25 febrero 2011

Un grupo de medios encabezados por el diario EL MUNDO y el canal LA SEXTA cargan contra el programa de Cuarzo por asegurar que presionó a una retrasada mental para que hiciera la confesión

La esposa de Santiago del Valle, reconoce entre sollozos en ‘El Programa de Ana Rosa’ que su marido ‘se cargó’ a Mari Luz Cortés

Hechos

El viernes 25.02.2011 Dña. Isabel García, esposa de Santiago del Valle, en pleno juicio por el asesinato de la niña Mari Luz Cortés, confirmó en ‘El Programa de Ana Rosa’ (Cuarzo) emitido por TELECINCO que su marido fue quien ‘se cargó’ a la niña.

Lecturas

Durante la emisión de ‘El Programa de Ana Rosa’ de Telecinco de Dña. Ana Rosa Quintana Hortal, conectan con su reportera Dña. Patricia Pardo Burés que emita en directo como Dña. Isabel García Rodríguez, la esposa del principal acusado por el asesinato de la niña Dña. Mari Luz Cortés, D. Santiago del Valle García, reconozca en antena entre gritos y sollozos que su marido asesinó a la niña pero que no lo hizo intencionadamente y que trató de ocultar el cadáver con ayuda de su hermana Dña. Rosa del Valle García en una tensa entrevista en la que también participa D. Ignacio Abad que se dirigió a ella con expresiones como “¡Mentirosa! ¡Su marido la va a abandonar! ¡Diga la verdad! ¡Cuente la verdad, que a lo mejor se librará de la cárcel!”.

Ese mismo 25 de febrero de 2011 desde Onda Cero D. Ferrán Monegal Torros acusa a ‘El Programa de Ana Rosa’ de ser un programa ‘sin escrúpulos’ por entrevistar a una persona deficiente mental. El diario El Mundo publica un reportaje asegurando que la reportera de ‘El Programa de Ana Rosa’ acosó y ‘secuestró’ a Dña. Isabel García Rodríguez para arrancarle esa declaración (con titulares como “Telecinco secuestró y presionó al máximo a García, retrasada mental, por la exclusiva” y “Todo por una exclusiva”).

El programa ‘La Noria’ de Telecinco del 26 de febrero de 2011 dedica un espacio a analizar las declaraciones de Dña. Isabel García en ‘El Programa de Ana Rosa’ y también a descalificar la actitud de El Mundo y del Sr. Monegal Torros.

El Sr. Monegal Torros responderá desde Onda Cero el 28 de febrero de 2011 denunciando que en ‘La Noria’ sacaron declaraciones suyas manipuladas y responsabilizando directamente al responsable de la productora, La Fábrica de la Tele, D. Óscar Cornejo Palomino.

El abogado de Dña. Isabel García, D. Francisco García Zabas demandará a ‘El Programa de Ana Rosa’, forzando a que sus responsables tengan que ir a declarar. Son imputados Dña. Ana Rosa Quintana Hortal, D. Ignacio Abad, Dña. Patricia Pardo Burés, Dña. Ainhora Clemente Sanfeliciano, Dña. Silvia Fonseca, Dña. Pilar Cerisuelo, Dña. Sonia Martín y D. Salvador Barber. Durante su declaración El Mundo y también ‘La Sexta Noticias’ harán una cobertura negativa de ellos. El 1 de marzo de 2011 publicó El País un reportaje contra ‘El Programa de Ana Rosa’ titulado “¿Juzga un juez o juzga un circo?”.

En ‘La Sexta Noticias’ del 23 de marzo de 2011 de Dña. Helena Resano Lizaldre, aseguran que la Sra. Quintana Hortal ‘para muchos’ ha infringido el Código Penal y que debería ser condenada a una pena de entre 4 y 6 años de prisión. ‘La Sexta Noticias’ también acusa al Sr. Ignacio Abad de sólo querer ‘sacar tajada’ de la situación. Además ‘La Sexta Noticias’ se burlan que la Sra. Quintana Hortal haya declarado que en su programa lee un guion y a denunciado que la presentadora de Telecinco tuvo trato de favor de los juzgados por permitírsele entrar por la puerta de atrás para evitar a las cámaras de sus competidores. El 24 de marzo de 2011 El Mundo publica un artículo que critica a Dña. Ana Rosa Quintana de haber huido como una delincuente. No obstante, es mismo día el director de El Mundo, D. Pedro J. Ramírez Codina publicará un tuit pidiendo disculpas por las formas en la que El Mundo estaba tratando a la Sra. Quintana Hortal: “No es una delincuente, es una buena periodista”.

