3 octubre 2011

Se especula con que la decisión del presidente de la radio, González Ferrari, fue anulada por la intervención del propietario, José Manuel Lara, vinculado a la Generalitat de Catalunya

El Grupo ANTENA 3 despide a Pilar Rahola como tertuliana de ‘Julia en la Onda’ de ONDA CERO para readmitirla a los pocos días

Hechos

  • En octubre de 2011 la cadena ONDA CERO anunció que prescindía de Dña Pilar Rahola como tertuliana del programa ‘Julia en la Onda’, dos días después la misma cadena anunció que rectificaba y la Sra. Rahola seguiría trabajando para ellos.

Lecturas

Los días 27 de septiembre de 2011 y 30 de septiembre de 2011 Dña. Pilar Rahola Martínez publicaba sendos artículos en La Vanguardia contra el Grupo Antena 3 TV. El del día 27 de septiembre de 2011 era contra el locutor de las mañanas de Onda Cero D. Carlos Herrera Crusset por haber calificado de ‘chusma’ a los independentistas catalanes (aunque en su artículo de La Vanguardia la Sra. Rahola Martínez lo presentaba como si el Sr. Herrera Crusset hubiera llamado chusma a toda Catalunya) y el del día 30 de septiembre era contra la web de Antena 3 TV por poner una encuesta pidiendo la opinión de los internautas sobre el hecho de que fuera nominada a mejor película española al filme en lengua catalana ‘Pa Negre’. Para la Sra. Rahola esa pregunta evidenciaba anticatalanismo. Se daba la circunstancia de la Sra. Rahola Martínez era colaboradora del Grupo Antena 3 TV como tertuliana de ‘Julia en la Onda’ en las tardes de Onda Cero.

El día 4 de octubre de 2011 se hacía público a través de Periodista Digital que Onda Cero había decidido prescindir de la Sra. Rahola Martínez como tertuliana por sus críticas al Sr. Herrera Crusset. Ese mismo día en su programa ‘Herrera en la Onda’, el Sr. Herrera Crusset se desmarcaba de la decisión y decía que lo publicado por Periodista Digital era mentira. Ese mismo día 4 de octubre de 2011 la conductira de ‘Julia en la Onda’, Dña. Julia Otero Pérez, reconocía la decisión – que atribuía al presidente de la cadena, D. Javier González Ferrari – y explicaba que la acataba, pero que no la compartía.

El día 6 de octubre de 2011 en un giro de los acontecimientos Dña. Julia Otero Pérez anunciaba a sus oyentes que la situación se había solucionado y que la Sra. Rahola Martínez seguiría siendo colaboradora habitual en su programa en Onda Cero.

El 8 de octubre de 2011 el programa ‘La Noria’ de Telecinco (del Grupo Mediaset, competidor del Grupo Antena 3), dedicaba un gran espacio a airear lo sucedido en presencia de la propia Dña. Pilar Rahola Martínez, que manifestaba su satisfacción de haber vencido a la censura. Además D. Jordi González Belart, el presentador de ‘La Noria’, aprovechaba para descalificar a Antena 3 por su pregunta sobre ‘Pa Negre’, que para el presentador de Mediaset era una pregunta ‘estúpida’ e ‘imbécil’.

D. Carlos Herrera Crusset, por su parte, respondería al artículo contra él de la Sra. Rahola Martínez con uno suyo publicado en XL Semanal, que a su vez sería replicado por otro de la Sra. Rahola en La Vanguardia.

27 Septiembre 2011

La chusma

Pilar Rahola Martínez

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Estimado Carlos Herrera, ¡basta ya! Basta ya de que sea gratis insultarnos por el solo hecho de intentar legislar nuestras propias convicciones.

Buenos días, estimado Carlos Herrera. Desde este humilde rincón me dirijo a ti desde mi condición de chusma. De «chusma» o de «basura nacionalista», para usar las dos bonitas expresiones con que nos has regalado los oídos. Has dicho en tu programa que la prohibición de los toros en Catalunya te remite a «toda esa chusma y a toda esa basura nacionalista», y has continuado con un furibundo alegato contra la decisión catalana, que bien merece las dos orejas y el rabo. No sé quién te dará el premio, pero en algunos rincones hay tanto odio hacia lo catalán, que seguro que tendrás mucho aplauso.

