5 abril 2009

A pesar de que se le ofreció una renovación, César Vidal anunció que si se marchaba Losantos, se iba con él

La COPE decide quitarle a Jiménez Losantos ‘La Mañana’ y el locutor opta por romper con la emisora a partir de junio

Hechos

  • El 5 de abril de 2009 el diario EL MUNDO anunció en primicia que el Presidente de la COPE había anunciado que D. Federico Jiménez Losantos no renovaría como director de la mañana a partir de la temporada siguiente que comenzaba en septiembre. El locutor decidió abandonar la emisora.

Lecturas

El 5 de abril de 2009, coincidiendo con la semana santa, tanto el diario El Mundo como la web Libertad Digital adelantaron que el presidente de la Cadena COPE, D. Alfonso Coronel de Palma Martínez-Agulló, le había transmitido a D. Federico Jiménez Losantos la decisión de la propiedad de la emisora (la Conferencia Episcopal) de no renovarle como director de ‘La Mañana’ al acabar la temporada. El polemista anti-izquierdista dirigía ‘La Mañana’ de COPE desde el año 2003.

La dirección del a COPE le ofrecía continuar en la emisora como codirector de ‘La Linterna’ por las noches si quisiera continuar en la emisora compartiendo el espacio nocturno junto a D. César Vidal Manzanares. La decisión se produce en un momento en que el Sr. Jiménez Losantos mantiene una línea editorial agresiva contra del Partido Popular del Sr. Rajoy y más próxima a UPyD.

El 14 de abril de 2009 D. Federico Jiménez Losantos comentó a los oyentes de ‘La Mañana’ de la COPE desde su programa de la decisión del Sr. Coronel de Palma Martínez-Agulló. El 11 de mayo de 2009 el Sr. Jiménez Losantos confirma que rechaza la oferta de seguir en la COPE y opta por abandonar la emisora para crear una propia con su empresa. Junto con él también se abandona la misma D. César Vidal Manzanares a pesar de que a él se le ofrecía continuar dirigiendo ‘La Linterna’ de la COPE en solitario si así lo hubiera deseado. (Mucho se especuló sobre su sucesor, aunque pronto se incrementaron las voces que decían que ese podía ser D. Ignacio Villa, que había pasado de ser un fervoroso seguidor de los planteamientos de anti-socialismo radical del Sr. Losantos a mantener posiciones de derecha moderada).

La salida del Sr. Jiménez Losantos de la COPE es analizada tanto en el programa ‘El Intermedio’ de La Sexta y el 18 de abril de 2009 en el programa ‘La Noria’ de Telecinco. En ‘El Intermedio’ de D. Miguel Sánchez Romero el guion interpretado por D. José Miguel Monzón Navarro ‘Gran Wyoming’ considera que los obispos echan al Sr. Jiménez Losantos de la COPE porque ‘se pasa la vida insultando a Rajoy y ahí lo que quieren es que insulte a Zapatero’. En ‘La Noria’ el periodista D. Jaime Peñafiel Núñez es el único tertuliano que logran que acepte participar para defender al Sr. Jiménez Losantos (que había declinado la invitación de acudir) y acaba abandonando la tertulia en mitad de la emisión después de ser llamado ‘fascista’ por el director de ElPlural.com, D. Enric Sopena Daganzo.

El 21 de abril de 2009 en Punto Radio D. Luis del Olmo Marote entrevista a D. Mariano Rajoy Brey, presidente del Partido Popular, al que pregunta “si se alegra de la salida del Sr. Jiménez Losantos de la COPE”.

El 27 de mayo de 2009 el obispo D. Antonio Cañizares Llovera, cardenal primado de Toledo, es entrevistado en TV3. El entrevistador le identifica como uno de los responsables del nuevo rumbo de la Cadena COPE, afirmación que este no niega, considerando que era un deber que la emisora adoptara una línea de concordia.

El 10 de julio de 2009 D. Federico Jiménez Losantos y D. César Vidal Manzanares se despiden de sus respectivos programas en la Cadena COPE anunciando que a partir de septiembre iniciaran una nueva andadura desde su propia cadena de radio, EsRadio, propiedad de su empresa Libertad Digital.

LOS HUMORISTAS DE TV3, LOS PRIMEROS EN CELEBRAR EL FINAL DE JIMÉNEZ LOSANTOS 

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En el programa ‘Polonia’ (producido por los humoristas catalanes de la productora Minoria Absoluta) emitido en TV3 el 9.4.2009, se incluyo un gag en el que un ‘Federico Jiménez Losantos’ rompía a llorar después de que una misteriosa mano le robara su micrófono.

05 Abril 2009

La decisión de la COPE

Federico Jiménez Losantos

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Quiero pedir disculpas a los lectores del Blog por no haber escrito en estos días y por haber dejado, bien a mi pesar, que algunos rumores, tan malintencionados como siempre, pero, cosa rara, bastante bien informados esta vez, suplieran con el chisme la falta de datos. La razón de este silencio era obligada por las razones que voy a exponer.