El 4 de mayo de 2011 la denuncia contra la Sra. Quintana Hortal era rechazada. El día 5 de mayo de 2011 la Sra. Quintana Hortal hacía un editorial respondiendo a todos los medios que la habían atacado. Aunque no citaba a ninguno por su nombre si aludió al leer sus titulares o recordar sus palabras a ‘La Sexta Noticias’, a El Mundo y a El País.

ana_rosa_reportera Dña. Patricia Pardo (der) fue directamente señalada por el diario EL MUNDO como la persona que había ‘presionado’ a Dña. Isabel García.

ana_rosa_nacho_abad_isabel_garcia Un juzgado de Madrid imputó a Dña. Ana Rosa Quintana, a Dña. Patricia Pardo y a D. Ignacio Abad (en la imagen) por la posibilidad de que hubieran coaccionado a la Sra. García. Al final aquella causa judicial contra los periodistas no prosperó.

26 Febrero 2011

Cuando todo vale por una exclusiva

Víctor Ruiz

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En ‘Primera plana’, Hildy Johnson esconde al asesino confeso Earl Williams en su escritorio para tener en exclusiva las declaraciones del prófugo. Telecinco no ha llegado a tanto en el caso Mari Luz, pero casi.

Ana Rosa Quintana consiguió este viernes la confesión que los jueces no habían logrado. Un plató de televisión convertido en tribunal de justicia. La intrahistoria de la confesión de Isabel García en ‘El programa de Ana Rosa’ (Telecinco) pone en cuestión los límites del periodismo.

Elmundo.es ha tenido acceso a lo que no se vio de la polémica entrevista. A las imágenes de la esposa de Santiago del Valle durante los cortes publicitarios, que van del desfallecimiento a las súplicas inclementes porque dejen de grabarla.

Según ha podido saber este diario, miembros de la productora Cuarzo han acompañado a Isabel García día y noche durante los últimos días. Desayunos, comidas y cenas junto a ella para evitar que pudiera aparecer en el plató de otra cadena.

Coincidiendo con el último día del juicio al presunto asesino de Mari Luz Cortés, un equipo del programa se desplazaba con su mujer a un parque en la madrileña avenida de Brasilia. Dos horas de directo hicieron el resto. Isabel García, que sufre un retraso mental, se derrumbaba y confesaba el crimen de su esposo ante las preguntas que recibía del plató del programa. Objetivo logrado.

Tras el programa, el periodista Nacho Abad la llevó personalmente a la comisaría de Canillas para que repitiera su confesión ante la policía. El trabajo había acabado.

Sin embargo, las imágenes de lo que la audiencia no pudo ver de la entrevista demuestran este proteccionismo. «No sé dónde estoy, no puedo decirte donde estoy», dice Isabel García por teléfono a una conocida ante los gestos claros de una productora del programa para que no revele el lugar. «No le digas nada», insiste la redactora.

García volvió a entrar en directo en el programa por última vez, antes de que la redactora afirmara: «Me la voy a llevar porque no me la va a quitar nadie. Y no va a hablar con nadie más».

Hundida después de la confesión y sentada en el suelo, empieza a suplicar que apaguen las cámaras. «No quiero más cámaras, Patricia, por favor, que me quiten las cámaras», dice sollozando, mientras la redactora trata de tranquilizarla a la vez que le pide al cámara que siga grabando.

«Hay que estar con ella, constantemente, en todo momento», insiste una de las personas del equipo mientras trata de calmarla con un «ya tengo el hotelito en Torrelodones, al lado de tu residencia». Objetivo amortizado.

01 Marzo 2011

¿Le juzga el juez o le juzga el circo?