Por supuesto, el debate de los toros es enconado, especialmente para aquellos que no lo mezclamos con ningún bandera (también luchamos contra los correbous) y sólo queremos una sociedad más piadosa y más digna. En Catalunya, en Madrid, en tu bella Sevilla y en la China popular. Te diría, además, que el discurso nacionalista sobre los toros lo estáis haciendo desde el otro lado del puente aéreo, confundiendo un polémico espectáculo con la esencia española. ¿O tenemos que recordar que el concepto de «fiesta nacional» lo inventó Franco? ¿O recordamos que España tiene una larguísima tradición de gentes contrarias a las corridas, pasando por tres reyes –Felipe V, Fernando VII y Carlos III– y acabando con la generación del 98, muy crítica con esa carnicería? ¿O recordamos que dos papas llegaron a prohibir la fiesta porque no casaba con los valores cristianos? Pero nada de esto es importante, porque donde haya una «basura catalana» para darle en el cogote, ¿para qué hablar con propiedad? Es igual que la absoluta mayoría de catalanes esté en contra, que lo esté la mayoría del Parlament y que la prohibición recoja una iniciativa popular de miles de firmas. Es igual, porque lo que huele a catalán, cuando no casa con según qué consignas, siempre es perverso. Un colega tuyo ha llegado a tildarnos de nazis, aunque no es la primera vez que esta ignominia ocurre. Y respecto a ti, ¿es necesario insultar a centenares de miles de personas porque no cuadran con tus gustos?

A partir de ahora, ¿qué harás? ¿Cuado entrevistes al pesident Mas lo presentarás como el «presidente de la chusma y la basura nacionalista»?

Claro que tal como lo trataste la última vez, todo es posible… Y a los catalanes nacionalistas que te escuchan, ¿les recordarás que son pura basura? Por otro lado, ¿hasta dónde llega la definición? ¿Somos chusma y basura sólo si estamos contra los toros, o debemos acometer otras maldades? No sé, defender el catalán o el Estatut (como hizo algún accionista de la empresa donde trabajas), o el pan con tomate. En fin, estimado Carlos, ¡basta ya! Basta ya de que sea gratis insultarnos por el solo hecho de intentar legislar nuestras propias convicciones. Basta ya porque puede que tengamos la piel muy gruesa, pero empezamos a tener memoria.

Pilar Rahola

30 Septiembre 2011

El síndrome 'Pa negre'

Pilar Rahola Martínez

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ANTENA 3 ha insultado a las diferentes lenguas del Estado, Zas en toda la boca, o en toda la lengua.

Un escritor profundo e intenso. Una productora hábil e inteligente. Un director sensible y creativo. Unos actores que se dejan la piel y conmueven incluso más allá de la historia. Una historia que deja la piel a tiras. Y de piel a piel, una película delicada e inmensa. Pa negre lo tenía todo para ser la película escogida por la Academia para representar a España en los Oscar, a pesar incluso de la gigantesca sombra almodovariana. Pero en estos tiempos de micrófonos aulladores, la película tenía el peor de los defectos, no había sido rodada en la lengua del imperio, sino en ese idioma periférico que está ahí para tocar las narices a España.

Ciertamente, era bastante improbable que, bajo esta pesada atmósfera, la película elegida fuera precisamente una película en catalán. De hecho, era tan improbable que ello ocurriera, que a algunos les ha quedado cara de cuadro y hasta pierden el pudor que acompaña el disimulo. Ayer la pregunta en ANTENA 3 –¡cójanse los machos!– que aún está lindamente colgada en la web es: «¿Qué te parece que una película rodada en catalán represente a España?». ¡Zas, en toda la boca! O en la lengua, que queda más preciso. Para que luego digan que en el corazón mismo de España no existen independentistas catalanes… Sin embargo, y más allá del inequívoco insulto de ANTENA 3 a las diferentes lenguas del Estado –¿se imaginan esa pregunta en una televisión suiza?–, lo cierto es que la Academia ha levitado por encima de intolerantes, colonialistas, cazacatalanes y otras bestias de la jungla, y ha escogido Pa negre sin ningún temblor de mano. Es decir, allí donde unos dinamitan puentes de diálogo y siembras las tempestades del enfrentamiento, otros reconstruyen los puentes y nos recuerdan que no todo el mundo en las Españas quiere arrasar con Catalunya.

