8 febrero 1999

Muere Luis Sánchez Polack ‘Tip’, el humorista de derechas que hizo pareja con el cómico de izquierdas José Luis Coll

Hechos

El 8 de febrero de 1999 falleció D. Luis Sánchez Polack ‘Tip’.

11 Febrero 1999

Tip

Francisco Umbral

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No es fácil ponerle luto a la alegría, no es fácil hacer la necrológica del humor, y menos en el caso de Tip, cuya gracia no tenía nada de fúnebre, ni esa carcajada luctuosa de nuestros grandes sarcásticos, desde Quevedo y Torres Villarroel.

Luis Sánchez Polack, Tip, venía ya en los años 50 y en la radio, del absurdo, el disparate, de una caricatura de nuestros usos y consumos que tenía poco que ver con La Codorniz y su crítica radical, aunque velada, de la vida y la muerte. Si La Codorniz es una escuela, Tip es otra. Tip es la otra gran corriente del humor español de postguerra, una postguerra que también en esto llega hasta ahora mismo. Tip tenía el secreto último del humor, que consiste en interrumpir la vida, el curso de las cosas, con una gallina, un par de gritos vacíos o una jarra vuelta del revés. El humor moderno, el humor del absurdo -Ionesco- no es sino eso: se interrumpe la cotidianidad con una presencia insólita e injustificada, como un piano en una lechería o una chica con tres narices, y a partir de ahí todo pierde sentido, la vida se amontona sobre la vida y un caos pacífico e intransitable acaba con nuestra seguridad, que no está hecha sino de rutina, costumbre y tabaco que perjudica. Es lo de Marcel Duchamp colocando una cafetera fuera de contexto. La cafetera se torna poética, inútil, y el contexto se torna risible, irrisorio, y todo lo importante de nuestra vida pierde importancia.

La novedad de Tip está en que lleva tal ruptura a su propio discurso, de modo que cuando dialoga con Coll, su otra almeja imprescindible, de pronto se interrumpe a sí mismo con cuatro voces destempladas, asusta a los espectadores y corta el show.

Es la anarquía interrumpiendo el discurso de la anarquía, es la trampa del humor poniéndose trampas a sí mismo, es la superación del gag por otro gag, es el caminar pisándose con un pie la puntera del otro zapato. Se veían en Tip amenazantes progresos hacia una superación de sí mismo, y digo amenazante porque el humorista ya no respetaba ni su propio guión, sino que vivía de destrozarlo. Así, mediante destrozos sucesivos, nos llevaba muy lejos, hasta los límites del absurdo, cuando ya llegábamos a la angustia de necesitar entender algo.

Groucho Marx, Ionesco y Tip son los tres hombres que han conseguido en este siglo darle una vuelta de tuerca al humor para que, en su pérdida de respeto al mundo, empiece por perderse el respeto a sí mismo como género. Lo que no he visto que haga ninguna necrológica, ningún comentarista, es contrastar a Tip con Coll, y esto es muy importante para quedar bien enterados de quién se nos ha muerto. Coll es un clásico del humor, un clásico de la vanguardia, digamos, y Tip es la vanguardia que le pisa la cola a la pretenciosidad academizante de todas las vanguardias. La dialéctica que se establecía entre ellos era así más expresiva, variada, comprensible y plástica. Hicieron mal en separarse.

Se potenciaban uno al otro, habían hecho una boda de mucha conveniencia y por lo tanto una boda sin amor. De ahí la separación. Pero la cantaleta visual de Tip, sobre el fondo deliberadamente gris de Coll, la dialéctica entre el hongo y la chistera, es uno de los más puros y novadores espectáculos que ha dado el teatro español de este siglo. Comprendo el rostro descolgado de Coll, aunque ya no eran amigos, ante la tumba de Tip.