Rosario R. Gómez

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La confesión ante las cámaras de la esposa del acusado de matar a Mari Luz alerta de los excesos del sensacionalismo - Los magistrados dicen que se abstraen de la presión mediática

Ni la policía ni los jueces han sido capaces de descubrir la verdad. El equipo del programa de Ana Rosa Quintana -líder de la mañana con Telecinco- sí. Eso es lo que ha publicitado la cadena que dirige Paolo Vasile desde el pasado viernes, cuando Isabel García, la esposa del presunto asesino de la niña onubense Mari Luz, declaró entre síncopes que su marido, Santiago del Valle, se había «cargao» a la menor «accidentadamente» porque la criatura «se había escapao». Isabel García es una discapacitada psíquica que ahora vive en un centro de caridad y que acumula una cierta experiencia en comparecencias televisivas desde que su marido, condenado por abusar sexualmente de la hija de ambos y condenado también por el mismo delito con niñas distintas en Gijón y Sevilla, se convirtió en sospechoso de la violación y muerte de Mari Luz Cortés, ocurrida en marzo de 2008. La confesión de la mujer ante las cámaras de Telecinco, contradiciendo su testimonio ante el tribunal, ¿es una exclusiva periodística que a cualquier medio le hubiera gustado difundir? ¿O se trata de una vuelta de tuerca en la zafiedad que algunos expertos atribuyen a esa cadena privada?

Para los responsables de Cuarzo TV, la productora de El programa de Ana Rosa, la confesión de García ha sido un éxito sin precedentes. No obtuvo la audiencia esperada porque el viernes cerraron los colegios y los niños se convirtieron en los dueños del mando a distancia. Pero ello no mermó la satisfacción del programa por haber «culminado una investigación en la que el equipo ha estado trabajando durante tres años, desde que Mari Luz desapareció».

En un editorial leído ayer por Quintana ante las cámaras, la periodista añadía: «Dimos la noticia que todo periodista hubiera querido dar. Por eso, quiero dar las gracias a todos los compañeros, tanto de Telecinco como de otros medios, que se han puesto en contacto conmigo y con otros miembros del equipo durante el fin de semana, para darnos la enhorabuena por el trabajo realizado». Un trabajo cuestionado sin embargo, por expertos en televisión, ética y representantes de los jueces.

El más contundente es el filósofo y catedrático de Ética Fernando Savater: «En estas ocasiones no se puede usar la palabra ética. Estamos hablando de unos sinvergüenzas, unos pícaros que se han aprovechado de una deficiente mental en estado de extrema necesidad económica. No han hecho un ejercicio de periodismo, sino una sinvergonzonada».

Una persona vinculada a la cadena que insistió en no ser identificada comentó ayer que ellos se limitaron a contar la «verdad oculta» del caso Mari Luz, que les sorprendió la confesión y que un vídeo que alguien de dentro hizo llegar a El Mundo que no les deja en buen lugar es «una tergiversación de los hechos». En dicha grabación se ve a Isabel García sin resuello, sentada en el césped de un parque de la avenida de Brasilia de Madrid, diciendo que no se encuentra bien y pidiendo que no le graben más. La reportera no le hace caso y mientras va a por un vaso de agua la cámara sigue filmando a la mujer en el suelo, en estado de histeria. En determinado momento habla por el móvil y cuando empieza a decir dónde se encuentra la reportera la conmina a callar, le advierte de que no puede dar pistas a nadie para no reventar la exclusiva. La mujer obedece y acata las indicaciones disciplinadamente.

Esa secuencia pertenece, según la citada fuente, al final del contacto entre los periodistas de Cuarzo y la esposa del pederasta. Y que ellos se limitaron a ayudar: «Llamamos al Samur, le explicamos los síntomas de Isabel y ellos se negaron a ayudarnos. Nos dijeron que sus ambulancias y sus profesionales están para casos más serios. Así que la trasladamos nosotros a una cafetería próxima a tomar un batido para reponerse. Después, nos pidió ir a la policía a confesar y la acompañamos. Eso es todo». García ingresó horas después en la cárcel de Soto del Real (Madrid) imputada por los posibles delitos de falso testimonio -en sus primeras comparecencias televisivas y durante el juicio acusó a su cuñada de la muerte de Mari Luz y defendió la inocencia de su marido- y omisión del deber de socorro a la víctima. Una juez de instrucción de Madrid ha abierto diligencias a Telecinco para averiguar si hubo presión psicológica o económica para conducir a Isabel García a efectuar una denuncia falsa.

La cadena salió al paso: «Parece que las exclusivas de unos medios valen más que las de otros. Ahora resulta que fotografiar a una persona que sale de un quirófano en el trayecto a su habitación sí es ético [en alusión a la fotografía de portada de El Mundo con Esperanza Aguirre en camilla], pero la exclusiva del programa de Quintana, no».