1.- Durante estas últimas semanas, la dirección de la COPE ha estado jugando conmigo al ratón y al gato, sin haber sentado yo plaza de ratón pero suponiendo que no podía atacar al gato, cosa cierta porque hay dos docenas de personas de mi equipo que dependen directamente de mí, y otra docena larga que dependen de César Vidal, y no podía zamparme al gato sin perjudicar a los más perjudicables. Al gato no le importará, pero a mí sí. Yo no quiero engañar a nadie, porque no es mi estilo, ni dejar tirados sin información y añadir zozobra al futuro de nadie, con la que está cayendo y la que caerá.

Como las instrucciones del Comité Ejecutivo y algún otro ejecutivo anejo, de por sí brumosas y además nubladas por la tardanza de la Presidencia en ejecutarlas, han tardado un mes en concretarse, sinceramente creo que el comportamiento empresarial ha sido francamente mejorable, por no decir absolutamente lamentable, teniendo a todo el mundo, empezando por mí y terminando por el último empleado a tiempo parcial de la casa sin saber qué habían decidido, si habían decidido algo, si estaban esperando a que se les ocurriera algo o si, simplemente, esperaban a la Semana Santa para servir el huevo, que, después de varias semanas puesto, estaba difícilmente comestible.

Yo voy a cumplir en la COPE 18 años, y como el actual grupo directivo apenas lleva tres, es muy posible que desconozca lo que he hecho en la casa, que algún respeto debería merecer, porque todo empleado lo merece y en mi caso por algún motivo más. En septiembre de 1991, es decir, en la temporada 91-92, llegamos los expulsados de Antena 3 radio por la horda monclovita comandada por el general Polanco, el tesorero Mario Conde, el sargento Godó y el difunto Antonio Asensio. Conde puso el dinero; Polanco se quedó la radio –la primera en audiencia de España, con un EGM más creíble que lo que vendría después– que cerró al año tras agenciarse ilegalmente (sentencia del Tribunal Supremo que nunca se cumplió) las frecuencias para la SER. Asensio se quedó la televisión, la primera privada que empezó a emitir, y Godó cobró mucho dinero por vender ambas. Los detalles y el fondo político de lo que bauticé como «antenicidio» están publicados en La dictadura silenciosa (Temas de hoy).

Aunque yo no dirigía ningún programa, básicamente porque jamás había querido hacerlo, era el cuarto de un terceto –Antonio, García y Luis– definido por un dúo –Antonio y García– que siguiendo el plan previamente acordado con Eugenio Galdón por el líder político, Antonio Herrero, y aceptado por el líder económico, José María García, desembarcó en una COPE que, al año de la marcha de Luis del Olmo a Onda Cero, daba las boqueadas. A Del Olmo lo había sustituido González Ferrari, con tan pobres resultados de audiencia y publicidad que, a pesar de tener aún viva y en forma a Encarna Sánchez y de hacer un ERE bastante feroz, le quedaba menos de un año para cerrar. Éramos unos náufragos, sí, pero llegábamos a una isla en quiebra. Y lo hicimos juntos por la generosidad de García, que no quiso irse a Onda Cero dejando sin micrófono a Antonio Herrero, vetado por Miguel Durán entonces jefe de la ONCE y a las órdenes de González y el «Pacto de los editores»: Polanco-Godó-Asensio y el financiador del tinglado –para encubrir su descarado expolio de Banesto– Mario Conde.

Si me refiero a estos orígenes de nuestra llegada a la COPE es porque muchos de nuestros seguidores actuales andaban por entonces a gatas y porque explican algunos comportamientos del presente y del inmediato futuro: la lealtad a los principios y a los leales a ellos y la predisposición a partir profesionalmente de cero –o bajo cero– para defender nuestra libertad de expresión y esos principios que veníamos defendiendo. A partir de ahí, los años hasta la muerte de Antonio el 2 de Mayo de 1998 están explicados para el que quiera enterarse de ellos –no hay aventura comparable en ningún medio de comunicación español estas dos últimas décadas– en el libro de Luis En vida de Antonio Herrero y el mío De la noche a la mañana. El milagro de la COPE. Hay alguno más, muy pocos, pero estos tienen la ventaja de ser contados por sus personajes.

