5 marzo 2019

Crearán la competición de equipos de mujeres futbolistas 'Élite' frente a la Liga Iberdrola

La Federación de Fútbol de Luis Rubiales y Andreu Camps torpedea la Liga Femenina de Tebas y le arrebata el partido de los lunes

Hechos

El 5 de marzo de 2019 la Real Federación Española de Fútbol anunció la creación de su propia competición de Fútbol femenina de manera paralela a la Liga Iberdrola.

06 Marzo 2019

La guerra estalla con ellas

Sergio R. Viñas

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La guerra de poder e influencia que mantienen la RFEF y LaLiga (o Luis Rubiales y Javier Tebas, como se quiera ver) ha estallado por el flanco más débil, el fútbol femenino. El dinero, como en casi todos los conflictos humanos de la historia, es el principal argumento que explica un nuevo escenario que desde ayer roza el surrealismo. La RFEF anunció que a partir de la próxima temporada habrá dos estructuras de liga paralelas. Una será la Liga Iberdrola actual y otra una nueva competición «de adscripción voluntaria» creada por la RFEF llamada Élite, que será la que dé acceso a competiciones europeas y que, oficialmente, será la de máximo rango en España.

El anuncio de la institución que dirige Rubiales fue acogido con estupefacción por muchos sectores del fútbol femenino español, que asisten con perplejidad al nuevo escenario que se les presenta, tan extraño como incierto. ¿Deberán elegir entre una competición consolidada (Liga Iberdrola) y otra que oficialmente sería la primera división nacional (Élite)? ¿Podrán convivir ambas y sobrevivir a una competencia que el actual fútbol femenino español no tiene la capacidad de soportar ni social, ni deportiva, ni económicamente?

No aparecen argumentos deportivos ni de promoción del fútbol femenino que justifiquen una dicotomía de ese calado. Sólo se entiende desde una perspectiva económica y de poder, los argumentos que sostienen la guerra entre Tebas y Rubiales. El principal trasfondo de la decisión tomada ayer por la RFEF es la comercialización de los derechos televisivos de la Liga Iberdrola. La Asociación de Clubes de Fútbol Femenino, integrada por todos los clubes salvo Barcelona y Athletic y auspiciada por Tebas, pretende gestionar esos derechos, para cuyo concurso publicó unas bases. La RFEF respondió con un comunicado en el que defendía que era el titular legal de los derechos de la Liga Iberdrola, al no ser esta una competición profesional.

Lo que ha hecho ahora la RFEF es desplazar ese debate legal haciendo tabla rasa con el fútbol femenino. Puesto que tiene la potestad de gestionar el palmarés oficial y dar acceso a competiciones europeas, crea una nueva liga de cero, despojando de su poder de influencia tanto a los clubes que participen en ella como al que estos le han concedido a la institución que dirige Tebas.

Los 14 clubes de la Liga Iberdrola asociados en la ACFF anunciaron en un comunicado su «rechazo» a la nueva liga de la RFEF y denunciaron la «improvisación» de la propuesta, recordando que hace apenas un mes clubes y federación se reunieron para trabajar en estructura de la Liga Iberdrola de la próxima temporada.

07 Marzo 2019

La televisión, clave en el cisma del fútbol femenino

Ladislao J. Moñino

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Los derechos de retransmisión de la Liga Iberdrola, que se adjudican este jueves, recrudecen la guerra entre LaLiga y la Federación

Un operador televisivo se adjudicará este jueves el concurso en el que se han subastado por primera vez los derechos de televisión de la Primera División del fútbol femenino, la denominada Liga Iberdrola. Sin embargo, el vencedor de la puja se hará con los citados derechos para las próximas tres temporadas en medio de la incertidumbre generada por el anuncio de la Federación Española de Fútbol (FEF) de crear un nuevo modelo de competición y de gestión, al margen del ya existente, explotado económicamente por LaLiga a través de la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (ACFF). La Federación propone una División Élite (16 equipos) y una División Promesas (32 equipos). Además, esta sería la competición que daría derecho a participar en la Champions femenina.

El cisma está servido y en plena erupción. Las primeras grietas ya han aparecido. El Athletic, que junto al Barcelona es el único club de los 16 de la Liga Iberdrola que no forma parte de la ACFF, anunció en un comunicado que está posicionado del lado federativo. “El Athletic Club está presente en la comisión del fútbol femenino de la RFEF y participó en la toma de esta decisión [la creación del nuevo modelo de campeonato] representado por su presidente, Aitor Elizegi”, informó la entidad bilbaína. Desde el Barcelona hablan de una modificación en el modelo de gestión, pero no de la creación de una liga paralela a la actual. “Estaremos siempre a favor de la máxima profesionalización del fútbol femenino y de la Federación”, aducen desde la entidad azulgrana.