La pregunta a la mencionada fuente sobre si en algún momento habían a advertido a la mujer de que confesar la autoría del marido significaba autoinculparse de varios delitos quedó sin respuesta, al igual que otras fuentes callaron al ser preguntadas por la cuantía de lo pagado por la exclusiva. «Puede que fuera dinero en efectivo o tal vez solo obtuvo a cambio la satisfacción de aparecer en la tele con la Ana Rosa, acudir a hoteles y restaurantes de lujo y ser el centro de atención de un colectivo durante unas horas».

Parte de la profesión periodística se avergüenza de lo ocurrido. Para el catedrático de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid Manuel Núñez Encabo, contenidos como los vistos en El programa de Ana Rosa son «una afrenta al ejercicio del periodismo» y marcan un camino que conduce «al límite de la vulneración de los derechos fundamentales y de la dignidad de la persona», una apelación similar a que realizada por la presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas Españoles (FAPE), Elsa González.

Núñez Encabo, que actualmente preside la Comisión de Quejas y Deontología del Periodismo, lamenta que los contenidos de algunos medios informativos se hayan convertido en un objeto de mercado y las personas en mercancías, y afirma que los medios audiovisuales y especialmente la televisión se parece al Oeste americano, donde todo es posible. «El primero que saca la pistola y dispara se adueña de la audiencia. Por eso no duda en utilizar el morbo».

Impulsor del Código Deontológico del Consejo de Europa, recuerda que una de las primeras exigencias del manual del periodista es el respeto a la verdad y que una información no es veraz si no está contrastada con las fuentes. «En este caso, la fuente de información no es la mujer que apareció en el programa sino el proceso judicial, que quedó visto para sentencia el pasado viernes. La televisión está sustituyendo a los jueces y eso es muy grave». Núñez Encabo cree que en situaciones como ésta se hace más necesario que nunca un Consejo Audiovisual, órgano regulador de la televisión cuya creación está prevista en la ley pero cuyo nacimiento está hoy por hoy bloqueado por los políticos.

Para el analista Eduardo García Matilla, el caso de las niñas de Alcàsser fue «el punto de inflexión». También lamenta que aún no se haya creado el Consejo Audiovisual que regule contenidos «inaceptables». Para García Matilla, «cuanto más sensacionalismo y escándalo mejor, más audiencia». «Es una dinámica peligrosísima; una locura, pero esa es la tendencia. Se demoniza a Telecinco porque quizá es la cadena que más se pasa, pero otras tampoco se libran». La opinión de Savater es más directa que la de los analistas: «Es una televisión hecha por bribones para imbéciles», asegura el autor de Ética para Amador.

El medios judiciales la reflexión no es más benévola, aunque la condición de magistrados inclina a la cautela. José Luis Ramírez, portavoz de Jueces para la Democracia, cree que «la retractación de García forma parte del circo mediático», y niega cualquier validez jurídica a lo declarado en Telecinco «porque de la misma manera que acusó a su marido en esa cadena puede ir a otra televisión y acusar del crimen al primero que se le ocurra». Los jueces niegan toda credibilidad a testimonios como el de El programa de Ana Rosa. Solo confían en las declaraciones respaldadas por las garantías del sistema judicial.

«La justicia española, al igual que cualquier sistema judicial democrático, presume la inocencia del acusado hasta que se pruebe la culpa en un juicio justo, con defensa, publicidad, testigos, pruebas de cargo, hechos constatados. Eso no se hace en un plató de televisión. Eso lo hacen las instituciones del Estado», señala José Antonio Ballesteros, exportavoz de la Asociación de la Magistratura, al tiempo que concede categoría de anécdota a lo ocurrido el viernes por la mañana en Telecinco. «No es ninguna novedad. Que los medios traten de influir en los jueces es tema viejo. No nos dejamos influir. No le damos ninguna importancia. Forma parte del espectáculo televisivo».

Sin embargo, tanto Ballesteros como Ramírez sí consideran que la profesión debería asumir cierta autorregulación que impidiera sobrepasar límites y evitar «vicios que deterioran el sistema democrático», sostiene Ramírez, quien opina que muchos telespectadores de Telecinco «han tragado el anzuelo de que los tribunales están llenos de artimañas que esconden la verdad y que menos mal que ahí están ellos para esclarecer crímenes y salvar la justicia».

