20 noviembre 1984

Era el líder de HASI, la formación mayoritaria en la coalición

Los GAL asesinan al doctor Santi Brouard, cabeza visible de la coalición pro-etarra Herri Batasuna

Hechos

El 20.11.1984 fue asesinado el portavoz de Herri Batasuna, Santi Brouard

Lecturas

El 20 de noviembre de 1984 D. Santiago Brouard Pérez, miembro de la Mesa Nacional de la coalición Herri Batasuna y presidente de HASI desde la fundación del partido en 1977, es asesinado en su consulta médica. El crimen es reivindicado por la organización terrorista Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL).

Brounino El diario pro-terrorista EGIN sacó en portada una imagen de Santi Brouard atendiendo a un niño.

JON IDIGORAS (HB): «SEGUIREMOS EL EJEMPLO DE BROUARD»

idigoras_sobre_Brouard Jon Idigoras, que tras la desaparición de Santiago Brouard se convierte en el principal referente público de la coalición pro-etarra Herri Batasuna, declaró que todos los miembros de Batasuna seguirían el ejemplo del político fallecido.

GARCÍA DAMBORENEA (PSOE): «GENTE TENÍA QUE IR A LA CONSULTA DE BROUARD PARA PAGAR A ETA»

damborenea D. Ricardo García Damborenea (secretario general del PSOE en Vizcaya): «Todo el mundo sabe, y lo voy a decir suavemente, que hay gente que ha tenido que pasar con su consulta en relación con el impuesto revolucionario. Boruard era la cabeza más representativa de Herri Batasuna y Herri Batasuna es el soporte de ETA».

Reacciones al crimen Brouard (Jon Idigoras, Carlos Garaicoetxea).

D. Ricardo García Damborenea (PSOE) acusa a Herri Batasuna de querer rentabilizar el crimen.

21 Noviembre 1984

Otra vez el terrorismo

EL PAÍS (Editorialista: Javier Pradera)

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El asesinato terrorista en Bilbao de Santiago Brouard, dirigente de Herri Batasuna, es un nuevo y repugnante atentado contra la convivencia democrática en este país. Las circunstancias concretas que lo han rodeado -el médico fue vilmente agredido cuando pasaba consulta- contribuyen a resaltar la miseria moral de los asesinos. Se ha producido una nueva víctima de esa sanguinaria intolerancia que amenaza con destruir las raíces de la convivencia en Euskadi. Presidente del Partido Popular Socialista Revolucionario (HASI), diputado electo al Parlamento vasco y teniente de alcalde del Ayuntamiento bilbaíno durante la anterior legislatura, Santiago Brouard,Santi, era un médico pediatra y una persona altamente estimada por su afabilidad personal y su trabajo profesional. Reunía las condiciones de un líder, y ya que tantas veces estas columnas han disentido incluso acremente de sus planteamientos y de sus convicciones, es preciso poner hoy de relieve lo execrable del acto que ha acabado con su vida, la aberración humana y política en que han incurrido una vez más los sembradores de violencia.Es demasiado pronto para analizar la explicación del asesinato. La circunstancia de que el crimen haya sido perpetrado un 20 de noviembre carga de ominosas e inquietantes connotaciones la coincidencia entre esa fecha y la muerte del dictador Franco. La posibilidad de que la autoría corresponda a Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), hasta ahora afincados en suelo francés para la explotación de su sangriento negocio, plantearía con mayor dramatismo los graves interrogantes de la opinión pública -no aclarados aún de forma convincente por el Gobierno- acerca de la génesis, la financiación, el avituallamiento y la dirección de esa banda criminal. No cabe descartar la eventualidad de que, como en la fábula del aprendiz de brujo, los asesinos a sueldo de los GAL hayan podido escapar al control de sus patronos y actúen como una rueda loca en este pavoroso drama.

En cualquier caso habría que preguntarse quién gana con este atentado. Desde luego, la democracia y la paz no. Va a ser preciso derrochar prudencia, imaginación y buen hacer político para que este asesinato no lleve al paroxismo la espiral de la violencia en Euskadi. Aun con todas las diferencias que existen entre las zonas de conflicto, el fantasma del Ulster, entendido como confrontación violenta en el seno de una sociedad civil dividida por el odio ideológico y la incomprensión sectaria, debe inquietar y atemorizar a todos los que intuyen que el porvenir de la democracia y de las libertades en España es indisociable del futuro del País Vasco. En los actuales momentos, las instituciones de la comunidad autónoma están casi paralizadas por las divisiones internas del Partido Nacionalista Vasco y por los intentos de otras fuerzas políticas de utilizar esos conflictos en su provecho. El atentado de ayer incide, por lo demás, en un proceso negociador comenzado el pasado verano por el Gobierno de Madrid tendente a pacificar el País Vasco, lograr la reinserción social de no pocos ex militantes de ETA y dar una salida política y no sólo policial al conflicto. Ahora nadie duda de que todo va a ser más difícil. Pero quizá aprendan la lección quienes defendían, en su fuero interno y aun en sus declaraciones, la existencia de un terrorismode respuesta, una especie de terrorismo bueno, antietarra, frente al otro terrorismo malo, etarra. Los hechos demuestran que fuera de la acción de la ley y del escrupuloso respeto a las normas democráticas no hay solución en libertad para el problema vasco. No son mejores los asesinos de Brouard que los del senador socialista Enrique Casas, ni éstos que los de aquél. Pero la extensión de la criminalidad política puede dar al traste en pocas fechas con las esperanzas de pacificación abiertas recientemente. El Gobierno vasco y el de Madrid necesitan dar respuesta a este reclamo urgente de los ciudadanos: seguridad en la democracia. Y detención y castigo de todos los terroristas.