El nuevo modelo competitivo, de inscripción voluntaria, según anunció la FEF, deberá aprobarse en la asamblea federativa que se celebrará en los primeros días de abril. Si los asambleístas del fútbol español dan luz verde a la propuesta federativa, el fútbol femenino estará abocado a una fuerte división de consecuencias impredecibles. Los clubes que compiten bajo el actual sistema han elaborado sus presupuestos para competir por títulos, participar en la Champions o lograr ascensos. Además, hay contratos vigentes con jugadoras y con patrocinadores bajo el modelo de competición y explotación actual.

Negocio en expansión

De fondo también emerge la negociación del primer convenio colectivo del fútbol femenino, muy dependiente los ingresos que puedan generar los clubes a través de la venta de los derechos audiovisuales. La comercialización de estos es lo que ha desatado este nuevo capítulo de la eterna y recrudecida batalla por las competencias entre la Federación y LaLiga, encarnada y amplificada en la figura de sus respectivos presidentes, Luis Rubiales y Javier Tebas. Desde que llegó a la presidencia de la Federación, Rubiales trata de recuperar el control y competencias perdidos bajo el mandato de Ángel María Villar. El fútbol femenino, ahora en plena expansión, es uno de los territorios que pretende reconquistar Rubiales. Según fuentes consultadas, los derechos audiovisuales de la Liga Iberdrola pueden rondar el valor de unos tres millones de euros por temporada. Sin embargo, el crecimiento del fútbol femenino puede revalorizarlos en los próximos años.

El conflicto se desató en el momento que la ACFF anunció a la Federación que lanzaría una subasta para sacar a la venta los derechos televisivos de la Liga Iberdrola. La respuesta federativa fue una negativa a la iniciativa de la patronal al considerar que esos derechos le pertenecen al tratarse de una competición no profesional sobre la que tiene la potestad de organizarla y desarrollarla. La ACFF, en cambio, se apoya en que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ratificó el pasado mes de julio que los derechos audiovisuales le pertenecen y limitó las posibles actuaciones de la Federación sobre ellos.

La ACFF ya expresó en su comunicado del pasado martes que la propuesta federativa no les fue consultada. Los clubes consideran que la maniobra de crear un nuevo modelo de competición es la fórmula elegida para arrebatarles los derechos audiovisuales. La inscripción en ese nuevo modelo de campeonato requeriría la cesión de los mismos a la Federación.

La ACFF anunciará este jueves el operador que retransmitirá la Liga Iberdrola como un paso más de la hoja de ruta marcada en su plan de desarrollo del fútbol femenino. Sus miembros confían en que todo volverá a la normalidad. Pero la batalla por gobernar el fútbol femenino no ha hecho más que comenzar.

29 Marzo 2019

El fútbol español, víctima de una guerra fratricida

Ladislao J. Moñino

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El CSD se ofrece a mediar en el conflicto de competencias entre la Federación y LaLiga tras obviar dos informes de sus servicios jurídicos favorables a la patronal. Rubiales, con Tebas en contra, anuncia que de mayo a septiembre no se jugará antes de las 19.30

El fútbol español vivió este jueves una jornada esperpéntica fruto de la batalla económica que dirimen la Federación Española de Fútbol (FEF) y LaLiga sobre las competencias y la explotación de los derechos derivados de la competición liguera (el nombre, el balón y los horarios). Una guerra que salpicó al Consejo Superior de Deportes (CSD).

Primero, trascendieron dos informes jurídicos de este organismo, uno al que ha tenido acceso EL PAÍS y otro de la web jurídica Iusport, en los que se reconoce a LaLiga como competente de los derechos en conflicto. Sin embargo, el CSD obvió ambos informes cuando la semana pasada se inhibió al respecto y conminó a ambas partes a llegar a un acuerdo. Al ser conocedores de que ambos documentos del servicio jurídico circulaban en los medios, el CSD incidió en que no eran vinculantes. De paso, divulgó un comunicado en el que se ofrecía a mediar en el pulso entre la FEF y LaLiga, pugna de la que se desligó la pasada semana. Poco después de la nota pública del CSD, la FEF anunció que del 20 de mayo al 15 de septiembre no se podrán programar partidos antes de las 19.30, debido al calor. “Los horarios los va a seguir poniendo LaLiga, porque así lo dice la ley”, replicó el presidente de los clubes, Javier Tebas.