En 1998 pasé de comentarista político diario y colaborador bisemanal –tertulia y «El paseíllo»– con Antonio Herrero y comentarista de prensa durante una hora diaria, de 11 a 12 de la noche, luego ampliada de 10`15 a 12 en «La Linterna» de Luis Herrero, cuya subdirectora, recomendada por Antonio Herrero, era Carmen Martínez Castro. Luis pasó a «La Mañana» y me llevó consigo, pero el estrepitoso fracaso al frente de «La Linterna» de José Apezarena, al que Antonio había traído de Jefe –en rigor Subjefe, porque el Jefe era él– de Informativos y al que como hombre supuestamente amable, fiable y del Opus, la casa encomendó «La Linterna», me llevó a simultanear Mañana y Linterna durante unos meses agotadores y, pese a mi resistencia, a encargarme de la dirección de esta última, por empeño de García y de Luis, con el activo respaldo del Presidente de COPE D. Bernardo Herráez y, claro está, del de la CEE, D. Angel Suquía.

Lo demás es bastante conocido, salvo lo sucedido estos últimos meses, que sólo conozco a medias y que seguramente sólo se explicará cuando esto llegue al desenlace. Pero lo sucedido en estas últimas semanas y filtrado interesadamente a medios obsesivamente adversos –La Vanguardia, El País, El Periódico, Público, PRNoticias, Periodista Digital, El Confidencial Digital y alguno más de este género– tiene, al margen de la hostilidad, parte de verdad y parte que no lo es. Intentaré aclarar ambas.

Lo realmente cierto de todo lo publicado –en las mentiras o errores no entro– es esto:

1.- Que, como publican hoy El Mundo y LD, hasta el miércoles 1 de Abril no se había producido una oferta de la COPE a César ni a mí. A otros, seguramente; a nosotros, no.

2.- Que tras citarme el día anterior, lo que me comunica Coronel de Palma en su despacho a partir de las 20.10, es que la casa ha decidido que no continúe en La Mañana (se entiende que ni dirigiendo ni participando en ella, como sucedió con Luis Herrero que continuó en el programa tras pactar todos los cambios del equipo; y se sobreentiende, aunque no se precisa claramente, que a partir de la temporada que viene).

3.- Que según Coronel la COPE desearía que yo siguiera en la casa y me ofrece compartir La Linterna con César, él dirigiéndola de 8 a 10; y yo, de 10 a 12 de la noche.

4.- Que me tome unos días para pensarlo y que a partir del día en que me reincorporo al micrófono, el Martes de Pascua, les diera una respuesta. Todo esto sucede en un minuto. Le sigue media hora de detalles sueltos pero significativos y naderías cordiales.

5.- Al día siguiente, a las seis, Coronel ha citado, también llamándole la víspera, a César. Le ratifica la oferta que me ha hecho, pero, a diferencia de mi breve charla, César le plantea algunos de los graves problemas empresariales que supone mi salida. Coronel le plantea que si yo no acepto dirigir la Linterna de 10 a 12, él podría seguir al frente del programa. Se sobreentiende, pero no se precisa, que tendría la misma duración.

6.- Como adelantó en su blog y puede leerse en LD, César añade que, en principio, su voluntad es la de irse o quedarse conmigo haciendo ambos nuestros programas, pero insiste en el perjuicio general que supondría para la COPE mi salida de «La Mañana». La conversación dura hora y media. Ante la petición de que, si es posible, tome una decisión el Martes de Pascua como me ha pedido a mí, César responde que lo intentará, pero dos días después le envía una carta breve y cordial en la que le explica que al haber tenido la primera charla el jueves y quedar sólo un día para las vacaciones de Semana Santa, sus abogados le han dicho que empezarán a estudiar el contrato y la forma radical en que lo cambia o anula la nueva oferta de COPE después de reincorporarse al trabajo a partir del lunes. Lógicamente, por lo complejo del caso, no pueden precisar la fecha en que terminarán de estudiarlo y tendrán una respuesta.

y 7.- Evidentemente, en lo temporal y en lo ético, la respuesta de César está condicionada por la mía; y la mía por la de César, así que espero que las demos conjuntamente, sin más dilación que la necesaria para estudiar dos contratos complejos y muy diferentes; y dos situaciones distintas en lo laboral aunque idénticas en lo moral.

En fin, esto es lo que hay a día de hoy, Domingo 5 de Abril de 2009 a mediodía, sin entrar a analizar la participación de sectores clericales y políticos o viceversa en este golpe a la COPE que, en mi opinión, difícilmente neutral, pero fundamentada, coloca a la empresa en una situación delicada y a cada uno de nosotros dos en una posición dificilísima. Reitero mis disculpas por la tardanza, pero creo haber explicado las razones. Gracias a los blogueros y lectores de LD por su comprensión. Falta nos hace.

06 Abril 2009

Losantos, un imperio a costa de la COPE

Miguel Ángel Rodríguez Bajón

Blog Mar Brava (www.nuevatelevision.es)

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No es verdad lo que cuenta Losantos. No es verdad que él llegara a la COPE hace no sé cuántos años en un proyecto comandado por García. Él no estaba en el proyecto o, al menos, daba igual que estuviera, o no. En aquellos momentos se hablaba de y con Eugenio Galdón, Antonio Herrero y José María García. El resto del personal, incluido Manuel Martín Ferrand –persona de quien Losantos se olvida- andaba por en derredor. El fichaje de Galdón, Herrero y García se fraguó sin que él lo supiera: Losantos no contaba para nada. Ni siquiera fue consultado.