06 Marzo 2011

El cro, cro, cro, cro de Unamuno a sus detractores

Ana Rosa Quintana

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El «fondo de reptiles» de la Junta andaluza iba a servir para dar subvenciones encubiertas por un millón de euros a una empresa de Mario Conde situada en una de las zonas -la sierra norte de Sevilla- más premiadas por la persona que la Policía considera clave en la trama de los ERE, el ex director general de Trabajo Francisco Javier Guerrero. Finalmente, esas ayudas se truncaron por la destitución de Guerrero en 2008.

Para evitar que fuera Conde quien apareciera como perceptor de esas ayudas, y la consiguiente repercusión política, las subvenciones al ex banquero iban a llegar a través de una almazara (molino de aceite) presidida por una persona del entorno familiar del ex consejero de Trabajo José Antonio Viera, actual líder del PSOE de Sevilla.

El proyecto consistía en financiar la ampliación de una almazara en la que Conde molturaría la aceituna de su finca Los Carrizos, en Castilblanco de los Arroyos. Con anterioridad, esta almazara sevillana había recibido 1.050.000 euros del «fondo de reptiles», entre otras ayudas públicas.

Los hechos se remontan a 2006, cuando Conde buscaba una fórmula que le permitiera abaratar los gastos de la molturación de la aceituna ante la imposibilidad de construir una almazara propia en su finca por restricción medioambiental. El presidente de la almazara, Eduardo Lora, ofreció un trato irrechazable para los cooperativistas de la Sociedad Agraria de Transformación Virgen del Espino de El Pedroso. Se trataba de que Conde ampliara la almazara y corriera con todos los gastos corrientes de la molturación a cambio de producir allí su propio aceite, que se vende bajo la marca Los Carrizos.

Lora era el ex marido de la entonces mujer del consejero de Empleo. Sus relaciones, difíciles al principio, se estrecharon con el tiempo, como demostró el hecho de que juntos acudieran a una reunión a la almazara para prometer la subvención de 600.000 euros del «fondo de reptiles». Lora también es socio del ex concejal socialista José Enrique Rosendo, que gestionó cerca de ocho millones de euros de subvenciones del «fondo de reptiles» en distintas sociedades, y cuyo padre, ex alcalde de El Pedroso, aparece como falso prejubilado en el ERE de Cydeplast. Guerrero, el alto cargo de la Junta que controlaba esos fondos por valor de casi 700 millones de euros en 10 años, también fue regidor de El Pedroso.

Las negociaciones entre Conde y la almazara fraguaron en un contrato que se firmó entre dos sociedades, en las que ejercen como administradores y apoderados los hijos del ex presidente de Banesto, y la dirección de la cooperativa. En virtud de aquel acuerdo, la familia Conde se comprometía a financiar las obras de ampliación y a comprar la maquinaria necesaria para que el molino tuviera capacidad para moler los cuatro millones de kilos de aceitunas al año procedentes de la fincas de Castilblanco de los Arroyos y de otra que tiene en Ciudad Real. El contrato incluía una cláusula por la que las subvenciones públicas que pudieran recibirse se destinarían a resarcir la inversión acometida por los Conde.

Según explicó Lora entonces a los cooperativistas, la Junta iba a incentivar la ampliación de la almazara y ésta transferiría posteriormente el dinero a la empresa de Conde. De acuerdo con las explicaciones de Lora, no era políticamente correcto que la Administración subvencionara directamente al ex banquero, condenado por el caso Banesto.

Conde explicó a este diario que esas subvenciones para financiar un 60% o 70% de la inversión estaban previstas, pero nunca llegaron. Aclaró que la inversión para ampliar la almazara corrió a cargo de su empresa, que pidió un crédito con su finca como aval. Como la maquinaria y las nuevas instalaciones quedarían en propiedad de la cooperativa, era ésta, su legítima dueña, la que debía pedir esas subvenciones.

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APOYO

«Interesado en investigar»

>El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, admitió ayer que las irregularidades detectadas en la tramitación de los expedientes de regulación de empleo (ERE) «han hecho daño» al PSOE porque afectan a su «credibilidad» como formación política.

>«El primer interesado en investigar y en que se obtenga toda la verdad de lo que puede haber detrás de los ERE es el PSOE y el Gobierno andaluz, que es el que denunció el caso y el que ha remitido al juzgado todos los asuntos en los que ha podido ver que hay ciertas anormalidades», subrayó el jefe del Ejecutivo andaluz, que quiso dejar claro que no se trata de «fondos ilegales, sino aprobados por el Parlamento que han resuelto muchos problemas de mucha gente, de muchas empresas y de muchas personas, y que han jugado un papel importante a lo largo del tiempo en Andalucía».