Informe del servicio jurídico del CSD favorable a las competencias de LaLiga.
Informe del servicio jurídico del CSD favorable a las competencias de LaLiga.

Las competencias que ahora pone en jaque la FEF están en poder de LaLiga mediante la Ley del Deporte de 1990 y los convenios de coordinación firmados con la Federación. El último acuerdo, rubricado en 2014, expira el próximo 30 de junio. El presidente federativo, Luis Rubiales, considera que este es el momento ideal para recuperar dichas atribuciones. LaLiga se opone a perder lo que considera que es suyo tras haber sido explotado por ella sin oposición alguna de la FEF en los últimos 20 años.

Desde LaLiga manifestaron “estar perplejos” porque el CSD no haya tenido en cuenta el escrito de Lucía Muñoz, subdirectora de Deporte Profesional y Control Financiero del organismo, que concluye: “Teniendo en cuenta que las competencias de la LNFP puestas ahora en duda por la RFEF tienen rango estatutario amparado por el artículo 26 d) del Real Decreto 1835/1991 sobre Federaciones deportivas españolas (…), que la RFEF ha reconocido estas competencias a la LNFP a través de los convenios de coordinación y que durante un periodo cercano a 20 años la RFEF no ha puesto en duda la competencia de la LNFP sobre estas materias, entendemos que la solicitud de la RFEF no se ajusta a derecho y atenta contra la doctrina de los actos propios, la confianza legítima y la buena fe”.

En el CSD aseguran que el informe no es vinculante, aunque sí admiten que al estar firmado por una alta funcionaria tiene peso. Otro informe, revelado por la web jurídica Iusport y firmado por Ramón Barba, también subdirector de régimen jurídico del CSD, da la razón a LaLiga en la cuestión de la franja de horarios. Según el CSD, este documento tampoco es vinculante. LaLiga acudirá a la negociación con estos dos escritos como argumentos de peso para asegurar que no tiene nada que negociar al respecto.

Resolución del informe del CSD.
Resolución del informe del CSD.

Para colmo, la FEF propuso el pasado mes de octubre al CSD una resolución para que del 20 de mayo al 15 de septiembre no se juegue antes de las 19.30 por motivos de salud. La Comisión Directiva del CSD, que debe someter a votación dicha propuesta federativa, tenía pensado abordar este viernes el asunto. Pero la Federación, tras conocer los informes jurídicos negativos a sus intereses, emitió un comunicado en el que ya da por aprobada esta normativa por “silencio administrativo positivo”.

Con esta decisión, la Federación considera que a partir del 20 de mayo, los partidos de las últimas jornadas de Segunda División de este curso, así como los del play-off de ascenso y las primeras jornadas de LaLiga Santander de la próxima temporada no podrán disputarse antes de las 19.30. También opinan desde la Federación que una vez que se ha cumplido el plazo para que el CSD resolviera, la votación de la comisión directiva ya no tendrá efectos y solo quedará un recurso ante la justicia ordinaria.

El fútbol español se encamina a una judicialización eterna donde todo está en disputa entre la Federación y LaLiga. El fútbol femenino también se ha visto afectado sensiblemente por esta batalla con el intento de creación por parte federativa de una competición paralela a la Liga Iberdrola, cada día más en auge. Aquí la guerra tiene que ver con el control sobre los derechos de televisión de la competición y está afectando directamente a la negociación del primer convenio colectivo del fútbol femenino al que el conflcto FEF-LaLiga también le ahoga. La guerra parece no tener fin.

Rondas de Copa a partido único

El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, anunció en una conferencia-coloquio en el hospital Doctor Peset de Valencia que, ya a partir de la temporada que viene, algunas rondas de la Copa del Rey se disputarán a partido único en el campo del equipo más débil. Explicó que el cambio “va a reducir en dos o tres los partidos disputados por equipo” y contribuirá a añadir “más espectáculo”, y justificó la reducción: “Los futbolistas no son máquinas que puedan jugar 65 partidos al año”. Rubiales no quiso dar más detalles de una reforma que necesita la aprobación de una asamblea extraordinaria, a cuyos miembros aún no ha trasladado el proyecto que presentará a la votación, en la que también se aprobarán modificaciones en el formato de la Supercopa.

