espectáculo ofrecido por ‘Esto Es Vida’ en su única entrega durante el puente fue casposo, obsoleto y ramplón, y merecería por sí solo la defenestración del programa del programa a la vuelta de las vacaciones. Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, el espacio no perdió ocasión de emitir ese vídeo-basura en el que el protagonista perdió los papeles ante unos reporteros en un viaje a Canarias.

El presentador, con el ceño fruncido, intentaba dar empaque a lo que veía. Verdaderamente patético.