23 Marzo 2011

El vuelo del cuervo

Antonio Soler

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Seguimos cultivando el alma porteril, el cuchicheo como primera fuente de información, de entretenimiento y espectáculo. La llamada prensa rosa se enseñorea en los kioscos, en las franjas horarias más codiciadas de la televisión. El tsunami rosa ahoga, derrumba y contamina todo lo que encuentra a su paso. Dicen que es inocuo, que sólo propicia el vacío mental, una especie de ganchillo de las neuronas en el que pasa los días una parte considerable de la población y sobre el que se sustenta el lucrativo negocio de unos cuantos además de guiar la vocación de alguna gente joven, ansiosa por ser alguien en ese carrusel de inmundicias guisadas a fuego lento, día tras día.

La cosa puede ser peor. Y de hecho lo es en cuanto salta la menor ocasión. En cuanto aparece alguna carroña jugosa el cuchicheo emprende el vuelo hacia ella y se nutre de lo escabroso o lo macabro. La gran lección al respecto la dio una inconsciente, enajenada o malévola -a saber- Nieves Herrero en 1993, llenando un tetaro con los familiares de las niñas de Alcasser y haciendo, literalmente, un espectáculo de un terrible crimen. Allí se exhibió el desconsuelo de unas personas sobrepasadas por el dolor en beneficio no de la información sino de un sentimiento morboso y aborrecible. Ana Rosa Quintana, modestamente, ha seguido el ejemplo con su entrevista a Isabel García, la mujer de Santiago del Valle. La entrevista, sí, fue más módica que aquel despliegue informativo que encabezó Nieves Herrero, pero se basa en la misma filosofía que proscribe cualquier amparo a la ética y beneficia el espíritu puramente carroñero del periodismo en su registro más bajo.

Uno no se figura a Ana Rosa Quintana dentro de esa endeblez mental, presa de esa nebulosa que tal vez en su día le impidió a su colega Herrero vislumbrar el despropósito de su acto. Quintana, según se desprende de sus declaraciones posteriores, se vio espoleada por la primicia, por lo que ella consideraba un bombón informativo por el que habrían estado dispuestos a pelear todos sus compañeros. Al ver el vídeo en el que la mujer del ahora condenado pederasta balbuceaba y, tirada en el césped de un jardín público, suplicaba que apagaran la cámara que no dejaba de grabarla y respondía llorando a una llamada telefónica en la que confesaba no saber a donde la habían llevado ni en qué lugar estaba, uno puede pensar que sí, que todos los compañeros de Ana Rosa Quintana estarían dispuestos a pelear por tener en su currículum un hecho de tan alta gloria informativa. Obtenido de un modo tan inteligente, limpio y gratificante para el género humano. Todos sus compañeros. Todos aquellos a los que años y lustros en la trinchera, bajo una lluvia corrosiva, les hayan diluido cualquier atisbo de dignidad, ética o incluso de compasión.

Detrás de todo ese aparato mediático está la muerte de una niña y el drama de su familia. Los medios, naturalmente, tienen el derecho y el deber de informar sobre ese caso y también de pelear por posibles primicias. Sin degradar el oficio y sin degradar a la sociedad a la que finalmente deberían estar sirviendo. Pero no, la perversión del sistema ha generado esta carrera hacia lo más hondo del estorcolero. No hay límites, tanto da preguntarle en un escenario a la familia de una joven asesinada qué se siente como apabullar a una mujer limitada mentalmente. Esta mañana, Ana Rosa Quintana está llamada a declarar ante el juez. Ahora, además, es acusada por Isabel García de haberla coaccionado. Más bombo y más gloria. Aquí ya no se trata de volar más alto para saber ninguna verdad. Icaro es un cuento de chinos. El cuervo siempre encuentra su comida a ras de tierra.