16 Agosto 2019

Sensatez en el fútbol

EL PAÍS (Directora: Soledad Gallego Díaz)

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Las rencillas entre la Federación y LaLiga deterioran el normal desarrollo de este deporte

La nueva temporada de LaLiga de fútbol comienza hoy marcada por una guerra de alto voltaje entre los organismos que rigen uno de los grandes espectáculos (y negocios) deportivos. El abierto enfrentamiento entre el presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, y el de LaLiga, Javier Tebas, por el control de los horarios y la explotación comercial de la competición ha traspasado el ámbito personal y ha llegado a los tribunales, ahondando así un conflicto que tiene en vilo a los clubes y a sus accionistas, a los operadores de televisión que retransmiten los encuentros y a los aficionados.

Lejos de mitigar la enconada relación entre los máximos responsables de la Federación y LaLiga, el fallo dictado la semana pasada mantiene las espadas en todo lo alto. El núcleo de las desavenencias es algo tan fundamental como quién manda a la hora de fijar los horarios en los que se celebran los partidos. Hasta ahora, la competición se venía disputando a lo largo de cuatro días de la semana: viernes, sábado, domingo y lunes. LaLiga defiende este statu quo, mientras la Federación quiere confinar los partidos al fin de semana. En un fallo salomónico, el juez ha estimado parcialmente las medidas cautelares solicitadas por LaLiga y ha decretado que los encuentros se disputen los viernes, pero no los lunes. De paso, el magistrado hace un llamamiento a la coordinación entre ambas instituciones, si bien ninguna de las dos partes parece dispuesta a ceder.

Las antagónicas posiciones y falta de sintonía entre Rubiales y Tebas ya se percibieron cuando se planeó cambiar el modelo de la Copa del Rey y de la Supercopa. Las discrepancias delatan un pulso por controlar una actividad que, además de movilizar pasiones, gestiona ingentes cantidades de dinero. Reducir los días en los que se juegan los partidos acarrea un importante impacto económico en las arcas de los clubes. Los operadores audiovisuales son la fuente principal de financiación y gracias a suculentos contratos las entidades han mejorado su situación financiera, saneado sus cuentas y liquidado en gran medida las deudas con Hacienda y la Seguridad Social. La estabilidad de LaLiga durante los últimos años no puede ser amenazada por ningún tipo de greñas gratuitas.

El fútbol, sin embargo, no es solo negocio. Es emoción y sentimiento y requiere el respeto a las inquietudes de las aficiones. En nada contribuyen a su buen funcionamiento las rencillas, las bravuconadas y las amenazas entre sus máximos dirigentes. Lo importante es que trabajen para abordar los grandes desafíos que tiene ante sí este deporte.

Abordar estos problemas es un acto de responsabilidad. Solucionarlos requiere la colaboración y el empeño conjunto de la Federación y LaLiga. Optar por la permanente hostilidad perjudica al conjunto del fútbol y deteriora gravemente la imagen de éxito que se han labrado los clubes españoles en el entorno nacional e internacional. Judicializar el balompié no es la solución.

22 Diciembre 2019

Destructores del fútbol

Javier Marías

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Sigo Segunda División, A y B. En cada grupo tengo mis favoritos y mis ‘enemigos’, como en Primera antes de que la mataran

LOS RESPONSABLES de la Federación Española de Fútbol y de LaLiga, Rubiales y Tebas, se detestan sin disimulo y se combaten en todos los frentes menos en uno: actúan mancomunadamente para destruir el fútbol. Eso sí, con la criminal colaboración de presidentes de clubs, insaciables marcas deportivas, millonarios árabes, rusos o asiáticos convertidos en groseros propietarios de equipos antaño nobles, televisiones enloquecidas, codiciosas casas de apuestas y parte de las hinchadas, dedicadas a arrasar las ciudades que visitan. Sin olvidar a modistas de gusto pésimo ni a Mourinho.

Hace un mes le confesé a mi amigo y editor Juan Díaz, culé fanático (y por tanto antimadridista a ultranza), que ya no seguía el campeonato de Primera División. No me dio crédito y le expliqué: “Lo han convertido en una competición sin interés y, sobre todo, indescifrable. Cada poco se interrumpe para que se juegue un apasionante España-Malta, o, en otras áreas, un Chipre-Alemania, un Inglaterra-Islas Feroe y un Liechtenstein-Italia. Eso cuando el enfrentamiento no es entre Moldavia y Estonia. O amistosos ociosos. A la siguiente jornada de Liga, uno ha perdido comba, no recuerda quién la encabezaba ni quiénes estaban en descenso. Para compensar, a veces se juegan partidos en martes, miércoles y jueves, de los que pocos se enteran y que contribuyen al desconcierto.

