22 septiembre 1993

La condición de 'accionista fundador' de EL MUNDO de Ferrand no impidió su choque con Ramírez después de que este alterara dos artículos suyos

Martín Ferrand rompe con EL MUNDO enfrentado a Pedro J. Ramírez y ficha por el DIARIO16 de José Luis Gutiérrez

Hechos

El 22.09.1993 el periódico DIARIO16 anunció el fichaje de D. Manuel Martín Ferrand como columnista diario.

Lecturas

El Sr. Martín Ferrand  fue presentado por DIARIO16 con una entrevista en la que afirmaba que en ese periódico «Sí que se soplan vientos de libertad”, era la única crítica entre líneas a EL MUNDO. Porque los que eran presentados como sus enemigos oficiales seguían siendo el Gobierno del PSOE, el Grupo PRISA, el ex banquero D. Mario Conde y el Conde de Godó.

22 Septiembre 1993

Fijos y eventuales

Manuel Martín Ferrand

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Victoriano Fernández Asís, reencarnado ahora en tres o cuatro tele-entrevistadores de menor talento, tenía gran afición a contar chistes malos. Su auditorio habitual, personal de TVE, reía con grandes carcajadas las ocurrencias del, por otra parte, talentoso director. Un día, realizador Vicente Llosa no dibujó ni una sonrisa.

  • ¿Le ocurre algo, Llosá? – Preguntó el viejo maestro ante la frialdad del otrora más alegre auditor.
  • Nada, don Victoriano, es que ya soy fijo

Así sigue siendo. Los eventuales ríen muchísimo más, y con mayor entusiasmo que los fijos.

El felipismo está apunto de que se le desconuyunte la mandíbula de tanto encarnarse y Felipe González que es quien cuenta los chascarrillos ya ha soltado el trapo.

Realmente sólo quedan unos pocos periodistas, docenas y nos cuantos jueces, docenas, como testimonio – vano – de la independencia posible. El régimen, el mal llamado felipismo, avanza como una mancha de aciete en todas direcciones. Lo financiero, parte esencial de su naturaleza y su fuerza, es más suyo y más devoto cada día. Lo cultural, su mejor herramienta de dominio, crece en números y progresa en docilidad.

Incluso Alfonso Guerra, la oposición palpable en estos últimos meses, ha vuelto por donde solía después de besar los pies a la señora de Yañez y de considerar, en la sabiduría de la prudencia, que el suyo sí es n gran pacto por el empleo, que mantendrá calentitos a treinta mil, más o menos, militantes, beneficiados por la designación y la bicoca. Ha vuelto a hablar el felipeñol, el gran idioma de las contradicciones, para alejarse de otros impertinentes debates idiomáticos.

De ahí que haya traído mis huesos, mis carnes y toda mi casquería a estas páginas. Vengo dipuesto a cobrarle una deuda, que no me paga, a Martín Prieto, pero se ha dado a la fuga. Así que le reiré los chistes a José Luis Gutiérrez, aprenderé la Sevilla de Antonio Burgos y el fantasmagórico mundo de Raúl del Pozo, aprenderé lo que pueda del maestro Cela y lo que no pueda del profesor García Calvo. Vengo dispuesto a ser un buen vecino y, sobre todo, a seguir clamando por la independencia – valor anacrónico – y gritando por la libertad – valor esponjoso y escaso – Que ya nos dice Baura que la libertad necesita monaguillos cuando son sus sacerdotes quienes la maltratan.

Manuel Martín Ferrand