El gesto de la Academia es una bocanada de aire fresco en medio de este ambiente viciado que no construye nada más que desprecio y odio. Nuevamente, pues, la gente de la creación ha lanzado un cable a la Catalunya de la creación, y por los caminos del arte nos hemos mirado a la cara. Destacan las palabras de la ministra de Cultura, que en la entrevista a Josep Cuní en 8TV ha dicho que «sería bonito que Pa negre estuviera distribuida en catalán en todo el territorio y que todos lo aceptáramos con normalidad». Ciertamente sería bonito, aunque cabe preguntarse si ella misma no ha trabajado a menudo por labrar esa «anormalidad»… Sea como sea, hoy la Academia ha demostrado ser capaz de estar por encima de los peores ruidos, y su gesto la honra. Sin embargo ese es el drama, que debamos aplaudir lo que debería formar parte de la lógica creativa, y no de la ilógica ideológica. El catalán, para una gran mayoría, no es una lengua del estado, sino una anomalía que se conlleva sin necesidad de tolerarse. Por eso mismo resulta extraño lo que debería ser muy normal.

Pilar Rahola

09 Octubre 2011

Estimada Rahola

Carlos Herrera Crusset

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Estimada Rahola, si pretendes amenazarme con supuestas reacciones de repudio, ni tú ni nadie podrá jamás acobardar a aquel niño que se crio y se educó en una casa modesta de Mataró

He leído con atención el artículo que amablemente me brindas en LA VANGUARDIA y no puedo resistirme a la respuesta, en principio, tan amable como tu invectiva. Todo nace de mi resuelta oposición a la prohibición a los toros en Cataluña, esta magnífica tierra de la que los nacionalistas/independentistas tenéis un sentido absolutamente patrimonial, como si Cataluña fuera vuestra y solo vuestra, y nadie que quisiera nada de ella pudiera conseguir aprobación alguna si no se plegara a los dictados que defendéis como indiscutibles (os pasáis la vida exigiendo una España plural, pero luego sois incapaces de reconocer más de una versión de vuestro propio territorio). Partamos desde el principio: yo no califico de ‘chusma’ a aquellos a los que no les gusta la fiesta de los toros: nadie está obligado a nada, ni siquiera a que le guste la sardana, los castellers, las sevillanas o los fandangos de Huelva, todos muy respetables, pero no siempre comunes.

‘Chusma’ es la colección de ‘antitaurinos’ que, semanalmente, se aglomera ante la puerta de la Monumental de Barcelona para llamar «asesinos» a honrados ciudadanos que van a ejercer un derecho hasta ahora respetable como acudir a un festejo taurino. Que a un sencillo trabajador de Cornellá que jamás ha faltado a nadie le asalte un puñado de sujetos acusándolo de algo de lo que han sido, por otra parte, incapaces de acusar a los asesinos de verdad me parece propio de chusma. Lo siento si alguna vez has estado entre ellos, pero eso es propio de individuos con desajuste social. En cuanto a la «miserable basura del nacionalismo catalán» que cito en mi artículo de ABC, créeme que lo hago desde la más pura ansia descriptiva: no me interesan los nacionalismos, ni el catalán, ni el vasco, ni el alemán, ni el chino ni ninguno, por la sencilla razón de que creo que jamás han aportado a la ciudadanía más que argumentos intestinales, demagógicos y baratos.

Lo siento, la pluralidad tiene estas cosas, y hasta en una tierra tan preñada de fiebre identitaria como nuestra Cataluña común el derecho a disentir contundentemente de sectarismos colindantes con el concepto ‘afrikáner’ de la política –basta escuchar a la familia Pujol– es un derecho irrenunciable. Me he pasado la vida defendiendo la realidad que describe Cataluña como una tierra repleta de ciudadanos normales, sin rabo ni cuerno, que brindan lo mejor de sí mismos al recién llegado, de lo cual mi familia fue testigo: es por ello que me resulta especialmente ofensivo que se pretenda tergiversar mi interpretación de una tierra que, en principio, es tan tuya como mía. Me duele, por ello, que los nacionalistas/independentistas como tú hagáis de toda aseveración crítica de un fragmento del pensamiento político una afrenta a las esencias patrias. La patria, lamentablemente, no eres tú.

Las patrias son tantas como ciudadanos habitan una comunidad, incluidos los que acuden a una corrida de toros. El resto de los españoles tienen el mismo derecho que vosotros a considerarse inviolables y, sin embargo, tienen que asistir impertérritos al espectáculo desabrido de unos administradores de la cosa pública que a diario los acusan de imperialistas, gandules, aprovechados o saprofitas. No, estimada Rahola, en mi bella Sevilla no nos pasamos el día pensando en nuestra querida Cataluña; bastante tiene el personal con salir adelante por sí mismo. Cataluña, desgraciadamente, cada día interesa menos, cosa que, por otra parte, al nacionalismo/independentismo no le puede hacer más feliz.

