27 octubre 1987

Fue autor de la polémica homilia 'El cristianismo, mensaje de salvación para los pueblos' leída el 24.02.1974

Muere el ex obispo de Bilbao, Antonio Añoveros Ataún, al que el Gobierno de Arias Navarro y Pío Cabanillas Gallas quiso expulsar del país

Hechos

El 24.10.1987 falleció el que fuera obispo de Bilbao, monseñor Antonio Añoveros.

25 Octubre 1987

Cuando ser obispo es incómodo

José María González Ruiz

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La desaparición del que fue obispo emérito de Bilbao llena de pena a los que fuimos amigos y compañeros suyos. Don Antonio Añoveros Ataún fue compañero mío en el cabildo catedralicio de Málaga y más tarde desempeñó el cargo de obispo auxiliar y rector del seminario diocesano de la capital de la Costa del Sol. Para describir a Antonio Añoveros, debo decir que era un hombre exquisitamente educado, un creyente sincero y un dirigente eclesiástico profundamente honesto. Sus antecedentes navarros eran diáfanos: entró en el seminario interrumpiendo su carrera de derecho y, siendo sacerdote joven, se fue de capellán voluntario con una columna de requetés que combatía en la Guerra Civil.

Y así llegó la tormenta. Con ocasión de una fuerte denuncia hecha al público, el Gobierno franquista montó en cólera y llegó a situarle un avión en el aeropuerto de Sondica para que se exiliara de España. Él, como buen navarro y como pastor religioso que no abandona su rebaño, se negó rotundamente a la maniobra. Como quiera que por entonces regía el concordato con la Santa Sede, y España era un Estado confesionalmente católico, la expulsión de un obispo acarreaba una excomunión extensiva a los responsables de la expulsión. En este caso, era el Gobierno con su jefe a la cabeza: había que excomulgar al general Franco y a todo su gabinete ministerial. El cardenal Tarancón ha confirmado que ya tenía en el bolsillo el decreto de excomunión. Pero Franco fue demasiado listo y comprendió que topar con la Iglesia no le era nada rentable y cedió a las presiones eclesiásticas. Monseñor Añoveros pudo seguir ejerciendo su labor pastoral, aunque rodeado siempre de una intensa vigilancia policiaca. No calló cuando hubo que denunciar los malos tratos de que eran objeto personas y grupos que se oponían al régimen de Franco. Él hablaba solamente un lenguaje evangélico, porque nada más lejos de su pensamiento que el alinearse con uno u otro grupo político. Él era un cura, un obispo y nada más.

Desgraciadamente antes de cumplir la edad de su jubilación fue atacado de una enfermedad cruel que poco a poco le ha ido llevando hasta el desenlace fatal que hoy deploramos.

Descanse en paz el viejo requeté, el cura coherente, el obispo honesto y evangélico que fue don Antonio Añoveros Ataún.