Cuando por fin hay encuentros en fin de semana, los horarios son descabellados: a las 12, a las 13, en viernes, sábado, en domingo a las 21, cuando los lunes suelen ser laborables. Quieren robarnos partidos para entregárselos a Arabia Saudí o a Miami, dos lugares sin tradición y un Estado delictivo el primero. Añádele a todo eso que es casi imposible adivinar qué equipo es cuál. Saltan al césped vestidos de fucsia irisado o de rosa palo, de verde limón o de orina, la mayoría de las veces sin necesidad (el cambio de uniforme se justificaba sólo por la posible confusión de colores). Esta temporada tu equipo, el Barça, va como el Sabadell, a cuadros ‘arlequinados’, o más frecuentemente de amarillo nada neutral”. No es el caso de Juan Díaz, que será culé inquebrantable por lo menos hasta que se retire Messi, pero conozco a bastantes barcelonistas que este año se han declarado en huelga contra el club de sus amores por considerarlo colaboracionista —ay, ese amarillo no es casual en Cataluña— del Régimen de Vichy que pretenden imponer Puigdemont, Mas, Junqueras, Torra y compañía. Como lo juzgan totalitario y una calamidad para su país, ya no pueden ir con el Barça como toda la vida. (Los jóvenes que ignoren Vichy lo encontrarán fácilmente en sus móviles.)

Juan me reconoció que algo de razón llevaba: “Pero no me creo que ya no veas fútbol”. Contesté: “Sí lo veo. Como el juego aún me gusta, sigo Segunda División, A y B, competiciones mucho más dignas. No se interrumpen por un ridícu­lo Macedonia del Norte-España y no se pierde el hilo, y en cada grupo tengo mis favoritos y también mis ‘enemigos’, como en Primera antes de que la mataran. Y los árbitros son menos medrosos y necios. Los de Primera no han caído en la cuenta de que, si un delantero apunta adrede a la mano de un defensa, con la precisión que tienen el balón dará en efecto en la mano, y eso nunca puede ser penalty. Tampoco entienden que a veces los jugadores no son derribados ni fingen haberlo sido, sino que se caen (es fácil a toda carrera) o resbalan. Los de Segunda no se paran tanto a mirar el VAR, que compensa sus ventajas con enormes incordios: la gente debe aguardar minutos para cantar un gol hoy en día”. Juan seguía sin creerme: “¿Me vas a decir que te traen sin cuidado el Barça, el Madrid, el Atleti, la Real, y que sólo te importa el Numancia?” “Al Numancia lo sigo desde la infancia por mis veraneos en Soria, mucho antes que Handke; y también voy con el Cádiz, porque la ciudad y el equipo me encantan. De Segunda B, mis preferidos son el Castilla (filial del Madrid) y el Rayo Majadahonda (por vivir allí un hermano mío) en el grupo I; en el II, la Cultural Leonesa, porque siempre admiré su nombre y la ciudad a la que pertenece, y el Arenas de Guecho, porque es un club histórico que ganó algo importante hace mil años; en el III, el Cornellá; y en el IV el San Fernando, por mi debilidad gaditana. Lástima que no los televisen, no me perdería un partido de la Cultural, como no me lo pierdo del Numancia. Admito que los futbolistas son menos diestros que los de Primera, pero los hay muy buenos. El público es más entusiasta y se alegra más cuando gana su equipo. Las pasiones son las mismas, y aun acentuadas: ya se sabe que la momentánea felicidad del modesto es incomparable con la rutinaria del acaudalado”. No, no logré convencer a Juan Díaz. Se quedó mirándome como a un loco o maliciándose que le hablaba en broma. Lo segundo no lo hacía. Lo primero no lo descarto, pero la culpa no sería mía, sino de Rubiales y Tebas y el resto de enumerados al principio. Él, mientras Messi siga en activo, seguirá besando la camiseta amarilla o arlequinada. Yo sigo todavía al Madrid, en la medida de lo posible, de lejos, y mientras esté Zidane a su frente. Mi Vichy particular, no lo oculto, sería el regreso de Mourinho.