No es verdad que él rechazara protagonismo: pretendía más y más cada día. Siempre se ha jactado de su poder.

No es verdad que haya luchado por la Libertad de Expresión: siempre ha trabajado para su propia causa. El resultado es que, en estos años, ha conseguido crear un imperio mediático increíble, y que la Comunidad de Madrid le ha otorgado una frecuencia de radio que a precio de mercado no bajará de los quince millones de euros cuando la venda al mejor postor. Las frecuencias de la televisión digital otorgadas por Madrid y otras comunidades del PP seguramente hoy no valgan nada, pero en su momento tuvieron un precio más alto que el ya concretado.

Lo ha hecho a costa de la COPE. Sólo la propaganda diaria de su página Web LIBERTAD DIGITAL durante todos estos años costaría no menos de veinte millones de euros, que no ha pagado. Ha sido gratis. Gratis, total. Con un permiso silencioso de la cadena de radio, que ha permitido que los oyentes entendieran que LIBERTAD DIGITAL era un producto de la misma COPE, mientras que él nunca lo aclaró. Hasta tal punto que la COPE ha tardado tres años en anunciar y lanzar cope.es y dos años en publicitar los programas de Popular televisión frente a los de LIBERTAD DIGITAL tv. Últimamente, Losantos anunciaba Veo televisión sin pagar nada.

Losantos ha tenido gratis total a buena parte del personal y a muchos colaboradores de su página Web y de su televisión porque ya cobraban unos buenos emolumentos como tertulianos de su programa. No es verdad que de él dependan dos docenas de familias. No es verdad. Al menos, no dependen de la COPE, sino de su LIBERTAD DIGITAL.

No es verdad que en la COPE hayan buscado el modo de echarle: él ha planificado el momento para quedar como la víctima de la Libertad de Expresión, una vez que tiene cubiertos los bolsillos con la frecuencia de radio de la Comunidad de Madrid y las frecuencias de televisión digital en ésta y otras comunidades.

Todo parece indicar que la COPE no ha querido prescindir de él: lo cierto es que él ha encontrado nuevos negocios. O eso cree.

Losantos no es de verdad; lo que cuenta Losantos no es verdad.

Miguel Ángel Rodríguez

17 Marzo 2009

La COPE y la URSS

Miguel Ángel Aguilar

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Últimos viajeros llegados de la Conferencia Episcopal informan de la decisión tomada sobre su máxima estrella radiofónico, Federico Jiménez Losantos, a quien dejarán de renovarle el contrato que expira el mes de junio. Se cumpliría así el vaticinio de Enric Juliana, que ha venido examinando el caso en las páginas de LA VANGUARDIA. Esta vez el respaldo del presidente de los obispos y titular de la diócesis de Madrid, cardenal Antonio María Rouco, puede haber quedado en minoría y el descontento puede haber cristalizado en la búsqueda de una alternativa que apunta a favor de Ignacio Villa, actual director de los informativos de la Cadena COPE.

La situación de estos relevos recuerda aquellas diferencias mínimas, cuya observación apasionaba a los kremlinólogos en tiempos de la extinta URSS. Porque los más pequeños matices, la disposición de los jerarcas del PCUS en la tribuna de un desfile o en un estreno teatral, disparaban sesudos comentarios y servían de estímulo para aventurar pronósticos de cambios políticos en un entorno enigmático.

Así sucedió cuando en las fotografías del palco de Bolshoi, al inaugurarse la temporada de ballet, pudo observarse la ausencia de Beria, el todopoderoso jefe de los servicios de espionaje del KGB. Al día siguiente el corresponsal del Herald Tribune dedujo de ahí su caída en desgracia. En París, Le Figaro ironizó en seguida señalando que tal vez sucedía que Beria tenía aversión al ballet. Pero el Herald pudo replicar que nunca podría comprobarse esa falta de afición porque el dignatario había sido fusilado la víspera.

De regreso a la COPE, señalemos que el sustituto previsto, Ignacio Villa, presenta los mismos inconvenientes en cuanto a su condición sectaria pero carece de la formación, las lecturas, la experiencia política, el talento dialéctico y el arrastre de audiencia de Jiménez Losantos. Nuestros hermanos en el episcopado se disponen a hacer un pan con unas tortas. Reconozcamos también que quienes se han mostrado siempre en las antípodas del periodismo cainita han aceptado que debe tener un sitio en los sistemas democráticos, aunque les parezca por completo anómala su ubicación en la emisora episcopal. Otro vendrá…

19 Abril 2009

Cuando el PP rescató a Jiménez Losantos

Ignacio Escolar

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Federico, “¿qué dicen sus hijos cuando le escuchan?”, le preguntaron a Jiménez Losantos en una entrevista, hace tres años, en EL MUNDO. Su respuesta es de las frases que mejor define al personaje: “Cuando alguno lo hace me dice: ‘¿Y no puedes decir eso de otra manera?’. Yo le respondo: ‘Ya, e ibas a estudiar tú en una universidad americana si lo digo de otra manera”.

