26 agosto 1944

El Gobierno provisional inicia la persecución de los colaboracionistas

Los aliados liberan Francia: El General Charles De Gaulle toma el poder en París derribando al régimen de Vichy, de Petain

Hechos

El 26.08.1945 Charles de Gaulle encabezó el desfile de la liberación en París.

Lecturas

El régimen de Vichy funcionaba desde 1940. 

Este 25 de agosto de 1944 el comandante de las tropas alemanas ocupantes de París, general Dietrich von Choltizt se rindió hoy sin condiciones a las fuerzas de Francia Libre, representadas por el coronel Rol-Tonguy, del Consejo Nacional de la resistencia, y el general Charles Leclerq, de las fuerzas aliadas. A partir del 14 de julio pasado, cuando se produjeron en la capital francesa grandes manifestaciones de afirmación patriótica, a pesar de la prohibición de los ocupantes, el clima político experimentó cambios radicales.

El 10 de agosto, los ferroviarios se declararon en huelga: el 15, lo hicieron los policías y los trabajadores del metro. Los alemanes reaccionaron de manera brutal: 35 jóvenes fueron asesinados en la cascada del Bois de Boulogne y otros siete frente a la sede de la Gestapo. El 17, al conocerse la liberación de Orleans, la CGT y la CFTC declararon la huelga general, a la vez que el último convoy con 1.000 deportados salía del campo de Compiegne. Los hechos se precipitaron a partir del 19 cuando el Comité parisiense y el Consejo Nacional de la resistencia proclamaron la insurrección.

El general Von Choltitz se negó a cumplir la orden de Hitler que le exigía detruir París y entabló negociaciones con los franceses para rendirse.

Los combates entre resistentes y soldados alemanes se multiplicaron hasta que el general Leclercq consiguió autorización del alto mando aliado para conquistar París.

Hoy, tras reducir a los últimos francotiradores, Leclercq llamó al General De Gaulle, líder de la resistencia francesa frente a nazis y colaboracionistas franceses para entregarle el poder.

EL MARISCAL PETAIN, DECLARADO TRAIDOR

petain_1940  El mariscal Petain, considerado un héroe por muchos franceses tras su papel en la Primera Guerra Mundial ha visto desmoronada su imagen. Ha encabezado como dictador el régimen de Vichy (1941-1944) colaborando con la Alemania nazi, se ve ahora preso y declarado traidor.

HITLER ORDENA UNA CONTRAOFENSIVA

hitler_contraofensiva  El Führer de Alemania, Adolf Hitler, ha ordenado una contraofensiva desde Las Ardenas, pero las dificultadas son muchas: con las tropas de Estados Unidos y Reino Unido avanzando desde Francia y Bélgica por occidente y las de la Unión Soviética avanzado desde el Este, sus esperanzas parecen cada vez más difíciles.

El Análisis

París vuelve a ser Francia, pero inicia una época convulsa

JF Lamata

En agosto de 1945, París ha vuelto a ser verdaderamente Francia. Las tropas de la Resistencia, encabezadas por Charles de Gaulle, han desfilado por la capital liberada con el respaldo moral y logístico de los Aliados, sellando el final del régimen de Vichy y el retorno de la legalidad republicana. No ha sido solo una victoria militar: ha sido una afirmación nacional. Tras años de ocupación nazi y de humillante colaboración con el invasor bajo el mariscal Pétain, Francia recupera su soberanía por obra de los suyos, no como un país liberado, sino como un país que ha luchado —aunque a veces fragmentado— por su dignidad.

La entrada de De Gaulle en París no es solo un gesto simbólico, sino la consolidación de su liderazgo en la nueva Francia. Desde Londres y luego desde Argel, supo mantener la llama encendida cuando muchos lo daban por un exiliado irrelevante. Ahora, desde la jefatura del Gobierno provisional, ha emprendido una tarea titánica: reconstruir el país, restaurar la República y depurar responsabilidades. La persecución de los colaboracionistas del régimen de Vichy ya ha comenzado, en un proceso legal pero también moral, destinado a limpiar la imagen de un país que que se sintió humillado cuando una parte de su ciudadanía  —funcionarios, policías, intelectuales— pactaban o callaban frente al ocupante nazi.

De Gaulle tendría tentación de fijar un régimen militar bajo su mando, pero la presión de los políticos le obligará a dar inicio a la IV República, que no se caracterizará por su estabilidad.

J. F. Lamata