21 mayo 1884

Había asumido el mando directo de la redacción tras la marcha de Mariano Araús para fundar el periódico EL LIBERAL

Muere Eduardo Gasset y Artime, fundador, director y propietario del periódico EL IMPARCIAL

Hechos

El 21.05.1884 la portada del diario EL IMPARCIAL anunció del fallecimiento de su fundador, D. Eduardo Gasset y Artime.

Lecturas

El 20 de mayo de 1884 muere D. Eduardo Gasset Artime, director-propietario del periódico conservador El Imparcial. Su esquela se publica en portada el día 21.

EDITORIAL DE EL IMPARCIAL DEL 21 DE MAYO DE 1884

La lucha que con la muerte han venido sosteniendo, más que las fuerzas de la naturaleza, el amor de la familia y el desesperado empeñó de la ciencia, ha terminado esta noche última después de una agonía de ocho horas.

Nuestro buen amigo, el que fue nuestro hermano de alma por el cariño, y nuestro padre por el respeto que nos inspiraba y por las bondades que le merecíamos, aquella inteligencia tan clara, aquella conciencia tan recta y honradísima, aquel corazón donde palpitaban siempre generosas y nobles iniciativas, nuestro D. Eduardo Gasset y Artime ha muerto, todavía joven, ahora que comenzaba a recoger el fruto de sus afanes, dejando sumidos en orfandad inconsolable a sus hijos, y en dolor y desolación inextinguible a cuantos sabíamos apreciar todas las virtudes de su hermosa alma.

Ha tenido la muerte del justo: rodeado de sus hijos, a quienes sólo Dios pudo dar fuerzas para permanecer estos días, hora por hora, en torno del padre moribundo: Ha muerto entre todos los suyos, que conteniendo los gemidos veían avanzar lentamente la obra destructora y llegar, por último el momento terrible en que de aquella existencia tan activa, tan laboriosa, no habían de quedar sobre la tierra más que despojos perecederos.

Después de tanto tiempo de angustiosa incertidumbre, suspenso a cada instante al ánimo entre la desesperación y el consuelo de verlo vivir un día, una hora más, postradas las fuerzas por la tensión de espíritu, nublados los ojos por la pena, sólo podemos trazar estos renglones para dar noticia del infortunio que pesa sobre una familia tan querida y de la pérdida irreparable que nosotros experimentamos. 

Ante el cuadro aterrador que hace poco contemplábamos en torno del moribundo, viendo luego en el lecho de muerte al que era el alma de esta casa, nos faltan serenidad y espíritu para coordinar las ideas. Intentamos cumplir nuestros deberes con el público, y no podemos.

¡Como apartar de la mente las escenas de desolación que acabamos de presenciar y estamos viendo aún! Las hijas, sin lágrimas que llorar y con los ojos dilatados por el espasmo del dolor; los pobres hijos, llamados a ser sostén de la casa, haciendo esfuerzos para dominar su congoja y dan a los otros un consuelo que ellos no tienen: el niño pequeñito, una criatura angelical, comprendiendo con precoz inteligencia su inmensa desgracia y agotando ya, en la edad de las risas, el cáliz de la amargura…

Tal vez haya personas indiferentes que extrañen demos al público estas escenas de dolor; pero todas las almas puras, los hijos recordando a sus padres y las madres pensando en el pedazo de su corazón, estamos seguros que acompañarán en el pesar a esta familia, cuyo jefe, hoy difunto, enjugó tantas lágrimas y se asoció con ánimo generoso a todas las verdaderas desventuras. 

Hoy sólo tenemos aliento para pedir a Dios que acoja en su seno el alma del Sr. Gasset y Artime y para rogarle con fervientes súplicas que, con el nombre honrado e ilustre que heredan, conserven sus hijos las virtudes y cualidades de su padre y la protección que el cielo dispensó a sus almas. 

La redacción de EL IMPARCIAL

EL IMPARCIAL quedará sin un rumbo claro hasta su incorporación en 1906 al Trust. 

El Análisis

El Imparcial sin su norte: ha muerto don Eduardo Gasset y Artime

JF Lamata

Ha muerto don Eduardo Gasset y Artime, y con él se apaga no sólo una pluma clara y vigorosa, sino un espíritu que supo ser brújula en el tiempo más turbio de la España moderna. En una época donde los hechos se atropellan y las ideas se disfrazan, él fundó y dirigió El Imparcial con una rara mezcla de firmeza ideológica y tacto político. Monárquico por convicción, conservador en lo institucional, liberal en lo intelectual, su periódico no quiso modelar la historia, pero supo seguirla como quien conoce el terreno y observa la marcha con respeto y lucidez.

Desde las sacudidas de 1868 hasta la consolidación borbónica en 1875, pasando por repúblicas que fueron tormentas y pronunciamientos que olían a pólvora vieja, El Imparcial fue testigo de todo. No agitador, no sectario, sino notario ilustrado del desconcierto español. Don Eduardo no quiso convertir su diario en trinchera, sino en foro: a veces incomprendido por su templanza, muchas veces seguido por su sensatez. En los años en que casi nadie sabía hacia dónde marchaba el país, su periódico, como él mismo, acompañó la historia sin empujarla, que no es poco.

Y ahora, en lo íntimo, la prensa se descubre huérfana. Se va, aún joven, el alma de una empresa que no era sólo negocio ni sólo tribuna, sino hogar de ideas, refugio de periodistas y padre de una forma nueva de entender la opinión pública. Nos queda su ejemplo: el de quien ejerció el poder de la palabra con la dignidad del servicio, y no con la soberbia del protagonismo. Que Dios lo acoja, y que su legado perdure: España necesita, ahora más que nunca, voces con juicio. Y don Eduardo Gasset y Artime fue, hasta el final, una de las mejores.

J. F. Lamata