Operación Triunfo 2006: Lorena Gómez se alza con la victoria en una temporada en la que se dispara la popularidad de Risto Mejide, el ‘malo’ del jurado

El caso de Risto Mejide, jurado de Operación Triunfo (T-5), ha traspasado la anécdota y ha alcanzado nivel categórico. Las impertinencias de este miembro del jurado están batiendo récords de audiencia. Todo el mundo habla de él, aun que sea para ciscarse en sus muertos. Sus exordios a los con cursantes crean rechazo y expectación al mismo tiempo, veamos ejemplos recientes. El 22 de octubre, al joven Moritz, le soltó: «Has desafinado tanto que se me ha caído la oreja». El domingo siguiente, día 29, se enfrentó al concursante José Antonio y a cara dé perro le lanzó: «Muchacho, aquí fuera hay mucha gente dispuesta a olvidarte. Tu futuro puede ser perfectamente hacer una gira y no conseguir ni siquiera llenar un geriátrico. Y acabar a los 30 años muriendo de viejo». El 5 de noviembre, cuándo en teoría calificaba al valenciano. Leo, le escuchamos esta descalificación en toda regla: «Por primera vez hemos visto a alguien capaz de aburrirnos a todos. Desafinas como una hiena». Y el pasado domingo día 12, delante de la dulce gallega Eva, sentenció: «Cuando un alumno no prospera, gran parte de la culpa es del profesor. Este jurado debería poder nominar también a los maestros». Y tuvo que salir’ Kike Santander-director de la Academia OT a replicarle diciendo: «Si; tú estuvieras nominado, no sé quien de aquí te salvaría, francamente». ¡Ah!, este Risto, tan desagradable, nos produce en casa una irresistible atracción. Es posible que sea un producto diseñado por los mismos guionistas que ya el año pasado ensayaron algo parecido con María Galera [Noemí Galera], tremenda jurado que flagelaba a Idaira, concursante tinerfeña. Pero aún así, el descarnado realismo de Risto es un revulsivo lúcido, dentro de lo hiriente. Los golpes qué propina a estos jóvenes podrían entenderse como una preparación a los tortazos que la vida les va a arrear después, cuando abandonen la dulce burbuja dé OT.

Última perdigonada de Risto (OT, T-5). Le dijo a la deliciosa Lorena, después de su actuación: «Eres como un consolador: perfecta en la ejecución, pero fría en el sentimiento». iAh!, esta vez a Risto le ha escrito el guión un poeta.