Calumnia tras calumnia, condena tras condena, Jiménez Losantos ha conseguido que su hijo David Jiménez Torres, el ingenuo que le pedía otras maneras, no sólo haya podido estudiar en Estados Unidos: ahora también completa su formación universitaria en la exclusiva Cambridge, Inglaterra. Entre examen y examen, Jiménez Torres escribe también una columna semanal para el diario online de su progenitor, LIBERTAD DIGITAL. Su última entrega está dedicada a la crisis: “ A mis amigos del insti (sic) no les contratan en ninguna parte, a mi padre le han despedido después de quince años en la misma empresa, mi hermana y su novio se habían comprado un piso pero no pueden pagar la hipoteca”.

Además de universitario internacional, el hijo de Federico es también escritor, así que habrá que tomarse lo del despido de su padre como una licencia poética. Sí, Losantos lleva en la COPE sus buenos años, pero el liberal defensor del despido libre no ha sufrido ningún ERE ni le han exigido una reducción del sueldo ni es probable que sufra los problemas de los amigos del insti de su hijo para encontrar quien le contrate. Los obispos sólo le han ofrecido un cambio de horario, de la mañana a la noche. Ante tal provocación, Losantos ha decidido atrincherarse en la emisora, y utilizar los micrófonos de la propia COPE para cargar contra sus patrones, pues ya toca romper la baraja y pasarse, hecho una víctima de la libertad de expresión, a esa nueva cadena de radio que prepara con Pedro J. Ramírez. Su probable tocata y fuga no tiene nada que ver con ningún giro ideológico o sentimental de la COPE. El estilo de la casa, que marcó en su momento el difunto Antonio Herrero, seguirá siendo el mismo con Ignacio Villa a los micrófonos: la crispación ni se crea ni se destruye, sólo se transforma.

A los obispos no les ofenderían las cinco condenas por injurias que ya suma el radiopredicador de no ser porque Losantos le ha birlado a la COPE una licencia FM en Madrid para Unidad Liberal Radio: una alianza nueva y eterna entre EL MUNDO y LIBERTAD DIGITAL, santificada por Esperanza Aguirre, que es quien regala la licencia a una empresa que aún no emite ni música ambiental.
Con todo, los obispos tienen un consuelo. Los doctores que tiene la Iglesia no son los primeros en aprender, por las malas, los perjudiciales efectos secundarios que conlleva la cría de cuervos. El PP, que preside Mariano Rajoy, también ha probado esa misma medicina.

El episodio que ahora tanto lamentan en la calle Génova sucedió en otoño de 2004. LIBERTAD DIGITAL S.A., la empresa capitaneada por Losantos, hacía aguas. Después de casi cuatro años en la Red, este diario online se encontraba en una situación crítica. La derrota del PP en las elecciones de 2004 había mermado tanto sus ingresos como sus expectativas, y el panorama que aparecía por delante no aparentaba ser mucho mejor.

El 9 de septiembre de 2004, a la desesperada, la junta de accionistas de la compañía decidió lanzar una ampliación de capital para intentar conseguir 5,34 millones de euros con los que superar el bache. La empresa pretendía captar ese dinero a través de lectores rumbosos, la oferta se presentaba más como una donación a la causa que como una inversión con visos de convertirse en negocio. “La ampliación de capital (…) comporta riesgos, pues a la excepcionalidad del medio hay que sumar la posibilidad de pérdidas de ingresos futuros que podría provocar nuestra defensa de un ideario liberal-conservador”, aseguraba LIBERTAD DIGITAL en la comunicación que presentó ante la CNMV: “No podemos dar garantías económicas de rentabilidad futura del proyecto”.

Las acciones en venta valían para bien poco, pues la empresa no cotizaba ni cotiza en bolsa, por lo que eran después difíciles de vender. Tampoco aportaban control sobre el proyecto, que sigue en manos de sus fundadores. Con todo, Jiménez Losantos confiaba en que su indiscutible tirón popular serviría para recaudar el dinero necesario entre sus fieles seguidores. No fue así.