Antonio Soler

25 Marzo 2011

Ana Rosa solo lee un guión

Ferrán Monegal

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Ha seguido ‘LA SEXTA Noticias’, con ejemplar puntualidad, la comparecencia de Ana Rosa Quintana en los juzgados, requerida por la jueza para dilucidar si en su polémica entrevista y pressing a Isabel García, la mujer de Santiago del Valle, cometió delitos de «detención ilegal, coacción y vejación», según nos relató en este informativo la letrada Olatz Alberdi. La inclusión, en un informativo, de la estrella de las mañanas de TELECINCO es pertinente. Sobre todo por la información que nos proporcionaron: «Ana Rosa Quintana se defendió ante el juez alegando que ella únicamente lee un guión, que se dedica a presentar un programa, que no sabia el contenido del programa hasta que ese día llegó al plató, y que por lo tanto no era responsable». ¡Ah! Prodigioso escapismo. Intentaba pasar como simple asalariada de un programa, al que llega cada mañana sin saber nada de nada, y lee como un lorito lo que los jefes le mandan. Como estrategia argumental es pintoresca, pero resulta difícil de tragar. La señora Quintana, no solo es presentadora, sino responsable máxima del programa -por algo se llama, precisamente, El programa de Ana Rosa-, además de ser propietaria de la empresa que lo fabrica, la productora Cuarzo. También ha sido interesante lo que nos ha contado LA SEXTA acerca de cómo ha entrado Ana Rosa en los juzgados: «No entró como el resto de los mortales. Un juez, Elpidio José Silva, condenado por impagos y con polémicas actuaciones, la coló por la puerta de atrás». O sea, le facilitaron un acceso reservado a jueces y magistrados. Celebremos la información de La Sexta. Es luminosa. Deploremos el corporativista silencio del resto de cadenas.

JAUME ROURES, ALBAÑIL -. Gracias al diario CINCO DÍAS hemos sabido que Jaume Roures finalmente ha «repatriado» la sociedad instrumental Mediaproduction Properties, que controlaba desde Holanda el 100×100 de su televisiva productora Mediapro. ¡Ah! Es noticia saludable que las empresas que trabajan en España no estén camufladas en las paradisíacas participation exemption de Holanda. Pero lo más hermoso es el objeto social de esta nueva compañía. Según consta en el Registro Mercantil: «Compraventa y explotación de fincas rústicas y urbanas, y realización de toda clase de obras y construcciones». ¡Ah! Es apasionante: quizá en breve veremos al admirado Jaume Roures haciendo de albañil subido a un andamio.

Ferrán Monegal

26 Marzo 2011

Felonías

Carlos Sánchez Boyero

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Me avisan tarde de la fechoría más audaz que han perpetrado las anfetamínicas hienas de Sálvame, superior incluso a la que cometió ese buitre con esforzado estilo de señora sofisticada llamada Ana Rosa Quintana con la debilidad mental de la esposa de un violador de críos. Llego tarde, repito, pero me fío cuando me cuentan que el impúdico Vázquez ha logrado que otra mujer carente de las neuronas más ínfimas, habitante del culebrón con algún familiar de un torero que se llama Jesulín de no sé dónde, padre de la hija de esa Belén no sé qué, que tanto ama el presunto anarquista Segura, ha consentido hacerse en directo el predictor para que la España más inenarrable confirme o niegue si la reivindicativa dama lleva un feto en su vientre.

Aseguran que todo vale si el resultado genera fama y dinero. Ese axioma fue sagrado entre los mercaderes ancestrales, pero los postulados intelectuales y existenciales de la posmodernidad (o sea, los modernos de cualquier época, esos impostores siempre dispuestos a cambiar una piel que nunca ha sido suya si lo aconseja la moda, tan incapaces de crear algo perdurable, tan maquillados para ocultar la nada) también lo hicieron suyo mientras que eso encontrara subvención pública, razones culturales, tirarse el rollo mediante convenientes felaciones al poder.

Entiendo que estar conectado permanentemente con esa ventana al mundo, a esa fidedigna transcripción de la realidad llamada televisión puede hacer sentir alucinaciones a cualquier persona que aspire a la normalidad. Pero, según las encuestas, esto es lo que hay, el gusto popular considera imprescindible para su ocio esta droga tan dura. El difunto Valerio Lazarov hizo modélicamente su asqueroso trabajo combinando en Telecinco esa fórmula infalible, importada de Italia, de sexo más imbecilidad. Paolo Vasile, alguien incuestionablemente inteligente y con un desprecio absoluto hacia los acomodaticios y manipulables gustos de la plebe ha conseguido el éxito absoluto con esa premisa tan lúcida y cínica. Lo peor es que sus competidores en el corte y la adicción a estupefaciente tan salvaje, que son casi todos, le envidian.