25 Noviembre 1984

Brouard era pieza clave en la negociación con ETA

Javier García

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Herri Batasuna ha mantenido importantes contactos para mediar en este proceso

«Miembros de HB han mantenido contactos con personas cercanas al Gobierno español, con determinados interlocutores del poder judicial, con esferas de la cúpula militar, con la Dirección de la Seguridad del Estado, con miembros de la Administración francesa y, por vías más indirectas, con sectores eclesiásticos, con el fin de buscar la negociación con ETA», según ha reconocido a este periódico el dirigente de la coalición abertzale Jon Idígoras.El miembro de la mesa nacional de HB precisa que gran parte de estos contactos se han mantenido antes de la oferta anunciada por el Gobierno a finales de agosto. Idígoras matiza que HB sólo es un intermediario en la negociación con ETA y reconoce que en ese proceso el asesinado Santiago Brouard jugaba un papel decisivo. La dirección de Herri Batasuna ha decidido no hacer públicos, por ahora, los nombres de los interlocutores contactados, puesto que, en opinión de Jon Idígoras, sin discreción, esas vías se cortarían, y «nosotros queremos mantener las puertas abiertas».

El dirigente abertzale matizó que si se facilitaran esos nombres los interlocutores lo negarían, «como haría yo mismo aunque fuera verdad y como ocurrió con la entrevista que mantuvo una pequeña comisión de HB, donde se encontraban Santi Brouard e Iñaki Esnaola, con el embajador francés en España, Pierre Guidoni». «El embajador», añade, «desmintió esa reunión, pero es absolutamente cierto que se mantuvo. Francia quiere, rápido, una solución negociada al problema vasco».

Jon Idígoras afirma que el asesinato de Santi Brouard no rompe la negociación, sino que solamente puede retrasarla, «porque no es fácil sentarse a negociar mañana, sino más adelante».

Sobre la posibilidad de que haya existido un contacto directo del Gobierno con ETA, el dirigente abertzale explica que desconoce ese asunto, «aunque puede caber la posibilidad de que haya existido ese contacto directo con ETA. De hecho, Txiqui Benegas lo ha hecho en ocasiones anteriores».

El papel de intermediario y decisivo interlocutor en la negociación del Gobierno con ETA del asesinado Santiago Brouard es absolutamente corroborado por Jon Idígoras, quien precisa que «Santi fue un hombre verdaderamente comprometido en buscar la paz en Euskadi. Tomaba contactos con ETA y con el Gobierno para buscar la negociación»

Santi Brouard, en opinión del dirigente de HB, «tenía una gran capacidad dialogante y un carisma más abierto hacia otros nacionalismos. La elección de su asesinato, por ese lado, ha sido bien calculada». El asesinato del dirigente abertzale, directamente comprometido en la negociación con ETA, obviamente no favorece este proceso y, en opinión de Idígoras, refuerza las posturas de HB, como se ha podido observar en la respuesta popular obtenida por su asesinato, que «debe ser objeto de reflexión por parte del Gobierno».

Idígoras asegura que HB ha entendido el mensaje que ha producido este asesinato en sus dos vertientes: «Crear», dice, «mayor grado de crispación en Euskadi y la intimidación, porque esto quiere decir que ahora cualquiera de nosotros puede ser el objetivo».

Radical pero negociador

El dirigente de HB precisa que en este proceso «el Gobierno quiere aislar a HB para llegar a una negociación a la baja e irrisoria. El intento más serio de negociación fue cuando Garaikoetxea propuso la mesa por la paz en Euskadi, pero el PSOE no supo aprovechar ese momento, no ofreció nada y quiere solucionar todo por la vía policiaca».

El papel determinante que jugaba Santiago Brouard en el proceso de negociación con ETA es corroborado también por el secretario provincial del Partido Socialista de Euskadi de Vizcaya (PSE-PSOE), Ricardo García Damborenea, quien le define como «una persona popular a quien siempre se consultaba en cuestiones estratégicas. Se le escuchaba atentamente en HB y en Francia. Era un importante elemento de conexión».

Sin embargo, Ibamborenea aclara que la capacidad dialogante y mediadora de Brouard no le impedía ser uno de los hombres más radicales de Herri Batasuna. «Todo el mundo sabe, y lo voy a decir suavemente, que hay gente que ha tenido que pasar por su consulta en relación con el impuesto revolucionario». «Brouard», añade, «era la cabeza más representativa de Herri Batasuna, y HB es el soporte de ETA, y ETA ya lleva muchos asesinatos en su haber después de establecido el sistema democrático en España».

El nacionalismo radical que impregnaba la personalidad de Brouard también es confirmado por fuentes de la coalición abertzale, e incluso por su propia hija, quien asegura que su padre «era abierto y dialogante», pero manteniendo siempre el marcado carácter nacionalista radical que le caracterizaba. Cherna Montero, abogado defensor de elarras, manifestaba también en este sentido que Brouard «pasó de ser un nacionalista tradicional a ser muy radical», y dentro de ese marco le define como «un hombre que siempre buscaba puntos de encuentro».

Damborenea asegura que ahora el máximo dirigente de ETA, Domingo Iturbe Abasolo, Txomin, «puede jugar un papel decisivo para que cientos de etarras que están en el sur de Francia, en las cárceles y deportados, opten por la paz».

El secretario del PSE-PSOE reconoce que el asesinato del dirigente abertzale «dificulta más el diálogo político para llegar a la pacificación de Euskadi, eleva la crispación y estimula la escalada vengativa», pero afirma que, en el proceso de negociación con ETA, «la desaparición de Brouard no impide que HB siga en el proceso si realmente existe en la coalición abertzale voluntad de negociar».