Y en cuanto a Artur Mas, por quien tengo aprecio personal, solo puedo decirte que ha sido entrevistado por mí con la contundencia que creo que el periodismo debe mostrar en defensa de valores esenciales. Si tú no lo has hecho, solo a ti te corresponde saber por qué. El periodismo, como bien sabes cuando has defendido cuestiones en las que coincidimos –como la que hace referencia al conflicto de Oriente Medio–, debe ser combativo y resuelto. Y, sobre todas las cosas, reflejo de una dignidad que está más allá de las patrias menores o mayores.

Dices que los catalanes tienen la piel gruesa y la memoria –creo recordar– muy activa: si con ello pretendes amenazarme con supuestas reacciones de repudio colectivo muy al estilo de los regímenes que sé que detestas, debo decirte muy serenamente que ni tú ni nadie podrá jamás acobardar a aquel niño que se crio y se educó en una casa modesta de Mataró de la que guarda un recuerdo conmovedor. Tenedlo en cuenta tú y todos los que pensáis como tú. Con todo, un abrazo desde mi admiración y afecto.

Carlos Herrera

13 Octubre 2011

La mala memoria

Pilar Rahola Martínez

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Este artículo debería ser inútil, si la memoria colectiva no fuera tan frágil. Pero la historia la hace quien tiene el micrófono más fuerte y a golpe de reescribirla con renglones torcidos, al final lo torcido parece recto. Es por ejemplo lo que ocurre con el nacionalismo catalán, convertido, en boca de muchos notables, en un perverso palabro. La última vez que me he topado con esta lindeza ha sido en mi rifirrafe con Carlos Herrera, quien respondió con amable dureza en ABC a mi artículo previo. Lo cito porque Carlos resume con habilidad el argumento instalado en el debate político y que tiene al nacionalismo catalán como centro de muchas maldades. Dice Carlos: «En cuanto a la ‘miserable basura del nacionalismo catalán’, que cito en mi artículo, créeme que lo hago desde la más pura ansia descriptiva: no me interesan los nacionalismos, ni el catalán, ni el vasco, ni el alemán, ni ninguno, porque creo que jamás han aportado a la ciudadanía más que argumentos intestinales, demagógicos y baratos». Es decir, y por interpretación inversa, los nacionalistas son estomacales, sin categoría e inútiles para la sociedad. Y es así como por arte de magia, algunos discursos se sitúan por encima de esa maldad intelectual, y quedan como liberales de tomo y lomo empadronados en el planeta Tierra.

Sería bonito si no fuera tramposo. Primero porque la mayoría de los que desprecian al nacionalismo catalán son militantes acérrimos del nacionalismo español, ese que no necesita existir porque ya existe en todas partes. Y a menudo expresan ese sentimiento identitario con un lenguaje kitsch y arcaico. Perdonen pero, por ejemplo, no hay nada más ridículo que mezclar el sentimiento colectivo de un país a unos tipos vestidos ridículamente que salen a una plaza a torturar animales para que otros jaleen su agonía. Pero incluso aceptando que no fueran unos convencidos nacionalistas españoles, aún quedaría lo del desprecio al nacionalismo catalán. Inútil, intestinal, demagógico y barato. Lo de barato, seguro, porque los catalanes amamos el ahorro. Intestinal, es probable, porque todas las convicciones mezclan los órganos con facilidad. Y demagógico, también, porque esa tentación no escapa a nadie, tampoco a ellos. Pero ¿inútil? Estimado Carlos, el nacionalismo catalán luchó por las libertades de todos, fue el motor de la España autonómica y ha tenido un alto sentido de Estado, cuando algunos patriotas españoles lo han perdido alegremente. Me gustaría saber cómo habría sido la transición española sin la utilidad y la responsabilidad de ese malvado nacionalismo catalán. No. Hay nacionalismos dañinos. Son aquellos que usan los estados para agredir a otras identidades, culturas o lenguas. La historia está llena de ellos. Pero hay nacionalismos que solo quieren preservar la identidad milenaria de sus pueblos. Y esos generalmente no agreden. Se defienden.