3 febrero 2014

En una entrevista en CBS Hoffman había reconocido el consumo de drogas, aunque posteriormente había restado valor a esa confesión

Muere por consumo de drogas el oscarizado actor Philip Seymour Hoffman, famoso películas como ‘Capote’ o ‘Los Juegos del Hambre’

Hechos

El 3.02.2014 se hizo pública la muerte del actor Philip Seymour Hoffman.

Lecturas

EL TUIT DE JIM CARREY

 Tras conocerse su muerte Jim Carrey tuiteó «Querido Philip, un alma hermosa, hermosa. Para los más sensibles entre nosotros el ruido puede ser demasiado. Bendito sea tu corazón».

03 Febrero 2014

Un gran actor truncado

Javier Memba

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Tras un par de días de rumores en las redes sociales sobre su supuesto fallecimiento, en la tarde de ayer se confirmó la muerte de Philip Seymour Hoffman. Distinguido con el Oscar al mejor actor por su creación de Truman Capote en el biopic que en 2005 dedicó Bennett Miller al autor de A sangre fría, Hoffman fue uno de los más prominentes intérpretes de su generación. Aunque aún no se han hecho públicas las causas del óbito, se sabe que en la primavera pasada ingresó en un centro de rehabilitación para superar su toxicomanía y otras dependencias.

En cualquier caso, su prematuro fallecimiento trunca una de las carreras que se auguraban más brillantes de entre todos los actores que se dieron a conocer en los años 90. Colaborador de los hermanos Coen, Spike Lee, Anthony Minghella y algunos otros de los realizadores más destacados del Hollywood de nuestros días, Hoffman también se prodigó en la escena, siendo nominado en un par de ocasiones a los Premios Tony, los Oscar teatrales.

Hijo de Marilyn L. O’Connor, una jueza comprometida en la lucha por los derechos civiles, y un alto ejecutivo, Philip Seymour Hoffman nació en Nueva York en 1967. Aún cursaba sus estudios secundarios cuando en 1982 intervino fugazmente en un episodio de la serie M.A.S.H., una comedia de situación sobre un destacamento médico en la guerra de Corea que constituyó uno los éxitos de la televisión pretérita. Descubierta entonces su vocación, siguió varios cursos de teatro antes de entrar en contacto Alan Langdon, en quien siempre reconoció a su mentor. Licenciado en interpretación por la Universidad de Nueva York, fundó en sus aulas –junto a Bennett Miller y el actor Steven Schub– la Bullstoi Ensemble, primera compañía a la que estuvo ligado. Por aquellos días ya se le conocieron sus adicciones.

Fue otro hito de la pequeña pantalla, Ley y orden –uno de los grandes dramas criminales de la antena de los 90– el que le proporcionó el verdadero debut ante las cámaras. En un capítulo emitido en 1991, The Violence of Summer, Hoffman dio vida al abogado Steven Hanauer.

Actor de gran presencia y técnica impecable, no habría de pasar mucho tiempo antes de que la gran pantalla comenzara a reclamarle. El charlatán, una comedia al servicio de Steve Martin dirigida por Richard Pearce en 1992, supuso su debut en el cine. A partir de entonces, no volvería a trabajar como tendero, empleo al que tuvo que recurrir en más de una ocasión cuando en los comienzos de su carrera le faltaba trabajo.

Marcado por la inexorable tendencia del Hollywood de nuestros días al remake de los grandes títulos europeos, el de Perfume de mujer (Dino Rissi, 1974) realizado por Martin Brest en 1992 con el título de Esencia de mujer, donde Hoffman recreaba a George Willis Jr., supuso el espaldarazo definitivo. A partir de entonces, su carrera avanzó a un ritmo vertiginoso en una filmografía que, no obstante su prematuro final, se ha extendido a lo largo de dos décadas integrando más de 60 películas. Entre sus muchos trabajos se impone dar noticia del Gary de Cuando un hombre ama a una mujer (Luis Mandoki, 1994), el Scotty de Boggie Nights (Paul Thomas Anderson, 1997) o el Brandt de El gran Lebowski (Joel y Ethan Coen, 1998). Mención aparte merece su excelente Freddie Miles de El talento de Mr. Ripley, el remake de A pleno sol (René Clement, 1960) estrenado por Minghella en 1999. En sus secuencias, Hoffman demostró que era uno de esos actores de carácter –su corpulencia y la frecuencia con la interpretó papeles secundarios le abocaban a ello– capaces de eclipsar a los protagonistas.

Con el nuevo siglo llegaron filmes como Casi famosos (Cameron Crowe, 2000), La última noche (Spike Lee, 2002) y su nueva colaboración con Minghella en Could Mountain (2003). El reverendo Veasey al que incorporó en aquella ocasión habría de ser otro de sus personajes más recordados.

Ya en la cima, entre sus papeles protagónicos hay que recordar al Andy de Antes que el diablo sepa que has muerto (2007), donde fue dirigido por Sidney Lumet. En su recreación del padre Brendan Flynn de La duda (John Patrick Shanley, 2008) tuvo como oponente a Meryl Streep. Prueba del respeto que Hoffman inspiraba a sus compañeros fue ese Paul Zara, que George Clooney le confió en Los idus de marzo (2011). Su desaparición le impedirá terminar la segunda parte de Los juegos del hambre, en cuyo rodaje trabajaba estos días, lo que ha dejado conmocionados a sus compañeros y amigos que valoraban su humor y su gran humanidad.