Losantos decidió entonces pasar al plan B. Durante el fin de semana del 23 al 24 de octubre de 2004, se reunió con dos de sus principales aliados en la derecha: Ángel Acebes, entonces secretario general del PP, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Según explican fuentes del PP, Losantos quería que el partido utilizase su influencia entre empresarios afines para ayudarle a colocar lo mucho que quedaba por cubrir de la ampliación de capital. El plazo era muy corto, apenas una semana. Ambos políticos le dieron su apoyo, pero Aguirre argumentó que sería más eficaz si la petición de respaldo salía del PP en Génova, y no del Gobierno de Madrid. Ángel Acebes se ocupó así de la tarea, que gestionó junto con varias personas más del aparato del partido. Gracias a la ayuda del PP, Losantos y su socio Alberto Recarte, presidente de LIBERTAD DIGITAL y también consejero de Caja Madrid, lograron cerrar por los pelos la ronda de generosos inversores. LIBERTAD DIGITAL, un medio que dice ser defensor del pensamiento liberal, que reclama la no intervención de los gobiernos y los partidos en la empresa privada, se salvaba así gracias al PP. El liberalismo bien entendido empieza por uno mismo.

Pero la historia no acaba ahí, el final es aún peor. En Génova aseguran que Mariano Rajoy no se enteró de la operación ‘salvad al soldado Losantos’ hasta hace apenas unos meses, que Acebes se lo ocultó. Para que encima Federico le llame siempre maricomplejines.

No viene para quedarme

César Vidal

2013

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Los últimos meses de trabajo en la casa resultaron, como ya he adelantado, acentuadamente difíciles. Por ejemplo, recuerdo el caso de uno de los miembros de mi equipo. Yo lo había ascendido e incluso le había buscado un trabajo por las mañanas porque así me lo había pedido agobiado por las deudas que le había dejado su padre recientemente difunto. Pues bien, el personaje en cuestión se dedicaba todas y cada una de las noches a informar sobre mí a uno de los periodistas relevantes de la casa. Tener a un chivato entre la gente a tus órdenes no resulta una experiencia agradable, pero yo ni impedí sus actividades ni lo eché de mi equipo. Pensé que, a fin de cuentas, su trabajo lo hacía bien, que su padre había muerto dejando sobre sus hombros una carga considerable, que él acababa de casarse y su mujer no tenía trabajo y que – la verdad sea dicha – me acusaba una enorme compasión. ¿Una persona que se entrega a traicionar de manera tna vil a quien más lo ha ayudado profesionalmente no es, en el fondo, digna de lástima? Por supuesto, me consta que no todo el mundo piensa como yo. De hecho, la persona que me sustituyó como director de ‘La Linterna’ adoptó como una de sus primeras medidas la de apartar a esta persona del micrófono. Al final Roma – incluida la eclesiástica – rara vez paga a traidores.

04 Noviembre 2013

La verdad os hará libres

José Antonio Abellán

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No llevo más que tres capítulos del blog y ya me cuesta cumplir mi compromiso de limitarme a contar sólo acontecimientos, absteniéndome completamente de opinar…

Y bien que me cuesta. Sobre todo cuando se trata de un Bonus Track, una de esas ‘golosinas’ que introduzco en medio de mi historia, como ya anuncié que haría, y que también tuve la suerte de vivir de cerca.

Como todo el mundo conoce, nada en la vida ocurre porque sí. Nada. Pero es verdad que, muchas veces, para que se produzca un acontecimiento han de sucederse otros en su mismo tiempo y que, sumados, lo precipiten todo. Es aquello de la gota que colma el vaso.

Y precisamente en esa gota y en cómo el vaso se derramó, voy a centrar este post. De cómo el Secretario de Estado del Vaticano intervino directamente en la salida de Federico de la COPE.

Al final de 2008, las cosas con Federico Jiménez Losantos estaban muy tensas en la COPE, especialmente, en lo que se refería a las relaciones de la Conferencia Episcopal y los distintos estamentos socio-políticos de nuestro país.

Aunque no debería decirlo, digo que Federico tuvo muy poca culpa, él no engañó a nadie, fue siempre el mismo, y que el responsable total de aquel dislate fue el que jamás miró por él y por todos nosotros. Me refiero al entonces Presidente de COPE Alfonso Coronel de Palma. Pero que nadie piense que su actuación fue fruto de su inteligencia. No. Lo suyo fue fruto de su propia cobardía e ineptitud, cosa de la que él no tenía ninguna culpa. Era así.

Ambientaré la situación para empezar. En aquel tiempo, las críticas de Federico a la actitud pasiva del Partido Popular y, en especial, a su Presidente Mariano Rajoy por los muchos acontecimientos y situaciones que se producían a diario eran cada vez más fuertes.

A ello se sumaba su posición frente a la Casa Real y frente a algunos estamentos del Poder Judicial, con particular atención a Carlos Divar, Presidente del CGPJ. Y como algunos de estos personajes pertenecen a congregaciones católicas de convicciones muy profundas, no hay que ser muy listo para imaginarse las presiones que ejercían en la calle Añastro 1, sede de la Conferencia Episcopal Española.

