10 octubre 2019

En el diario EL MUNDO

Luis Oz (Felipe Sahagún) denuncia que Cataluña es ‘terreno peligroso’ para los periodistas de ideología no independentistas

Hechos

En artículo publicado el 10 de octubre de 2019.

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REPORTEROS SIN FRONTERAS (RsF) advertía el martes que Cataluña se ha convertido en «un terreno peligroso» para los periodistas. La organización ha registrado medio centenar de ataques a la libertad de información desde septiembre de 2017, ocho este año, y su portavoz, Pauline Adès-Mevel, denunciaba que los ataques son cada vez más graves.

«De las consignas coreadas y las increpaciones, hemos pasado a los insultos, el acoso, el hostigamiento y, finalmente, la agresión física», explicaba en un comunicado. «Un patrón que se repite siempre en las espirales de odio al periodista». Para Alfonso Armada, presidente de RsF en España, «es una situación insoportable» que puede agravarse con la inminente sentencia del procés.

Las agresiones e insultos sufridos por Ángela García Romero, de TVE, cuando cubría la Diada el 11 de septiembre y por Laila Jiménez, de Telecinco, el 1 de octubre son sólo dos ejemplos de un mal mayor alimentado sistemáticamente desde hace muchos años por TV3.

La cadena pública catalana ha exculpado a los radicales independentistas detenidos por terrorismo y tenencia de materiales explosivos, y ha encabezado la campaña de desinformación sobre la rebelión de 2017 presentando a sus cabecillas como «presos políticos» y «exiliados».

Beatriz Silva recogía el pasado lunes en El Español otros ejemplos recientes: Mònica Terribas, presentadora de El Matí de Catalynya Ràdio, animando a los independentistas a «llevar la desobediencia civil hasta sus últimas consecuencias» o celebrando la «victoria catalana» en el último Mundial de baloncesto; Xavier Graset, presentador de Més324, con un cartel de campaña independentista proclamando que «es la hora de ser libres»; Jordi Eroles, el redactor que cubre la Generalitat, exhibiendo con orgullo una foto vestido con indumentaria estelada y lamentando los pactos entre el PSV y JxCat en el Garraf.

Las protestas de la sección de TV3 en el Sindicato de Periodistas de Cataluña nunca han servido de nada. Los profesionales, cada vez menos, que se atreven a desafiar a sus jefes son silenciados y el Libro de Estilo de la cadena, exigiendo imparcialidad, es papel mojado.

Las condenas de las últimas agresiones y su llamamiento a favor del derecho a la libertad de información por el Consejo Audiovisual de Cataluña son de agradecer, pero no están teniendo ningún efecto.

«No sabemos cuál es el camino para recuperar una radiotelevisión que cumpla su rol de servicio público», reconoce Silva. «La comisión de control del Parlament no es más que un pim pam pum mensual sin consecuencia alguna. Son los propios responsables de la CCMA, pero también los profesionales de TV3 y Catalunya Ràdio, los que tienen que darse cuenta de que están liquidando una de las principales herramientas de una democracia sana».