5 enero 2004

El ex ministro de la URSS, Shevardnadze terminó apoyando en las presidenciales al mismo político que lideró el proceso que acabó con él

Elecciones Georgia 2004: Mijail Saakashvili se convierte en el nuevo presidente tras la revuelta que derribó al pro-ruso Shevardnadze

Hechos

El 5.01.2004 se hizo público el triunfo de Mijail Saakashvili en las elecciones presidenciales en Georgia.

05 Enero 2004

El nuevo Hércules de Georgia

Daniel Utrilla

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En una gesta heroica propia de los argonautas, cuya búsqueda del vellocino de oro se sitúa en la mitológica Cólquida, al oeste de la actual Georgia, la revolución iniciada en noviembre elevó al impetuoso Mijail Saakashvili al Olimpo de los dioses políticos georgianos.

La pobreza, la corrupción y el separatismo componen la tríada de pruebas que el nuevo Hércules georgiano debe afrontar en los próximos cinco años tras su aclamación electoral de ayer.

Acuciados por una pobreza endémica, los georgianos han depositado toda su confianza en este joven incisivo de dicción atropellada y dentadura prominente que no ha cejado en su empeño de roer las bases del trono de Edvard Shevardnadze.

Tras cursar derecho en Estados Unidos, Saakashvili trabajó durante un tiempo en una empresa neoyorquina antes de regresar a su tierra natal, donde el joven abogado se convirtió en protegido de Shevardnadze, con quien coincidió por primera durante una visita del veterano presidente a EEUU. Convertido en miembro del partido del poder La Unión de Ciudadanos, Saakashvili fue nombrado ministro de Justicia en 2000 con tan sólo 32 años.

Sin embargo, su reformismo radical de corte prooccidental pronto le enfrentó a la élite, con la que mantuvo una serie de encontronazos que culminaron el día que esparció sobre la mesa de un reunión ministerial las fotos de las mansiones de lujo adquiridas por altos funcionarios. Aquella supuso una declaración de guerra que le enfrontó definitivamente con Shevardnadze, al que obligó a dimitir tras la secuencia de protestas callejeras que lideró al frente del opositor Movimiento Nacional el pasado otoño.

Dotado de una retórica virulenta, sus detractores le comparan con el impulsivo y populista político ultranacionalista ruso Vladimir Yirinovski. Pese a su demostrado arte en la agitación de masas, Saakashvili sigue siendo una incógnita en lo que a praxis política se refiere. Si económicamente será auxiliado por Occidente, Saakashvili deberá valérselas solo frente a los separatismos regionales de Abjasia, Abzharia y Osetia del Norte, regiones autónomas prorrusas que recelan del proclamado nacionalismo del nuevo presidente y miran de reojo a la Madre Rusia.