Ya en mayo de 2008, concretamente el lunes 5, me enteré que Fernando Giménez Barriocanal, entonces consejero de COPE y Vice-secretario Económico de la CEE manifestó sus preocupaciones a los máximos responsables de la Iglesia en España:

Es verdad que, a posteriori, el propio Fernando decía constantemente: “El Cardenal Rouco no escucha, a día de hoy, no escucha” y pasó lo que tenía que pasar. Las navidades de 2008 fueron muy movidas ya que el tema COPE no solamente superó los muros de Añastro y entró de lleno en la Conferencia Episcopal Española sino que también superó las fronteras de España y llegó hasta el Papa. Pienso que fue en ese momento cuando el Cardenal Rouco perdió las fuerzas, se vio solo y se puso de medio lado.

Y así me lo contó una persona de dentro de la propia Conferencia Episcopal Española:

Efectivamente, el Vaticano, por las fuertes presiones recibidas desde España, Nunciatura, PP, PSOE y Casa Real, había puesto como asunto prioritario el tema COPE o, más bien, el tema Federico encima, ni más ni menos que, de la mesa de SS el Papa.

A partir de ese instante, el plan de acoso y derribo contra Jiménez Losantos se desarrolló con mucha discreción. Tanto es así que, cuando Tarcisio Bertone llegó a España aquel 3 de Febrero, vino solamente para certificar. Exactamente, una semana antes ya se sabía en Añastro lo que iba a ocurrir.

El 3 de Febrero de 2009, a las 19:45 horas, el Cardenal Tarcisio Bertone aterrizó en Barajas con dos puntos fuertes en su agenda: uno de despiste ya que venía a dar una conferencia titulada “Los Derechos Humanos en el Magisterio de Benedicto XVI”, y otro más importante, cenar a solas con el Cardenal Rouco en la Nunciatura el miércoles 4. En medio de ambos compromisos, por supuesto, reuniones con todo tipo de autoridades.

Lo que más transcendió en COPE de aquella visita fue que Bertone desayunó el día 4, a las seis de la mañana, en la Nunciatura y que había pedido, explícitamente, un transistor para escuchar al “condenado”. Y la verdad es que Federico, aquella mañana, estuvo poco hábil o le daba lo mismo porque conociera la noticia de su condena. El caso fue que, entre otras perlas, dijo cosas como estas:

“El Gobierno busca la foto con el Vaticano, porque Rouco es el malo…… y aquí esta Bertone para la foto”

“Aquí estas cosas, en la COPE, no las comentamos. Ya lo comentaran en el programa de religión”

“Y si el papa Benedicto esta a favor de la eutanasia, ya nos lo contará Bertone, aunque sea en italiano”

“El Gobierno esta idiotizado… y la oposición está así como eunuca ovárica, que no tiene ovarios, que no tiene eso, que non a niente, como dicen los italianos”
Bertone abandonó España, como era de esperar, exigiendo medidas inmediatas y consensuadas con Roma. Recalcando, una vez más y antes de embarcar, el “malestar en la Santa Sede por el ruido que genera la COPE en determinadas relaciones afines a la Iglesia”

Y a partir de ahí, Rouco y Cañizares, en nombre de la Conferencia Episcopal, diseñaron un nuevo proyecto para las mañanas de la COPE y un plan que preveía las reacciones de Federico.

Los ejecutores de ese plan serían Fernando Giménez Barriocanal (Consejero de COPE y Vice-Secretario Económico de la CEE) y Alfonso Coronel de Palma (Presidente de COPE), aunque he de decir, que, este último, no hizo absolutamente nada y creo que todavía está en shock. De hecho, puedo confirmar ahora que no hizo nada porque “todas las decisiones se las dieron hechas”.
Diez días más tarde, la decisión tenía la bendición de la Conferencia y se la comunicaron a Alfonso Coronel. El 18 de Marzo de aquel 2009, Fernando Giménez, ya con mando en plaza, en este asunto, y ejerciéndolo, me convocó, de repente, a una comida en nuestro escondite favorito, El Club de Tiro de Tres Cantos:

Fue la primera noticia que tuve de los cambios, eso sí, acompañada de una crítica innecesaria a Federico:

Lo siguiente que me contó Fernando era como tenía previsto todos los escenarios posibles sobre el futuro de Federico y en especial sobre sus reacciones:

A Fernando Giménez Barriocanal le gusta tenerlo todo bajo control y más ahora que empezaba a disfrutar del autentico poder, que merecía, por talento pero no tenía. Había contemplado, como os decía, todos los escenarios, incluso el del entorno de Federico, también el de César Vidal:

En ese mismo instante tomé una decisión, llevaba casi tres años en la COPE sufriendo más de lo normal, desde la traición a Don Bernardo Herráez (antiguo Presidente) y el nombramiento, como sustituto, de Coronel de Palma. La casa era un desastre. Estaba en manos de Coronel y el Director General Jenaro González del Yerro y los dos alardeaban de no tener ni idea de radio y si mucho de catolicismo, Rafael Pérez del Puerto (que con todos sus defectos era un gran gestor) estaba defenestrado, sin voz ni voto, Fernando Giménez estaba solo de Consejero y con una quemazón importante, y a mi me tocaba bregar con todo eso, más mantener estrechas relaciones con todos los directores de emisoras, un viaje por semana, el departamento de deportes, las relaciones comerciales y los programas. En ese mismo instante se lo comuniqué a Fernando:

En beneficio de Federico, he de decir que, en las distancias cortas me parece de las personas más razonables y sensatas que he conocido. Lo malo es que, desde la salida de Don Bernardo (antiguo Presidente) nunca tuvo interlocutores validos ni en la COPE ni en la Conferencia.

Recuerdo que, un año antes, a Federico le había invitado a comer Don Antonio Cañizares con Don Bernardo Herráez para intentar convencerle de que suavizara un poco el discurso con la Casa Real. Don Antonio tenía el papel de “poli malo” y Don Bernardo de “poli bueno”. Pues bien, a Federico no solamente no le dijeron nada sino que el mensaje transmitido por Monseñor Cañizares fue el siguiente:

“Federico, sí tu no existieras tendríamos que inventarte, porque tu haces lo que hay que hacer”.

La primera semana de mayo se lo comunicó oficialmente a Federico Coronel de Palma, y como siempre lo peor no fue el qué, sino el cómo, fue tan cobarde que no le planteó su no renovación sino que le ofreció cosas extrañísimas e inasumibles como hacer una parte de La Linterna él y otra Cesar, etc. Muchas veces pienso que Federico tendría que haber aceptado, al menos para ver a Coronel la cara que ponía.
Yo por mi parte seguía con mi intención de irme, acababa contrato en Julio 2009, de hecho tenía más o menos dibujado mi futuro, y Fernando presionó al máximo para que me quedara. Me presionó a mí y también a Coronel de Palma y González del Yerro, que estaban felices ante mi salida. El 6 de Julio de ese año 2009, y visto lo visto, cometí un gran error, decirle que sí, que continuaba por él y por La Iglesia pero con dos condiciones, la primera que firmaría solo un año, y la segunda que se debía comprometer a (me puse muy serio y exaltado) que antes de acabar ese contrato el debería intentar que esos dos señores (Coronel de Palma y González del Yerro) ya no estuvieran allí, lo que significaba que él debería tomar el timón de nuevo desde Añastro 1 (Sede de la CEE), acompañado del entonces defenestrado, pero gran gestor, Pérez del Puerto..

Pero de todo lo que yo conocí de este asunto, lo peor estaba por llegar, ya que con Federico fuera, montando su propia radio, había que escuchar barbaridades como si él hubiera sido el que decidiese abandonar la COPE. El Director General, sin voz ni voto de entonces, Rafael Pérez del Puerto, decía, cobardemente, en Septiembre de 2009.

Y yo pensé, “me da que me he equivocado quedándome”.

El Análisis

ESTA VEZ IBA EN SERIO

JF Lamata

Ya en 2005 se rumoreaba con que D. Federico Jiménez Losantos podía no ser renovado de la COPE, y siguió, se volvió a rumorear en 2006 y siguió. Más fuerte que nunca en 2008, y también entonces siguió, pero en 2009 fue la definitiva. El Sr. Jiménez Losantos había elevado la audiencia de la emisora de la Conferencia Episcopal tanto como los dolores de cabeza para todos los prelados (una cosa por la otra), pero estos dijeron ‘basta’ poco después de que la cúpula del PP también se convirtiera en blanco del periodista, que no aceptó que el congreso del partido en 2008 reeligiera como líder a D. Mariano Rajoy y no a Dña. Esperanza Aguirre, de la que era amiga personal. La dirección de la COPE ofreció al Sr. Jiménez Losantos otros horarios, pero este no aceptó, sin ‘La Mañana’ se iba.

No se iba al paro porque, precisamente el Gobierno de Dña. Esperanza Aguirre, le había otorgado una señal de radio en Madrid para que tuviera su propia emisora. Durante su última etapa del Sr. Jiménez Losantos ya se había notado un cambio de estrategia, después de decir que la campaña mediática contra su programa «no era por ser él, sino por la COPE, quieren ir contra la COPE y con aquel que este a su frente», a pasar a decir que sí era por él y por LIBERTAD DIGITAL y no por ser la COPE. Ahora ya no tocaba defender la marca ‘COPE’, tocaba defender la marca ‘LIBERTAD DIGITAL’ como fuera para poder seguir en el negocio.

J. F. Lamata